acopio, provisión
Acopio es un derivado de copia nombre tomado literalmente del latín, y que significa ‘abundancia’. De este origen proceden copiosidad, copioso, copiosamente, acopiar, acopiado, etc. Esto explica el uso que llama copia al trasunto de un original. En efecto, aquel trasunto es una verdadera copia, puesto que aumenta el objeto copiado; es decir, hace que haya abundancia de él.
Provisión significa etimológicamente ver delante, enfrente, prevenir lo futuro. De manera que provisión y previsión son palabras casi sinónimas, etimológicamente hablando.
El acopio acumula. La provisión reserva.
El acopio junta para hoy. La provisión junta para mañana.
El acopio es aglomeración. La provisión prudencia.
acción, acto
La vida consiste en el movimiento: efecto de ambas cosas es la acción; resultado de esta, el acto. La acción es medio: el acto el fin. Muchos y diversos grados admite la acción, pues ya es viva, ya lenta, ya vehemente, ya pausada; por lo tanto decimos, el calor, la frialdad, la flojedad de la acción. Los actos pueden variarse, multiplicarse, repetirse.
Para especificar el acto decimos de qué causa, principio o impulso proviene, como actos de virtud, de generosidad o de equidad: por sí misma se califica la acción uniéndola los adjetivos de virtuosa, generosa, magnánima; y añadimos que la acción virtuosa tiene esta o la otra cualidad, así como que el acto de virtud depende de esta o de la otra causa.
adversario, rival, antagonista, enemigo
Aunque el interés, el amor propio y el orgullo suelen ser por lo común las causas de que muchos se hagan adversarios nuestros, pueden ser estos, y por lo común lo son, amigos bajo de otros respectos, o indiferentes y aun nobles, generosos y delicados; más no es así el enemigo. Aquel puede favorecerlos en todo aquello que no pertenece a la disputa, ni a la contradicción, pero no así el enemigo, el cual siempre daña, pues por eso y para eso lo es: el enemigo supone odio, el adversario no.
La rivalidad supone mayor y mas tenaz oposición que la «adversalidad», si se nos pudiese sufrir decirlo así; no hay propiamente rivalidad en las opiniones e ideas, más sí en las doctrinas y partidos, intereses e inclinaciones, en el talento, en el mérito, en las riquezas, en el lujo, en el esplendor, y sobre todo en los empleos, honores y gracias; hay muchos rivales en amor, y también se rivaliza en acciones virtuosas, como en la generosidad, en el valor y en el heroísmo. Aun podemos hallar cierta rivalidad en los animales.
El antagonismo es una rivalidad más distinguida y elevada; decimos, v. gr., que los newtonianos son antagonistas de los cartesianos en sus sistemas, los ingleses y los franceses en sus adelantamientos científicos e industriales; los soberanos en su grandeza y esplendor; los amantes en obsequios a una dama.
Solo los hombres de mérito tienen adversarios, y las almas grandes rivales y antagonistas; el vulgo no conoce mas que enemigos.
La enemistad es por lo común una pasión si no siempre baja, por lo menos rencorosa, tenaz, reprensible, sobre todo en sus excesos; supone graves injurias recibidas, si es fundada; pero de cualquier modo hace que siempre recelemos del enemigo, aun después de reconciliados con él, porque suele ser traidor; la enemistad conduce a las mas crueles acciones y a los mas bajos y viles procederes.
afligido, enfadado, entristecido, mortificado
La palabra afligido supone mayor grado de sentimiento, mayor amor a nuestros semejantes, y un mal más superior que el que produce el enfado.
La decadencia de nuestras riquezas, la pérdida de la persona amada, una enfermedad peligrosa nos aflige; nos causa enfado cualquier contrariedad, una pérdida en los intereses, como no sea considerable.
El entristecimiento es mas profundo y duradero que el enfado, y a veces tiene relación con nuestro temperamento; sin embargo, cuando no predomina demasiado, suele pasarse pronto, y más si la causa que lo produce es ligera y se desvanece.
Nos aflige la muerte de un amigo, y siempre nos entristece cualquier desgracia que a nuestra vista sucede a una persona, aunque nos sea indiferente; el primer sentimiento es mas duradero; el segundo suele desvanecerse bien pronto.
La mortificación supone un desagrado producido por las faltas que hemos cometido, o por el desprecio y burla de los demás, o por la preferencia que se da a otros, humillando nuestro amor propio, que es la regla en nuestra delicadeza, de la mayor o menor mortificacion que sufrimos.
agacharse, agazaparse, acurrucarse
Agazaparse es como tomar una postura cual la del gazapo o conejo, que se enrosca en sí mismo, y asi se dice: «ese hombre se agazapó», por se escondió u ocultó en algún rincón u hoyó como el gapazo en su madriguera.
La palabra agacharse significa propiamente inclinar cnanto se puede el cuerpo hacia la tierra. Se agachó, por inclinó, para pasar por un paraje estrecho; se agacha uno para entrar por un pequeño agujero.
Acurrucarse es ponerse como en cuclillas, recogerse, encogerse, enroscarse en sí mismo; y así decimos de un muchacho que se acurrucó en su cama, cuando se hizo una bola y arrimó mucho la ropa al cuerpo para guarecerse del frio.
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