Mapa de las Regiones Históricas (limitadas) (1833-1978) y las Comunidades Autónomas (coloreadas) (desde 1978) de España.
Las "regiones históricas" de España, mencionadas en el real decreto que declaró la división territorial de España en 1833 .
Identificador : histforreadyr04larn ( encontrar coincidencias ) Título : Historia para referencia, de los mejores historiadores, biógrafos y especialistas: sus propias palabras en un sistema completo de historia ... Año : 1913 ( 1910s ) Autores : Larned, JN (Josephus Nelson ), 1836-1913 Reiley, Alan C Temas : Historia Editorial : Springfield, Mass.: CA Nichols Co. Biblioteca contribuyente : Bibliotecas de la Universidad de California Patrocinador digitalizador : Archivo de Internet Ver página del libro :Visor de libros Acerca de este libro : entrada de catálogo Ver todas las imágenes : todas las imágenes del libro Haga clic aquí para ver el libro en línea y ver esta ilustración en contexto en una versión en línea que se puede navegar de este libro. Texto que aparece antes de la imagen: ^ La monarquía mahometana, o el califato occidental, ofreció al ambicioso gobernador local de toda la Península la oportunidad por la que habían suspirado durante mucho tiempo: la de afirmar abiertamente su independencia de Córdoba y asumir el título de reyes. El muro de Sevilla, Slohammed ben Ismail ben Abid,. . . parece haber sido el primero en asumir los poderes de lealtad; ... declaró la guerra contra el autoelegido rey de Carmona, Mohammed ben Ab-dalla, en cuyas ciudades, Carmona y Ecija. había lanzado un codicioso eje. El hermano de Yahia, Edris ben All, hijo de Hamud, gobernó Mal-aga con igual independencia. Algeziras también tiene sus soberanos. Elvira y Granada obedecieron a Habus ben Maksan: Valencia tenía para su rey a Abdelasis Abul Hassan, Almería tenía a Zohair, y Denia tenía a JIugchid: pero estos dos pequeños estados pronto fueron absorbidos en la esfera ascendente de Valen-cia. Texto que aparece después de la imagen: J ESPAÑA, 1031-1086. ESPAÑA, 1034-1090. Balanceo extendido sobre la mayor parte de Aragón. El soberano de Badajo, Abdalla Muslema ben Alaf-tas, era el jefe reconocido de todos los gobernadores federados de Algarve y Lusitania; y Toledo estaba sujeto al poderoso Ismailben Dyluun, quien. como el rey de Sevilla, aspiraba secretamente al gobierno de toda la España de Mahoma-Medan. SA Dunham, hola. de España y Portugal, bk. 3, sec. 1, cap. 1 (». 2) .— Estos pequeños reyes a veces luchaban unos contra otros, y a veces se unían para oponerse a la venida de los cristianos, hasta que se asustaban por una nueva incursión desde África. . . que, al consolidar el Islam, amenazó con la destrucción de los reinos existentes por la absorción de cada uno de ellos en este vórtice africano. Me refiero a la llegada de los Almoravides. H. Coppee, conquista de España por los árabes-moros, bk. 8, cJi. 2 U: 2). AD 1034-1090. — Las hazañas del Cid.— Nació Rodrigo Diez de Bivar, que provenía de una antigua población castellana. Nota sobre las imágenes Tenga en cuenta que estas imágenes se extraen de las imágenes escaneadas de la página que pueden haberse mejorado digitalmente para facilitar su lectura; la coloración y la apariencia de estas ilustraciones pueden no parecerse perfectamente al trabajo original.
Conquista romana de Carpetania: Situación peninsular en 196 aC y detalle de los sucesos bélicos durante la conquista (193-179 aC)
UBICACIÓN Los Carpetanos eran un pueblo que habitaba la Meseta sur, desde la sierra de Guadarrama hasta el Tajo. Su economía era pastoril. Muchas de sus ciudades se hallaban asentadas en riscos y escarpaduras con cuevas naturales o artificiales que servían a la gente de mansiones. Plutarco habla de la ciudad de los Caracitanos (Taracena, cerca de Guadalajara), que no estaba compuesta de casas, sino que en realidad era un monte bastante alto y de cierta extensión con muchas cuevas orientadas hacia el norte. Otros poblados encerraban casas agrupadas sin orden, construidas en parte de piedra y en parte de madera y adobes o tapial. Plinio indica lo frecuentes que eran aquí las paredes de tierra que se hacían colocando el barro entre dos tablas y apisonándolo. Resistían a los siglos y ni los vientos ni las lluvias las destruían. Su cultura material (cerámica, arquitectura) era más pobre que la de otros pueblos del área celtibérica. No se puede saber bien cómo era la estructura de la propiedad territorial en estos pueblos, pero cabe suponer que dada su economía fundamentalmente pastoril, cada ciudad tendría unos terrenos propios dentro de los cuales pastarían los ganados: los terrenos serían comunales, pero los ganados no, pertenecerían a diversas familias y constituirían la expresión de la riqueza. |
Los poblados se hallan en lo alto de un cerro, con un recinto amurallado de 1,50 a 2,50 metros de altura, con viviendas cuadrangulares. Es curioso señalar que muchos de estos hallazgos arqueológicos se han hecho en lugares denominados siempre de manera que se evoca la idea de "castillo" (Castillejo, Castellares, El Castillo...) Allí, el arqueólogo encuentra ciertos recintos irregulares, con un anillo defensivo de piedras clavadas y atravesadas, además de fosas y trincheras, dentro de las cuales debía vivir una población compuesta en su mayoría de pastores. Tosca cerámica y molinos amigdaloides es lo que queda de su ajuar casi siempre». Julio CARO BAROJA: Los pueblos de España.(1.976). Mapa. Etnias prerromanas en la Península Ibérica (Según Miguel Beltrán). |
Los hombres vestían ropajes negros y ásperos de lana, y arrolladas a las piernas llevaban espinilleras de piel. En caso de guerra se cubrían la cabeza con un casco de bronce, adomado de una gran cresta de color rojo, y en una mano llevaban un escudo redondo y ligero. Sus espadas eran de dos filos y los puñales de un palmo de longitud: de éstos se servían para la lucha cuerpo a cuerpo. Sus únicas industrias eran las del hierro y el tejido de sagos, piezas ásperas de lana parecidas en su aspecto a la de las cabras salvajes, lo que revela su origen nómada pastoril, así como la costumbre, muy censurada por los romanos, de utilizar los orines para lavarse el cuerpo y los dientes.
En el siglo II después de Cristo, Ptolomeo, un geógrafo e historiador de la ciudad de Alejandría, en Egipto, hablaba de la existencia de dieciocho ciudades poleis) en territorio de los carpetanos en el momento de la conquista romana: Iturbida, Egelesta, llarcuris, Varada, Thermida, Titulcia, Mantua, Toletum, Complutum, Libora, Ispinum, Metercosa, Bamacis, Altemia, Patemiana, Rigusa, Laminium y Caracca. Algunas de ellas perviven hoy como ciudades importantes (Toledo, Alcalá de Henares) o como pueblos (Titulcia, Telmancia). Pero de otras se ha perdido todo rastro. Tal es el caso de Egelesta, a la que Plinio también habla citado en su "Historia Natural". Los estudios sobre las coordenadas que ofrece Ptolomeo pemiten deducir, con cierto margen de aproximación, que Egelesta se hallarla situada en un cuadrante comprendido entre los 40° 25'-40° 23' de latitud y los 3° 53' de longitud, o lo que es lo mismo, en algún punto dentro del área limitada por Pozuelo de Alarcón, Villaviciosa de Odón y Alcorcón.
Áreas de la provincia romana de Hispania ocupadas por el pueblo bárbaro (español)
Roma en Hispania
Los romanos y los cartagineses establecieron que el límite que no debía traspasar el ejército cartaginés era el río Ebro. Sin embargo, el poder que estaba adquiriendo Cartago con la conquista de España suponía una amenaza para la República Romana. Este es el motivo principal de la llegada a España de las legiones romanas.
Es el inicio de la Segunda Guerra Púnica. Roma fue la vencedora del enfrentamiento. Sin embargo la victoria sobre Cartago no supuso la conquista de la península, Roma tuvo que seguir enfrentándose durante 200 años a los pueblos indígenas que todavía habitaban la península.
Durante el periodo de conquista que duró 200 años y una vez finalizada la misma, se llevó a cabo un proceso denominado romanización, un cambio o transformación de la cultura hispana adaptándola a la romana.
El proceso de Romanización supuso:
El proceso de romanización no hubiera sido posible de no haber existido las vías o calzadas romanas. Además de construcciones y lengua, el derecho y las ideas políticas desembarcaron también en españa, volviendo a los ciudadanos de la península hombres más doctos y civilizados.
Hispania fue dividida en provincias. La primera división consistía en Hispania Citerior y Ulterior y en tiempos de Diocleciano Hispania se dividió en cinco: Tarraconensis, Carthaginensis, Bética, Lusitania y Gallaecia. Durante los siglos I y II d.C. Hispania produjo grandes generales y políticos para Roma, Trajano y Adriano, dos de los más grandes Emperadores de todos los tiempos, eran Hispanos.
Con el inicio de las hostilidades bárbaras y una serie de causas comenzó la decadencia del Imperio Romano. Los bárbaros conquistaron la península ibérica en el siglo V d.C. cuando primero los vándalos y posteriormente los visigodos se asentaron en la otrora Hispania.
Áreas de ocupación en la Península Ibérica (409-429)
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