lunes, 27 de agosto de 2018

CUADROS POR ESTILO

EXPRESIONISMO

Árbol y casas es un cuadro del pintor italiano Amedeo Modigliani, realizado en 1919,1​ que es parte de una colección privada en París.
Es una de las pocas obras del artista italiano que representa un paisaje, en un artista especializado en retratos.









Arearea es una obra pintada por el francés Paul Gauguin, en 1892, durante su estancia en Tahití. También se conoce informalmente como «El perro rojo». Desde 1961 está el Museo de Orsay de París. Se conoce por la referencia núm. 469 del catálogo de Wildenstein.

Estilo[editar]

La corriente artística al que representa es el expresionismo. La obra recupera el concepto de la sinestesia, un recurso que intenta fusionar pintura y música. Además de la función decorativa se trata de activar los sentidos equiparando el ritmo de formas y colores con el sonido o el movimiento. La mujer que toca la flauta y las figuras del fondo que danzan refuerzan la asociación con la música.
En una entrevista publicada en el Écho de Paris, en 1895, el periodista pregunta a Gauguin por qué pinta perros rojos y ríos naranja. El pintor explica que son formas y colores intencionados. No pretende representar nada real sino crear una armonía de colores y líneas que sugieran sensaciones de la misma manera que lo hace la música.

Tema[editar]

Arearea II (1892), acuarela sobre lino en forma de abanico.
La palabra arearea es tahitiana (en tahitiano normalizado 'ārearea) y quiere decir pasatiempo, diversión o entretenimiento alegre y gozoso. En el cuadro se observa en primer plano un perro y una pareja de mujeres, una tocando una especie de flauta y otra escuchando. La mujer que escucha es la figura central de la escena, nos introduce totalmente en ella mediante su mirada, al tiempo que con la inclinación del rostro nos invita a escuchar la música que hace su compañera; esta misma música es la que nos trasporta hasta el fondo de la escena, donde vemos otras mujeres bailando ante un ídolo. Es una escena que refleja el carácter primitivo de Tahití, justamente lo que buscaba Gauguin cuando "huye" de París. Este primitivismo también viene dado por otros factores: el rostro de la pareja que se encuentra sentada, el paisaje tropical de colores saturados, el tótem que se encuentra en el fondo de la obra, los vestidos con simples pareos y finalmente, el instrumento que toca la mujer de la izquierda que está en primer plano, que es una flauta típica de Tahití.
Gauguin volvió a pintar un perro rojo en Pastorales tahitianos (1892). Durante su primera estancia en Tahití tenía un perro que llamaba «Pego», la pronunciación francesa de P. Gau.

Aspectos formales[editar]

  • La composición. La obra se caracteriza por su complejidad organizativa. No hay simetría y las líneas curvas refuerzan la sensación de movimiento musical. La superposición de planos elimina la perspectiva y la profundidad. Tal como explica la palabra arearea, el ambiente que transmite la composición del cuadro es de animación tranquila. En cambio, el perro en el primer plano provocó la hilaridad de los críticos.
  • La línea. En la obra se combina la línea de trazo continuo y línea recorte. El contorno de las dos mujeres que están sentadas en el suelo y el del perro se caracteriza por un trazo continuo. En cambio, el paisaje no tiene esta línea, sino que tiene la línea recorte, que es la línea que no está dibujada expresamente, sino que aparece por la intersección de dos superficies de tonalidades diferentes.
  • El color. La obra se caracteriza por los colores cálidos característicos de Gauguin: tonalidades amarillas, rojas y naranjas. Aunque se combinan con algunos colores fríos, como en el cabello o la vegetación verde del fondo, predomina el colorido sensual.
  • Textura. La textura de la obra es visual y se caracteriza por la ausencia de rugosidad y por la suavidad. La pincelada da forma a los cuerpos. En cambio, en el fondo se utiliza una pincelada vertical.
  • Luz. La intensidad luminosa de los colores, destacada aún más por la ausencia de sombras, hace que se destaque por igual a las personas, el perro o la vegetación. Esto refuerza la sensación de naturalidad, de integración de hombre y naturaleza.












Cinco mujeres en la calle es un cuadro del pintor Ernst Ludwig Kirchner, realizado en 1913,1​ que se encuentra en el Museo Ludwig de ColoniaAlemania.
En el cuadro, encuadrado en el expresionismo alemán de la etapa de Berlín del autor, se muestra un ejemplo que simboliza la decadencia de la sociedad guillermina anterior a la Primera Guerra Mundial.2​Kirchner consiguió burlar a la destrucción de su obra, calificada como arte degenerado por los nazis, algunas obras como esta.










Desnudo acostado es una obra de Amedeo Modigliani pintado al óleo sobre lienzo con unas dimensiones de 60 x 92 cm. Está datado entre los años 1917 y 1918. En 2015 el cuadro fue subastado en Christie's y vendido a un coleccionista privado por 158 millones de Euros, convirtiéndose así en la segunda obra de arte por la que más se ha pagado en un subasta y superada tan solo por Mujeres de Argel de Picasso.

Antecedentes[editar]

Desnudo acostado fue uno de los varios desnudos que Modigliani pintó entre los años 1916 a 1919. Esta serie de desnudos, que se encuentran entre sus más conocidos trabajos, fue un encargo de su agente y amigo Leopold Zborowski, el cual cedió el uso de su apartamento al artista y le proporcionó modelos y material de pintura, pagándole además entre 15 y 20 francos por cada día de trabajo.2

Descripción y estilo[editar]

La pintura, también conocida como "Desnudo acostado con brazos abiertos" o "Desnudo rojo", es sin lugar a dudas unos de los desnudos más conocidos de Modigliani, de hecho, es para muchos su símbolo más representativo. Si hubiera que preguntarse el motivo de tanto éxito (al menos en nuestra época) resultaría difícil responder, al menos en un primer examen.
Esquema de Desnudo acostado
La desconocida modelo se extiende a lo largo de toda la pintura con brazos y piernas recortados por el borde del cuadro. Representada con ojos y cabello negro, yace lánguidamente sobre almohadones con los brazos extendidos y el vello de las axilas y el pubis a la vista (Detalle éste que, por ser inmoral para la época, traería no pocos problemas al artista). Los colores son pocos: las tonalidades presentes son tierra roja y ocre, azules, negros y un poco de blanco. El ambiente está apenas trabajado, casi un esbozo, para mejor resaltar el cuerpo brillante y suave.
El cuerpo de la modelo domina el espacio, de hecho lo llena y tiene que ser recortado por las rodillas, la muñeca y el codo como si la tela no pudiese contenerlo. El motivo de este particular recorte parece evidente: en la composición no hay espacio y la parte del cuerpo y del mobiliario del fondo que requerían su cuota de espacio son, simplemente, cortadas para no interferir en la correcta estilización del cuadro. El diván es rojo, la almohada azul, nada es rígido. El desnudo es para Modigliani una forma particular de retrato que el pintor recrea sobre la tela con la misma libertad que lo haría con el rostro. De este modo, aunque los contornos son angulados, se extienden de forma lineal para ensalzar la realidad.
Y es esta línea (fundamento del arte de Modigliani) en este desnudo en particular, la que marca los límites entre el caos y la creación. La línea establece los contornos entre las luces y las sombras, marca espacios y construye volúmenes. Es la línea y sus diferentes espesores lo que delimita el primer plano y el fondo. Es en el uso de la línea donde Modigliani logra una conquista, un costoso armisticio entre el clasicismo y la modernidad, entre el amor sacro y el profano, entre la carne y el ideal. Una línea trabajada desde su juventud y que es la marca característica del artista.
Como ocurre con otros desnudos del artista, es posible establecer ciertos paralelismos con los clásicos. En este caso la comparación resulta casi evidente: La maja desnuda, pintada por Francisco de Goya más de un siglo antes y que fue, sin duda, referencia para este cuadro y probablemente de al menos otro, Desnudo acostado con brazo en la frente.3​ En comparación con otros desnudos de Modigliani, en Desnudo acostado logra dar un peculiar toque expresivo en la intensidad de la mirada y el hábil uso de los escasos colores convirtiendo la pintura en todo un símbolo. Símbolo universal, junto con la Maja de Goya, de la sensualidad femenina (moderna en este caso) exhibida de forma provocativa aunque contenida y melancólica, casi abstracta.4

Curiosidades[editar]

  • Desnudo acostado y otros desnudos de la serie, exhibidos en la primera y única exposición de Modigliani en París, tuvieron que ser retirados por ofensa a la decencia pública.5
  • El cuadro era uno de los siete Modiglianis pertenecientes a la colección Riccardo Gualino, dispersa tras el arresto y confinamiento del mecenas.
  • Es probable que la modelo de "Desnudo acostado" sea la misma que aparece en otro cuadro del año 1917, "Mujer con lazo negro".6
  • El batería y compositor Giampaolo Ascolese ha dedicado a esta pintura su composición Dreamin of youcontenida en el CD Couleur Musique.


Modigliani - Nu couché.jpg

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