Funciones de la piel
En este artículo se pretende describir cómo contribuye la piel a la regulación de la temperatura corporal, el almacenamiento de sangre, la protección, las sensaciones, la excreción y absorción, y la síntesis de vitamina D.
Termorregulación
La piel contribuye a la termorregulación, regulación homeostática de la temperatura corporal, mediante dos mecanismos: por liberación de sudor en su superficie y por regulación del flujo sanguíneo en la dermis. En respuesta a altas temperaturas o al calor producido por el ejercicio, aumenta la producción de sudor y su evaporación desde la superficie de la piel, ayuda de esta forma a disminuir la temperatura corporal. Además, los vasos sanguíneos de la dermis se dilatan; en consecuencia, más sangre fluye por la dermis, lo cual incrementa la pérdida de calor del organismo. En respuesta a temperaturas ambientales bajas, la producción de sudor disminuye y esto ayuda a conservar el calor. Además, se contraen los vasos sanguíneos de la dermis (disminuyendo de calibre), el flujo sanguíneo que atraviesa la piel se reduce y la pérdida de calor del organismo se atenúa.
Termorregulación
La piel contribuye a la termorregulación, regulación homeostática de la temperatura corporal, mediante dos mecanismos: por liberación de sudor en su superficie y por regulación del flujo sanguíneo en la dermis. En respuesta a altas temperaturas o al calor producido por el ejercicio, aumenta la producción de sudor y su evaporación desde la superficie de la piel, ayuda de esta forma a disminuir la temperatura corporal. Además, los vasos sanguíneos de la dermis se dilatan; en consecuencia, más sangre fluye por la dermis, lo cual incrementa la pérdida de calor del organismo. En respuesta a temperaturas ambientales bajas, la producción de sudor disminuye y esto ayuda a conservar el calor. Además, se contraen los vasos sanguíneos de la dermis (disminuyendo de calibre), el flujo sanguíneo que atraviesa la piel se reduce y la pérdida de calor del organismo se atenúa.
Reservorio de sangre
La dermis alberga una extensa red de vasos sanguíneos que transportan del 8 al 10% del total del flujo sanguíneo de un adulto en reposo. Por tal razón, la piel actúa como un reservorio de sangre.
Protección
La piel provee protección al cuerpo de muchas maneras. La queratina protege a los tejidos subyacentes de gérmenes, abrasiones, calor y agentes químicos, y los queratinocitos estrechamente unidos resisten la invasión de microorganismos. Los lípidos liberados por los gránulos laminares retardan la evaporación de agua desde la superficie de la piel y, por lo tanto, evitan la deshidratación; también disminuyen la entrada de agua a través de la superficie de la piel durante las duchas y la natación. El sebo oleoso de las glándulas sebáceas evita la deshidratación de la piel y el pelo y contiene agentes químicos bactericidas que eliminan las bacterias de la superficie.
El pH ácido de la transpiración retarda el crecimiento de algunas bacterias. El pigmento melanina ayuda a proteger al organismo de los efectos nocivos de la luz UV. Dos tipos de células llevan a cabo funciones protectoras de naturaleza inmunológica. Las células epidérmicas de Langerhans alertan al sistema inmunitario de la presencia de invasores microbianos potencialmente dañinos, reconociéndolos y procesándolos; los macrófagos de la dermis fagocitan virus y bacterias que se las ingenian para evitar a las células de Langerhans de la epidermis.
Sensibilidad cutánea
La sensibilidad cutánea se origina en la piel y comprende sensaciones de tacto, presión, vibración y cosquilleo, así como también sensaciones térmicas como calor y frío. Otra sensación cutánea, el dolor, es generalmente un indicador de daño tisular inminente o actual. Hay una ampla variedad de terminales nerviosos y receptores distribuidos por la piel, como los discos táctiles de la epidermis, los corpúsculos del tacto en la dermis y los plexos de la raíz pilosa alrededor de cada folículo piloso.
Excreción y absorción
La piel normalmente cumple cierto papel en la excreción, eliminación de sustancias del organismo, y la absorción, el paso de sustancias del medio externo a las células. A pesar de la impermeabilidad al agua del estrato córneo, alrededor de 400 mL de agua se evaporan a través de ella diariamente. Una persona sedentaria pierde 200 mL adicionales por día como sudor; una persona físicamente activa pierde mucho más. Además de eliminar agua y calor del organismo, el sudor también es vehículo de excreción de pequeñas cantidades de sales, de dióxido de carbono y de dos moléculas orgánicas que resultan del metabolismo de las proteínas, el amoniaco y la urea.
La absorción de sustancias solubles en agua a través de la piel es insignificante, pero ciertas sustancias liposolubles atraviesan la piel, como las vitaminas A, D, E y K, ciertos fármacos y los gases de oxígeno y dióxido de carbono. Las sustancias tóxicas que pueden absorberse a través de la piel son los solventes orgánicos como la acetona (presente en quitaesmaltes para uñas) y el tetracloruro de carbono (producto para limpieza en seco), las sales de metales pesados como el plomo, el mercurio y el arsénico, y los principios tóxicos de la hiedra venenosa y el roble venenoso. Dado que los esteroides tópicos (aplicados sobre la piel) como la cortisona son liposolubles, se desplazan con facilidad hasta la región papilar de la dermis. Allí ejercen sus propiedades antiinflamatorias mediante la inhibición de la producción de histamina por los mastocitos (recordando que la histamina contribuye a la inflamación).
Aplicación transdérmica de fármacos
El organismo absorbe la mayoría de los fármacos a través del aparato digestivo, aunque también pueden inyectarse en el tejido subcutáneo o en un músculo. Una vía alternativa, la administración transdérmica (transcutánea), permite que un fármaco contenido en un parche adhesivo aplicado en la piel atraviese la epidermis hasta los vasos sanguíneos de la dermis. La sustancia se libera en forma continua a una velocidad determinada por un período de uno o varios días. Este método es sobre todo útil en el caso de fármacos que se eliminan rápidamente, ya que de administrarse por otra vía, los intervalos entre las dosis deberías ser muy cortos.
YA que la principal barrera para la penetración de los fármacos es el estrato córneo, la absorción trandérmica es más acelerada en regiones de la piel donde esa capa es más fina, como el escroto, la cara y el cuero cabelludo. Un número cada vez mayor de fármacos está disponible para la administración transdérmica, como la nitroglicerina para la prevención de la angina de pecho (dolor en el pecho asociado a enfermedades cardíacas); la escopolamina para la cinetosis; el estradiol utilizado en la terapia de reposición hormonal durante la menopausia; la nicotina, usada como coadyuvante para erradicar el hábito de fumar; y el fentanilo, que se emplea para mitigar el dolor intenso en pacientes con cáncer.
Síntesis de vitamina D
La síntesis de vitamina D requiere la activación de un precursor en la piel por los rayos UV de la luz solar. La molécula activa luego se modifica por la acción de enzimas del hígado y los riñones y se produce finalmente calcitriol, una forma más activa de la vitamina D. El calcitriol es una hormona que participa en la absorción del calcio de los alimentos en el tubo digestivo.
La dermis alberga una extensa red de vasos sanguíneos que transportan del 8 al 10% del total del flujo sanguíneo de un adulto en reposo. Por tal razón, la piel actúa como un reservorio de sangre.
Protección
La piel provee protección al cuerpo de muchas maneras. La queratina protege a los tejidos subyacentes de gérmenes, abrasiones, calor y agentes químicos, y los queratinocitos estrechamente unidos resisten la invasión de microorganismos. Los lípidos liberados por los gránulos laminares retardan la evaporación de agua desde la superficie de la piel y, por lo tanto, evitan la deshidratación; también disminuyen la entrada de agua a través de la superficie de la piel durante las duchas y la natación. El sebo oleoso de las glándulas sebáceas evita la deshidratación de la piel y el pelo y contiene agentes químicos bactericidas que eliminan las bacterias de la superficie.
El pH ácido de la transpiración retarda el crecimiento de algunas bacterias. El pigmento melanina ayuda a proteger al organismo de los efectos nocivos de la luz UV. Dos tipos de células llevan a cabo funciones protectoras de naturaleza inmunológica. Las células epidérmicas de Langerhans alertan al sistema inmunitario de la presencia de invasores microbianos potencialmente dañinos, reconociéndolos y procesándolos; los macrófagos de la dermis fagocitan virus y bacterias que se las ingenian para evitar a las células de Langerhans de la epidermis.
Sensibilidad cutánea
La sensibilidad cutánea se origina en la piel y comprende sensaciones de tacto, presión, vibración y cosquilleo, así como también sensaciones térmicas como calor y frío. Otra sensación cutánea, el dolor, es generalmente un indicador de daño tisular inminente o actual. Hay una ampla variedad de terminales nerviosos y receptores distribuidos por la piel, como los discos táctiles de la epidermis, los corpúsculos del tacto en la dermis y los plexos de la raíz pilosa alrededor de cada folículo piloso.
Excreción y absorción
La piel normalmente cumple cierto papel en la excreción, eliminación de sustancias del organismo, y la absorción, el paso de sustancias del medio externo a las células. A pesar de la impermeabilidad al agua del estrato córneo, alrededor de 400 mL de agua se evaporan a través de ella diariamente. Una persona sedentaria pierde 200 mL adicionales por día como sudor; una persona físicamente activa pierde mucho más. Además de eliminar agua y calor del organismo, el sudor también es vehículo de excreción de pequeñas cantidades de sales, de dióxido de carbono y de dos moléculas orgánicas que resultan del metabolismo de las proteínas, el amoniaco y la urea.
La absorción de sustancias solubles en agua a través de la piel es insignificante, pero ciertas sustancias liposolubles atraviesan la piel, como las vitaminas A, D, E y K, ciertos fármacos y los gases de oxígeno y dióxido de carbono. Las sustancias tóxicas que pueden absorberse a través de la piel son los solventes orgánicos como la acetona (presente en quitaesmaltes para uñas) y el tetracloruro de carbono (producto para limpieza en seco), las sales de metales pesados como el plomo, el mercurio y el arsénico, y los principios tóxicos de la hiedra venenosa y el roble venenoso. Dado que los esteroides tópicos (aplicados sobre la piel) como la cortisona son liposolubles, se desplazan con facilidad hasta la región papilar de la dermis. Allí ejercen sus propiedades antiinflamatorias mediante la inhibición de la producción de histamina por los mastocitos (recordando que la histamina contribuye a la inflamación).
Aplicación transdérmica de fármacos
El organismo absorbe la mayoría de los fármacos a través del aparato digestivo, aunque también pueden inyectarse en el tejido subcutáneo o en un músculo. Una vía alternativa, la administración transdérmica (transcutánea), permite que un fármaco contenido en un parche adhesivo aplicado en la piel atraviese la epidermis hasta los vasos sanguíneos de la dermis. La sustancia se libera en forma continua a una velocidad determinada por un período de uno o varios días. Este método es sobre todo útil en el caso de fármacos que se eliminan rápidamente, ya que de administrarse por otra vía, los intervalos entre las dosis deberías ser muy cortos.
YA que la principal barrera para la penetración de los fármacos es el estrato córneo, la absorción trandérmica es más acelerada en regiones de la piel donde esa capa es más fina, como el escroto, la cara y el cuero cabelludo. Un número cada vez mayor de fármacos está disponible para la administración transdérmica, como la nitroglicerina para la prevención de la angina de pecho (dolor en el pecho asociado a enfermedades cardíacas); la escopolamina para la cinetosis; el estradiol utilizado en la terapia de reposición hormonal durante la menopausia; la nicotina, usada como coadyuvante para erradicar el hábito de fumar; y el fentanilo, que se emplea para mitigar el dolor intenso en pacientes con cáncer.
Síntesis de vitamina D
La síntesis de vitamina D requiere la activación de un precursor en la piel por los rayos UV de la luz solar. La molécula activa luego se modifica por la acción de enzimas del hígado y los riñones y se produce finalmente calcitriol, una forma más activa de la vitamina D. El calcitriol es una hormona que participa en la absorción del calcio de los alimentos en el tubo digestivo.
También te puede interesar: Cuáles son las capas de la piel
Instrucciones:
1
Protección: La piel protege el cuerpo humano de cualquier tipo de ataque externo. Como por ejemplo de golpes, quemaduras, presión, pérdida de agua y calor, acciones de agentes químicos, penetración de gérmenes. Selecciona aquello que es dañino para el cuerpo y lo que es beneficioso.
2
Mantenimiento de la hidratación: La piel es un 70% agua y es lo que permite la vitalidad en ella. Por esta razón, cuando la cantidad de agua disminuye la capa córnea puede llegar a perder elasticidad y es cuando decimos que tenemos la piel seca. Cuando la piel está bien hidratada se regeneran las células cutáneas que como consecuencia renuevan la piel, a su vez tiene una mayor flexibilidad facilitando una mejor cicatrización y prevención de surgimiento de arrugas.
3
Nutrición: Cuando hay una necesidad de nutrición es que hay una falta de lípidos. Los lípidos ayudan a restaurar la función barrera de la piel y a restablecer las membranas celulares. Por ello cuando faltan lípidos la función barrera se ve debilitada y hay un aumento de la deshidratación, se pierde elasticidad y se vuelve más vulnerable la piel, y hasta pueden llegar aparecer arrugas.
4
Reproducción: Las células vivas se reproducen mediante la mitosis eliminando las células viejas por las células nuevas. Pues bien, las células de la piel que se encuentran en la epidermis -capa superior de la piel- se reproducen cada 28 días. Gracias a este reemplazamiento de las células, los cortes o cualquier tipo de herida pueden cicatrizar de forma rápida.
5
Secreción: Las glándulas de secreción pueden ser ecrinas -segregan líquido y sudor-, apocrinas y holocrinas o sebáceas. Su origen es a causa de la desintegración y diferenciación celular completa. Al largo de la vida se va modificando pero el momento más alto es en la pubertad.
6
Eliminación: La piel regula la temperatura corporal y se realiza eliminando el calor, evaporando el sudor secretado y a su vez eliminando todas aquellas sustancias que sean nocivas.
¿Para qué sirve la piel? Te desvelamos cuáles son las funciones más importantes de la piel, conociendo por qué es un elemento tan fundamental en nuestra protección y salud.
La piel es el órgano más grande, extenso y largo de nuestro cuerpo. Puede llegar a alcanzar los 2 metros cuadrados de piel y un espesor entre los 0,5 mm y los 4 mm., dependiendo del lugar del cuerpo. Por ejemplo, es más gruesa en los talones y más fina en los párpados, y tiende a pesar en torno a los 5 kg. Proporciona una protección sin duda alguna muy efectiva contra la invasión de bacterias y la entrada a nuestro cuerpo de sustancias extrañas.Se divide en tres capas que van desde la superficie hasta la profundidad.
Por un lado nos encontramos con la epidermis, que es la capa superior o más externa de la piel, constituida por tejido epitelial y muy relacionada con la función protectora de la piel. De hecho, es la barrera más efectiva contra la penetración de factores ambientales y la pérdida de agua. Estos hongos o microbios no pueden penetrar en el organismo a menos que se produzca una rotura en la barrera cutánea.
La dermis se encuentra formada por tejido conectivo y sostiene los distintos anexos cutáneos y los vasos sanguíneos, y bajo esta capa encontramos la grasa subcutánea que ayuda a aislarnos térmicamente contra el frío. Finalmente nos encontramos con la hipodermis (o tejido subcutáneo), muy rica en tejido graso; al poseer una textura blanda actúa igualmente como protección de los diferentes órganos de nuestro cuerpo que hay por debajo.
¿Para qué sirve la piel?
Favorece la inmunidad
Determinadas células de nuestra piel trabajan de forma directa con nuestro sistema inmunitario, con el objetivo de evitar que bacterias, virus y otros cuerpos extraños entren en nuestro organismo y nos afecten de forma negativa. En este sentido destacan células como las langerhans, fagocíticas y dendríticas epidérmicas.
Por tanto, se podría decir que dentro de esa función de protección la piel previene que sustancias extrañas e infecciosas entren en nuestro organismo y por tanto enfermemos.
Función protectora
Una de las principales funciones de la piel es la de proteger el interior de nuestro organismo, protegiendo los tejidos internos, los órganos y los huesos, evitando que éstos se vean expuestos al mundo exterior (microbios, bacterias, sustancias químicas, agresiones de insectos…).
Actúa, por ejemplo, como protección efectiva frente a una invasión bacteriana, traumas físicos y golpes y también contra los daños de los rayos UVA.
Alta sensibilidad
La piel es tremendamente sensible, lo que te permite sentir al instante los distintos cambios que se produzcan en el exterior tanto de temperatura como de presión. Esto es gracias a las diferentes terminaciones nerviosas presentes en nuestro cuerpo, las cuales reaccionan a las sensaciones que recoge la piel.
A su vez esas sensaciones alertan a nuestro cerebro de todo cuando está percibiendo a nuestro alrededor, pudiendo reaccionar más fácilmente al tacto, a las caricias, al calor, al frío y al dolor.
Ayuda a regular nuestra temperatura corporal
A través de las glándulas sudoríparas cuando nuestro cuerpo entra en calor se libera sudor, lo que ayuda de forma positiva a la hora de bajar la temperatura. Por otro lado, cuando tenemos frío los pequeños vasos sanguíneos presentes en la piel se llenan de sangre, ayudando a que la temperatura de nuestro cuerpo aumente.
Esto significa que el aumento o la bajada de la temperatura de nuestro cuerpo dependerá en definitiva de la temperatura y las condiciones climáticas que a su vez existan en el exterior.
Función endocrina
La piel es capaz de absorber la vitamina D que obtiene a través de los rayos del sol, transformándola de tal manera que nuestro organismo puede utilizarla de forma efectiva, ayudando a la hora de sintetizarla.
Función excretora
Nuestro cuerpo acumula determinadas sustancias de desecho y toxinas que obviamente no necesita. Habitualmente son residuos producidos y que se acumulan. Estos residuos pueden ser excretados a través de la piel, lo que ayuda a su eliminación. Es el caso del ácido úrico, amoníaco y la urea.
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