El Retablo de la Virgen, san Agustín y san Nicolás de Tolentinoes un retablo gótico hecho con la pintura al óleo, temple y dorado con pan de oro sobre madera, obra de Antoine de Lonhy, realizada hacia el 1461- 1462 para el monasterio de los agustinos de Domus Dei de Miralles (Castellví de Rosanes, Barcelona). El cuerpo del retablo se encuentra en el Museo Nacional de Arte de Cataluña y dos tablas de la predela están en el museo del Castillo de Peralada.
Historia[editar]
El retablo fue un encargo para el monasterio agustiniano de Domus Dei de Miralles, en Castellví de Rosanes, Barcelona. Antoine de Lonhy, de origen francés, viajó bastante durante su carrera profesional y después de un período probablemente formativo en Borgoña en la década de 1440, el siguiente destino documentado fue Barcelona, a partir del año 1460.
De este periodo en Cataluña sólo se conocen dos obras: el rosetón de la Basílica de Santa María del Mar, que se había derrumbado por los terremotos de 1428.1 La otra, es el retablo del Domus Dei de Miralles, datado después de la obra de Santa María del Mar, aproximadamente entre 1461 y 1462.2
A pesar de no haber documentación del encargo de esta obra, se considera que podría haber sido financiada por el curtidor Bernat Nicolás, hijo homónimo del mercader que había financiado la fundación del monasterio en 1414 y en el que fue enterrado.3 Nicolás padre también había financiado el monasterio de San Jerónimo de la Murtra.4La relación de Bernat Nicolás con la obra se justifica por las siglas "BN" en la tabla central, donde está el comitente arrodillado a los pies de la Virgen. Por lo tanto, podría tratarse de un retablo para la capilla donde tuviera la sepultura el creador del monasterio.3
El pago al artista no fue realizado por el comitente, sino por Mateu Rella, provincial de la orden de los agustinos. En 1462 quedaba todavía un pago reconocido de 22 libras que Lonhy endosó al bordador Antonio Sadurní para liquidar unos pagos pendientes con él, cuando se fue a Saboya.3
Descripción[editar]
La primera documentación descriptiva que se dispone es del historiador Gaietà Barraquer i Roviralta quien, en 1901, lo describió cuando todavía estaba en el monasterio para el que fue creado. El mismo autor afirmaba que en 1910 ya estaba en manos privadas, en casa de José García Peñasco.2
El retablo tiene dos pisos más una predela, actualmente separada, y tres calles. Aparentemente le falta un coronamiento que podía haber sido un ático o tan sólo una decoración con un guardapolvo o similar.
- La calle izquierda está dedicada a san Agustín de Hipona:
- En el piso superior se representa la escena de San Agustín invistiendo un novicio. Además del santo y el novicio, en la escena hay diez monjes agustinos con su hábito negro y otro novicio esperando su turno. Son muchos personajes para una tabla relativamente estrecha lo que conlleva una cierta complejidad para conseguir sensación de perspectiva.
- En el piso inferior, se muestra la imagen de cuerpo entero de San Agustín como doctor de la Iglesia. Lleva una mitra de obispo y como atributo sostiene una maqueta de una iglesia en la mano izquierda.
- La calle central está dedicada a la Virgen María, la figura central del retablo.
- En el piso superior hay representada una Epifanía o Adoración de los Reyes Magos al niño Jesús. La escena se desarrolla en el exterior de un pesebre. Dentro, en el centro, se encuentra san José representado sin nimbo; tras él se ven el buey y la mula del Nacimiento. Fuera del pesebre, el centro de la escena lo marca el rey Melchor, el rey más anciano que permanece arrodillado ante la virgen María y el bebé, que ocupan la mitad derecha de la escena; su corona está en el suelo y está ofreciendo un copón dorado al Niño Jesús que se acerca a tocar su contenido. Detrás de Melchor, en segundo término, están de pie los otros dos reyes sosteniendo en su mano un copón dorado con las ofrendas. A pesar de estar fechado a finales del siglo XV, los reyes magos aún representan las tres edades del hombre, no las diferentes razas, un cambio de la iconografía representando la pluralidad étnica que comenzó a partir del siglo XV.5
- La tabla del piso inferior es la figura central: la Virgen María con el Niño. Es una imagen en Sedes sapientiae, que simboliza la Iglesia basada en la sabiduría divina. La Virgen mira dulcemente a Jesús que sostiene desnudo sobre su regazo. El Niño está inclinado dirigiendo su mano derecha hacia la figura del comitente que está arrodillado en oración en el lado izquierdo de la escena. El trono donde está sentada la Virgen tiene dos grandes brazos donde se apoyan sendos ángeles que observan la escena. Desde el respaldo y cubriendo los personajes principales hay un dosel forrado en tela roja con una inscripción en la parte frontal que contiene el inicio de la Salve Regina « SALVE REHINA MATER MISERlCORDIE [V] ITA [DULCEDO] ET SPES NOSTRA SALVE. AD TE CLAMA [MUS] ». Dentro del escudo que hay en la parte baja de la tabla central aparecen las letras "bn", iniciales del comitente, Bernat Nicolás.
- La calle derecha está dedicada a san Nicolás de Tolentino:
- La tabla superior representa la misa de san Nicolás de Tolentino en sufragio de las almas del purgatorio. Nicolás tenía una gran devoción por los que hacía poco que habían muerto, rogando por sus almas. Era un reconocido exorcista.6 La temática de la misa a favor de las almas del purgatorio es similar a la misa de san Gregorio, más habitual en la pintura del reino de Aragón, aunque la iconografía es diferente.7
- La tabla del primer piso muestra a san Nicolás de Tolentino vestido con el hábito agustiniano, leyendo un libro y con unos lirios en la mano. Este retablo es una de las primeras representaciones del santo de Tolentino después de su canonización en 1446.7
Predela[editar]
De las tres tablas de la predela, la central está perdida y las dos laterales se encuentran en el museo del Castillo de Perelada.
La tabla izquierda, es decir, la de la calle dedicada a la figura de San Agustín, representa la muerte de santa Mónica, madre de San Agustín.
La tabla derecha muestra los milagros ante la tumba de Nicolás de Tolentino.
Visión del Más Allá
La Ascensión al Empíreo, una de las cuatro tablas | ||
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Autor | El Bosco, Hacia 1490 o después | |
Técnica | Óleo sobre tabla | |
Estilo | Gótico | |
Tamaño | 87 cm × 40 cm | |
Localización | Gallerie dell'Accademia, Venecia, Italia | |
La Visión del Más Allá es el tema de cuatro postigos que se conservan en el Palacio Ducal de Venecia, realizados por el pintor flamenco El Bosco, ejecutado en óleo sobre tabla. Cada uno de ellos mide 87 cm de alto por 40 cm de ancho.
Se cree que son los postigos laterales de un políptico perdido (según Tolnay, 1965), con los paneles laterales superpuestos, colocados el Paraíso terrenal y la Ascensión a la izquierda, uno sobre otro, y la Caída de los condenados y el Infierno a la derecha, también uno sobre otro. Se ha aventurado igualmente la hipótesis de que se tratara de dos pequeños trípticos relacionados entre sí. Entonces el Paraíso terrenal y la Ascensión al Empíreo enmarcarían una tabla central con el tema de la Resurrección de la carne; y la Caída de los condenados y el Infierno estarían a ambos lados de un Juicio Final.
Como el resto de obras del Bosco, no se sabe con certeza la fecha de realización. Tradicionalmente se datan en el periodo 1500-1504. La dendrocronología data la tabla hacia 1490 o después.
Se cree que son las tablas (las llama lienzos) que Marcantonio Michiel menciona, en su Notizia d'opere del disegno (1521) en la colección veneciana del cardenal Domenico Grimani.
Los temas de los postigos son:
- El Paraíso terrenal.
Hombres y mujeres, acompañados por ángeles, miran hacia la fuente de la vida que está en lo alto de una colina.
- La Ascensión al Empíreo.
En esta tabla las almas están sostenidas por ángeles que las conducen hacia la luz divina a través de un pasaje cilíndrico, más allá del cual deben proseguir solos, quizá aquí el artista se refiere a una frase de El casamiento espiritual de Jan van Ruysbroeck, en el que habla de la irradiación de Dios como un abismo inmenso de luz esencial. Es todo un hallazgo esa entrada a través de un cilindro de franjas concéntricas, tomado quizás de la tradición de las miniaturas de la Baja Edad Media, según Baldass.
- La Caída de los condenados.
Es una pintura muy oscura, en la que sólo algunos bordes levemente iluminados dejan entrever los contornos de las figuras. Los condenados se hunden, caen, en las tinieblas.
- El Infierno.
A diferencia de otros infiernos representados por el Bosco en las tablas derechas de sus trípticos más conocidos (Juicio Final de Viena, el Jardín de las Delicias, el Carro del Heno) no hay aquí multitud de demonios atormentando a los pecadores de mil maneras distintas, sino muy pocas figuras, casi con una sola como protagonista: el condenado en primer plano que apoya la cabeza en la mano con gesto de desesperanza.
Detrás de él, una roca amenazadora está iluminada por los fuegos que arden detrás de ella, con lo que se subraya más su perfil sombrío y espantoso; este tipo de iluminación nocturna sí es muy habitual en sus representaciones del infierno. En los otros casos suelen ser edificios incendiados en los que se ve que el fuego viene desde abajo, como inspirándose en las entonces modernas armas de pólvora o explosiones, con lo que los infiernos que pinta el Bosco acaban pareciendo lugares de confrontación militar.
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