RENACIMIENTO EN ESPAÑA .-
En la segunda etapa, con el Renacimiento romanista, cuando la obra imperante por excelencia era el retablo, los obispos fueron los principales mecenas y difusores: Diego de Sarmiento fue el promotor del retablo mayor de la catedral de Astorga (de Gaspar Becerra), Francisco Pacheco de Córdoba del retablo de la catedral de Burgos, Pedro de Lafuente (1578-1587), obispo de Pamplona, encargó a Juan de Ancheta un retablo para la iglesia de Moneo, de donde era oriundo, Antonio Zapata y Cisneros (1596-1600), también obispo de Pamplona, fue promotor y mecenas del retablo de la catedral de Pamplona (y del templete de plata para la procesión del Corpus), Juan de Muñatones, obispo de Segorbepatrocinó el retablo de Santa Casilda en Santa María de Briviesca (obra de Pedro López de Gámiz), que junto con el de Astorga supuso el lanzamiento y ejemplo a seguir del retablo romanista.
Hubo también algunos mecenas pertenecientes a otras clases sociales: Gabriel Zaporta(banquero), que encargó a Ancheta el retablo de su propia capilla de San Miguel en la Seo de Zaragoza; familia Salamanca, que mandó construir el retablo de la capilla de la Natividad en la catedral de Burgos (fundada como capilla funeraria por Ana de Espinosa, viuda de Pedro González de Salamanca) a los escultores Martín de la Haya y Domingo de Bérriz.
Primer tercio del siglo XVI
A lo largo de los primeros 30 años del siglo XVI fueron introduciéndose en España las formas renacentistas con obras italianas importadas o hechas por autores italianos residentes en España. Poco a poco fueron apareciendo escultores españoles bebiendo en las fuentes y enseñanzas del Renacimiento italiano.
Sepulcros marmóreos importados de Italia
La introducción de tipologías renacentistas italianas tuvieron que ver con las importaciones de obras ejecutadas en ese país, a pesar de que fueron de diversa índole, como medallones, retratos, incluso patios con sus columnas y portadas palaciegas como las del castillo de la Calahorra en la provincia de Granada; el tema de mayor importación fue el de los sepulcros.[7]
Entre 1493 y 1504 fue realizado el sepulcro del cardenal Pedro González de Mendoza, para la catedral de Toledo, con una estructura de arco de triunfo de tipo romano. Su autoría es desconocida como también se duda si fue importado o realizado por un escultor italiano in situ.
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