miércoles, 31 de diciembre de 2014

HISTORIA DE LA VIDA DE MAHOMA

 
 El país de Mahoma
El islam nace a comienzos del siglo VII d. C. en la península arábiga. Sus habitantes, los árabes, vivían en su mayoría agrupados en tribus y llevaban una vida nómada en el inmenso desierto. Algunos habitaban en ciudades construidas al lado de algún oasis.
Una de estas ciudades, La Meca, estaba edificada en una encrucijada de las rutas de caravanas. Esta situación daba más vida a la ciudad, que se convirtió en un próspero centro comercial. Tenía unos diez mil habitantes y era una ciudad-estado gobernada por un consejo hereditario de diez miembros pertenecientes a las grandes familias comerciales, entre ellas, la de Mahoma. También era un centro religioso y de peregrinación de los beduinos y otros pueblos de arabia. Allí está la Kaaba o casa de Dios, que según la tradición fue construida por Abrahán y su hijo Ismael, de quienes los árabes se sienten descendientes. Pero la Kaaba contenía también muchas divinidades a las que los árabes rendían culto. De hecho los árabes preislámicos pacticaban un politeísmo primitivo en el que rendían culto a las piedras, los árboles, las estrellas y las cavernas. Pero en el siglo VI ya se detectan la creencia en un dios supremo al que llaman Ilah, de donde procede Allah, (= Alá) al añadirse el artículo "al" (el) a Ilah.
MAHOMA: EL PROFETA
Mahoma o Muhammad, como es conocido en el islam, nació hacia el 570 d.C. Hijo de 'Abd Allah y de Amina. Huérfano de padre desde muy niño, al morir su madre, cuando tenía seis años, fue a vivir con su abuelo el patriarca 'Abd al-Muttalib y más tarde con su tío Abu Talib. Desde los siete años fue pastor de ovejas y a los 24 entró al servicio de una viuda rica, Jadichá o Jadiyá, con la que después se casó. Mientras ella vivió fue su única mujer, después se casó con nueve mujeres. De Jadicha tuvo, además de Fátima, de quien proceden todos los Alidas, sus descendiente, otras tres hijas y dos varones
Buen conocedor del desierto, se convirtió en guía de caravanas que iban y venían a La Meca. En este tiempo se ganó fama de hombre justo y buen comerciante, llegando a doblar los bienes de su esposa. En sus viajes pudo conocer la religión judía y la cristiana.
Hacia los cuarenta años (610) tuvo una crisis religiosa y se retiró a meditar a una cueva en el monte Hira a las afueras de la ciudad. Allí se le aparecía el ángel Gabriel y le revelaba el mensaje divino. Tres años más tarde se reanudaron las revelaciones y se sintió llamado a predicar al Dios único: ''Yo vi en sueños cómo un ángel Gabriel hundía dentro de mi corazón un escrito. Cuando me desperté, creí oír una voz que me saludaba como al enviado de Alá." Tras algunas dudas, Mahoma se lanza a predicar. Se dirigió primero a los habitantes de La Meca, diciéndoles: "Dios os juzgará, según vuestras obras". Predicó la existencia de un solo Dios frente al politeísmo árabe tradicional, la necesidad de ocuparse de los desheredados, la resurrección tras la muerte, del juicio de Dios, invitándoles a someterse a Él y a ayudar a los pobres, la omnipotencia de Alá, el único Dios (al-Lah = el Dios); y se consideraba heredero de la fe de Abraham. Su misión le creó numerosos enemigos y persecuciones, pero eso no detuvo su creciente influencia, el aumento de sus fieles ni el de su poder político.
Sus palabras empezaron a calar en algunos oyentes, especialmente su familia y los más pobres, mientras otros, la mayoría, pensaban que estaba poseído. En sus predicaciones atacaba el politeísmo de la ciudad, lo que podía arruinar el negocio de los comerciantes, quienes se unieron y provocaron la huida de Mahoma a Medina ya que su vida corría peligro. Grupos de peregrinos venidos de Yatrib (posteriormente Medina)se convirtieron a la adoración del único Dios y se comprometieron a protegele en su ciudad.


 
 
Comienzo de la era musulmana
El 16 de julio 622 d.C. Mahoma huye a Medina. Es el año de la héjira (en árabe, "huida", emigración), marca el comienzo del calendario islámico y se toma como fecha de la fundación del islam. Mahoma encontró buena acogida en Medina, y finalmente tenido como profeta. En Medina formó una comunidad de creyentes que poco a poco fue creciendo hasta constituirse en una especie de Estado con Mahoma como jefe religioso, político y militar. (Mahoma y la política)
 
 La situación dominante de Medina en la ruta de las caravanas que se dirigían a La Meca enfrentó a las dos ciudades, guerra que terminó con la victoria de Mahoma y aumentó su prestigio. El triunfo se produjo después de varias batallas, unas victoriosas como la de Badr (624) y otras perdidas como la de Uhud, en la que fueron aniquilados sus seguidores. Se apoderó de La Meca (630), en la que entró triunfalmente, aclamado por sus seguidores. Montado en un camello, se dirigió a la Kaaba y la hizo limpiar de todos los símbolos, imágenes e ídolos de la fe pagana. Luego proclamó el final de la idolatría y el comienzo del culto al único Dios. Mahoma consiguió unificar a todas las tribus de Arabia, darles una religión y unas leyes. Dos años después, Mahoma volvió en peregrinación a la Kaaba el 10 del 03 del 632. Este mismo año, murió Mahoma en Medina.
Los musulmanes no adoran a Mahoma, pero le tienen un gran respeto por ser el mensajero de Dios. Por eso, cada vez que escriben o pronuncian su nombre, añaden también "que la paz sea con él". (Mahoma, como ejemplo del Islam)

 
 Viaje nocturno
Según la tradición oral recogida en los hadits, el ángel Gabriel despertó al último profeta del Islam y le hizo cabalgar de La Meca a Jerusalén pasando por Medina y Belén. Ató su caballo en el muro de las Lamentaciones y ascendió al cielo (Miraj) desde una roca del templo, que posteriormente se convertiría en el Cúpula de la Roca (Al Aqsa). Mahoma asciende por una escalera de cincuenta y cinco peldaños desde donde tiene varias visiones. Al final se encuentra con Alá, el cual le da distintas instrucciones sobre la oración y la vida diaria.

 
 Sucesión como jefe soberano de Arabia:
Al mismo tiempo que Profeta de Dios, Mahoma fue jefe soberano de Arabia. A su muerte (632), Mahoma no ha había dejado ningún hijo vivo. Sus sucesores se vieron con el problema de elegir a la persona que había de ostentar la jefatura política y la autoridad suprema en la interpretación de los principios y leyes islámicos. Los tres primeros califas, Abubéquer (Abu bark), Omar y Otmán fueron elegidos casi unánimemente; pero cuando, tras el asesinato del último, subió al trono Alí, un pariente de la víctima, Muawiyah, gobernador de Siria, se negó a reconocer la autoridad del nuevo califa acusándolo de estar apoyado por los asesinos de su antecesor y de protegerlos. Como consecuencia de todo ello se produjo la batalla de Sifflin (657) entre los partidarios de Alí y los seguidores de Muawiyah. Tal fue la primera ruptura de la unidad islámica. Lo que empezó siendo discrepancia política se convirtió en divergencia religiosa y dividió a los musulmanes en chiitas y sunnitas. La secta de los wahabitas y la religión del bahaismo fueron desarrollos posteriores.
 
 Mahoma, "el sello de los profetas"
Para el Islam, en la serie de enviados, el último, y "sello de los profetas", es
Mahoma, cuyo estatuto religioso viene definido por los siguientes enunciados:
-Ha completado la religión.
-Ha predicado la pura doctrina.
-No se pretendió divino ni con poderes milagrosos.
-Con el paso del tiempo su persona va tomando importancia y se tejen leyendas en su torno.
-Su ejemplo (sunna) tiene fuerza de ley. La descripción de las cualidades del profeta se encuentra en el lugar de honor de muchas casas. Paulatinamente se le idealiza como el hombre perfecto.
-Se le confiesa en la tradición intercesor poderoso el día del juicio.

Mahoma es el Profeta por antonomasia. Y es el símbolo de la unidad islámica.

EL CORÁN
El Islam reconoce que la revelación se expresó en tres libros anteriores a él: el Zabu de David, la Torá confiada a Moisés y el Infil (evangelio) de Jesús, pero éstas son solo revelaciones parciales, y el Corán es ciertamente el libro por excelencia, fuente del Islam.
El lazo de unión entre Mahoma y los musulmanes es la fe en la palabra de Dios, revelada a Mahoma y contenida en el Corán ("recitación", en árabe), el libro sagrado del Islam.
1. Origen. Fue revelado por Alá a través del ángel Gabriel (Jibril) a partir del 610. Mahoma siguió recibiendo mensajes de Dios a través de Jibril durante toda su vida. Cómo fueron estas revelaciones es una historia que el propio Mahoma narra. Nos dice que ocurre de varias maneras: unas veces Gabriel toma forma humana y me habla como un hombre; es como un ser especial, dotado de alas. En otras ocasiones oigo como un sonar de campanas en mis oídos y, cuando se va este estado de éxtasis, lo recuerdo perfectamente todo, como si estuviera grabado en mi memoria.
Está escrito en árabe y es una copia del original que está en el cielo. A medida que las revelaciones eran recibidas o poco después eran recitadas por el profeta en presencia de sus seguidores, uno de los cuales se encargaba de escribirla. En su conjunto las revelaciones fueron compiladas después de la muerte de Mahoma, por su secretario Zayd-ibn-Thabit. Unos diecisiete años más tarde, Osmán (Otmán), tercer califa, encargó la revisión y redacción definitiva del texto e hizo la edición definitiva, hacia el 650. 

Está escrito en árabe clásico, del que se deriva el árabe literio que emplea en la escritura y comunicación oral formal y del que proceden numerosos dialectos.
2. Estructura. El Corán consta de 114 capítulos, también llamados suras o azoras; casi todas empiezan con las palabras: "En nombre de Dios, el misericordioso, el compasivo".Tiene una extensión similar al N.T cristiano. Las suras están divididas en versos o aleyas (6239), que dan una gran belleza literaria al libro. Las suras están clasificadas según su dimensión, de la más larga (288 aleyas) a la más corta (3 aleyas). La primera sura se llama fathida ( = la que abre, apertura), y es la oración fundamental del Islam, comparable con el Padre Nuestro de los cristianos. Se emplea en el culto, en la visita de santuarios, en las oraciones por los difuntos y en algunos actos comerciales.El resto de suras tiene un nombre relativo a su contenido. La fathida dice así:

¡En el nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso!
Alabado sea Dios, Señor del Universo,el Clemente, el Misericordioso,Soberano del día de juicio.A Ti solo vervimos y a Ti solo imploramos ayuda.Dirígenos por la vía recta,la vía de los que Tú has agraciado, no de los que han incurrido en la ira ni de los extraviados" Cor 1,1-7
Comentario a la fathiha: http://www.elislamweb.net/index.php?mod=articles&id=123









3. Temática. El Corán contiene multitud de fragmentos sin orden cronológico o temático: alabanzas a Dios, avisos del juicio final; preceptos morales, prescripciones cultuales y de convivencia social, descripciones de los gozos sensuales del paraíso y de las penas del infierno; reglas sobre las relaciones familiares, hechos personales de la vida de Mahoma y numerosas alusiones a personajes bíblicos como Noé, Abrahán, Jonás, María, Jesús. La carencia de orden sucesivo en el espacio y en el tiempo origina no pocas contradicciones ya que hay veces que en un lugar dice una cosa y en otro pasaje la contraria. En el punto 5 vemos cómo se resuelven las contracciones.

La enseñanza coránica de La Meca, de estilo apasionado, con frases cortas y rítmicas, tiene los siguientes temas-estrella:
-Juicio final, descrito en términos de trastornos cósmicos: se harán públicas las obras buenas, para el paraíso, y las malas, para el infierno; las causas de condenación son la dureza de corazón para con los pobres, la oposición a los enviados de Dios y a su misión, la no admisión de la unicidad, omnipotencia y poder creador de Dios.
-Unicidad de Dios, único omnipotente, transcendente.
-Calidad de Dios creador, el único con potencia de realidad para mantenerse a
sí mismo en el ser. Dios es llamado en el Corán "El Real" (al-Haqq).
Los textos del período medinés se reflejan en frases más largas, de ritmo menos original, y de contenidos referentes a temas legislativos: matrimonio, herencia, licitud de la guerra, botín, prohibiciones alimentarias. También se realizan más alusiones a las circunstancias del momento, y se refleja el endurecimiento ante judíos y cristianos.

4. División.Unos textos se basan en predicaciones de hechas en Medina y otros en La Meca. En las primeras composiciones alienta el espíritu apasionado de un profeta en embrión: llamamiento a su pueblo para retornar a la adoración de Dios. En un segundo grupo se proclama la unidad de Dios, se denuncia la idolatría y se hacen vivas descripciones del juicio, del cielo y del infierno. En el tercer grupo Mahoma insiste con fuerza en el carácter divino de su misión. En el grupo siguiente -suras de La Meca- hallamos al islamismo militante que apela al arbitraje de la espada. En las suras de Medina vemos el islamismo triunfante. Detallamos esta división:

Los textos coránicos predicados en La Meca presentan el Islam como la forma árabe de la religión eterna, confirmación de lo previamente revelado. Parte de la azora 6 está dedicada a esta confirmación. Posteriormente, ya en Medina, se pone de manifiesto la diferencia entre el Islam y las comunidades judías y cristianas. En este momento la revelación coránica se comienza a presentar como la reforma del Judaísmo y del Cristianismo. Pretende ser el retorno a la pureza de la religión abrahámica.
La distribución de las azoras suele hacerse en tres períodos mecanos y uno medinés. Hay coincidencia fundamental en estos cuatro períodos con algunas diferencias para la ubicación de las azoras en uno u otro período según los autores. Una distribución es:
a) Azoras del primer período de La Meca:
96 (1-5), 74 (1-7), 106,93,94, 103,91, 107,86,95, 101, 100,92,82,87,80, 81,84, 79, 88,52,56,69, 77, 78, 75,55,97,53, 102,96 (86-19), 70, 73, 76, 83, 74 (8-55), 111, 108, 104, 90, 105, 89, 85, 112, 109, 1, 113, 114.
b) Azoras del segundo período de La Meca:
51,54,68,37,71,44,59,20,26,15, 19,38,36,43,72,67,23,21,25,27,18.
c) Azoras del tercer período de La Meca:
32,41,45,17,16,30,11,14,12,40,28,39,29,31,42, 10,34,35,7,46,6,13.
d) Azoras del período de Medina:
2,98,64,62,8,47,3,61,57,4,65,59,33,63,24,58,22,48,66,60,110,49,
9,5.
Las ediciones árabes del Corán suelen hacer constar a la cabeza de cada azora indicaciones tales como la que sigue: "mecana, excepto n y n aleyas, que son medinesas".
5. Interpretación de las contracciónes. Ya hemos dicho que la carencia de orden sucesivo en el espacio y en el tiempo origina no pocas contradicciones ya que hay veces que en un lugar dice una cosa y en otro pasaje la contraria.En este caso los musulmanes admiten una evolución en algunos puntos de la legislación coránica durante la vida del profeta. Cuando dos textos contienen mandmientos divergentes, el más tardío anula al aterior, y es el que ha de imponerse. Asípor eejemplo, las bebidas fermentadas (alcohólicas) se mencionan primero entre los dones de Dios, luego se miran con cierta desconfianza y finalmente se prohiben. Por consiguiente resulta indispensable poder datar los diversos pasajes. Por ello, antes de realizar grandes consideraciones sobre cualquier texto del Corán hay que ver si no es anulado por cualquier otro posterior. Los comentadores afirma, por ejemplo, que muchas medidas de paciencia y de benevolencia para con los enemigos han quedado superadas por el famoso versículo del alfage, que prescribe una lucha sin piedad.

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