domingo, 30 de agosto de 2015

Armas

Armas de asedio

Una cigüeña es un aparejo que se usó durante la Edad Media en los asedios de las plazas fuertes para observar desde fuera los movimientos de los sitiados en las inmediaciones de las murallas y poder guiar a los asaltantes.
La cigüeña se hacía con dos maderos de gran longitud, uno de los cuales se sostenía vertical, mientras el otro, sujeto en el extremo de éste, a manera de travesaño, podía oscilar como el astil de una balanza. De uno de sus brazos colgaba una especie de cubo o cesta, dentro del cual se acomodaban un par de soldados, y en el otro se ataba una cuerda, de la que tiraban algunos hombres para elevar el cubo.
Estos observatorios podían ser fijos y solían mostrarse sobre plataformas pesadas de madera, o movibles, que se trasladaban sobreruedas, formando una especie de carro, al sitio donde convenía colocarlos.





compago o cortago a un cañón antiguo inventado por los ingleses.
El compago estaba destinado, según parece, al ataque del enemigo en las torres antiguas. Francisco Ramírez, maestro mayor de artillería de los Reyes Católicos, al decir de Pulgar, hizo uso de ellos para auxiliar el asalto de una fortaleza defendida por los árabes.





Cortao es una antigua máquina militar que se usó para batir murallas y era del estilo de un ariete, pero se ponía en juego antes que este para iniciar la brecha.
Se componía, como aquel, de una gran viga no suspendida, en cuyo extremo en lugar de la cabeza de carnero había una gruesa palanca de hierro colado y puntiagudo, con el que desquiciaban las piedras del muro. El cortao estaba colocado sobre un potro acanalado en su centro y con varios rodillos de madera movibles, por cuyo medio y con auxilio de fuertes maromas, le hacían salir y entrar para hacer la brecha en las murallas enemigas. Se colocaba como el ariete debajo de las torres, tortugas, etc.
También había otro cortao para lanzar piedras y funcionaba como una pequeña catapulta.





La escala de asalto es una máquina de guerra usada por los antiguos para penetrar en una plaza sitiada.
Tenia unas 20 varas de longitud (17 m.) y dos de ancho (1,6 m.) lo que facilitaba que subiesen dos hombres a la vez. En la parte superior había una especie de plataforma en que cabían 20 combatientes. Tanto la plataforma como los bancales de la escala, estaban revestidos de fajinaso sacos rellenos de pelote o lana que hacían las veces de mantelete. La escala era conducida en un carro hecho a propósito y sobre el cual se levantaba apoyándola en un cabezal o larguero horizontal colocado entre los dos pies derechos.
La escala común de asalto que se usó posteriormente era mas sencilla. Tenía de 8 a 10 pies de largo (2,4 a 3 m.) y a veces menos y se adaptaban una a otra fácilmente, según la altura de lamuralla que se iba a asaltar o escalar. Las extremidades o remates inferiores de la primera tenían dos fuertes regatones puntiagudos de hierro que clavándose en el suelo evitaban que resbalara por el muro y los extremos de la última o superior estaban guarnecidos con almohadillas de fieltro para que no hiciera ruido al arrimarlas a la muralla. También solía construirse haciendo los pies derechos de madera fuerte y los escalones de cuerda de cáñamobien torcido o bien de cuerda solo, con dos ganchos de hierro a los remates superiores para que se clavaran en los muros y estirada convenientemente desde abajo facilitara la subida. Esta especie de escala no fue muy común por la dificultad que había para que los garfios prendieran en el borde superior del muro al tirarla desde abajo, pues los sitiados podían separarla fácilmente y se perdía así el tiempo que debía emplearse en cualquiera otra operación.

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