domingo, 5 de octubre de 2025

IMPERIO BIZANTINO

 ARTE BIZANTINO


Exedra del sacerdote Pamfílidas, Acrópolis de Lindos, Rodas, Grecia.
Exedras en la Casa de Hipólito de Alcalá de Henares. Madrid. España.
Exedra proyectada por Leon von Klenze para el Hermitage.

En arquitectura, una exedra, palabra proveniente del griego exedra, "sala de reunión con asientos"[1]​ es, generalmente, una construcción descubierta, de planta semicircular, con asientos y respaldos fijos en la parte interior de la curva. Las exedras se colocan a menudo en la fachada de un palacio, pero diseñadas como abertura en la pared interna. El espacio abierto puede ser también una palestra.[1]

El significado griego original (ἐξέδρα, de ἐξ, "fuera" y έδρα, "asiento", un asiento en el exterior de la puerta) ha sido aplicado a una habitación que se abre y es circundada por bancos de piedra altos y curvos: un ambiente abierto destinado a servir de lugar de encuentro y conversación filosófica. Una exedra puede también destacar de un espacio vacío y curvo dentro de una columnata quizás con unos asientos semicirculares. En la casa griega y romana estaba abierta al peristilo.[1]

La exedra alcanzó especial popularidad en la arquitectura romana durante el siglo I con los arquitectos de Nerón, que incorporaron la exedra a lo largo de la planificación de su Domus Aurea, enriqueciendo los volúmenes de las salas, algo muy pretencioso, pues nadie había visto cúpulas y exedras en una vivienda.

La exedra fue ampliamente adoptada por los romanos para consolidarse en épocas históricas posteriores. En la basílica paleocristiana, la exedra presenta bancos de perfil semicircular elevados por escalones. Se consolida en la arquitectura bizantina y la arquitectura románica por ejemplo, en las iglesias, el coro que rodea al presbiterio.












Iconostasio de la Catedral de la Anunciación de Moscú

El iconostasio es una pared que va desde la parte septentrional (norte) a la meridional (sur) en un templo ortodoxo, separando el santuario (situado al este) de la nave, parte central del templo. En el iconostasio, en un orden específico, se colocan los iconos, hecho que le ha dado su nombre, pues la palabra proviene del griego εἰκονοστάσιον (eiconostásion), que significa ‘exposición de iconos’.

En el iconostasio hay tres puertas, que se abren o cierran en determinados momentos de la liturgia. La puerta central, con dos hojas, recibe el nombre de puerta santa, y está prohibido que entre por ella nadie que no sea clérigo. A la derecha se encuentra la puerta meridional, llamada también puerta diaconal, y a la izquierda la puerta septentrional.

Origen del iconostasio

Suelen considerarse como una evolución del cancel o del templón. De hecho, inicialmente se ocultaba la consagración a los fieles mediante cortinas o telones que cerraban los huecos del iconostasio (formado por columnas y arquitrabe), y más tarde se cuelgan del arquitrabe pinturas o iconos. Progresivamente las cortinas móviles se sustituyen por iconos fijos, que empiezan a ser colocados en filas ordenadas, en particular en las iglesias ortodoxas rusas, en las que adopta un esquema cuasi fijo.[1]

Iconostasios en la cristiandad occidental

En Occidente, se encuentran iconostasios en templos edificados en el primer milenio, esto es, antes del cisma de 1054 y de la imposición en la península ibérica del rito romano en lugar del mozárabe. Así, se presume que existía un iconostasio en San Vital de Rávena (s. VI), y asimismo en iglesias españolas de la época visigótica (ss. VI y VII). Con mayor certeza se considera que han existido en templos del llamado prerrománico o arte asturiano, como San Julián de los Prados, en Oviedo, del s. IX, e incluso en iglesias mozárabes, como la de San Miguel de Escalada, de León, ya del s. X.





Planta de templo con la cela resaltada

Una naos (del griego ναός "templo") o cela,[1]​ en español (del latín cella "dormitorio", "oquedad", "celda"), es la cámara interior de un templo en la arquitectura clásica, o una tienda que mira hacia la calle en la arquitectura romana (véase domus).

Antiguo Egipto

'Naos (O21)
capilla (O18) en jeroglífico
O21

O18
Las 4 caras de una naos egipcia.

En Egipto, todo faraón comenzaba su construcción divina por este lugar, después se construía el resto del monumento, lo que tiene lógica porque en esta sala reposaba el ka de la divinidad.

Cada templo, generalmente,[2]​ albergaba un naos, sala del elemento divino que alojaba una estatua o estatuillas, con la imagen de la deidad. El único hombre que podía entrar en 'contacto' con la deidad era el faraón.

También designa al propio tabernáculo, situado en esa estancia, que estaba dedicado a un dios, dotado de puertas, donde se albergaba la imagen de culto. Hasta el Imperio Medio se construían en madera, pasando desde entonces a ser construidos en piedra. No es hasta finales del Tercer Período Intermedio en adelante cuando se construyen naos monolíticos con extensos motivos decorativos.

Ya está representado desde la dinastía I de Egipto, donde el faraón Narmer aparece sentado en un naos en la cabeza de maza de Narmer.

En el periodo ptolemaico del Antiguo Egipto, la cela está oculta en el interior del sancta sanctorum del templo, en completa oscuridad, que simboliza el estado del universo antes del acto de la creación.

Naóforos

Una estatua de una persona que porta un pequeño naos, como la estatua del supervisor ramésida del tesoro, Panehsy, se llama "naóforo".[3]​ Los ejemplos más tempranos de este tipo de estatuas datan de la dinastía XVIII.[4]

En jeroglíficos y Pabellón del jubileo

En los jeroglíficos egipcios, existen dos versiones de naos, la más antigua arranca de la época del Imperio Antiguo y luego aparece una forma rectangular desde el Imperio Nuevo.

El pabellón del jubileo es una vista lateral del faraón sentado, con puntos de vista opuestos, llevando las dos coronas por separado, la corona del Sur, la corona blanca, y la corona del Norte (el delta del Nilo), la corona roja. El pabellón está compuesto por dos vistas laterales del jeroglífico de naosLista de Gardiner, O18.

Los primeros sellos del Imperio Antiguo de Egipto, por ejemplo, del faraón Den, representaban al faraón en una vista lateral, en su naos. Un ejemplo de la vista combinada de las dos coronas opuestas, es en el dintel de Sesostris II, de la dinastía XII, siglo XIX a. C. Muestra los tejados curvados del naos de cada mitad del jeroglífico pabellón.

Antiguas Grecia y Roma

Templo de Apolo en Paestum con cela central
La Maison Carrée en Nimes con su cela detrás del pórtico hexástilo

En los templos griegos y romanos la cella es una habitación en el centro del edificio, que usualmente contiene la imagen del culto o estatua (execrada por los primeros cristianos como un "ídolo") y que representa a la deidad particular venerada en el templo. Además, la cela podía contener una mesa o plinto para recibir ofrendas votivas como las estatuas votivas, piedras preciosas y semipreciosas, cascoslanzas y cabezas de flechas, y espadas. Las ofrendas acumuladas, hicieron de los templos griegos y romanos virtuales tesoros, y muchos de ellos fueron usados como tesoro público durante la Antigüedad clásica.

La cela es una estancia simple, rectangular y sin ventanas, con una puerta o entrada abierta en el frente de la columnata de la fachada del pórtico. En templos más grandes, la cela fue dividida por dos columnatas en una nave central, flanqueada por dos pasillos. La cela también podía contener un "ádyton", una área interior de acceso restringido al acceso por los sacerdotes - en religiones que tenían un clero consagrado - o por los guardias del templo.

Con pocas excepciones los edificios griegos eran de diseño períptero que situaba la cela en el centro de la planta, como el Partenón y el Templo de Apolo en Paestum.

Los romanos prefirieron edificios pseudoperípteros con un pórtico relegando la cela a la parte trasera..

El templo de Venus y Roma construido por Adriano en Roma tenía dos celas encerradas por un sencillo peristilo exterior.

Templos etruscos

Según Vitruvio (Libro IV.7), los tipos de templos etruscos (como por ejemplo, en Portonaccio) tenían tres cellae, una al lado de la otra, con una fila doble de columnas en la fachada. Esto es una configuración completamente nueva, respecto a otras clases de construcciones encontradas en Etruria y en la parte tirrena de Italia, que tienen una celda con o sin columnas, parecida a Grecia y el Oriente.

Bizancio

Durante el Imperio bizantino se continuó utilizando el naos. Por ejemplo, en la iglesia San Salvador de Chora en Constantinopla.

Iglesias cristianas

Al principio del cristianismo y en la arquitectura bizantina, la cela es una zona en el centro de la iglesia reservada para realizar la liturgia.

En los períodos posteriores una pequeña o una celda monacal también era llamada cela.

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