Mahoma fue el fundador del islamismo. Nació en el 570 d.C. en una familia pobre de la tribu de Quraysh, acontecimiento que los musulmanes celebran con la fiesta del Mawlud. Cuando quedó huérfano a los seis años de edad fue educado por su abuelo Abd al-Muttalib durante unos pocos años y después se fue a vivir con su tío Abú Talib, al que acompañó en sus viajes de comercio.
Trabajo de mercader a las órdenes de una viuda rica llamada Jadicha con la que a los 25 años se casó. Jadicha le dio una hija, Fátima, además de una posición social más desahogada como un comerciante respetado en la ciudad.
|
Mahoma
|
Conoció muy superficialmente las dos grandes religiones monoteístas de su época a través de las pequeñas comunidades cristiana y judía que habitaban en La Meca y quizá también por sus viajes de negocios. No rechazaba estas religiones, pero dijo que había sido enviado por Alá para perfeccionarlas. Con tan escasa cultura -pues se asegura en el Corán que era analfabeto- se permitió crear una religión que serviría de base para toda una cultura de difusión universal.
Con cuarenta años Mahoma comenzó a retirarse al desierto y a permanecer días enteros en una cueva del monte Hira, en donde se dice que recibió la revelación de su dios -Alá-, que le hablaba a través del arcángel Gabriel y le comunicaba el secreto de la verdadera fe.
Animado por su mujer Jadicha, comenzó a predicar en su ciudad natal, presentándose como continuador de los grandes profetas monoteístas anteriores: Abraham, Moisés y Jesucristo. Por entonces Mahoma se limitaba a predicar la vuelta a la religión de Abraham. Mahoma consiguió sus primeros adeptos entre la gente más pobre, al tiempo que se enemistaba con los ricos. Cuando sus seguidores se hicieron numerosos, las autoridades empezaron a verle como una amenaza contra el orden establecido. Se le acusó de impostor y comenzaron las persecuciones. Una parte de sus seguidores huyeron a Abisinia, en donde recibieron la protección del negus cristiano. Pero las amenazas a la seguridad de Mahoma llegaron hasta tal punto que, después de la muerte de su mujer Jadicha y de su tío Abú Talib en el 619, decidió huir a Medina el 16 de julio del año 622. Se considera el momento de esa huida (la Hégira) como fecha fundacional de la era islámica.
|
En Medina, Mahoma tomó contacto con la comunidad judía, que le rechazó por su errónea interpretación de las Escrituras. Comprendió entonces que su predicación no conducía a la religión de Abraham, sino que constituía "una nueva fe". Es entonces cuando se produce el cambio de la orientación de la oración a La Meca (antes se hacía Jerusalén). Combinando la persuasión con la fuerza, Mahoma se fue rodeando de seguidores, que empezaron a practicar las razias (asaltos) contra caravanas y poblaciones del entorno como medio de vida. Estas escaramuzas, elevadas a la categoría de batallas por la historia oficial, fueron descubriendo a los musulmanes la «guerra santa», el uso de la fuerza para someter y convertir a los infieles que se utilizaría más adelante
En Medina, Mahoma se convirtió en un jefe no sólo religioso, sino también político y militar. Los enfrentamientos entre Medina y La Meca culminaron con la conquista de esta última ciudad por los mahometanos en el 630. El santuario de la Kaaba, piedra negra venerada en La Meca, fue inmediatamente consagrado a Alá. Poco antes de morir, Mahoma realizó una peregrinación de Medina a La Meca, que ha servido de modelo para este rito que todo musulmán debe realizar una vez en su vida.
En los dos últimos años de la vida de Mahoma el Islam se extendió al resto de Arabia. Al morir Mahoma sin heredero varón, estallaron las disputas por la sucesión, que recayó en el yerno del profeta, Abú Bakr, convertido así en el primer califa o sucesor.
Expansión del Islam a la muerte de Mahoma
A la muerte de Mahoma el Islam estaba expandido por toda Arabia. Pero a la muerte de su fundador, se extendió con extraordinaria rapidez, mediante la guerra santa, por buena parte del Oriente cristiano y el norte de África, desde Suez al Atlántico. Entre los años 634 y 642 atacaron el Imperio bizantino, arrebatándole Palestina, Siria, Mesopotamia y Egipto, con sus diócesis respectivas, y también Sicilia y el sur de Italia. Constantinopla soportó grandes asedios hasta que la presión musulmana cedió en el siglo IX debido a la decadencia del califato.
En el año 711 los musulmanes cruzaron el estrecho de Gibraltar y, tras una fulgurante campaña, conquistaron buena parte de la Hispania visigoda. En Francia, Carlos Martel los detuvo en la batalla de Poitiers (732), el punto de más profunda penetración de los musulmanes en el occidente de Europa. En Hispania estuvieron durante 8 siglos. Fue muy importante para la Reconquista la primera victoria de los españoles liderados por don Pelayo sobre los musulmanes en Covadonga.
En un primer momento el dominio musulmán practicaba cierta tolerancia hacia cristianos y judíos. Pero pronto exigieron un impuesto especial religioso que debían pagar aquellos que no se convertían al islam. Además, se fomentaba la apostasía de cristianos hacia el islam y se les prohibía, en cambio, todo proselitismo, así como construir o reparar sus templos: muchos de ellos fueron transformados en mezquitas.
El Islam es una religión monoteísta (que cree en un solo Dios) que atestigua que "No hay más Dios que Alá y que Mahoma es el mensajero de Dios". El libro sagrado del Islam es el Corán, dictado por Alá a Mahoma, a través del arcángel Gabriel. Los seguidores del Islam se denominan musulmanes. Atestiguan que Mahoma es el último de los profetas enviados por Dios y sello de la Profecía. Se aceptan como profetas principalmente a Adán, Noé, Abraham, Moisés, Salomón y Jesús. Se aceptan también como libros sagrados la Torá, los Libros de Salomón y el Evangelio. Los pilares del Islam son cinco:
1. El testimonio, primer pilar del Islam, reza: "No hay dioses, sólo El Dios (que sólo hay uno) y Mahoma es su profeta.
2. La oración o salat, realizada cinco veces al día (del alba, del mediodía, de la media tarde, del crepúsculo y de la noche) orientado hacia La Meca.
3. El Zakat, la limosna obligatoria a los pobres.
4. El ayuno en el mes de Ramadán, el cual consiste en la abstención de alimentos de cualquier índole hasta la puesta del sol y el contacto sexual. Este principio estará dispensado por motivos de salud, edad, embarazo o viaje, debiendo compensarse su no cumplimiento con la ayuda equivalente a un necesitado o el ayuno en otro momento del año.
5. La peregrinación a La Meca, al menos, una vez en la vida, mientras exista la bonanza de medios para ello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario