jueves, 21 de noviembre de 2019

MÚSICA DE LA EDAD MEDIA


Abu l-Salt ibn Umayya al-Dani (Denia, c. 1067 - Mahdiyya (Túnez), 23 de octubre de 1134), conocido comúnmente como Abu Salt de Denia, fue un eminente polígrafo y enciclopedista andalusí.

Vida[editar]

Se formó en diversas disciplinas en Denia bajo el gobierno de Iqbal al-Dawla, según sus biógrafos con maestros de gran erudición, como Abu l-Walid al-Waqqasi. Posteriormente completó sus saberes en otras ciudades de Al-Ándalus, entre las cuales pudo figurar Sevilla.
Hacia 1095 viajó a Oriente buscando ampliar sus conocimientos. Residió alrededor de veinte años en Egipto, donde completó sus estudios en El Cairo y Alejandría y con viajes a Siria e Irak. En esta época profundizaría en el conocimiento de los filósofos griegos, especialmente en el ámbito de la lógica aristotélica. En torno a 1112 se trasladó definitivamente a Mahdiyya, en el este del actual Túnez, donde fue protegido por la dinastía zirí reinante, dedicándose a la medicina y a la música hasta su muerte en 1134.

Obra[editar]

Entre su obra cabe destacar una antología de poemas andalusíes, una obra geográfica sobre Egipto, un tratado médico, el Libro de los medicamentos simples, opúsculos sobre Geometría y Astronomía y un importante escrito sobre lógicaRectificación de la mente.
En el terreno musical, fue un importante maestro de música andalusí, cuya tradición permanece hasta nuestros días en la música maluf. Destacó como virtuoso del laúd y compositor de letra y música de moaxajas. Como teórico escribió Epístola acerca de la música en Mahdiyya, una obra que influyó intensamente en al-Ándalus, adonde siguió viajando periódicamente.
Numerosas de sus obras, de carácter divulgador y enciclopédico, fueron traducidas al latín y al hebreo por sefardíes inmigrados a Zaragoza y Francia.








Ibn al-Haddad (GuadixGranada, h. 1030 - Almería1087/8) fue un literatofilósofomatemático y músico hispanoárabe que destacó como poetateórico musicalcompositor y virtuoso tañedor de laúd.

Vida[editar]

Muy joven abandonó Guadix, su ciudad natal, para emprender el preceptivo viaje de peregrinación a La Meca aunque, al parecer, no llegó a su destino ya que se enamoró de una religiosa copta del monasterio de Asiut en el Alto Egipto. La monja cristiana rechazó su amor, por lo que Al-Haddad regresó a Al-Ándalus como secretario del rey taifa Al-Mu'tasim de Almería. Tiempo después surgirían diferencias con el soberano almeriense que le llevaron a marchar a Murcia y, en junio de 1069, a la taifa de Zaragoza donde recaló al servicio de Al-Muqtadir y de su hijo Al-Mu'tamin.

Obra[editar]

Como poeta cortesano, cultivó el género encomiástico, adulando la generosidad y victorias de sus protectores, como era habitual en la poesía andalusí de la época. En 1072 regresa a Almería tras haber sido perdonado por Al-Mu'tasim. La poesía de Al-Haddad conservada alcanza las cuatrocientas casidas que versan sobre el amor imposible hacia su querida monja egipcia. También cultivó la poesía heroica, satíricaelegíacaepigramática, sapiencial y filosófica.
Fue un magnífico intérprete de laúd y un importante compositor y director de orquesta, como señala Ibn Bassam en su Dajira o Tesoro de las hermosas cualidades de la gente de la Península, que transmite que conducía una agrupación compuesta por más de quinientos cantantes.
Como teórico de la música escribió varios tratados sobre la relación de esta con la métrica de la poesía árabe, un asunto que se encontraba debatido en la Enciclopedia de los Hermanos de la Pureza importada por Al-Kirmani en Zaragoza hacia 1060 por voluntad de Al-Muqtadir. Entre ellos destaca su Cólera a favor de al-Jalil, que se fundamenta en la obra del siglo IX del lingüista Al-Jalil, perteneciente a la Escuela de Basora. En esta obra polemiza con otra de parecida temática del zaragozano Ibn Fathun, que a su vez refutaba a Al-Jalil; otro escrito de parecida temática es Hallazgo sobre la ciencia de la métrica descuidada de los árabes por cuanto exigen cuatro de los cinco círculos métricos sobre los que transcurren los versos árabes.









El Antifonario mozárabe de la catedral de León (León, Archivo Catedralicio núm. 8) también conocido como Antifonario de León es un manuscrito que contiene los cantos de las celebraciones de la Liturgia hispánica o mozárabe. El adjetivo "mozárabe", a pesar de su frecuente uso para calificar el rito medieval hispánico y su famoso antifonario, no es el más adecuado para referir ambos conceptos, ya que esta liturgia fue practicada desde tiempos visigóticos en la Península Ibérica, y, una vez que algunos territorios hispanos estuvieron dominados por los árabes, se siguió practicando, no sólo por los mozárabes, sino también por los cristianos de ciertos reinos que no estuvieron ocupados.

El manuscrito[editar]

Posee 306 folios de pergamino (330 x 240 mm), generalmente escritos a una sola columna y en letra visigótica; 22 de los folios contienen miniaturas.
Este manuscrito no cuenta con un colofón que indique lugar de origen, copista o fecha de producción. Sin embargo, ciertos autores lo datan como del siglo X sobre la base de sus rasgos paleográficos.1​ También sustentan tal datación la identificación de los personajes Totmundo e Ikila (mencionados en los prólogos y retratados en el f. 1v), así como del obispo San Froilán, mencionado en caracteres criptográficos (cifra notarial visigótica) en los márgenes de los folios 128v y 149r.2​ Se cree que fue copiado por orden del abad Totmundo (o de la abadía a la que pertenecía dicho personaje, posiblemente el monasterio leonés de San Cipriano del Condado) para el abad Ikila, quien llegó a ser obispo de León. En una nota en el folio 25r, se dice que fue copiado directamente de otro manuscrito de la época del rey Wamba en el año 672. Actualmente se encuentra en la Catedral de León.
El manuscrito comienza, como es habitual en muchos códices españoles de la alta edad media, con una Cruz de Oviedo (en recuerdo, según la leyenda, de la que se le apareció al rey Pelayo en la batalla de Covadonga) y una miniatura en la que se ve a Totmundo entregando el libro al abad Ikila. Totmundo lleva sobre la cabeza el pronombre ille en señal de humildad. Esta representación de la entrega de la obra acabada era también muy frecuente en los primeros incunables.
El libro contiene las piezas musicales que se cantaban en los oficios litúrgicos de todo el año. Es el único antifonario de la liturgia hispánica que se ha conservado completo. Otros antifonarios hispánicos (como por ejemplo los vinculados con Silos y hoy conservados en la abadía de esta localidad, en la Biblioteca Nacional de Francia, París, y en la British Library, Londres, o con San Juan de la Peña, conservado en la Universidad de Zaragoza) sólo han llegado hasta nosotros en estado fragmentario.
El Antifonario de León tiene notación musical hispánica de tipo vertical. Los signos musicales de esta notación y otras notaciones antiguas se suelen llamar "neumas". Los neumas hispánicos no se disponen sobre líneas de referencia (como tetragramas o pentagramas), sino "a campo aperto". Por carecer de esta referencia, la información diastemática representada por estos signos no ha podido ser descifrada hasta el momento, a pesar de los esfuerzos realizados por los musicólogos. El Antifonario de León contiene muchas ilustraciones, especialmente escenas de la vida de Jesús. Algunas letras poseen entrelazados que recuerdan más al arte carolingio que al visigótico.










El órganum (plural, organa) es una forma de polifonía occidental primitiva que alcanzó su apogeo en la Escuela de Notre Dame de París, centro del Ars Antiqua (sobre todo entre los siglos XI y XII). Está basada en la repetición paralela de la misma melodía, nota por nota, pero generalmente a una distancia de cinco notas (una quinta justa) más agudas. Este tipo de contrapunto primitivo también es llamado diafonía o paralelismo.
En latín se escribía organum y se pronunciaba [órganum]. Su plural eran los organa (pronunciados [órgana]).
En la música occidental de la Edad Media, el órganum es un género musical de música sacra vocal e instrumental, destinado a mejorar la interpretación de un pasaje añadiendo una segunda voz paralela.
El término designa simultáneamente el método de escritura asociado a este género musical. Se le considera generalmente como el estado más primitivo de la polifonía.

Órganum (método de primitiva polifonía vocal paralela): la melodía principal se muestra como puntos negros, el acompañamiento en órganum se muestra como redondas.

Historia[editar]

Organum: Rex coeli de Otger de Saint Armands. IX, en edición moderna que imita al pergamino; el órganum es la voz inferior acompañante.
Ver: Formas musicales por periodo, línea de tiempo
Los griegos ya admitían tres intervalos consonantes (la octava, la quinta y la cuarta) y dos disonancias (las terceras y las sextas mayores).
Las primeras referencias escritas se remontan al siglo XI, en el célebre tratado Musica enchiriadis, atribuidos al monje franco-flamenco Hucbaldo de Saint Amand (840-930). Hasta el ars nova fue el referente principal en la música sacra, describe el órganum como la audición de dos o más melodías simultáneas y da un ejemplo de diafonía.
Rex coeli dómine de Otger de Saint Amand (siglo XI) es uno de los primeros ejemplos de órganum. Otger menciona: «...La armonía agradable de las voces cuando hombres, mujeres y niños creen cantar al unísono y ejecutan la octava y la doble octava». Esta diafonía es el órganum, una escala paralela de voces separadas por una cuarta, es decir, por debajo del canto principal se añade una voz organal (voz de bajo): «Doblando la melodía mediante una segunda voz a un intervalo constante distinto de la octava se obtiene una melodía de sonido agradable».
El órganum básico era la superposición paralela de una quinta justa ascendente. Pero a veces también se empezó a enriquecer con una cuarta descendente (que es el equivalente a la misma quinta ascendente, pero una octava más grave) y también de la octava ascendente. Si la nota de la línea melódica principal era un sol3, el órganum básico era el re4 y uno más elaborado usaría re3 o sol4.
La práctica del órganum queda claramente establecida en el año 1002, cuando Thierry indica: «En las grandes fiestas, dos hermanos deben cantar cada responso. Las vísperas se cantan por cuatro hermanos: dos (como alumnos) se ocupan del canto ordinario, los otros dos (como maestros) se sientan detrás y hacen el acompañamiento, [a éstos] se les llama organistas».
Después de Musica enchiriadis, no hay referencias del órganum hasta Guido de Arezzo (1025).

Órganum paralelo[editar]

Órganum paralelo (extraído del Schola Enchiriadis, del siglo X, en edición moderna que imita al pergamino).
El órganum original —diafonía u órganum paralelo— perdura hasta el siglo XI. Es un nuevo medio para aportar otra voz a la melodía principal (o canto llano).
  • La vox principalis es la melodía principal. Se basa en una sucesión de grados conjuntos (notas contiguas) y muy pocos saltos melódicos, al menos en esa época.1
  • La vox organalis es la voz del órganum, la línea melódica paralela añadida a la voz principal como acompañamiento.
Desde el punto de vista de los intervalos armónicos y al menos hasta el siglo XI, las dos partes están separadas por los intervalos que en esa época se consideraban consonantes: la cuarta, la quinta o la octava justas. Las dos voces siempre comienzan y terminan en la misma altura (unísono). Además el ritmo no se escribía, simplemente seguían el ritmo tradicional del canto gregoriano.

Discanto[editar]

A partir del siglo XI, la voz principal del órganum va perdiendo importancia, y se desarrollan otros métodos para generar la o las voces organales, llamadas ahora discanto. Comienzan las primeras tentativas de movimiento contrario, la voz acompañante desciende cuando la principal asciende y viceversa, aunque siempre nota con nota (es decir la voz organal tiene exactamente el mismo ritmo que la voz principal).
El discanto constituye el origen del contrapunto, que se desarrolla a lo largo de los siglos siguientes, alcanzando su apogeo en el Renacimiento.

Órganum florido o melismático[editar]

En 1100 aproximadamente, en la abadía de Saint Martial de Limoges, el órganum evoluciona y se convierte en el «órganum florido» u «órganum melismático», técnica polivocal en la que se añaden florituras y adornos exclusivamente musicales arriba del canto principal. La voz principal se mantiene siempre como bajo, mientras el tenor, ejecuta el canto gregoriano en duraciones largas. El cantante también podía estar acompañado por voces más agudas llamadas contratenores las cuales eran de castratis. La melodía era monódica.
Ejemplo de Órganum melismático.
Pueden coexistir varias voces organales: cuando sólo hay una voz acompañando la melodía principal, se habla de duplum (‘dueto’), cuando son dos, triplum (‘trío’), con tres quádruplum, etc. Desde el punto de vista de las duraciones, en el órganum florido la relación es por cada nota de larga duración que canta la voz principal, la o las voces organales cantan varias notas de corta duración, que forman verdaderas guirnaldas ornamentales (melopeas).
Se constata la aceptación de terceras y de sextas como consonancias imperfectas. Las consonancias perfectas siguen siendo la quinta, octava y cuarta.
El órganum también es descrito por Anónimo IV (siglo XIII), un estudiante de la escuela de Notre-Dame de París, famoso principalmente por dar a conocer a Leonín y Perotín el Grande (Perotinus Magnus), dos de los principales compositores de la escuela, y de los primeros compositores europeos de los que se conoce el nombre, mencionándolos como los mejores compositores de órganum y discanto respectivamente.
En el siglo XII acaba la era de la monodia cuando la escuela de Notre-Dame marca el apogeo del órganum, que se generaliza en todas las catedrales góticas, dando paso a la polifonía de Leonín (a 2 voces) y de Perotín, (a 3 y 4 voces).

En el siglo XIII el órganum fue reemplazado progresivamente por el conductus y el motete.
  • El conductus es una variedad del órganum. Se trata de una forma musical litúrgica que acompaña textos normalmente moralizadores. En él la voz principal no está asociada a un repertorio litúrgico, sino que simplemente se compone para la ocasión, al parecer sobre una composición popular o una melodía profana o religiosa, Perotín fue uno de sus máximos cultivadores.
    Se ejecutaba en cantus firmus durante los desplazamientos procesionales de la ceremonia religiosa. Su origen parece estar en los introitos tropados.
  • El motete deriva del órganum florido, pero se basa en varios textos interpretados simultáneamente a veces en distintos idiomas (lo que genera casi una cacofonía).

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