miércoles, 4 de septiembre de 2019

CUADROS POR ESTILO

GÓTICO

Un orfebre en su taller, posiblemente san Eligio es un óleo sobre tabla pintado por Petrus Christus. Data del año 1449 y tiene unas medidas de 100,1 cm de alto y 85,8 cm de ancho. Se conserva en el Museo Metropolitano de ArteNueva York. Es una de las obras más destacadas de la época prerrenacentista en el norte de Europa.
Se trata de una tabla en la que está representado un orfebre que tiene dos clientes burgueses en su tienda, una rica pareja que viste muy elegantemente. Con cariño, el novio pasa el brazo por la espalda de su novia. El realismo en los rostros de estos personajes hace pensar que se trata de retratos. El orfebre se cree que representa a san Eligio o san Eloy, patrón de la orfebrería, habiendo sido un encargo del gremio de los orfebres de Brujas para su capilla. En la mano tiene una balanza, con la que está pesando el oro para un anillo de boda. La tienda se encuentra llena de objetos representados con gran realismo no exento de simbolismo, como ocurre en las obras de van Eyck. Así, el objeto de cristal transparente probablemente tiene como finalidad conservar las hostias dentro; está rematada por la figura de un pelícano, símbolo del sacrificio de Cristo, ya que se arranca la carne de su propio pecho para alimentar a sus hijos. Se representan cuidadosamente los distintos materiales, como el cristal, el coral o el peltre de los jarrones.
En primer término, a la izquierda, aparece un cinturón o ceñidor, propio de las ceremonias nupciales; está pintado a modo de trampantojo que parece salirse del cuadro. En el extremo de la derecha hay un espejo convexo, elemento de decoración que puede encontrarse en otras obras de la época como en el Matrimonio Arnolfini (1434) o El cambista y su mujer (1514). Permite ver lo que ocurre en la parte exterior del taller: son dos nobles ociosos, uno de ellos llevando un ave de presa, a modo de contraste con la laboriosidad del orfebre. Detrás de ellos se encuentra la plaza del mercado de Brujas y unas casas.










El Retablo de santa Úrsula y las once mil vírgenes es una pintura al temple y óleo sobre tabla obra de Juan Rexach realizada en 1468 para la capilla de Santa Úrsula de la iglesia del monasterio de Santa María de Poblet (Vimbodí, (Tarragona). Actualmente se conserva en el Museo Nacional de Arte de Cataluña en Barcelona.

Autor[editar]

La muerte del pintor Jacomart, acaecida en 1461, otorgó de nuevo un papel capital a Juan Rexach en el ámbito valenciano, que perduró hasta la década de 1480. Más allá, y hasta los inicios del siglo XVI, también fueron reconocidos los miembros del taller que le asistieron en el cometido de los numerosos pedidos. Martín Torner, Pedro Terrencs, Joan Barceló y el Maestro de Presepio, sintetizan buena parte de los modelos y de las pautas estilísticas de los pintores primitivos flamencos cultivadas por Joan Reixac en Valencia.
En el arte hecho por Reixac una vez muerto Jacomart es donde hay que emplazar su pintura de la década de 1460, una producción de calidad como se puede observar en obras como en este «retablo de santa Úrsula», firmado por el pintor en 1468 y destinada al Monasterio de Poblet, pero procedente de Cubells, y el Retablo de la Epifanía , también en el MNAC, financiado en 1469 por Guillem Joan «de la familia Juanes». 1

Descripción[editar]

El conjunto está presidido por santa Úrsula e incluye las escenas de la Crucifixión y la Virgen rodeada de ángeles, con san Bernardo de Claraval que le presenta al comitente de la obra, las tres están situadas en la calle central, mientras que en las calles laterales se disponen seis escenas de la vida, el martirio y los milagros de la santa titular y sus compañeras. En la predela y el guardapolvo se incluyen las representaciones de varios santos alternados, en este último caso, con escudos del linaje de los Mur.


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