lunes, 23 de septiembre de 2024

FENICIA - FENICIOS

 ARQUEOLOGÍA FENICIO - PÚNICA


Habitaciones adosadas en el poblado talayótico de Capocorb Vell (Mallorca).

El poblado prehistórico de Capocorb Vell es uno de los yacimientos arqueológicos más monumentales de Mallorca, y se encuadra en la Cultura talayótica, aunque tuvo una perduración mucho más extensa, hasta entrada la Edad Media. Las ruinas alcanzan una extensión de medio kilómetro, donde hay cuatro talayots circulares, tres talayots cuadrados y un túmulo, todos alineados aproximadamente; y hay otro talayot circular fuera de la alineación (no todos los monumentos están en el área visitable). El estado de conservación de algunos de ellos es bastante bueno, llegando a una altura de casi siete metros.

Descripción del yacimiento

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A la entrada al yacimiento nos encontramos con un gran talayot circular y los restos de las construcciones que estaban adosadas a él. Su puerta está orientada hacia el suroeste, de espaldas al resto de las construcciones y, aparentemente, violando la norma de que los talayots de los poblados solían mirar hacia el interior de los mismos.

Detrás de este talayot, hay cuatro más, alineados de suroeste a nordeste. Los de los extremos son circulares, los dos de en medio son cuadrados y, entre estos, hay una serie de habitaciones rectangulares. Las habitaciones mejor conservadas tienen antecámaras cuyas puertas no están alineadas, lo que ha sido interpretado como una medida defensiva para evitar la penetración de proyectiles, ya fueran flechas o balas de honda.

Los dos talayots cuadrados tienen características poco típicas, pues fueron modificados en algún momento de su existencia. Sus portales de entrada fueron “elevados” para preservar la vista despejada hacia el sureste, al construir las habitaciones que tienen delante. El más sudoccidental tiene un túnel angosto que desciende en espiral hasta el nivel del suelo. Y en el más nororiental se aprecia, en su interior y al nivel del suelo, el portal original, cegado, que delata que las habitaciones de delante son posteriores. Además, su columna central fue modificada, convirtiéndola en un grueso muro que da a su cámara la forma de una “U”.

Uno de los talayots cuadrados del poblado (Mallorca).

Además de los cinco talayots mencionados, hay una amplia habitación que tuvo una perduración de más de un milenio, pues es uno de los edificios más antiguos del yacimiento. Está separada del resto de las construcciones, y su forma de herradura delata que, originalmente, pudo ser un santuario. Una serie de muretes añadidos posteriormente en su interior demuestran que su función cambió al de vivienda.

Evolución cronológica

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Lo que vemos ahora no es el poblado en sí, sino la evolución de su centro ceremonial anexo. El poblado talayótico, de principios del primer milenio a. C. (Edad de Hierro), debía estar entre el talayot situado cerca de la entrada actual (es el único que no está alineado con los demás) y las dos casas prediales que vemos a ambos lados de la carretera. En prospecciones de superficie se encontraron abundantes fragmentos de cerámica talayótica, que escasean al alejarse hacia las ruinas actuales. Como es habitual, las casas pudieron ser construidas aprovechando la abundancia de piedras que les brindaban las ruinas del poblado. Así, lo único que queda del poblado original es el talayot, cuyo portal estaría orientado hacia su interior. La desaparición del poblado original explica por qué lo que hoy se conoce como “poblado” no se parece a los poblados talayóticos típicos de Mallorca, que son de forma ovalada, con murallas de grandes lajas verticales, y no tienen talayots cuadrados en su interior.

Posteriormente, la construcción de las habitaciones rectangulares y las modificaciones extensivas a los talayots del centro ceremonial, apuntan a que este pudo haberse convertido en barrio exterior del poblado original, posiblemente en época Baleárica, entre el siglo V a. C. y la conquista romana. Además, las excavaciones y algunos hechos históricos, nos demuestran que siguió existiendo como núcleo de población hasta poco después de la conquista de las islas por los catalanes, cuando se estuvo cerca de fundar una villa sobre sus ruinas (hoy sería un pueblo más de Mallorca).

Uno de los talayots circulares del poblado (Mallorca).

Interpretación del yacimiento

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El centro ceremonial (lo que ahora llamamos poblado) es el más grande entre los centros similares que hay en la isla. Además, la aparente alineación de una serie de monumentos es habitual entre los más grandes, como ocurre en Son Olessa-Son Ferrandell (Valdemosa) o Son Fornés (Montuiri), este último también "reconvertido" a poblado baleárico. Estos centros se encontraban fuera de los propios poblados; los más pequeños delimitaban generalmente los territorios de poblados adyacentes, y los más grandes eran posiblemente utilizados para grandes eventos, a los que acudirían gentes de otros núcleos de la comarca.

Este centro ceremonial está justo al lado de una de las principales vías pecuarias de la isla, donde los pastores han venido iniciando, verano tras verano y desde tiempos inmemoriales hasta hace pocos años, la transhumancia hacia las montañas. Quizás este era el punto de reunión de los rebaños de la comarca sur, previo a la iniciación del camino en busca de los pastos frescos de la sierra norte de Mallorca.

Además, este centro ceremonial sería lugar de frecuentes celebraciones festivas que señalarían los hitos del ciclo económico y religioso: siembras, colectas, cacerías, así como solsticiosequinoccios, y rituales de paso de los adolescentes para ser adultos. A estas celebraciones no sólo acudirían los habitantes del poblado «poseedor» de dicho centro, sino también los de otros poblados. En estas celebraciones se dirimirían las posibles disputas y se propiciarían intercambios y tratos entre personas y familias. Estos eventos también servirían para que se conocieran jóvenes hombres y mujeres de distinta procedencia que, al emparejarse, fomentarían el intercambio sanguíneo, reduciendo así endogamia. Por tanto, quizás sea más apropiado imaginar este lugar como un gran bazar, con comerciantes, pastores, visitantes, y sacerdotes que, en las fechas de las festividades, le darían vida, paseando, haciendo trueques y entablando relaciones, y no sólo como un lugar destinado a las liturgias.





Cartago
Ubicación
ContinenteÁfrica
PaísBandera de Túnez Túnez
Coordenadas36°51′09″N 10°19′24″E
Historia
TipoCiudad-EstadoEmporio y Ciudad antigua
Construcciónsiglo IX a. C.
Mapa de localización
Cartago ubicada en Túnez
Cartago
Cartago
Ubicación en Túnez

Cartago fue una antigua ciudad del norte de África, capital del Estado púnico, en el actual Túnez (a unos diecisiete kilómetros al noreste de la capital de este país), fundada por emigrantes fenicios de Tiro a finales del siglo IX a. C., según la datación moderna más aceptada.

Tras la caída de Tiro en poder de los caldeos, Cartago se independizó y desarrolló un poderoso Estado que llegó a rivalizar con las ciudades-Estado1​ griegas de Sicilia primero y con la República romana siglos después. Su estructura de gobierno fue de carácter republicano con ciertas características monárquicas o de tiranía, aunque evolucionó posteriormente a un sistema plenamente republicano.23​ Los territorios controlados por Cartago la convirtieron en la capital de un próspero Estado, viéndose enriquecida por los recursos provenientes de todo el Mediterráneo occidental.

En el siglo III a. C. se enfrentó a la República romana en dos guerras (conocidas como primera y segunda guerras púnicas) por la hegemonía en el Mediterráneo occidental y de las que salió derrotada. A mediados del siglo II a. C., fue destruida por Escipión Emiliano en la llamada tercera guerra púnica.

En el año 29 a. C. Augusto fundó en el mismo lugar una colonia romana con el nombre de Colonia Iulia Concordia Carthago, que se convirtió en la capital de la provincia romana de África, una de las zonas productoras de cereales más importantes del Imperio romano. Su puerto fue vital para la exportación de trigo africano hacia Roma. La ciudad llegó a ser la segunda en importancia del Imperio con 400 000 habitantes.4

En el año 425, los vándalos liderados por Genserico tomaron la ciudad y la convirtieron en la capital de su nuevo reino. Fue reconquistada por el general bizantino Belisario en el año 534, permaneciendo bajo influencia bizantina hasta el año 705.



República cartaginesa

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La república cartaginesa era gobernada por varios órganos públicos, pero reservados a la aristocracia, el más básico era la Asamblea de Ciudadanos (συγκλητος), constituida por varios cientos de individuos pertenecientes a las familias más acaudaladas e influyentes de la Cartago. La asamblea nombraba libremente a la mayor parte de los cargos de la ciudad, como el Consejo de Ancianos o Senado de los Cien (γερουσία), grupo de cien aristócratas formado de modo vitalicio, conocido desde el siglo IV a. C. Estaban encargados de funciones judiciales y de la supervisión de los funcionarios. Finalmente, la Asamblea de Ciudadanos se encargaba de la elección de los sufetes, de los sumos sacerdotes y de los generales. Los sufetes y los sumos sacerdotes eran miembros natos del Senado cartaginés, llegando así a la cifra de 104 miembros. El senado también dirigía todos los procesos de la Asamblea, o las Pentarquías, grupos de cinco individuos que se ocupaban de los departamentos estatales y cubrían vacantes en el Senado. El Senado era el órgano más poderoso, compuesto en su totalidad por la más influyente aristocracia. Los sufetes eran dos magistrados elegidos anualmente entre las familias aristocráticas. Sus cometidos eran esencialmente civiles, la convocatoria del Consejo y de la Asamblea, y funciones judiciales superiores.2

La constitución cartaginesa, como todas aquellas cuya base es a la vez aristocrática y republicana, se inclina tan pronto del lado de la demagogia como del de la oligarquía.
Aristóteles13

El Consejo de los Cien es conocido desde el siglo IV a. C. Junto a este consejo existía una comisión permanente de 30 individuos. Era un sistema oligárquico, controlado por las élites urbanas, grandes propietarias de tierras o vinculadas al comercio. Las tensiones eran las propias de la competencia por el poder entre individuos o grupos aristocráticos, y se verían acrecentadas con la expansión desde el siglo VI a. C., y especialmente con la rivalidad con Roma. Los conflictos bélicos en concreto favorecieron la aparición de caudillos militares y familias concretas, capaces de actuar con cierta independencia. Las diversas opciones políticas y comerciales con que se enfrentó el Estado cartaginés a lo largo del siglo III a. C., como potenciar la expansión en África o buscar nuevos mercados, también provocaron divergencias entre las facciones de la oligarquía, terratenientes y comerciantes, disputas a las que probablemente se vieron arrastradas las clases inferiores urbanas de comerciantes y artesanos.

Destrucción de Cartago y dominio de Roma

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Ruinas de villas romanas en Cartago.
Resto de las Termas de Antonino en Cartago.

Cartago resistió durante seis días el asedio de los soldados romanos; estos tuvieron que avanzar penosamente casa por casa y calle por calle, tal fue la resistencia a la que se enfrentaron. Del casi millón de habitantes sólo sobrevivieron unos cincuenta mil y fueron vendidos como esclavos. La ciudad fue destruida totalmente y lo más valioso llevado a Roma. Roma borró del mapa a Cartago, su gente y su cultura. La destrucción fue total, casi nadie sobrevivió. Fue la eliminación total del adversario.

Tras la destrucción de la ciudad fue prohibido habitar el lugar. Tras pasar 25 años hubo un intento de refundación de una ciudad, llamada Colonia Junonia, pero solo duró 30 años y no prosperó, el lugar quedó habitado con pequeños asentamientos. El enclave tuvo que esperar hasta el año 46 a. C., en el que Julio César visitó el lugar durante el transcurso africano de la segunda guerra civil y decidió que allí debía construirse una ciudad por su excelente situación estratégica. Octavio, heredero de César, fundó la Colonia Julia Cartago en el 29 a. C. La ciudad creció y prosperó hasta convertirse en la capital de la provincia romana de África, desbancando a Útica. La provincia de África ocupaba el actual Túnez y la zona costera de Libia, y en el futuro daría nombre a todo el continente. Esta provincia se convirtió en una de las zonas productoras de cereales más importantes del imperio. Su gran puerto era vital para la exportación de trigo africano hacia Roma.

En su esplendor durante el dominio de Roma la ciudad llegó a tener una población de más de 400 000 habitantes, convirtiéndose en la segunda ciudad en importancia del Imperio. Entre sus grandes edificios destacaban el circo, el teatro, el anfiteatro, el acueducto y, sobre todo, cabe destacar las Termas de Antonino, que eran las más importantes después de las de Roma, situadas en un lugar privilegiado junto al mar y de las cuales aún se conservan restos. Poseía una gran y compleja red de alcantarillado capaz de suministrar agua a toda la ciudad.

En el siglo III el cristianismo empezó a consolidarse notablemente en Cartago. La ciudad contaba con su propio obispado y se convirtió en un importante lugar para la cristiandad. Distintas figuras importantes de la Iglesia primitiva se relacionan con Cartago: San Cipriano, que fue su obispo en el 248, Tertuliano, escritor eclesiástico que nació, vivió y trabajó en la ciudad durante la segunda mitad del siglo II y los primeros años de la centuria siguiente; y San Agustín, quien fue obispo de la cercana Hipona durante los últimos años del siglo IV y comienzos del siglo siguiente. En los siglos IV y V, en plena decadencia imperial, durante las invasiones bárbaras sirvió de refugio para los que huían de estas. En el año 425 la ciudad resistió varios ataques de los vándalos, pero finalmente sucumbió en el 439.

Cartago capital del reino vándalo

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El reino vándalo en el año 455.

Los vándalos fueron un pueblo bárbaro que inicialmente conquistó el sudeste de Hispania, y posteriormente se desplazaron a África conquistando Cartago durante el reinado del rey Genserico, y estableciéndola como capital de un nuevo reino. Una vez consolidado el mismo, iniciaron una serie de campañas militares en las que conquistaron las BalearesCórcegaCerdeña y Sicilia, lo que les permitió dominar el mercado del Mediterráneo occidental.

Genserico, el fundador del Reino vándalo, puso las bases del apogeo del mismo, pero también las de su futura decadencia. El cenit de su reinado y del poderío vándalo en África y el Mediterráneo lo constituyó la paz perpetua conseguida con Constantinopla en el verano del 474, en virtud de la cual se reconocían su soberanía sobre las provincias norteafricanas, las Baleares, Sicilia, Córcega y Cerdeña. No obstante, desde los primeros momentos de la invasión (429-430), Genserico golpeó a la importante nobleza senatorial y la aristocracia urbana norteafricanas, así como a sus máximos representantes en estos momentos, el episcopado católico, llevando a cabo numerosas confiscaciones de propiedades y entregando algunos de los bienes eclesiásticos a la rival Iglesia donatista y a la nueva Iglesia arriana oficial. Tampoco pudo destruir las bases sociales de la Iglesia católica, que se convirtió así en un núcleo de permanente oposición política e ideológica al poder vándalo. Respecto de su propio pueblo, Genserico realizó en el 442 una sangrienta purga en las filas de la nobleza vándalo-alana. Como consecuencia de ello, dicha nobleza prácticamente dejó de existir.

Gradualmente el reino vándalo entró en decadencia. Las luchas internas por el poder y la mala relación con la iglesia católica, muy asentada en la zona, junto con las incursiones de tribus bereberes, debilitaron el reino y facilitaron la conquista por el general bizantino Belisario en el año 534,14​ sobre todo tras la importante derrota del rey Gelimer el 13 de septiembre de 533 en la batalla de Ad Decimum frente a Belisario.

Cartago bizantina

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Territorios del Imperio bizantino en el siglo VII:     Territorios originales del Imperio     Territorios conquistados durante el reinado de Justiniano I

Tras la reconquista por parte de los romanos orientales y la dispersión de los vándalos, la ciudad fue renombrada por Belisario como "Colonia Justiniana", en honor al emperador Justiniano I de Bizancio. En esos años el Imperio Bizantino estaba en el cenit de su poder. Cartago volvió a ser capital de una provincia romana, llamada esta vez exarcado de África. Los bizantinos, en los momentos más bajos de las guerras contra Persia, estuvieron a punto de perder Constantinopla; el entonces emperador, Heraclio, consideró la posibilidad de trasladar a Cartago la capital imperial en el 618. En el año 647 Gregorio, exarca de Cartago, tras haber perdido la conexión terrestre por el avance del Islam, se declaró independiente de Constantinopla.

Durante el gobierno del exarca Gregorio, Cartago dejó de ser capital del exarcado. Durante su mandato se inició la rápida expansión islámica. En el año 641 cayeron bajo dominio del islam las importantes ciudades de AlejandríaDamasco y Jerusalén. Las fronteras de Dar al-Islam en breve tiempo se encontraron en las cercanías de Cartago, y amenazaba con expandirse sobre ésta. El exarca Gregorio, reclutó y lideró un ejército formado principalmente por los bereberes autóctonos, logró plantar cara a los musulmanes en el año 647, que aún no tenían interés en expandir su poder a esa zona. Durante estos años la ciudad de Cartago había vuelto a recuperar cierto esplendor debido a la multitud de refugiados de PalestinaEgipto y Siria.

Gregorio murió en ese mismo año, Cartago volvió a ser capital del exarcado, y se restauró la dependencia a Constantinopla. Durante cincuenta años el avance del islam fue frenado. Los musulmanes, en el año 670, fundaron la ciudad de Cairuán, en la actual Túnez, que fue conquistada brevemente por los bizantinos. Durante este tiempo las tribus bereberes fueron islamizándose, en parte por iniciativa de los líderes musulmanes, lo que aumentó el poder del islam en la zona. Finalmente, los musulmanes iniciaron un asedio sobre Cartago, en la defensa de la ciudad participó un gran contingente de visigodos, enviados por su rey para proteger el exarcado, con la intención de mantener alejados a los árabes de sus dominios en la península ibérica. Pero la ciudad fue tomada en el año 698.

El Imperio bizantino reconquistó la ciudad durante breve tiempo, pero fue la última vez que la ciudad estuvo bajo poder cristiano. En el 705 un ataque musulmán devastó la ciudad reduciéndola a cenizas y masacrando a todos sus habitantes, como había sucedido siglos antes.

Devenir de sus ruinas

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Cartago en la actualidad.

Desde entonces el territorio de la antigua Cartago fue largamente dominado por el islam. Sobre sus ruinas tuvo lugar la Octava Cruzada en 1270, con el propósito de convertir al sultán de Túnez al cristianismo, en la que resultaría muerto el rey de Francia Luis IX. Fue conquistado por el célebre pirata Barbarroja, brevemente dominado por la España imperial de Carlos V, subyugado por el Imperio otomano, colonizado por Francia y ocupada por la Alemania Nacionalsocialista.

Ruinas de Cartago.

Forma parte del territorio del Estado de Túnez desde que este alcanzó su independencia. Desde esos momentos, Cartago empezó a adquirir una gran importancia arqueológica, dando lugar a la gran campaña internacional de excavaciones para la salvaguarda de Cartago de 1975. Las ruinas de Cartago fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1979.15​Entre las piezas arqueológicas halladas hay restos vándalos, bizantinos y, sobre todo, romanos, pero también aparecieron objetos púnicos. Allí encontraron algunos de los más bellos y mejor conservados mosaicos de la antigüedad, que datan de la época romana y se encuentran en el afamado museo de El Bardo de la capital tunecina.

En la actualidad la península donde se ubicaba la antigua ciudad es parte de un suburbio residencial lujoso de la ciudad de Túnez, el que se han asentado varias embajadas extranjeras. También está ubicada en este emblemático lugar la residencia del presidente de la República Tunecina, próxima a las ruinas de las Termas de Antonino. El nombre de Cartago permanece actualmente en varias poblaciones en el continente americano, llamadas así por los conquistadores españoles en honor a la Cartago Nova española.

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