convencer, persuadir
La acción de convencer se dirige principalmente a la inteligencia, así como la de persuadir a los sentimientos.
Se dice que el orador debe no solo convencer, es decir, probar las proposiciones que sienta, sino también persuadir, esto es, conmover y ganar el corazón.
La convicción supone pruebas: «Yo no podría creer tal cosa, se suelo decir, pero me ha presentado pruebas tan concluyentes que me ha convencido». No siempre exige pruebas la persuasión: «La buena opinión que tengo de ti me es suficiente para persuadirme que de ningún modo eres capaz do engañarme».
Decimos que una demostración matemática convence, pero no diremos que persuade, así como el amor persuade, sin de ningún modo convencer.
corrección, exactitud
Estas palabras se dirigen a manifestar lo que contribuye a que una obra salga todo lo perfecta que sea posible, y entenderemos aquí por corrección no precisamente la acción material de corregirla, sino la cualidad de una obra correcta, en la que se han observado exactamente las reglas y preceptos correspondientes a su buena ejecución, sin que se note descuido o falta alguna.
Por la palabra exactitud entenderemos la rigurosa conformidad de la representación o copia con el original que se representa.
La corrección consiste en la fiel observancia de las reglas; la exactitud en exponer puntualmente las ideas que deben contribuir al fin que nos hemos propuesto.
comparación, similitud, cotejo, parangón
Según el valor de la palabra, la similitud solo exige que se parezcan mas o menos los objetos, y por la misma razón la comparación, constituye una especie de paridad entre ellos. La similitud solo necesita apariencias de semejanzas para aproximarlas, y así llamamos semejante a lo que es apto, capaz de asemejarse; mas la comparación, hablando con rigurosa exactitud, necesita cualidades casi iguales para poderlas equilibrar. La similitud que se dirige solo a dar expresión y colorido a la frase, y que por lo tanto podríamos llamar poética, se limita a presentar circunstancias o rasgos comunes a las cosas que son parecidas. La comparación, que llamaremos filosófica, considera lo más o lo menos, ó los diferentes grados de semejanza.
Cotejo es el examen que se hace de las cosas comparándolas y confrontándolas para formar un juicio acertado de ellas y sus relaciones; se emplea por lo común esta palabra hablando de cosas mas bien que de personas. Se cotejan textos de autores, pasajes con pasajes, obras y artefactos unos con otros.
Parangón, poco usado y regularmente en estilo que tira a culto, es también una especie de semejanza o comparación; pero no solo hablando de cosas, sino también de personas, pues todo se puede poner en parangón o parangonar.
circunstancia, caso, coyuntura, ocasión
Se llama comunmente circunstancia a cualquier accidente de tiempo, lugar y modo que se une a la sustancia de algún dicho o hecho; así como a la calidad o requisito de algunas cosas: por lo tanto circunstancia lleva consigo la idea de acompañar, o de una cosa accesoria a otra, que es la principal Etimológicamente, circunstanciasignifica el estado de hallarse alrededor de... cerca; circum stare.
La coyuntura es el estado, ocasión, oportunidad para una cosa o negocio, r indica la situación que resulta de una concurrencia de sucesos, negocios o intereses, y la disposición a juntarse con una cosa
Considerada la circunstancia como una parte, o una particularidad de la acción, en nada puede convenir con la coyuntura extraña a la acción y a la que solo podiemos mirar como contemporánea de ella. En este caso las dos palabras no serán sinónimas; pero a menudo decimos las circunstancias del tiempo, del lugar, de las personas, de las cosas relativas a un objeto particular, y a esto llamamos también coyunturas.
Un hombre de talento se aprovecha de las conyunturas. Un hombre ingenioso y sagaz saca partido de las circunstancias.
Todo suceso o acontecimiento viene a ser un caso un lance, una ocasión favorable o adversa, por lo general fortuita o inesperada, y nos valemos de esta palabra para indicar el modo de un negocio, refiriéndose principalmente a la especie y particularidad de la cosa.
La ocasión es la causa o motivo por que se hace una cosa; asi como la oportunidad o comodidad de tiempo o lugar que como por acaso se nos presenta para hacer cualquiera cosa. La ocasión puede ser buscada, traída, o puede presentársenos con algún nuevo incidente, y en sentido indeterminado tanto por el tiempo como por el objeto.
Para las ocasiones son los amigos, dice el refrán, y en las ocasiones conocemos a los hombres. Se dice perder, aprovechar la ocasión.
Aunque todas estas palabras se unen por lo común indiferentemente con los mismos epítetos, parece que cada una de ellas prefiera alguno como propio, y que se hable con propiedad cuando se dice buena ocasión, ocurrencia oportuna, cuyuntura favorable, caso urgente, circunstancia delicada.
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