jueves, 21 de noviembre de 2019

MÚSICA DE LA EDAD MEDIA


Godofredo de Estrasburgo (en alemán Gottfried von Straßburg; muerto ca1215) fue uno de los poetas alemanes más importantes de la Edad Media. Vivió a finales del siglo XII y principios del siglo XIII. Fue contemporáneo de Hartmann von AueWolfram von Eschenbach y Walther von der Vogelweide. Una de sus más afamadas obras fue Tristán (en alemánTristan (Gottfried von Straßburg)), uno de los caballeros de la mesa redonda en la narración arturiana. La leyenda cuenta el idilio del caballero Tristán con una princesa irlandesa llamada Isolda, aunque es más conocida como «Isolda la Bella».



No se sabe mucho sobre la vida de Gottfried von Straßburg, ni de su clase social. Tenía una buena educación. Fue un poeta importante y su novela en versos «Tristán» (en alemánTristan (Gottfried von Straßburg)) destaca entre sus otras obras. Se fundamenta en la historia de «Tristán e Isolda», escrita alrededor de 1210. Murió poco después de acabarla entre 1210 y 1220.
Los escritos más antiguos de su obra muestran rasgos de la variedad dialectal germánica conocida como alemánico, más específicamente del dialecto de Alsacia.








Friedrich von Hausen fue un poeta alemán medieval, uno de los primeros del minnesängers, nacido en algún momento entre 1150-1160.
Friedrich von Hausen.Codex Manesse
Su nombre se menciona con frecuencia en los documentos legales, por primera vez en uno de Maguncia, data de 1171 por Cristiano I, Arzobispo de Maguncia. Nació en el territorio de Renania, como lo demuestra su dialecto, especialmente por sus rimas, pero varias ciudades pretenden ser su lugar de nacimiento, y la cuestión no puede decidirse definitivamente. En 1175 estuvo en Italia, y otra vez en 1186 en el conjunto de Enrique VI, emperador del Sacro Imperio. Al año siguiente estuvo presente cuando Federico I Barbarroja y Felipe Augusto se reunió entre Mouzon y Yvois, y en 1188 estaba en Worms, en compañía de Balduino V, conde de Henao. Acompañó al emperador Federico, quien fue de gran estima, en la cruzada de 1189, y encontró la muerte en la batalla de Filomelio (la actual Aksehir), cuando cayó con su caballo, mientras perseguía al enemigo. Se dice que el ejército entero lloró su muerte.
Friedrich von Hausen es uno de los primeros trovadores que se sabe que han imitado los modelos franceses, con lo que se dio a conocer en sus viajes a través de Borgoña y Provenza. Junto con Heinrich von Veldeke introdujo el elemento de romance en el minnesong. Sus rimas son todavía imperfectas y de vez en cuando sus canciones contienen más de una estrofa.









Santa Hildegarda de Bingen O.S.B. (en alemánHildegard von BingenBermersheim vor der HöheSacro Imperio Romano Germánico,16 de septiembre de 1098-Monasterio de Rupertsberg17 de septiembre de 1179) fue una abadesacompositoraescritorafilósofamísticalíder monacalmédicapolímata y profetisa alemana.1​ Conocida también como la sibila del Rin y como la profetisa teutónica.
Considerada una de las personalidades más influyentes, polifacéticas y fascinantes de la Baja Edad Media y de la historia de Occidente,2​ es también de las figuras más ilustres del monacato femenino y quizás quien mejor ejemplificó el ideal benedictino,3​ al estar dotada de una inteligencia y cultura fuera de lo común, comprometida con la reforma gregoriana4​ y al ser una de las escritoras de mayor producción de su tiempo.5​ Además es considerada por muchos expertos como madre de la historia natural.6
Aunque la historia de su canonización es compleja, diversas ramas de la Iglesia la han reconocido como santa durante siglos; el 7 de octubre de 2012, durante la misa de apertura de la XIII Asamblea general ordinaria del sínodo de los obispos, el papa Benedicto XVI le otorgó el título de doctora de la Iglesia junto a san Juan de Ávila.7​ En palabras de la filóloga Victoria Cirlot:
«[...] atravesando el muro de los tiempos han quedado sus palabras, incluso su sonido, y las imágenes de sus visiones».

 Hildegard von Bingen.jpg

Obras musicales[editar]

Vista parcial del folio 0466r del Códice de Wiesbaden (Riesencodex) con la notación del canto «O vis eternitatis» de Symphonia armonie celestium revelationum.
O frondens virga
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Del auto sacramental Ordo Virtutum, de Hildegarda de Bingen.
Su letra reza:
O frondens virga,/
In tua nobilitate stans,/
sicut aurora procedit./
Nunc gaude et laetare et nos debiles dignare/
a mala consuetudine liberare,/
atque manum tuam porrige ad erigendum nos.

Lo prolífico de la obra musical de Hildegarda permite establecer la importancia que para la sibila del Rin tuvieron la música y el canto. Tal importancia se puso de manifiesto en la carta escrita a la curia de Maguncia,73​ dictada tras el entredicho interpuesto con ocasión del conflicto derivado de que la abadesa diera sepultura a un hombre supuestamente excomulgado y por el cual se prohibió a su comunidad cantar el salterio y tener misa.
En dicha misiva, tras declararse dispuesta a obedecer las medidas impuestas y partiendo de una cita del salmo 150, Hildegarda explica que el canto es una manifestación del espíritu divino en el hombre, que con ello recuerda vagamente la bienaventuranza de Adán en el paraíso, quien participaba de la voz y el canto de los ángeles en alabanza a Dios. Los profetas, a quienes Dios les otorgaba una gracia extraordinaria habían compuesto cantos y creado instrumentos entreviendo el pasado beatífico de la humanidad. De hecho, los instrumentos musicales, al ser tocados con los dedos recordaban a Adán mismo creado por el «dedo de Dios».
La alabanza a Dios dentro de la Iglesia tiene su origen en el Espíritu Santo y es conforme a la armonía celeste:74
El cuerpo es verdadero vestido del espíritu, el cual posee una voz viviente, para que de esta manera el cuerpo con el alma, use su voz para cantar las alabanzas de Dios
Ep. XXIII, PL CXCVII, Migne, 1855.
Si bien emplea la técnica monofónica, el melisma y la notación propias de su época, la música hildegardiana se diferencia por el uso de amplios rangos tonales, que exigen a la cantante o al coro subir a agudos intensos estando en una nota intermedia o baja. Contrae frases melódicas que impulsan a la voz a ser más rápida para luego ralentizarse. Usa igualmente intervalos de cuarta y quinta, cuando el canto de su época rara vez pasaba de terceras.75
La totalidad de las obras musicales de la profetisa teutona fueron creadas para las necesidades litúrgicas de su propia comunidad, así como para la didáctica teológico-moral en el caso del Ordo Virtutum.
Hildegarda compuso setenta y ocho obras musicales, agrupadas en Symphonia armonie celestium revelationum (Sinfonía de la armonía de las revelaciones celestes): 43 antífonas, 18 responsorios, 4 himnos, 7 secuencias, 2 sinfonías (con el significado propio del siglo XII), 1 aleluya, 1 kyrie, 1 pieza libre y 1 oratorio (fascinante, pues el oratorio se inventó en el siglo XVII). Además, compuso un auto sacramental musicalizado llamado Ordo Virtutum ("Orden de las virtudes", en latín), sobre las virtudes.

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