jueves, 2 de agosto de 2018

SINÓNIMOS


arreglo, conciliación

Estas dos palabras se usan hablaudo de personas que están divididas entre si, o son opuestas unas a otras.
El arreglo es la acción de hacer que desaparezca la oposición, combinando y compensando diestramente las ventajas y los daños de ambas partes.
La conciliación es la acción de avenir los ánimos de modo que estén acordes.
El arreglo se refiere a las cosas, y la conciliación a las personas.







 conciliar, reconciliar, concordar, convenir

Conciliar supone diversidad de pareceres o desvío en las inclinaciones y tratos; concordar, disputas o anteriores polémicas.
Reconciliar es volver a conciliar los ánimos y hacer nuevamente las amistades que se hablan roto. Se reconcilian aquellas personas que antes eran eneniigas por injurias o agravios que entendían haber recibido. Regularmente en la conciliación media una tercera persona que hace este servicio a otras dos.
Convenir es venir en uno, ponerse de acuerdo para ejecutar una cosa, ser de un mismo dictamen; convinieron en vivir juntos, convienen en ideas.








conciso, sucinto, lacónico, preciso

Cuando expresamos nuestras ideas con el menor número de palabras posible, decimos que somos concisos, que hablamos concisamente.
El hombre conciso evita las palabras superfluas y ociosas, las inútiles circunlocuciones y solo emplea los términos más propios y expresivos.
Un lenguaje preciso es un lenguaje ajustado exactamente a la materia, del que nada se puede quitar, y al que nada se debe añadir: hablar con precisión es hablar con exactitud; ninguna palabra huelga, ni deja do expresar una idea.
Lo prolijo es opuesto a lo preciso; lo extenso a lo sucinto, lo difuso a lo conciso. De estas dos palabras podríamos repetir lo que decía Quintiliano hablando de Demóstenes y de Cicerón: «Nada se puede quitar al primero, ni nada se puede añadir al segundo ». Si suprimimos algo a lo sucinto, caemos en lo oscuro; si añadimos a lo preciso, en lo prolijo; al contrario, si añadimos a lo sucinto pecamos por lo extenso, y si quitamos a lo preciso, lo convertimos en sucinto.
Diremos que el laconismo consiste en encerrar una idea, por mucha extensión que tenga, en pocas palabras y a veces en una sola.







concluir, inferir, deducir, inducir

Concluir es terminar un razonamiento, una argumentación, una discusión, una prueba en virtud de relaciones necesarias o demostradas con las proposiciones anteriores.
El que concluye se apoya en principios demostrados o que por tales tiene, y cuyo enlace con la consecuencia es o parece ser necesario.
La palabra inducir en su sentido recto es instigar, persuadir, mover a alguno a hacer una cosa, por lo regular mala: me indujo al crimen; me indujo en error; en el figurado es conducir o llevar a una idea por las relaciones o la verdad de las proposiciones deducidas que a ella conducen.
Como sinónimo de esta palabra miraremos a la de deducir, pues viene a significar lo mismo, con la diferencia de que en aquella la primera idea que se presenta es llevar, inclinar, como arrastrar a otro a hacer alguna cosa, y la secundaria la que acabamos de exponer; y en deducir sucede lo contrario, por lo que es más usada la expresión.
Inferir indica la acción de llevar, trasladar la mente a otro objeto. De un principio, o de un razonamiento, se puede inferir una consecuencia muy remota, que no está ni prevista, ni indicada, siendo preciso después explanar y demostrarlas relaciones que la unen con la tesis o con la verdad sentada.







confiar, fiar

Estas dos expresiones se refieren a la confianza que nos inspira la seguridad que tenemos en alguna persona o cosa, la esperanza fundada que nos da esta misma firmeza y seguridad de lograr una cosa, de sostenerla o defenderla. La confianza indica un fugaz sentimiento del alma a las circunstancias; y fiarse un sentimiento absoluto, independiente de cualquiera circunstancia.
Confiar puede ser en o a, y esta ligera partícula varía enteramente la significación del verbo.
Confiarse en significa descansar en cualquier persona, a veces con más seguridad que en uno mismo, en todo lo concerniete á nuestras ideas, necesidades o intereses; nace esta confianza de la buena opinión que hemos formado de la inalterable honradez, reserva y fidelidad de nuestro confidente. Así se dice: confío en mi amigo que no mo venderá, no me descubrirá.
Confiar a es cosa diferente. Confiarse a alguno significa descubrirle un secreto por la seguridad que entiende puede tener en su discreción y reserva. Confiamos a una persona la dirección y cuidado de cosas que nos interesan.
Confiarle en designa cosa más general que confiarse a, pues expresa la confianza en todos los casos y circunstancias, al mismo tiempo que confiarse a, solo indica una confianza relativa a un caso particular.
Fiar significa mas conocimiento, inteligencia y precaución que confiar, y parece derivarse de fe. Nos confiamos a muchas personas, de las cuales en realidad no nos fiamos; porque la confianza o confidencia no es una prueba de que aquel a quien se la hacemos sea digno de ella; sino que nos vemos forzados por las circunstancias a hacerlo.
Nos fiamos de la honradez un sujeto, mas solo confiamos en su discreción y prudencia. Confia uno en la sabiduría de su abogado para que le aconseje acerca de su pleito, y no se fía en su acertado manejo. Los jóvenes se confian unos a otros sus amorio, sin estimarse en modo alguno ni menos fiarse unos de otros, porque fiar indica siempre estimación y seguridad.
Si se pudiese hablar con franqueza a un hombre cuya honradez nos es dudosa, se le podría decir: «aunque no me fío de ti y no tengo en ti confianza alguna, voy a hacerte esta confidencia».

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