compendio, epítome, sumario
Cuando algún autor reduce una obra grande a pequeño volumen, omitiendo cosas que no le parecen absolutamente necesarias, narrando con brevedad y suprimiendo descripciones, arengas y pormenores, firma lo que se llama un compendio.
El sumario no es realmente una obra, sino como un índice o indicación de las pricipales materias que se contienen en ella.
Podríamos llamar al epítome, por lo sucinto de su contenido, compendio de compendio, o breve epílogo.
complacencia, condescendencia, deferencia
La complacencia es un medio para lograr el placer, y así el que noblemente complace puede lisonjearse de causar placer y agrado.
También contribuye a causar placer la condescendencia nacida del mismo motivo que el anterior, pues es un deseo y esmero en acomodarse a la voluntad y a los gustos de otra persona.
La deferencia tiene bastante relación con la anterior palabra, pero aumenta su fuerza, pues el que defiere cede siempre al deseo o al dictamen ajeno sin jamas sostener el suyo, como si aquel le fuese propio y este no.
La deferencia supone completa sumisión, ninguna contrariedad, y la condescendencia cierta tolerancia como prudencia en no contradecir por no desagradar u ofender a otro.
Cualidades son todas estas que manifiestan genio bondadoso, trato suave, franco y afable. La complacenciadesigna mas particularmente una afectuosa bondad; la deferencia un respetuoso agrado; la condescendenciasuma indulgencia.
completo, entero
Una cosa es entera cuando no está ni mutilada, ni rota, ni partida, y que todas sus partes se mantienen unidas y conjuntas del modo que deben estarlo; un pan entero es aquel al que nada se ha quitado, un libro entero el que comprende todas las partes de que debe constar, que no le falte hoja.
Decimos que una cosa es completa cuando nada le falta y tiene cuanto la corresponde tener. La palabra entero se refiere más á la totalidad do las partes, que sirven materialmente a constituir un cuerpo; la de completo hace relación a la totalidad de las partes cual contribuyen á la perfección accidental de la cosa.
Un volumen de una obra que consta de varios, es en sí un volumen entero, si nada le falta de lo que debe contener. Una obra dividida en muchos volúmenes y a la que faltan algunos, no puede ser una obra completa, como lo sería si los tuviese todos.
constitución, complexión
Un hombre nace bien formado; es decir, bien constituido. Podemos decir que tiene una buena constitución. Pero este hombre que tiene una buena constitución, porque su organismo está perfectamente desarrollado, puede ser propenso a padecer ciertas enfermedades; en este caso, podremos decir que aquel hombre tiene una complexión particular.
Esto prueba que podemos nacer con una constitución inmejorable y una particular complexión. La constitución se refiere al desarrollo físico, a los órganos que constituyen nuestro cuerpo.
La complexión se refiere a los órganos y al principio vital, a la naturaleza física y moral como seres complejos; esto es, como seres que nos componemos de materia y de espíritu.
Para ejercicios que reclamen agilidad y fuerza, buscamos la constitución del individuo. Para curar una dolencia, el médico prudente estudia con cuidado la complexión particular del enfermo.
Diciéndolo en términos de escuela, la constitución es física. La complexión es fisiológica.
comprender, entender
Entender indica conformidad referente al valor de los términos de que nos valemos para explicar nuestras ideas; comprender manifiesta conformidad que directamente corresponde a la naturaleza de las cosas que explicamos.
El entender se aplica acertadamente a las circunstancias de un discurso, al tono con que lo pronunciemos, al giro de la frase y a la elegancia de las expresiones. El comprender parece convenir mejor cuando se trata de principios, de conocimientos especulativos, de explicación en la enseñanza.
Se entienden las lenguas; se comprenden las ciencias. Se hace difícil de entender lo que es oscuro y como enigmático; de comprender lo que es abstracto.
conciencia, escrúpulo
Constituye lo que en general se llama conciencia la ciencia o conocimiento interior que por nuestros naturales sentimientos, por la inteligencia y el estudio adquirimos del bien y del mal, de lo justo y de lo injusto, de lo bueno que debemos hacer o de lo malo de que debemos huir. Para fortalecerla y consolidarla contribuyen poderosamente los hábitos que hemos contraído.
Dirígese esta palabra por lo común a lo que pertenece a los valores y con respecto a ellos se dice, «F. es un hombre de conciencia»; toda obra material ejecutada a buena ley, sin fraude ni engaño, con solidez y perfección, también se dice hecha a conciencia.
Llamamos escrúpulos a las dudas, recelos o inquietudes que agitan a la conciencia y la tienen en continua duda e inquietud.
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