Adán de San Víctor (en francés: Adam de Saint-Victor)? (París, finales del siglo XII - París, 1146) fue un prolífico poeta y compositor de himnos y secuencias en latín. También fue chantre de Notre-Dame de París. Se considera el mejor y el más grande poeta litúrgico en latín de la Edad Media.12
Durante mucho tiempo se le ha confundido con otro victorino, Adam le Breton (+1192), que murió a finales de siglo.
Vida[editar]
Adán de San Víctor nació en la última parte del siglo XII probablemente en París y murió en la Abadía de San Víctor, en la Montaña Santa Genoveva, ubicada en ese entonces en los suburbios de París, fuera de las murallas hasta que la ciudad creció y la abarcó, en algún momento entre 1172 y 1192. La primera referencia a él es a partir de 1098, en los archivos de la Catedral de Notre Dame, donde fue primero subdiácono y más tarde precentor, primer cantor. Salió de la catedral de la Abadía de San Víctor en torno a 1133, probablemente a causa de sus intentos de imponer la Regla de San Agustín en la catedral.13
Probablemente estuvo en contacto con una serie de importantes teólogos, poetas y músicos de su época, incluidos Pedro Abelardo y Hugo de San Víctor, y pudo haber enseñado a Albertus Parisiensis.
Obra[editar]
Se cree que colaboró en la expansión del repertorio poético y musical de la Escuela de Notre Dame, con su fuerte ritmo y las imágenes llenas de poesía. Ante todo era músico, por ello Adán elaboraba sus poemas para cantar y llevó el género de la secuencia al más alto grado de perfección formal. Sus poemas latinos son rítmicos conforme al número de sílabas, construidos en estrofas regulares y rimadas. Están escritos en un lenguaje claro, enérgico, armonioso y en un estilo elegante, basados en datos extraídos de las Escrituras.1
Podemos distinguir las secuencias teológicas llamadas De tempore y las secuencias hagiográficas denominadas De sanctis. Cada una dedicada a alabar a la virgen, a los santos o bien a los misterios de la fe. Estos poemas que aúnan mística y reflexión teológica, visiones simbólicas y alegóricas, están influenciados por el misticismo de Hugo de San Víctor. Si las más famosas de sus obras son In resurrection Domini y De Maria Virgine, su Mundi Renovatio sobresale por su temática sobre el despertar de la naturaleza en primavera que recuerda a las canciones de los trovadores.1
Los poemas breves estaban recogidos en el gradual de San Víctor, antes de aparecer en todos los misales debido al Concilio de Letrán IV en 1215, lo que favoreció las copias e imitaciones. Sin embargo, la procedencia, como se podría pensar no es París sino de San Marcial de Limoges, la abadía que mantenía contacto con los trovadores. Aunque un centenar de poemas han sido copiados bajo su nombre, sólo cincuenta se le pueden atribuir con certeza. De estos, catorce cantan a la virgen María. Los poemas sobre la Eucaristía escritos por Tomás de Aquino le deben mucho.1
Treinta y siete de sus himnos se publicaron en el Elucidatorium Ecclesiasticum de Jodocus Clichtovaeus, un teólogo católico del siglo XVI.4El resto de sus setenta himnos se conservaron en la Abadía de Saint Victor, hasta su disolución durante la Revolución francesa. Posteriormente fueron trasladados a la Biblioteca Nacional de Francia, donde fueron descubiertos por León Gautier, que editó la primera edición completa de ellas (París, 1858). Sin embargo, la mayoría de las atribuciones a Adán son especulativas.1
Manuscritos[editar]
- París, Biblioteca Nacional, Ms. Lat. 14452, 14506 et 14819 (contienen unas cuarenta secuencias, de 1239)
- París, Biblioteca de l'Arsenal 197.
- Elucidatorium ecclesiasticum (contiene 37 secuencias).
Se llamaba trobairitz (tɾuβajˈɾits) a la trovadora occitana de los siglos XII y XIII. El término trobairitz fue utilizado por primera vez en el Romance de Flamenca del siglo XIII. Proviene del término provenzal trobar, su significado literal es "encontrar", y el significado técnico es "componer".1 Las trobairitz componían, escribían versos, cantaban y recitaban en las corte de Occitania. En la historia de la música se destacan por ser las primeras compositoras conocidas de música secular occidental; todas las compositoras previas conocidas escribían música sacra. Las trobairitz formaban parte de la sociedad de la corte, en comparación a sus contrapartes de las clases bajas las joglaresse. Si bien a menudo los trovadores provenían de familias humildes, es probable que Bernart de Ventadorn fuera el hijo del panadero del castillo, las trobairitz eran de ascendencia noble. Las trobairitz más destacadas fueron Alamanda de Castelnau, Azalais de Porcairagues, Maria de Ventadorn, Tibors, Castelloza, Garsenda de Proença, Gormonda de Monpeslier, y la Comtessa de Día.
Las trobairitz en la Corte[editar]
Durante el siglo XIII se esperaba que las mujeres de la corte tocasen, cantasen y escribiesen partimen. Las trobairitz eran parte de la cultura de la corte y casi en su totalidad pertenecieron a la aristocracia: Tibors era familiar de Rimbaud de Orange, la Condesa de Día era posiblemente la esposa de Guillermo de Poitiers, etc. Algunas de ellas fueron protectoras de trovadores y encarnaron el ideal femenino de la Señora. [10] No se sabe si interpretaban ellas mismas sus composiciones o si se servían de joglars o joglaressas, aunque dado que eran nobles lo más probable es que la segunda hipótesis sea correcta.2
También es posible que esta posición de poder tuviese que ver con la que tenían las mujeres en el sur de Francia durante los siglos XII y XIII. La sociedad Occitana aceptaba que las mujeres tuviesen más control sobre las tierras, además, durante las Cruzadas quedaron menos hombres para administrar las propiedades, lo que pudo afectar la balanza de poder. Aun así, no se trataba de una sociedad feminista.[5]
Es difícil indicar si las trobairitz eran profesionales o amateurs. La distinción entre estos roles era complicada en la época medieval, especialmente porque los profesionales eran normalmente de la clase baja y los amateurs tenían tanto tiempo para dedicarle a su pasión como los primeros. Las joglaressas eran de clase más baja, compositoras profesionales mucho menos respetadas que las trobairitz.[5]
Formación de las trobairitz[editar]
Una mujer que se dedicase a ser trovadora debía ser ben enseignada (culta) y saber ben trobar (tener talento para componer música y poesía). En el contexto de la época y según Robert de Blois:
Llevaba y hacía volar halcón y azor,
sabía jugar bien al ajedrez y a las damas,
leer cuentos y contarlos,
cantar canciones.(…)3
Eran educadas habitualmente en monasterios. De hecho, en el monasterio de Ratisbona hubo en el siglo XI un grupo de jóvenes alumnas que dejaron testimonio de su nivel cultural: versos compuestos en latín que dictaban las normas de comportamiento noble, cortés y culto dirigidas a los hombres que las pretendiesen en relación.
La música era tan esencial como las palabras, y además debían saber componer. Eran hábiles en el arte de entretener, conversar y escuchar, y debían saber danzar a su vez. Leían autores de su época y del pasado, de los cuales sacaban ideas para sus versos, ya fueran técnicas o temáticas.2
Tipología de sus Canciones[editar]
Cansó (canción)[editar]
Compuestas por un mínimo de dos estrofas y un máximo de ocho. La cobla más usada es de ocho versos. Como en muchos textos medievales, las cansós de las trobairitz también tienen fórmulas de saludo y despedida. Azalais de Altier se dirige a otra trovadora, Clara de Anduza, en su salut d'amor, con afecto y consideración, y para dar su opinión a favor de una relación entre Uc de Saint Circ (uno de los redactores de las vidas de trovadores y trobairitz) y Clara.
Según Marirí Martiniego, atendiendo a los contenidos, se clasifican de la siguiente manera:2
Canto de amor[editar]
Se canta a alegría del deseo satisfecho. Es el tema más tratado y encontramos ejemplos en “En un vergier...” de Anónima IV; “Na Maria, pretz e fina valors” de Bieiris de Romans, dirigida a otra mujer, “En greu esmai et en gretu pessamen” de Clara de Anduza, etc. Hay un ejemplo excelente de Canto de Amor en la obra de Bieiris de Romans, dedicada a una señora María: una poesía de amor de una mujer dedicada a otra mujer.
Señora María, el mérito y la perfecta virtud,
la alegría, el juicio y la fina belleza,
la acogida, el mérito y el honor,
el hablar gentil y los modos graciosos,
el dulce rostro y la graciosa alegría,
la dulce mirada y la amorosa expresión
que están en vos y que no tienen igual,
me llevan hacia vos con corazón sincero.
Por lo que os ruego, si os agrada que el amor cortés
y la dicha y la dulce humildad
me puedan servir de ayuda ante vos,
que me deis, bella señora, si os place,
aquello de lo que espero tener alegría y esperanza;
ya que pongo en vos mi corazón y mi afán,
y todo lo que me alegra proviene de vos
y por vuestra causa a menudo suspiro.4
Lamento por la frialdad de un enamorado/a[editar]
En esta tensón de la Anónima III, las primeras estrofas están puestas en boca de un hombre que se da cuenta de las consecuencias negativas que tiene la falta de afecto de su enamorada:
Si mi canto me complaciera, me esforzaría
y me daría alegría, gozo y placer,
pero he llegado a descorazonarme hasta tal punto,
porque mi dama, que cada día desaprueba
lo que le digo, no se digna tenerlo en cuenta;
a duras penas sé permanecer entre los valientes
y no soy en absoluto el hombre que era antes:
así me priva ella de mi cortesía y la destruye.
Peroración en favor de un enamorado que ha cometido un error[editar]
En el salut d'amor de Azalais de Altier, dirigido a Clara de Anduza, encontramos una larga perorata a favor de la reconciliación con Uc de Saint Circ, quien confía en Azalais para recuperar a su amada:
Ahora, señora, he aquí lo que ocurre.
El otro día se acercó a mí
vuestro amigo triste y abatido
como quien está acusado y traicionado,
y me dice que en las palabras y en los hechos,
según lo que vos dijisteis...5
Petición de consejo[editar]
Hay un bello ejemplo de esta tipología en la tensón escrita por Bona Domna: un enamorado le pide consejo a una señora sobre la manera en la que debe comportarse con la mujer que ama:
Buena dama, os pido un consejo:
dádmelo, ya que tengo gran necesidad
porque he puesto todo mi corazón en una señora,
y no busco ni deseo tanto cosa alguna;
y decidme si aprobáis que yo pida
su amistad, o si esto me hará sufrir.
Porque el proverbio justamente afirma:
pierde quien tiene prisa y obtiene quien espera.6
Peleas entre enamorados[editar]
En una de las cansós obra de Alamanda la descripción de una pelea de enamorados en una tensó que mantiene con Giraut de Bornelth:
En nombre de Dios, Giraut, la voluntad del amante
no se cumple en absoluto sin tener en cuenta al otro,
porque si uno ha faltado el otro debe disimularlo,
de modo que su discordia no crezca ni se expanda
y si ella os ha dicho que una alta montaña es una llanura
vos debéis creerla,
y que os plaza el bien y el mal que os manda,
porque es así como seréis amado.
No puedo menos que oponerme a este orgullo,
aunque vos seáis una doncella bella y rubia;
una leve pena os mata, una pequeña dicha os inunda,
pero no sois para mí ni la primera ni la segunda.
Lo que yo temo sobre todo es que el dolor me confunda;
¡vos me sugerís,
si me siento morir, que avance todavía más hacia las olas!
Creo que me aconsejáis mal.7
Petición apremiante de amor[editar]
Encontramos en Clara de Anduza una de las peticiones de amor más apremiantes, provocada por la distancia que le separa de su amado:
En grave angustia y en grave tormento
han puesto mi corazón, y en gran error,
los maledicentes y los falsos adivinos
que envilecen alegría y juventud,
ya que os han separado y alejado de mí
a vos, a quien amo más que cosa alguna,
así que no puedo veros y admiraros
por lo que muero de dolor, de ira y de rencor.
Ética Amorosa[editar]
Encontramos en un partimen con tintes de disputatio académica una confrontación entre María de Ventadorn y Gui de Ussel, que debaten desde dos puntos de vista distintos el código de comportamiento cortés y particularmente, las relaciones entre el hombre y la mujer que se aman.
Gui de Ussel, me lamento de vos
porque habéis dejado de cantar,
y dado que quisiera haceros volver a la poesía,
-ya que sabéis de tales razones-
quiero que me digáis si si la mujer debe actuar hacia el amante,
cuando le ama sinceramente, del mismo modo
que el amante actúa hacia ella en todo lo que concierne al amor,
según la ley que vincula a los amantes.
Señora María, yo quería abandonar
las tensones y cualquier otro canto;
pero ahora no puedo dejar sin respuesta vuestra demanda;
y contesto brevemente acerca de la dama:
ella debe proceder hacia el amante
del mismo modo en que él actúa hacia ella, sin tener en cuenta el rango,
porque, entre dos amantes, no debe haber uno superior.8
Cuestiones políticas[editar]
Entre otras cuestiones políticas, parece ser que las trobairitz hablaron alguna vez sobre el catarismo (movimiento religioso en el que las nobles estuvieron muy presentes, haciéndose cargo de papeles de responsabilidad y de prestigio, en la función de perfectae.) En una tensó en la que Alais, Iselda y Carenza debaten, es posible que el tema tratado sea éste mismo:
...aconsejadme según vuestra experiencia:
Según vuestro parecer ¿debo tomar marido
o debo permanecer virgen? Así me gustaría
ya que no creo que sea bueno hacer hijos;
Señora Carenza...
hacer niños creo que es gran penitencia...
...
por ello os aconsejo, para hacer buena simiente,
tomar por marido a Coronado de Ciencia,
de quien tendréis el fruto de hijos gloriosos;
quien lo desposa, permanece virgen.
Tensón[editar]
Aparecen coblas de nueve y diez versos.
En las cansos son frecuentes las tensó: un diálogo en poesía en el que dos interlocutores, siendo uno la autora, comparan sus puntos de vista en torno a un mismo tema. Habitualmente se alternan sus voces estrofa por estrofa, aunque este esquema no es siempre respetado. Tomemos como ejemplo estas estrofas de Anónima II, en la que dos mujeres discuten sobre si un hombre incivil puede ser tenido en cuenta por la mujer que ama:
Buena dama, tan querida me sois
que no puedo dejar de aconsejaros vuestro bien:
y os digo con seguridad que cometéis una grave descortesía
porque dejáis morir a quien jamás amó
a nadie más que a vos, y sin motivo;
pero si muere, será vuestro el daño,
que ninguna otra dama le es tan grata
y ninguna tiene sobre él poder y señorío.
Doncella, bien debo ser cruel
cuando juego conmigo o se jacta de mí:
el posee un corazón tan loco y tan voluble que no tiene en cuenta para nada mi amistad,
porque mi amor no le interesa ni le importa,
y ya que fue el quien cometió una locura,
no me juzguéis si la locura veo
cuando oigo decir que es justo y honorable.
Ambas voces se alternan para ofrecer su visión personal del tema. La segunda, una dama casada, acude a la primera, una damisela de la cual se fía.
Partimen[editar]
Se trata de disputatios o disputas sobre temas éticos, en los que se exponen y debaten diferentes temas, pero no relacionados tanto con puntos de vista personales como con la ética formal.
Coblas[editar]
Las coblas son las estrofas utilizadas en las cansós y tensós. Las preferidas son las unissonans, en las que el primer verso de la primera estrofa rima con el primero de la segunda, y así sucesivamente, que se combinaban en parejas o con repeticiones rítmicas en función de la música. También utilizaban pareados y en el caso del salut d'amor, se dejaba el último blanc (libre). En la balada y en el alba se sigue el esquema tradicional de división de partes enetre coro y solista.
Rima[editar]
La versificación provenzal no se basa en la cantidad como la latina, sino en el número de sílabas. También tiene en cuenta si las palabras son tónicas o átonas y el cómputo silábico sigue el sistema francés.
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