RENACIMIENTO EN ESPAÑA .-
Damián Forment
Verdadero creador de una escuela renacentista en Aragón, tuvo una extensa actividad, con grandes demandas de obras, muchas de ellas imposible de atender personalmente y por tanto llevadas a cabo por su propio taller en que como maestro y director formó escultores muy dignos que supieron seguir estrictamente sus enseñanzas.[nota 12]
Su primera obra importante fue el retablo mayor del Pilar de Zaragoza en 1509, que había sido encargado anteriormente a Miguel Gilbert, que murió antes de poder comenzar la obra. Su parte arquitectónica de entablamento es todavía gótica salvo en el banco donde sus formas son renacentistas. En esta parte baja del retablo se hallan los medallones esculpidos con los rostros de Damián Forment y su esposa, obra del propio Forment. Su obra maestra final fue el retablo para el monasterio de Poblet donde el maestro muestra ya un pleno Renacimiento y donde el gótico está totalmente ausente.
Gabriel Joly (españolizado Yoly) fue el segundo gran maestro de la escultura aragonesa, muy influenciado por la obra de Forment. Trabajó en Aragón y en Navarra. Tuvo una estrecha colaboración con el escultor Gil Morlanes el Joven hasta tal punto que desde 1520 y durante cuatro años hicieron a medias todos los contratos. En Teruel hizo retablos en distintas iglesias, obras éstas de gran inspiración y belleza.
El escultor florentino Juan de Moreto tuvo una enorme influencia en la consolidación de las nuevas formas renacentistas en Aragón. Sin tener una gran personalidad, su arte es correcto y bello.[18] Su trabajo fue casi siempre en colaboración con otros maestros. Mucha de su producción está perdida pero queda como ejemplo de buen hacer toda la estructura del retablo del obispo Conchillos en la catedral de Tarazona (1535), cuya escultura se debe a Gabriel Joly y la policromía y dorado a Antón de Plasencia y Francisco de la Puente. Su obra final fue la taracea de los respaldos de la sillería del coro de la basílica del Pilar donde trabajaron en colaboración los escultores-tallistas Juan de Moreto, Nicolás Lobato y Esteban de Obray. El trabajo de Moreto está firmado con estas palabras:
Iuan Moreto Florentin me fecit
Escultura del Renacimiento en Cataluña
En el momento histórico en que la región catalana era parte del Reino de Aragón, se importó de Italia el Sarcófago de Ramón Folc de Cardona-Anglesola, realizado por el escultor renacentista italiano Giovanni da Nola entre los años 1522 y 1525 y que se encuentra instalado en la iglesia parroquial de Bellpuig de Lérida.
En la primera mitad del siglo XVI salieron a la luz las primeras esculturas renacentistas, frecuentemente rodeadas de marcos góticos. La arquitectura de los retablos donde se ubicarán las imágenes renacentistas se componen de columnas de fuste estriado, y la zona inferior decorada con medallones y grutescos.
Trabajó en Barcelona el escultor de origen francés Joan de Tours (también llamado de Torres), que llevó a cabo una gran producción en madera y en piedra por encargo de varias iglesias de Barcelona. Trabajaron así mismo grandes artistas foráneos, sobre todo de Castilla, como Bartolomé Ordóñez en el coro y trascoro de la catedral de Barcelona, obra que finalizó Pedro Villar en 1564. De Villar merece mencionarse el panel de la Crucifixión de Santa Eulalia. Otro escultor no catalán fue Damián Forment cuya obra se ha comentado ampliamente en otras secciones.
Otros escultores fueron: Martín Díez de Liatzasolo (Virgen de la Victoria para el antiguo retablo mayor de la iglesia del Palau), Esteban Jordán, Cristóbal de Salamanca (ambos trabajaron en el retablo mayor y sillería del monasterio de Montserrat), Gil de Medina, autor de un San Cristóbal y una Virgen para la iglesia de San Miguel, conservadas ambas esculturas en el Museo Diocesano de Barcelona, Agustí Pujol (padre), autor de numerosos retablos.
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