fango, lodo, barro
El fango se forma en las partes hondas y profundas de la tierra, en que por las continuas lluvias queda estancada el agua, y se hace después en el fondo lo que se llama cieno. Este presta al agua un olor fétido, con la fuerza del sol se consume poco a poco y se forma finalmente lo que se llama fango.
El lodo no se hace mas que dentro de las poblaciones embaldosadas o empedradas, y es el agua llovida con algo de tierra; por el contrario, el barro se forma solo en los caminos, en las carreteras y en las veredas, y es más espeso que el lodo.
fastidioso, inoportuno
Estas dos palabras se han formado no solo como adjetivos, sino también como sustantivos, y son sinónimas en ambos casos, pero de un modo diferente.
El fastidioso está siempre poniendo defectos y dando su parecer acerca de los asuntos que se tratan en la conversación: por consiguiente causa fastidio a los que le escuchan.
El inoportuno, a su vez, trata en todos los casos en que se encuentra en sociedad, de lucir sus dotes oratorias cuando los circunstantes están en silencio, de llevar un lujoso y rico traje un día en que nadie se viste sino con la ropa diaria, que si se habla de medicina, entonces interrumpe, y cuenta sus viajes sin ve nir al caso, y de todo esto se deduce que es inoportuno. es decir, que nada de lo que él hace o habla viene a tiempo.
El fastidioso no es inoportuno, el inoportuno es muchas veces fastidioso.
fasto, lujo, suntuosidad, magnificencia
Estas cuatro palabras tienen por idea común el gasto mayor o menor que se hace para presentarse la persona que lo hace con más o menos ostentación y brillo a la vista de los demás.
Cuando el lujo no tiene ninguna relación con lo personal, sino que tiende a distinguirse de los demás lujos, a oscurecerlos con unas riquezas que no se tienen, se le llama lujo de ostentación. La sinonimia de esta palabra es la que vamos a examinar.
El lujo pertenece a todos los estados, hasta el pueblo, y se le halla aún en la clase de gastos más generales. El lujo en las clases menos ricas de la sociedad, y limitado únicamente a gastos medianos, conserva siempre el nombre de lujo.
El lujo de ostentación en las clases ricas de la sociedad se llama fasto cuando se manifiesta con afectación y con vanidad. El fasto no es el lujo. Una persona puede vivir en su casa con lujo, sin fasto, es decir, sin aparecer a la vista del público con gran opulencia. Se puede tener fasto sin tener lujo. El fasto es el complemento del lujo.
La palabra fasto no es siempre injuriosa, porque el fasto está muchas veces apoyado por las circunstancias y por la naturaleza de las cosas. La palabra fastuoso lo es siempre, porque significa la vanidad.
Suntuosidad es el lujo no aparente, sino positivo. Es el fasto que dan las sólidas riquezas cuando el que las posee hace ostentación de ellas al disfrutarlas.
La magnificencia es el gasto exagerado, pero empleado en objetos bellos y de utilidad común. La magnificencia no es el lujo de la apariencia con que el hombre se pone orgulloso, sino el lujo de la realidad con que se honra un monarca, por haber hecho una cosa útil a sus subditos y en favor de su nación.
fatalidad, suerte
Se debe el éxito de una cosa a la fatalidad cuando caminando una persona a cierto objeto determinado, donde cree hallar su fortuna, se encuentra con el contrario, que es el de la desgracia, siendo conducido por una relación de causas desconocidas, que obran ocultamente para encaminarlo al lado opuesto que se proponía.
Se debe el éxito de una cosa a la suerte cuando sin elegir punto de destino, y dirigiéndose atropelladamente y sin objeto alguno, encuentra una persona, sin conocer sus designios, el objeto que mas le convenía.
Los fallos de la fatalidad se consideran como necesarios y merecidos a las personas. Los de la suerte son debidos a la suerte misma, es decir, a la ventura, a la casualidad.
fatigado, cansado, rendido
Estos tres términos denotan igualmente una especie de indisposición que siente el cuerpo con el movimiento y con la acción.
Se está cansado cuando no se tiene ni la voluntad, ni la fuerza para ejecutar alguua acción. Está una persona fatigada cuando el cansancio es forzado, y este cansancio se llama fatiga. Se está rendido cuando se siente una fatiga excesiva.
Cuando está uno cansado del trabajo es necesario y aun conveniente suspenderlo o sustituirlo por otro, porque algunas veces lo que cansa es la uniformidad de trabajo, y variando se descansa.
Cuando se está fatigado, se recuperan las fuerzas con el reposo; cuando se está rendido, es necesario descansar largo tiempo, y tomar algún alimento que sea bastante para reparar las fuerzas, y para poner el cuerpo en buen estado.
Estar cansado es no querer hacer nada; estar fatigado es haber trabajado mucho. El cansancio se hace sentir algunas veces sin hacer nada; proviene esto, en este caso, de cierta disposición del cuerpo o de un disgusto del ánimo; la fatiga es siempre la consecuencia de la demasiada acción; supone un trabajo rudo, bien por la dificultad que se encuentra para llevarle a cabo, o bien por su duración.
Se cansa una persona de entender, se fatiga de perseguir.
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