martes, 25 de agosto de 2015

Literatura - teoría literaria

Conceptos literarios»

Contrafacción, que el DRAE recoge como delito,1 es un término que se usa en preceptiva literaria para designar a un recurso típicamente barroco, "contra-hacer" o rehacer un texto previo, que queda reconocible, pero que se transforma de modo más radical que en la paráfrasis. También se utiliza el término contrafacto o contrafacta.

Además del significado, sinónimos y antónimos de la palabra "contrafacción", se buscó inversamente en significados, sinónimos y antónimos de otras palabras y en los glosarios gauchesco, criollo, lunfardo, de jergas y modismos de Argentina.

Buscar de modo "inverso" sirve para "encontrar palabras" a partir de su significado. Puede hacer click sobre cualquier palabra para buscarla.

Este recurso es ampliamente usado como referencia en ámbito escolar, académico, de literatura y lenguaje en general; en castellano (español), apto para toda la familia.


En la columna de la izquierda se listan palabras similares a"contrafacción" y palabras que incluyen "contrafacción" o algo similar en su significado.
No fue posible dar con el término "contrafacción" en el diccionario de sinónimos no obstante al indagar"contrafacción" y expresiones semejantes se consiguió exponer resultados relacionados.
No fue posible dar con la palabra "contrafacción" en el diccionario de antónimos igualmente buscando "contrafacción" y expresiones equivalentes se logró ofrecer los listados que se presentan.
Imposible dar con el término "contrafacción" en el glosario de términos gauchescos y criollos de Argentina sin embargo al revisar "contrafacción" o palabras semejantes se pudo proponer alternativas que pueden ser útiles.
No se pudo encontrar la palabra "contrafacción" en el glosario de lunfardo y giros de Argentina sin embargo buscando "contrafacción" o expresiones similares se consiguió presentar alternativas que pueden ser útiles.
No es posible hallar el término "contrafacción" en el glosario de jergas y modismos de Argentina no obstante buscando "contrafacción" o voces equivalentes se pudo presentar resultados relacionados.




La crítica (del griego y de κρίνειν krínein «discernir, analizar, separar») de las que deriva κριτικός kirtikós y κριτική kritikē «crítico, -a; algo relativo al juez, o árbitro».1 Una interpretación, usada por Balmes, que principia por proponer una definición de la verdad por correspondencia, dice así:
"El pensar bien consiste, o en conocer la verdad o en dirigir el entendimiento por el camino que conduce a ella. La verdad es la realidad de las cosas. Cuando las conocemos como son en sí, alcanzamos la verdad, de otra manera, caemos en un error." .- ...........................................................................:
https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Cr%C3%ADtica&printable=yes


La crítica literaria es una forma de creación y un subgénero de la literatura. Consiste en el análisis y valoración de una obra. Quien realiza esta actividad es un crítico literario y normalmente está especializado en algún género concreto ( poesía, teatro o cualquier otro ).

Este tipo de actividad aparece con frecuencia en los medios de comunicación ( especialmente la prensa ) y sirve como referencia a los lectores para que tengan una opinión formada antes de leer una obra concreta. Hay algunas revistas especializadas que igualmente realizan esta modalidad de análisis.

Es una actividad tan antigua como la propia literatura y hay testimonios de ella que datan de la antigüedad clásica.

No hay un modelo único de crítica literaria. En ocasiones, el enfoque tiene un carácter metodológico y se estudia una obra desde un punto de vista técnico y analítico. Por el contrario, existe el enfoque más subjetivo, en el que un crítico da a conocer su opinión personal en relación con la creación literaria de un autor.



La crítica literaria es realizada normalmente por alguien con una formación cualificada: un filólogo, un historiador de la literatura, un estudioso de algún ámbito del mundo literario o un periodista especializado.

La idea de crítica literaria es extensible a otras actividades artísticas: cine, arte o danza. En cualquiera de sus modalidades, el profesional de la crítica juega un papel clave, ya que puede facilitar el éxito o provocar el fracaso con sus valoraciones.

La función del crítico es profundizar en una obra. Para ello, necesita comprender su contexto histórico, la vida y las circunstancias del autor, el movimiento al que pertenece y las corrientes creativas que le puedan influir. Con estos y otros elementos es posible desmenuzar una novela, una comedia o un poemario. El resultado de la crítica es especialmente útil para conocer todos los elementos que conforman la creación literaria.

Se podría decir que el crítico literario es como un espectador cualificado que cuenta algo sobre lo que otros cuentan.

En los últimos años, la función clásica de la crítica literaria ha cambiado sustancialmente. Han aparecido redes sociales literarias y es posible interactuar en ellas ofreciendo una opinión más o menos fundamentada.

En relación con la valoración de una obra, vale la pena subrayar que todo crítico tiene una opinión pero no todas las opiniones son una crítica con validez literaria.





 kénosis (del griego κένωσις: «vaciamiento»)1 es el vaciamiento de la propia voluntad para llegar a ser completamente receptivo a la voluntad de Dios.
La palabra ἐκένωσεν (ekénōsen) es usada en la Biblia en Filipenses 2,6-7,2 “Quien siendo en forma de Dios, no consideró ello como algo a que aferrarse; sino que vaciándose (ekénosen) a sí mismo, tomó forma de siervo, siendo hecho en semejanza de hombre y hallado como uno de ellos...”, usando el verbo κενόω (kenóō) "vaciar". En la espiritualidad cristiana, se asocia con los términos «anodadamiento»,3 «vaciamiento», «despojamiento», «desapego» o «desasimiento» del alma.El concepto de la kénosis es usado tanto como explicación de la Encarnación y como indicación de la natural actividad y voluntad deDios. La obra Noche oscura del alma de San Juan de la Cruz es una explicación particularmente lúcida del proceso de transformación del creyente hacia la figura o "semejanza de Cristo".
Un dilema aparente surge cuando la teología cristiana postula a Dios fuera del tiempo y del espacio, quien entra en el tiempo y el espacio para convertirse en humano. La doctrina de la kénosis apunta a explicar que el Hijo de Dios escogió renunciar en términos de sus atributos divinos, en orden a asumir naturaleza humana. Desde la encarnación Jesús es simultáneamente verdadero hombre y verdadero Dios. La kénosis sostiene que estos cambios fueron temporalmente asumidos por Dios en su encarnación. Cuando Jesús asciende a los cielos después de la resurreción, reasume completamente todos sus atributos divinos.
Específicamente se refiere a los atributos de Dios que son pensados como incompatibles con una naturaleza humana. Por ejemplo laomnipotenciaomnipresenciaomnisciencia, tanto como su aseidadeternidadinfinitudimpasibilidad, e inmutabilidad. Los teólogos que comparten este doctrina a menudo apelan a la lectura de Flp 2:5-8. Críticos de la teología de la kénosis argumentan que el contexto de Filipenses 2,5-8 se refiere a Jesús tomando la forma de un sirviente para ocultar su transfiguración divina, o abandonando su lugar y posición en el Cielo para vivir entre los hombres, en oposición a abandonar sus atributos o naturaleza.
La cristología kenótica se enfoca en ciertos pasajes de los evangelios en los que Jesús de Nazaret no fue omnisciente acerca de la fecha de la Segunda Venida y pone su atención en el hecho que Él no era omnipresente durante la encarnación. Llegó a ser un tema central en los debates protestantes del siglo dieciséis, y se reavivó en el siglo diecinueve para reinterpretar la doctrina clásica de la encarnación.

Kenosis

Término derivado de la discusión sobre el real significado de Fil 2:6 : “Quien siendo en forma de Dios, no consideró ello como algo a que aferrarse; sino que vaciándose (ekénosen) a sí mismo, tomó forma de siervo, siendo hecho en semejanza de hombre y hallado como uno de ellos...”
Opiniones Protestantes
No satisfechos con la enseñanza católica en éste punto, los primeros reformadores se inclinaron por un más profundo significado de las palabras de Pablo, pero Lutero y Melanchton fallaron en sus especulaciones. John Brenz (m. el 10 de septiembre de 1570) de Tubinga, sostuvo que cuando la Palabra asumió la naturaleza humana de Cristo, ésta no sólo poseyó la Divinidad sino el poder de hacer uso de la misma, aunque libremente se abstuvo de tal uso. Chemnitz disintió de este punto de vista. Negó que Jesucristo poseyera la Divinidad en tal forma que tuviese derecho a su uso. La kénosis, o la exinanición de Sus Divinos atributos fue, por tanto, un acto libre de Cristo, de acuerdo con Brenz: fue la connatural consecuencia de la Encarnación según Chemnitz.
Entre los modernos protestantes, las siguientes opiniones han sido las más prevalentes:
Thomasius, Delitschz y Kahnis consideran la Encarnación como un auto- vaciamiento de la manera Divina de existencia, como una auto-limitación de la omnisciencia de la Palabra, su omipresencia, etc. Gess, Reuss y Godet piensan que la Encarnación implicaba una real depotenciación de la palabra; la Palabra llegó a ser –más que ‘asumir’- el alma humana de Cristo. Ebrard sostiene que las Divinas propiedades de Cristo, aparecieron en la forma kantiana de tiempo apropiada al hombre: su kénosis consistió en un intercambio de lo eterno por una forma temporal de existencia.
Martensen y quizás Hutton distinguen una doble vida de la Palabra. En el hombre -Cristo , ellos ven una real depotenciación de la Palabra: en el mundo, la Palabra Divina pura hace el oficio de mediador y revelador. De acuerdo con Godet y probablemente Gore, en su Kénosis la Palabra se despoja Sí misma aun de Su inmutable santidad, Su infinito amor y Su conciencia personal, para entrar en un desarrollo humano similar al nuestro.
Enseñanza Católica
De acuerdo con la teología católica, el abajamiento de la Palabra consiste en la asunción de la humanidad y el simultáneo ocultamiento de la Divinidad. El abajamiento de Cristo es visto primero como Su autosujetamiento a las leyes humanas del nacimiento y crecimiento y a la bajeza de la naturaleza humana caída. En Su abajamiento, Su semejanza con la naturaleza caída, no implica pérdida de justicia ni santidad, sino solamente las dolencias y penalidades aparejadas a tal pérdida. Ello afecta al cuerpo y al alma, y consiste en la posibilidad de sufrir por causas internas y externas.
En el cuerpo, la dignidad de Cristo excluyen alguna dolencias y estados. El poder preservante de Dios que habitaba el cuerpo de Cristo, no permitió ninguna corrupción y le previno de enfermedades, inicio de la corrupción. La santidad de Cristo no era compatible con la descomposición tras la muerte, que es la manifestación del poder destructivo del pecado. De hecho, Cristo tuvo el derecho de liberarse de todo dolor corporal, y Su humanidad habría tenido el poder de quitar o suspender los efectos de las causas del dolor. Pero El libremente se sujetó a Sí mismo a muchos de los dolores resultantes de la ejercitación del cuerpo e influencias externas adversas como fatiga, hambre, heridas, etc. Siendo que éstas molestias tenían suficiente razón en la naturaleza del cuerpo de Cristo, le eran naturales a El.
También Cristo retuvo el El las debilidades del alma, las pasiones de Su razón y apetitos sensitivos, pero con las siguientes restricciones:
(a) Emociones desordenadas y pecaminosas son incompatibles con la santidad de Cristo. Solamente pasiones sin culpa moral como temor, tristeza y el compartir en el alma de los sufrimientos del cuerpo son compatibles con Su Divinidad y perfección espiritual.
(b) Aún el origen , intensidad y duración de esas emociones estaban sujetas al libre parecer de Cristo. Además, El podía prevenir los efectos disturbantes de tales pasiones sobre Su las acciones de Su alma y paz mental.

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