Excepto en la época de cría, cuando realiza una versión menor del vuelo de parada de la Agachadiza Común, la Agachadiza Chica es un ave muy discreta.
Esta agachadiza puede confundirse a distancia con la común, pero su vuelo es menos errático, se levanta silenciosamente o con un grito bajo y débil, vuela un poco mas lentamente y se echa de nuevo con mas prontitud. También su tamaño es menor, de ahí su nombre, presentando además el pico más corto. Al observarla de cerca, se podrá ver un diseño característico en la cabeza, con dos estrechas listas claras en el centro del píleo en lugar de la ancha lista de la agachadiza común.
Ambas aves prefieren terrenos húmedos, pero la Chica, que es exclusivamente un visitante de invierno en España, puede encontrarse también en terrenos más secos.
La parada nupcial, que se observa solo en sus áreas de cría, es menos espectacular que la de la común. El ave desciende con un ángulo más suave y las alas producen un sonido de aleteo mas que un zumbido. Luego frena, se desliza silenciosamente unos metros, y por fin se cierne, volando arriba y abajo como movida por los hilos invisibles de una marioneta.
Identificación: Plumaje ocráceo listado; listas en el píleo; dos marcadas listas en el dorso; vuelo zizagueante como el de la Agachadiza Común; sexos iguales.
Nidificación: Nidos en Escandinavia, Rusia, Siberia; hace un hoyo en el suelo y lo forra con hierbas secas, montón de hierba o musgo, en terrenos pantanosos; normalmente 4 huevos ante-oliváceo o castaño-oliváceo con marcas más oscuras; incubación, unos 24 días, aparentemente sólo por la hembra; los pollos abandonan el nido a las pocas horas.
Alimentación: Lombrices, pequeños caracoles terrestres y acuáticos, escarabajos, larvas de mosquitos; también semillas de hierbas, juncos y otras plantas ribereñas.
Hábitat: Marismas y zonas palustres.
Agachadiza Chica
Lymnocryptes minimus
La más pequeña de todas las agachadizas que podemos ver en la península, es la Agachadiza Chica Lymnocryptesminimus que mide sólo 19 cm de longitud y cuyo pico es más corto proporcionalmente al tamaño del pájaro que el de la Agachadiza Común y su forma también es diferente, más ancho en la base y en el extremo y estrecho en el centro. Visto desde arriba, cuando se tiene el pájaro en la mano, parece una pequeña espátula. El plumaje del dorso con matices color púrpura y verdoso brillante es también una característica inconfundible así como la oscura cabeza que carece de la raya central más clara de las otras agachadizas. Un detalle bueno para la identificación de la Agachadiza Chica, aparte de su menor tamaño es que carece de blanco en la cola que presenta un aspecto pardo uniforme, muy notorio cuando inicia el vuelo desde el suelo a los pies del observador. Los flancos están moteados más que rayados y el dorso tiene dos rayas claras formadas por el borde pardo claro o blanquecino de las plumas. Tarda en levantarse del suelo y parece que espera a que casi se la pise. Entonces vuela inesperadamente muy silenciosa, a baja altura, a veces directamente, pero más a menudo haciendo curvas en el aire, no a tanta velocidad ni altura como la Agachadiza Común y casi siempre vuelve a echarse al suelo después de un recorrido relativamente corto. Esta conducta de no asustarse ante el ruido que una persona o animal hace al aproximarse a ella le ha valido el nombre popular de «sorda» o «sordina», aunque aquel también se aplica a la Agachadiza Común. En algunos lugares lleva el grotesco nombre de «meaperros» porque al ser levantada por el perro lanza un excremento y aquel se asusta y enfurece. También se dice que cuando hay esta especie en las riberas hay la Chocha Perdiz en el monte. Realmente la Agachadiza Chica es ave de paso en Iberia, pero también invernante en regular número, y siempre muy dificil de detectar. Con inviernos extremadamente frios entran muchas y en todas las regiones españolas pueden ser vistas. Su área de reproducción en el norte y nordeste de Europa llega desde las costas del Báltico hasta Siberia. Estas poblaciones son migradoras y se reparten por toda Europa occidental. En Iberia se han recuperado varias anilladas al paso en otros paises europeos Casi todas en los litorales Cantábrico y Atlántico (Asturias, Santander, Beira Litoral).
No pocas agachadizas chicas llegan hasta el Africa Tropical y así han sido capturadas en el invierno en Senegal, Nigeria, Tchad y Costa de Oro. Moreau (1972) considera que está presente hasta Zambia, pero la mayoría de las observaciones corresponden a individuos aislados y no se puede hablar de una auténtica población invernante. Las primeras «sordas» en llegar a Iberia en el otoño lo hacen en septiembre y algunos años son muy abundantes en octubre y noviembre, ocupando praderas húmedas y bordes de marismas. Puede decirse que hay inviernos de «sordas» y otros en que apenas se ven. Ocasionalmente al levantarse del suelo lanza un débil quejido, nota que es completamente diferente de la que emite la Agachadiza Común.
Agateador Europeo
Certhia brachydactyla 12 cm.
Agateador Euroasiático
Certhia familiaris 12 cm
Muchas aves de bosque se escuchan mas frecuentemente que se ven, y los agateadores son unos de los más esquivos de este grupo. Pasan la mayor parte del tiempo en los árboles, bien camuflados cuando se agarran a la corteza como un ratón emplumado y mantienen oculto su nido dentro de un pequeño agujero que fácilmente pasa desapercibido, aunque puede descubrirse al asomar entre las grietas parte del material que compone el nido. El canto del Agateador Euroasiático siempre emitido desde un árbol es un agudo ‹‹tsii-tsii-tsii-siszi-tsii» y las llamadas más frecuentes son un agudo y más bien largo «tsiiii» y un «tsit» como de párido .El canto del Agateador Europeo es más rítmico y su reclamo es un agudo «tsriij».
En invierno, cuando no hay hojas, puede vérseles a veces explorando los troncos de los árboles con su curvado pico acicular. El pájaro recorre el tronco hacia arriba en cortos tramos.
Identificación: Por encima, pardos manchados, rayados de oscuro y de crema; parte inferior y cejas, blanco plateado en el Euroasiático y más apagado en el Europeo; pico fino y arqueado, más largo y uña del dedo posterior más corta en el Europeo; sexos iguales.
Nidificación: Ambos sexos construyen un nido de hierbas secas y raicillas, forrado con plumas, lana y trozos de corteza, dentro de huecos en la corteza, en raíces de hiedra o en otros agujeros de árboles, ocasionalmente en cajas anideras, excepcionalmente en huecos de pared o en viejos cobertizos; puesta, en abril-mayo, normalmente de 5 a 6 huevos blancos con manchas pardo-rojizas en el Agateador Europeo y en todo el conjunto de la cáscara en el Euroasiático; la incubación dura unos 15 días, probablemente sólo por la hembra; los pollos, alimentados por ambos padres, dejan el nido después de unos 15 días; algunas veces dos crías.
Alimentación: Invertebrados, como arañas, cochinillas, gorgojos y otros escarabajos pequeños, tijeretas, pequeñas orugas; a veces grano y semillas herbáceas.
Hábitat: Bosques
Agateador Europeo
Certhia brachydactyla
Al describir el plumaje del Agateador Europeo, Certhia brachydactyla, forzoso es referirse también al Agateador Euroasiático, Certhia familiaris, del que nunca es fácil diferenciarlo en una somera observación.
Como norma general, en el campo hay dos caracteres que pueden servir bien para saber ante qué especie nos encontramos. El Agateador Europeo tiene generalmente las partes inferiores grisáceas, no blancas, y los flancos con un ligero tinte ocráceo. Bien es verdad que la garganta es algo más pálida, pero nunca tan blanca como en Certhia familiaris. A los lados de ella sí se aprecia una parte más blanca en muchos agateadores comunes. El otro carácter, quizá el más útil cuando se ha oído previamente a ambas especies, es la voz. Con experiencia, y refiriéndome exclusivamente a las poblaciones de agateadores que viven en Iberia, Certhia familiaris emite un sibilante y débil ¡¡ tsi-tsi-tsi !! que recuerda algo el canto de un Reyezuelo, Regulus sp. Por el contrario, el Agateador Europeo llama con más fuerza, su voz es más sonora y hay en ella un apreciable tono lastimero.
Certhia brachydactyla presenta otros caracteres diferenciables que no se aprecian en el campo y es necesario tenerlo en la mano. Incluso así, existe considerable dificultad para separar muchos ejemplares de ambas especies y no hay plena seguridad de que se realiza una buena identificación. En promedio, el pico del Agateador Europeo es más largo y más curvado hacia abajo; la uña del dedo posterior es más corta y la lista ocular clara más borrosa y no tan larga. La longitud del pico no es un diagnóstico seguro a no ser en medidas extremas. Svensson y Mead, en 354 ejemplares medidos de Certhia familiaris, obtuvieron una longitud mínima de 13,9 mm. y una máxima de 21,2 mm. Para Certhia brachydactyla, en 206 medidos, un mínimo de 15,3 mm. y un máximo de 23 mm. La diferencia es pequeña y la mayoría de los agateadores medidos tenían longitudes medias, por lo que lo mismo podían corresponder a una especie que a otra. Igual sucede con las longitudes de la uña del dedo posterior, aunque quizá aquí las diferencias sean más acusadas. Así, familiaris dio longitudes extremas de 7,6 y 11,5 mm., y brachydactyla, 6,8 y 8,9 mm. El rasgo aconsejado por Harrison (1935) y Svensson (1975), con reservas de no ser infalible, de que el borde exterior claro de la pluma mayor del ala bastarda tenía un margen continuo en Certhia brachydactyla que quedaba interrumpido en C. familiaris, fue comprobado por Mead y Wallace. Aunque más a menudo válido que erróneo, por lo menos un 40 por 100 de los pájaros de la población europea de brachydactyla, y el 17 por 100 de familiaris, podrían haber sido erróneamente clasificados por ellos mismos, utilizando este método de identificación. En algunos casos era difícil decidir si el margen claro estaba bien definido y el color oscuro de la pluma llegaba al mismo borde. Comparando en la mano ambos pájaros hay quizá un tono más pardusco, más rojizo en el Agateador Euroasiático y ligeramente más gris en el Europeo. Esto no es cierto en todos los casos, puesto que la mayoría de los agateadores comunes de Iberia tienen el plumaje francamente pardo. Lo mismo sucede con el color del obispillo, pardo rojizo en ambas especies. Al considerar el color de las partes inferiores hay que tener en cuenta, además, que muchos agateadores euroasiáticos, normalmente blancos por debajo, tienen este color empañado por la suciedad de la cortezade los árboles por los que continuamente suben y por la entrada y salida en agujeros y grietas.
Antes de 1820 nadie sugirió la presencia en Europa de más de una especie de Certhia. En 1907, Dresser estaba aún dudándolas. Sin embargo, la sistemática moderna las separa, pero no se han encontrado caracteres fijos para una distinción indudable, lo mismo en el campo que en la mano. Los apuntados arriba son muchas veces aleatorios y subjetivos y las medidas pueden depender mucho de la forma en que se toman y, sobre todo, de la variable curvatura de picos y uñas. El estudio continúa y Mead y Wallace (1976) han resumido y comentado su propia experiencia y los trabajos de Harrison (1935), Schnebel (1972), Purroy (1973), Osieck (1975), Svensson (1975) y otros.
En la Península Ibérica, Certhia brachydactyla se diferencia bastante bien por tener las partes inferiores claramente grisáceas, más intensamente en el pecho y ligeramente ocráceas en los flancos. No hay en cambio separación posible por el color de las partes superiores. El mismo contraste se aprecia entre el pardo y el punteado o estriado más claro, beige amarillento o blanquecino de la espalda y plumas de las alas. Las fotografías de ambas especies publicadas por Avon y Tilford (1975), y que Mead y Wallace mencionan en apoyo de pretendidas diferencias en la tonalidad del plumaje, carecen de valor probatorio alguno al no haber sido realizadas en idénticas condiciones de película, luz y fondo ambiental. Lo mismo sucede con la lista ocular clara. Muchos de los agateadores comunes que se capturan y observan en el norte de la Península Ibérica poseen una lista ocular netamente blanca y que no es apreciablemente diferente de la de otros ejemplares de Certhia familiaris.
Los jóvenes agateadores se parecen a los adultos, pero de cerca se aprecia un tono menos rojizo en la espalda con el centro de las plumas teniendo una extensión mayor de color beige, lo que les da una apariencia más punteada; el obispillo es castaño rojizo muy pálido y las partes inferiores no grisáceas, con pequeñas estrías o manchas parduscas en la garganta, el pecho y los flancos.
La separación de los sexos por el plumaje es en la práctica casi imposible. Comparando machos y hembras integrantes de una misma pareja, capturados con red y fotografiados simultáneamente, hay un factor constante: los machos poseen un mayor contraste en los colores de la espalda y plumas de las alas; las hembras son, en general, más uniformes.
El Agateador Europeo es un pájaro bien conocido y popular cuando se le puede observar subiendo en espiral por los árboles y haciéndolo como a cortos impulsos, picoteando entre la corteza y recogiendo innumerables y minúsculos insectos y larvas. Una gruesa rama no es un obstáculo en su ascensión. Por ella camina cabeza abajo apoyándose con su tersa cola que dispone de «agujas» fuertes y flexibles que le facilitan, junto con la larga uña del dedo posterior, un progreso rápido. En esto se parece a los pájaros carpinteros, pero normalmente lleva muy abiertas las cortas patas. Una vez que ha llegado a determinada altura en el tronco de un árbol, a menudo antes del nacimiento de las primeras ramas, vuela hacia la parte baja, casi junto al suelo de otro árbol para comenzar la nueva ascensión. A menudo se acompaña por su típica voz, un agudo y penetrante ¡¡ tsii-tsii-tsii !!, que el pájaro lanza con énfasis, y sobre todo con un más débil y repetido ¡¡ tsit !!, que se puede escuchar en todas las estaciones. No es dado a bajar por los troncos como el Trepador Azul Sitta europaea, pero alguna vez lo hace. Su vuelo es ondulado y pocas veces se desplaza a largas distancias. De carácter muy inquieto, sin embargo, se observa a menudo posado entre la corteza a medio desprender o en una grieta y casi siempre la pareja junta. Rara vez solitario incluso en el invierno. En esta estación vaga, por la campiña arbolada, a veces la pareja integrada en un grupo de páridos.
Sus hábitos no difieren en nada de los del Agateador Euroasiático, a no ser que éste, en el norte de Iberia, es pájaro de bosques situados a mayor nivel, mientras el Agateador Europeo es habitual también en sotobosques, jardines, huertos de frutales y, en general, en zonas arboladas de toda la campiña.
El canto es una combinación de notas agudas, ¡¡ tsii-tsii-uissi-tss !! que se oye muy pocas veces entre febrero y mayo y sólo intermitentemente durante el resto del año. Pero en verano, otoño y comienzos del invierno es tan débil y ocasional que es auténticamente difícil captar este corto y suave canto. Normalmente canta siempre en las primeras horas de mañanas soleadas. En zonas donde el Agateador Europeo convive con el Euroasiático no es tan fácil diferenciar ambos pájaros, puesto que uno suele intercalar en su canto o en las llamadas notas del otro. Hasta 1972 la separación de brachydactyla de familiaris por la voz era operación considerada relativamente fácil. Después, Thielcke (1972) demostró que los dos pájaros pueden aprender al menos parte de la canción del otro y que familiaris, para defender su territorio, emite una mezcla de notas comunes a ambos. Mead y Wallace consideran, junto con otros ornitólogos, que familiaris tiene menos rigidez vocal que brachydactyla. Su canto completo es una frase lanzada en tono muy alto que tiene una duración de casi tres segundos como promedio y que da idea de fragilidad y recuerda a los reyezuelos. Certhia brachydactyla tiene mayor fuerza y ritmo; su canto parece de más corta duración, probablemente no superando en promedio los dos segundos, y no recuerda nunca el de otra especie.
La nidificación comienza en la última semana de abril, pero no pocas parejas ya están ocupadas en la construcción del nido después del 20 de marzo. Normalmente utilizan para ello raicillas, musgo, hierba seca, líquenes, acículas de conífera y hojas secas, forrándolo en su interior con plumas, trozos menudos de corteza, lana y pequeñas ramas colocadas como tratando de ocultarlo. Casi siempre está situado en el interior de una grieta de un árbol, entre la corteza a medio desprender del tronco, en un montón de hojas secas que permanecieron en el hueco de un árbol, en una grieta de un muro, ocasionalmente en muros derruidos y paredones de edificios de granjas, etc. Su altura sobre el suelo es menor que la de los nidos del Agateador Euroasiático. Se han visto nidos a alturas no superiores a 2,5 metros y corrientemente por debajo de 1,8 metros. Algunos están muy cerca del suelo y ocasionalmente en él. Los dos adultos aportan el material para su construcción y la puesta de cinco-siete huevos no está completa casi nunca antes del 15 de abril las tempranas y de los primeros días de mayo las normales. Puestas en marzo, que, por supuesto, se han encontrado en la campiña norteña, son muy raras y casi siempre se malogran por el exceso de lluvia en los comienzos de la primavera. Los huevos, muy pequeños, son blancos y están punteados de castaño rojizo y violáceo, a menudo concentrado en una zona alrededor del extremo ancho, formando como una corona. Diez huevos medidos en Asturias dieron un promedio de 16,2 x 12,1 mm. D'Almeida, para 22 colectados en el norte de Portugal, obtuvo una media de 16,1 x 12,2 mm., con extremos de 15 a 17,3 x 11,6 a 13mm.
Solamente la hembra incuba y lo hace por un período de catorce-dieciséis días, al cabo de los cuales nacen los pollos, que tienen plumón en la cabeza de color gris negruzco y bastante espeso y largo. El interior de la boca es amarillo anaranjado y las comisuras amarillas. Ambos adultos los ceban con insectos y sobre todo con mariposas nocturnas, a las que casi siempre han desprovisto de las alas. A los dieciséis-dieciocho días dejan el nido y se defienden muy bien, subiendo ya con soltura por los troncos de los árboles.
El Agateador Europeo, Certhia brachydactyla, vive en Europa continental y falta en Escandinavia, Dinamarca, norte de Rusia, Islandia e Islas Británicas. Es escaso o local en la costa mediterránea y falta en Córcega y Cerdeña. En la Península Ibérica es casi numeroso y no es tan dado a vivir en bosques como Certhia familiaris, sino más bien en setos, robledales, parques arbolados, jardines, huertos de frutales, etc. En el Pirineo (Purroy, 1973, 1975) habita bosque mixto. En el bosque de Izco (Navarra), formado por Quejigo Quercus pubescens, Pino albar Pinus sylvestris y hayas Fagus sylvatica, y con una buena cobertura vegetal de variados arbustos y plantas rastreras, entre los que dominan el Boj, Buxus, y las zarzas, Rubus, es especie numerosa. En el hayedo-abetal está el núcleo más próspero del Agateador Euroasiático. Hay también algunas parejas en robledal y en pinar negro altimontano. Donde ambas especies de Certhia sobreponen su hábitat, brachydactyla es dominante y muestra mayor tolerancia a los diversos hábitats. Sin embargo, Schnebel (1972) sugirió que familiaris era en las zonas alemanas por él estudiadas la especie dominante donde ambos Certhia cohabitaban. Aún más, familiares mostraba preferencia por árboles de hoja ancha y corteza muy desprendida, mientras brachydactyla trepaba mejor por Quercus. La diferencia en las habilidades para subir y sortear obstáculos son claras entre las dos especies y para Schnebel parece evidente que detalles exactos del hábitat y conducta ecológica pueden ayudar en la identificación.
Vaurie (1956) distingue para Iberia dos subespecies. Certhia b. megarhyncha, que se caracteriza por tener el plumaje de las partes superiores más pardo rojizas. Vive en Alemania occidental, Holanda, Bélgica, Francia occidental y en Iberia ocupa todo el norte desde Galicia hasta los Pirineos centrales, donde se confunde gradualmente con la otra raza. También llega por el Sur hasta cerca del valle del río Tajo y las sierras del centro de España. Certhia b. brachydactyla tiene una repartición más oriental en Europa, al Este de una línea que va desde el sur de Dinamarca hasta los Pirineos orientales. Su coloración es ligeramente más gris en las partes superiores y posiblemente hay más blanco en las inferiores. El paso de una subespecie a otra no es brusco, y si atendemos a que las diferencias son muy ligeras, las poblaciones intermedias son imposibles de determinar con claridad.
En los últimos quince años asistimos a un ligero descenso en la densidad de agateadores comunes en el norte de Iberia. Las causas no están bien determinadas. Se supone que en no pequeña medida influirá la falta de lugares adecuados para anidar lo que obliga a este pájaro a hacerlo en sitios más al alcance de depredadores. La tala y destrucción de grandes árboles es una causa más que suficiente para que la especie no disponga de un medio de defensa natural más idóneo. Durante el otoño e invierno es un pájaro errático, casi siempre en parejas y muy rara vez en pequeños grupos, pero sí a menudo en compañía de herrerillos Parus caeruleus, carboneros Parus major y reyezuelos Regulus sp.
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