Los Reyes Católicos. La construcción del estado moderno
6.1 La unión dinástica: integración de las coronas de Castilla y Aragón
En 1469 tuvo lugar el matrimonio de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón. Ambos pertenecían a distintas ramas de la dinastía Trastámara que era la que reinaba tanto en Castilla como en Aragón Tras morir Enrique IV estalló la guerra civil en Castilla. Su hermana, Isabel con el apoyo de Aragón y su presunta hija, Juana “La Beltraneja” respaldada por Portugal, se enfrentaron en un conflicto que culminó en la batalla de Toro en 1476. El Tratado de Alcaçovas firmado con Portugal en 1479 reconocía a Isabel reina de Castilla. Ese mismo año, tras la muerte de su padre Juan II de Aragón era coronado rey Fernando II. Así las dos grandes coronas hispanas quedaron unidas por matrimonio. Con el matrimonio tiene origen una nueva entidad política, la monarquía hispánica, fundamentada en una unión personal, no institucional, no alcanzándose la unidad política ni administrativa entre ambos reinos. Cada reino conservó sus instituciones políticas, administrativas, leyes, sistema de recaudación de impuestos, monedas, aduanas, lenguas y costumbres. Si bien tuvieron objetivos comunes en lo referente al dominio peninsular, política exterior, o unidad religiosa. Ambos reinos pusieron las bases para la construcción de un Estado Moderno que se cimentó sobre todo en Castilla y que se consolidó cuando su nieto Carlos de Habsburgo heredó todo el patrimonio familiar que le correspondía.
Aunque los Reyes Católicos gobernasen en régimen de igualdad, las diferencias entre Castilla y Aragón fueron importantes. Castilla tuvo primacía sobre Aragón por varias razones: contaba con mayor extensión territorial, más población y recursos económicos. Disfrutaba de un rentable comercio basado en la exportación de lana, mientras Aragón se hallaba en crisis. Desde el punto de vista político, Castilla era un estado unido y la monarquía no estaba sometida a las Cortes, mientras que la corona de Aragón estaba integrada en tres reinos, y el rey estaba supeditado al sistema pactista por el cual las Cortes supervisaban la legislación.
6.2. La conquista del Reino Nazarí y la incorporación del Reino de Navarra
La dirección de la política exterior de los RRCC correspondió a Fernando pero Castilla la financió y fue la gran beneficiaria. Los objetivos prioritarios fueron incorporar a la monarquía todo el territorio peninsular, lo que suponía anexionarse Navarra, Portugal y el reino musulmán de Granada; llevar a cabo una expansión marítima (mediterránea y atlántica).
Desde el s. XIII, el reino nazarí de Granada se había convertido en vasallo de Castilla. La unión entre Castilla y Aragón a raíz del matrimonio de Isabel y Fernando (1469), les dio las condiciones económicas para emprender la conquista: fue una contienda en la que participaron, militar y financieramente, aunque de manera desigual castellanos y aragoneses, constituyendo la primera gran empresa común de la nueva monarquía. La guerra, iniciada en 1482, estuvo marcada por el poderío militar cristiano y por las desavenencias internas en el reino musulmán. Tuvo sus principales momentos en las conquistas de Ronda y Málaga .
La toma de Granada se realizó el 2 de enero de 1492 y se firmaron las Capitulaciones de Santa Fe con el rey granadino Boabdil, basadas en la tolerancia y respeto a su fe y a sus propiedades. Boabdil partió a África.
A partir de 1499, la política religiosa de los Reyes Católicos cambia hacia la intransigencia, que en Granada fue practicada por el cardenal Cisneros. La implantación de la Inquisición y quema de ejemplares del Corán, condujo a una sublevación severamente reprimida, a la conversión de muchos musulmanes (moriscos) y al éxodo de otros previa confiscación de bienes.
Las consecuencias de la conquista de Granada fueron que Isabel y Fernando reforzaron su posición frente a la nobleza, desarrollaron el sistema fiscal y la capacidad militar castellana,aseguraron el flanco mediterráneo de la Monarquía ante el empuje turco y finalmente, la guerra y la conquista de Granada —hábilmente explotada por los propagandistas de la corona— sirvió para reforzar el prestigio de los nuevos monarcas.
El último bastión territorial que quedaba por incorporar al reino de los Reyes Católicos (muerta ya Isabel la Católica 1504) era Navarra. Había pasado a la órbita francesa desde el s. XIII y, posteriormente, a la casa de Foix por vía matrimonial. Apoya a Francia en su rivalidad con Fernando II de Aragón, por lo cual éste decidió intervenir. En 1512 queda conquistado el reino de Navarra (duque de Alba) aunque sigue conservando sus fueros e instituciones y, finalmente incorporado al reino de Castilla
6.3. La integración de las Canarias y la aproximación a Portugal
Con los RRCC culminó la conquista de las Islas Canarias. Antes de su reinado se habían incorporado a Castilla como señoríos particulares, Lanzarote, Fuerteventura, La Gomera y El Hierro. Entre 1480 y 1496 se conquistaron Gran Canaria, La Palma y Tenerife. La conquista se efectuó según el procedimiento de capitulación, por el cual se establecía contrato con los capitanes y clero para realizar la conquista y evangelización en nombre los monarcas, que autorizaban y controlaban la empresa. Tras la conquista de estas tierras, pasaron a dominio directo de la corona, es decir tierras de realengo. La población nativa fue asimilada rápidamente por los peninsulares y las Canarias se convirtieron pronto en punto estratégico como etapa en la ruta hacia América.
Desde que Castilla emprendió la conquista de las Islas Canarias y su expansión por el Atlántico se encontró con la rivalidad con Portugal. Para evitar enfrentamientos suscribieron ambos reinos distintos tratados:
6.4. La organización del estado: instituciones de gobierno.
Con los RRCC se refuerza la autoridad de la monarquía y se inicia el cambio desde la típica monarquía feudal (territorial) hacia el estado moderno ( nacional y unitario). El fortalecimiento del estado y el aumento de poder por parte de la monarquía, determinaron una administración central más compleja. Los juristas y letrados se multiplican procedentes de la pequeña nobleza en general y formados en las universidades.
♠Corona de Castilla.
Reformas en el gobierno: el Consejo Real de Castilla, creado en el siglo XIV, adoptó su forma definitiva como órgano supremo de gobierno e instancia judicial superior. Asimismo se creó el Consejo de las Órdenes Militares para la administración de las tres órdenes castellanas (Santiago, Alcántara y Calatrava) y la antigua Cancillería fue sustituida por secretarios reales.
Las Cortes se convirtieron en asambleas fáciles de manejar para financiar empresas regias, como las campañas mediterráneas en Italia y África. Sin poder legislativo
Administración de justicia: a nivel local actuaban los corregidores. Con función de tribunales superiores de justicia figuraban dos chancillerías en Valladolid y Granada; de rango inferior se encuentras las audiencias de Santiago y Sevilla, y por encima de estos tribunales el Consejo Real.
Orden público: se procedió a la creación de la Santa Hermandad (1476) con el propósito de perseguir, juzgar y ejecutar a los delincuentes en todo el reino.
♠Corona de Aragón.
Se creó el Consejo de Aragón (1494) y se confirmaron los privilegios y fueros de Valencia, Aragón y Cataluña. Se crearon audiencias en cada uno de los tres reinos, con cortes. Destaca la imposición del sistema de sorteo en el Consejo barcelonés para elegir a los principales cargos públicos.
6.5.La proyección exterior. Política italiana y norteafricana
La política exterior de los Reyes Católicos mantuvo los objetivos establecidos por los Trastámara en Castilla y Aragón. Por ello se prestó especial atención al Mediterráneo, Italia, y a marcar el aislamiento de Francia.
Los reyes iniciaron una serie de alianzas basadas en una política matrimonial, y así establecieron vínculos con Inglaterra, Portugal y el Imperio Alemán. Isabel y María fueron casadas con don Manuel de Portugal; Catalina con Enrique VIII de Inglaterra; Juan con Margarita de Austria y Juana con Felipe de Austria –el Hermoso-.
La rivalidad entre Francia y Aragón se puso de manifiesto por el control sobre Italia. Fernando II de Aragón, como rey de Sicilia y de Cerdeña, tras obtener el Rosellón y la Cerdaña en 1493, consiguió una alianza contra Francia, que invadió Nápoles. Su conquista (1503) fue resultado de la acción brillante de las tropas españolas mandadas por Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán.
Castilla tenía como objetivo extenderse por el Magreb con el fin de garantizar la seguridad política y comercial del Mediterráneo occidental frente a la piratería berberisca y la expansión otomana. Tras la guerra de Granada Castilla ocupa en el norte de Africa, las siguientes plazas: Melilla, Orán, Bugía, Argel y Trípoli.
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