La embajada es, en las fiestas de Moros y Cristianos, una doble representación en la que intervienen pocos personajes, generalmente el capitán, el embajador y un centinela de cada bando. Se lleva a cabo en el marco de un castillo, real o simulado y suele anteceder a la batalla de arcabucería. Primero los musulmanes solicitan la rendición de la plaza, produciéndose el rechazo y la posterior batalla, en la que éstos ganan.1 En el norte de la provincia de Alicante la victoria musulmana suele representarse colocando una efigie, llamada La Mahoma, en una torre del castillo.2 Posteriormente (el mismo día o varios días después, según el lugar) se invierten los papeles y son los cristianos los que acuden al parlamento, con idéntico resultado y victoria final.
Historia[editar]
Es difícil establecer el origen de este acto, pero en ningún caso fue anterior al simulacro de batalla, sino que surgió a raíz de éste. Se han querido ver sus antecedentes en las comedias de moros y cristianosrealizadas en los siglos XVII y XVIII en fiestas patronales de diversas localidades españolas, pero aunque esto valdría para algunas fiestas actuales andaluzas, como las Relaciones, no se ha determinado la conexión con la variante valenciana.1 Ocurre lo mismo con los célebres Episodios de Caudete (Albacete), basados en la Comedia Poética de 1588, aunque han tenido diversas modificaciones hasta la actualidad.1
Las primeras noticias aisladas de unas embajadas realizadas en festejos con moros y cristianos se dan en Alicante, por dos hechos concretos: las celebraciones por la boda de Felipe V con Isabel de Farnesio en 1715, y por la coronación de Luis I en 1724. Fue sin embargo en Alcoy donde se empezaron a introducir embajadas en su fiesta desde que se reanudó en 1741 tras la larga prohibición de Felipe V.1 En 1747 también hay unas embajadas en Benilloba en el contexto de las celebraciones por el centenario del patronazgo de San Joaquín.1
El texto[editar]
Tradicionalmente se consideraba que los primeros fragmentos de texto de los que hay constancia se entresacan de la Relación Sucinta impresa por José Martí en Alcoy en 1825, y en 1838 aparecerán completas unas embajadas editadas por Francisco Cabrera, distintas de aquellos fragmentos pero inspiradas en parte, y completamente en castellano.1 El texto, que aún se interpreta hoy en día ligeramente alterado, con algún fragmento en valenciano, ha sido atribuido por Antonio Castelló Candela al fraile Francisco Antonio Peydro Jordá, que lo realizaría en la década de 1830, y en él habría una defensa de la causa carlista. Unos años después se editó el texto de Jijona, igual al alcoyano con alguna modificación.1 Según José Fernando Domene Verdú, existiría sin embargo un texto anterior, escrito entre 1810 y 1815, idéntico a los de Villena, Sax y Petrel y que se basaría en uno de Onil del siglo XVIII.1
Hay otros mucho más recientes, más centrados en el rigor histórico que en la calidad literaria, como los de Elche, Crevillente o, especialmente, el de Campo de Mirra, en el que se representa el famoso Tratado de Almizra.1 La problemática en torno al origen de las embajadas ha venido tratándose en los tres Congresos nacionales de la Fiesta de Moros y Cristianos (1974, 1985 y 2002), en el I Encuentro de Embajadores (1993) y en el I y II simposium sobre Embajadas (1994 y 1996).1
Actos relacionados[editar]
En relación con las embajadas existen, en las diversas localidades que celebran fiestas de Moros y Cristianos, varios actos que o bien se inspiran en ellas o se celebran a raíz de éstas:1
- Contrabando: diálogo humorístico que protagonizan las comparsas de Contrabandistas y Maseros en Alcoy, Ibi o Villena, entre otras localidades.
- Embajada cachonda: Texto de corte crítico y humorístico que cada año parodia los textos originales. Se representa en la Plaza de Santiago de Villena, junto con las "entradicas" previas a las fiestas.
- Embajada de la Calle del Marqués: celebrada en Elda, esta embajada de corte humorístico se desarrolla entre dos balcones de la antigua calle eldense "El marqués", ahora denominada "Méndez Núñez". El acto discurre la noche del viernes de las fiestas de Moros y Cristianos y tanto el moro como el escribano discuten por la idoneidad de conquistar el castillo en un ambiente jocoso cargado de humor y crítica de la actualidad.
- Pacto de la Alianza: Embajada del siglo XIX, entre las comparsas de Cristianos y Romanos de Villena, donde pactan unir sus fuerzas frente al invasor. Actualmente se representa una versión entre Cristianos y Estudiantes.
- Embajada de Beduinos y Alijo: celebrado en Villajoyosa, en él las compañías de Beduinos y Contrabandistas se unen a sus respectivos bandos para la batalla.
- Ambaixada del Tonell: celebrada en Muro de Alcoy, en ella ocurre una disputa humorística por un barril de vino, cuyo texto se escribió a inicios del siglo XX.
- Juicio sumarísimo al moro traidor: Representación en la que su protagonista, por amor a una cristiana, se había convertido a dicha fe y es ejecutado; tiene lugar en Jijona o Ibi, entre otras localidades.
- Conversión del moro al cristianismo: representada en Villena, es una adaptación del texto editado en el siglo XVIII, Coloquio al Santo Nacimiento de Nuestro Señor Jesuchristo entre un Moro y un Cristiano, de Diego de Ornedillo.
- Despojos: representación en la que se desviste al moro converso, que tiene lugar en Bañeres, Bocairente, Benejama y Fontanares.
Fiesta de la Beata Inés de Benigánim
La Beata Inés[editar]
La Beata Inés fue una religiosa agustina descalza nacida en la villa de Benigánim. Vivió en el siglo XVII. Murió el 21 de enero de 1696 y fue la primera mujer valenciana en merecer el honor de los altares, hoy se la considera la gran mística y figura de la iglesia valenciana. En ella se conjugaban una gran simplicidad de carácter y mentalidad con una elevadísima y perfecta observancia y práctica de la religión y las virtudes cristianas. Su vida fue toda un continuo éxtasis, estando constantemente rodeada de raptos espirituales, apariciones y sucesos milagrosos. Su figura es receptora de una inmensa devoción por parte del pueblo valenciano y en especial de su villa natal. Así pues su fiesta de alguna manera es reflejo de ese gran amor que se le profesa y se convierte en un acto de alabanza a Dios agradeciendo a la Beata Inés su poderosa intercesión.
Historia[editar]
La historia de la festividad a la Beata en Benigànim se inició a partir del año 1888 en que tuvo lugar la beatificación de la Madre Inés y la iglesia autorizó los cultos en honor de la religiosa beniganense. Organizada en ese año la Hermandad Inesina, que hoy perdura con más de 1.500 miembros, se empezó a celebrar la fiesta a la beata en su onomástica, el día de su muerte el 21 de enero. Igualmente se celebraron festejos solemnes en los dos veranos siguientes a la beatificación y en agosto de 1896, celebrando el segundo centenario de la muerte de la religiosa, en las cuales ante la presencia del beato cardenal Ciríaco María Sancha se bendijo la capilla-sepulcro de la agustina entronizando su cuerpo en su sepulcro. En los años cuarenta pasó a formar parte de la fiesta el acto de la procesión y en 1955 hizo su entrada en Benigánim el grupo procesional de la Beata que se venera en la actualidad. Desde entonces ha ido conformándose la fiesta en su morfología actual y cabe destacar que en febrero de 1988, con motivo del centenario de la beatificación tuvieron lugar unos solemnes festejos que abarcaron varios días en que se aglutinaron nuemerosos
actos religiosos.
La Fiesta[editar]
el 21 de enero es la gran fiesta de Benigànim. En este día la iglesia celebra la memoria de la Beata Inés y en su villa natal se celebra con alborozo esta grandiosa festividad. Benigànim se llena de miles de devotos que acuden para rendir homenaje a la Beata Inés. Es una celebración única en donde confluyen la intensa religiosidad con el arte y la cultura popular en una celebración que tramita su declaración de interés turístico. Destaca muy en especial la procesión vespertina con calles engalanadas y las tradicionales representaciones de la beata, lo que se conoce como "milacres".
Novena[editar]
Se celebra del 12 al 20 de enero, y es el acto más antiguo, durante estos nueve días tiene lugar el rezo del Rosario, ejercicio de la novena a la beata y celebración de la Eucaristía junto con otros actos como la unción de enfermos. Se cuenta entre los actos más populares así como de mayor afluencia.
Hoguera[editar]
La noche del 20 de enero, víspera de la fiesta tiene lugar la quema de una monumental hoguera en la plaza de la Beata frente al monasterio de las agustinas descalzas. Una costumbre popular valenciana que tiene como fin purificar Benigánim para los festejos del día 21.
21 de enero. Día y fiesta de la Beata Inés[editar]
- Despertà de la Aurora
Es uno de los actos más tradicionales. Celebrada en la madrugada del día 21 consiste en que un grupo de vecinos marche por las calles cantando coplas populares a diversos santos ante sus retablos cerámicos, conventos, iglesias o capillas diseminados por el entramado urbano.
- "Despertà de tronaors" y primera misa
A las siete de la mañana se celebra otra despertà, en este caso más ruidosa con cohetes. A la misma hora en la iglesia de la Beata se celebra la primera misa con notable afluencia de fieles.
- Misa de comunión general
A las ocho de la mañana tiene lugar la segunda Eucaristía que oficia el predicador de la novena. La afluencia de devotos en numerosísima, hasta el punto de que en ocasiones algunos han de seguir la misa desde la calle.
- Misa mayor
Celebrada en la plaza de la Beata agrupa a más de un millar de personas que abarrotan la plaza e incluso el templo. Es el acto central de la mañana que suele presidir algún personaje destacado de la iglesia.
Procesión[editar]
A las cinco de la tarde se inicia el acto más destacado, conocido y participativo de la fiesta. Es la solemne procesión de la Beata Inés de Benigànim. Este acto en el que suelen participar alrededor de unas 11.000 personas, supera el número de habitantes de Benigànim. Los recorridos por los que transcurre el desfile procesional varían cada año, y las calles de este son profusamente engalanadas por los vecinos que como todo un acontecimiento se han preparado durante meses. Pintan el suelo, cuelgan banderas y colocan adornos que manualmente han preparado ideando con su imaginación ricos ornamentos florales… también iluminan las calles con ingeniosas lámparas que junto al resto del conjunto disfrazan la calle para recibir el paso de un acto de fe, y el paso de su paisana más querida, estos trabajos son como una particular ofrenda que los vecinos brindan a la que cariñosamente es llamada la beateta. Asistiendo a la procesión se pueden observar en esquinas y bajos cuadros plásticos llamados "milacres" que recrean escenas de la vida de la beata, consisten en la elaboración de un decorado que simule un espacio del s.XVII o de algún momento histórico relacionado con la santa en el interior del escenario unos personajes ataviados con vestidos adecuados a cada escena, permanecen en posición estática durante el transcurso de la procesión completando la escenificación.
La Fiesta de la Cruz o Cruz de Mayo es una celebración que a modo de romería se realiza en Ademuz, provincia de Valencia, (Comunidad Valenciana, España).
La fiesta tiene lugar el día 3 de mayo, y consiste en la subida al cerro del Castillo de Ademuz, donde se hallan las ruinas de la Ermita de Santa Bárbara del Castillo,1 para la bendición de los términos.
Componentes de la fiesta[editar]
Tradicionalmente, la Fiesta de la Cruz en Ademuz tiene varios componentes, el ancestral, el mundano y social y el propiamente religioso: el ancestral se refiere a los orígenes atávicos o míticos de la fiesta, vinculados a las celebraciones de primavera en los pueblos de las culturas prerromanas (fiestas mayales europeas), el mundano y social, referido a las hogueras de la noche previa, los cargos –bastón, chuzo y bandera- y el baile de la bandera; y el religioso, que se refiere a la celebración propiamente religiosa cristiana, la misa en la parroquial y a la bendición de los términos en el cerro del Castillo.
Respecto a los significantes observables en la celebración: el fuego de las hogueras representa la purificación física; entre los cargos: el bastón se asocia al mando o autoridad, el chuzo (palo con púa metálica) a la fuerza y el orden, mientras que la bandera encarna a la comunidad. La bandera que se utilizaba antaño poseía una inscripción, relativa a un antiguo Sindicato Católico Agrario fundado en la localidad. El agua bendita que se asperge en dirección de los cuatro puntos cardinales es otra forma de purificación, en este caso ritual, espiritual y religiosa.
Desarrollo[editar]
La fiesta comienza propiamente la noche anterior (2 de mayo), en la que los vecinos, de forma individual o colectiva encendían hogueras en la calle, frente a sus casas, fuego que antaño aprovechaban algunos para asar patatas u otros alimentos. Junto con la comida se bebe y se baila –algunos no se acostaban en toda la noche-, mientras las campanas de la parroquial sonaban hasta el amanecer. Por la mañana tiene lugar una celebración religiosa en la parroquial (misa), a la salida se baila la bandera en la plaza del Rabal, y se sube en romería hasta el cerro del castillo. Antiguamente, los vecinos asistentes se reunían en la plaza de la Iglesia al alba, y subían en romería hasta la ermita acompañados por los dulzaineros de Vallanca.
Aunque no existen pruebas documentales, es de suponer que antaño la misa tenía lugar en la propia ermita de Santa Bárbara, pero ésta fue destejada después de la guerra (años 1947-56), y la madera de la cobertura vendida para hacer los bancos de la Iglesia Arciprestal de San Pedro y San Pablo, devastada durante la revolución (1936-39). Una vez en el cerro, en torno a las ruinas de la ermita de Santa Bárbara, el sacerdote hace la bendición de los términos, aspergiendo agua bendita con el hisopo en los cuatro puntos cardinales. Durante la bendición había una petición o ruego expreso, para que no hubiera tormentas o pedriscos que dañaran las cosechas del término.
Tras la bendición, en el entorno de las ruinas de la ermita tiene lugar una degustación de pastas, pagadas por los cargos, como la misa. Antaño, de regreso a la villa, en la Iglesia se hacía la renovación de cargos para el año siguiente, guardándose el bastón, el chuzo y la bandera en el templo.
Historia, significado y evolución[editar]
El origen de la Fiesta de la Cruz puede estar vinculado con la ancestral Festividad de los Mayos y las fiestas mayales en general, que pueden encontrase por toda Europa, relacionadas con la primavera -estación que implica renacimiento y renovación-, y que tras el advenimiento del cristianismo se asociaron a la cruz de Cristo. Otros la vinculan con Santa Elena (ca.250-329), madre del emperador Constantino el Grande y la cruz que halló en Jerusalén, y que según la tradición cristiana sería aquella en la que crucificaron a Cristo.
El comienzo de la celebración en Ademuz es desconocido, ya que no hay datos documentales de esta fiesta, mas los testimonios recogidos entre los vecinos de más edad dicen que en tiempo de sus padres y abuelos ya se celebraba, lo que permite remontarnos como mínimo a principios del siglo XX, finales del XIX. El hecho de que en Ademuz se suba hasta el cerro del Castillo, donde las ruinas de la ermita de Santa Bárbara cabe relacionarlo con la cruz de hierro que hubo en las inmediaciones del santuario. En tiempos de Cavanilles (siglo XVIII, finales) dicha cruz era ya famosa y tenida por milagrosa entre los lugareños, ya que según la creencia generalizada en momentos de tormenta emitía “penachos de fuego”, y dejaba oír “un zumbido particular”, que ahuyentaba las tormentas y evitaba la caída de rayos en el lugar.2
La bendición de términos que tiene lugar en el cerro de la arruinada ermita, un lugar elevado sobre la antigua villa, cabe relacionarla con la búsqueda de la protección divina (para los campos, animales y cosechas), ello sugiere su origen ancestral y posterior asimilación cristiana, en tanto el agua bendita es una forma de purificación ritual.
El desarrollo de la Fiesta de la Cruz en Ademuz se halla vinculado al mundo agrario en particular, y a la ruralidad en general, hasta el punto de que la crisis del mundo rural y de la celebración han ido parejas; hoy se pretende recuperar esta tradición socioreligiosa, como forma de reafirmación de la identidad local.
La Fiesta de las reverencias es una romería que se celebra por Pascua Granada (Pentecostés) en Mas del Olmo, aldea de Ademuz, provincia de Valencia, (Comunidad Valenciana, España).
Se desarrolla en las proximidades de Mas del Olmo, entre los vecinos de Sesga que acuden en romería y los de Mas del Olmo, que salen a recibirlos.
Desarrollo[editar]
La celebración incumbe a dos comunidades próximas –Sesga y Mas del Olmo-, ambas aldeas de Ademuz situadas en la vertiente oriental de la comarca, que corresponde a las estribaciones de Javalambre y Sierra de Tortajada y la villa de Puebla de San Miguel.
Por parte de Sesga, los vecinos emprenden una marcha en dirección a Mas del Olmo, portando un crucífero (cruz procesional), un estandarte y una bandera, que se guardan en la iglesia de la Inmaculada Concepción. Antaño era obligado ir al menos uno por cada casa, hasta el punto de que el alguacil vigilaba que así fuera. Si alguien incumplía la norma podía ser sancionado con un día de trabajo en el arreglo de los caminos del común. El camino tradicional que se seguía era por el molino de Los Cuchillos, atravesando Los Planos y la fuente del Berro. Desde el molino, el camino es ascendente, subiendo aguas arriba de la rambla de Mas del Olmo; en total el trayecto supone ocho kilómetros, unas dos horas de marcha.
Por parte de Mas del Olmo, los vecinos acuden a recibir a los de Sesga, portando asimismo un crucífero y el estandarte, que se guardan en la iglesia de Santa Bárbara. Salen de la aldea por el camino de Ademuz, hasta que se encuentran con los que vienen de Sesga.
Propiamente, la celebración consiste en un cruce de banderas y/o estandartes, a modo de saludo o parabién -lo que implica un mutuo deseo de bienestar y prosperidad-: la maniobra de acercamiento comienza a cierta distancia, cada pocos pasos se detiene el portaestandarte y realiza el parabién. Dichas maniobras o cortesías se efectuan por ambas partes, hasta que se produce el encuentro. Desde este momento la comitiva que viene de Sesga y la de Mas del Olmo se hacen una hasta la aldea, donde se halla la iglesia. Aquí tiene lugar una celebración religiosa, con misa y procesión.
Tras la celebración religiosa tiene lugar una comida de hermandad y por la tarde un baile popular, hasta el momento de la despedida, en que los de Mas del Olmo acuden a despedir a los de Sesga al punto donde los han recibido por la mañana, poco más abajo del puente que salva la rambla en dirección a Puebla de San Miguel.
Historia[editar]
Se desconoce el origen de esta curiosa tradición, pudiendo datar, como mínimo, de finales del siglo XIX, pues los abuelos y padres de los más ancianos del lugar ya la celebraban. Se trata de una peregrinación, lo que implica desplazamiento físico y geográfico –de Sesga a Mas del Olmo-, y el hecho de que tenga lugar en Pentecostés(primavera) permite colegir que su origen pudo estar en una rogativa ante un hecho calamitoso que afectó a ambas comunidades, como una peste, sequía u otra circunstancia aciaga. Todo lo cual pone de manifiesto la hermandad entre dos Lugares (aldeas de Ademuz) que conmemoran así la superación de aquel hecho funesto.
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