lunes, 30 de junio de 2014

ESCULTURA DEL RENACIMIENTO EN ESPAÑA


RENACIMIENTOS EN ESPAÑA .-

Grandes maestros del segundo tercio del siglo XVI. Escultura castellana

Bartolomé Ordóñez murió joven (1520) y Diego de Siloé marchó muy pronto a trabajar a Granada, de manera que la escuela burgalesa quedó truncada hasta la presentación de los nuevos genios de la escultura, que tuvieron sus talleres en Valladolid. La aparición de grandes escultores en esta ciudad dio lugar a la escuela de Valladolid representada por Alonso Berruguete y Juan de Juni. Estos dos escultores manifestaron con sus obras el auténtico sentir estético del Renacimiento español. Los dos estaban fuertemente influenciados por la fuerza miguelangelesca aunque fueron dos artistas totalmente diferentes en la manera de trabajar: Berruguete rápido, Juan de Juni, lento. Pero ambos tienen en común el expresarse con un acusado manierismo. Los dos crearon escuela y de sus respectivos talleres salieron muy buenos seguidores, algunos de los cuales llegaron a alcanzar reconocida fama.

Alonso Berruguete

Artículo principal: Alonso Berruguete
San Sebastián del retablo de laiglesia del monasterio de San Benito de Alonso Berruguete.
Natural de Paredes de Nava, fue hijo del afamado y ya consagrado pintor Pedro Berruguete. Tuvo una buena formación italiana (Florencia y Roma) tanto en pintura como en escultura. Berruguete inició en España su gran obra escultórica con el retablo que le encargaron para la iglesia del monasterio de La Mejorada cerca de Olmedo (Valladolid). El monasterio ya no existe pero el retablo se custodia en el altar de la capilla del Colegio de San Gregorio (museo de escultura de Valladolid).
La mayor parte de las esculturas de Berruguete fueron concebidas para retablos de grandes proporciones. En muchos de los casos el propio Berruguete se ocupó de la estructura, rompiendo con los moldes de cuadrícula tradicional y creando escenarios especiales para recibir sus esculturas. Su obra maestra fue el retablo de la iglesia del monasterio de San Benito de Valladolid, en 1527, compuesto de relieves y figuras de bulto redondo, más estatuillas en los intercolumnios. Este retablo se encuentra expuesto en el museo de escultura de Valladolid. Otra de sus grandes obras fue el retablo de la Adoración de los Reyes para la iglesia de Santiago de Valladolid, con un intenso movimiento de sus personajes donde se adivina la gran influencia de Miguel Ángel. Su última obra fue el sepulcro del Cardenal Tavera para el Hospital de Tavera en Toledo.[16]
Véase también: Sepulcro del Cardenal Tavera
Retablo de la Adoración de los Reyes para la iglesia de Santiago de Valladolid de Alonso Berruguete.
Berruguete creó escuela y sus seguidores trabajaron en La Rioja, en Cuenca y en Toledo. En Cuenca hubo una verdadera eclosión de retablos renacentistas en que se adivina la elegancia de Berruguete, su canon alargado y su gran refinamiento. Maestros escultores seguidores de la escuela de Berruguete fueron: Joanes, Angelo, Jamete, Giraldo de Flugo,Diego de Tiedra, Antonio Flórez, Miguel Hernández.
Como discípulos directos y seguidores de su gran estilo están los escultores Francisco Giralte, Isidro de Villoldo e Inocencio Berruguete, su sobrino.
Francisco Giralte trabajó en el taller de Berruguete hacia 1530, siendo un gran discípulo y difusor de su estilo. El mismo Berruguete le eligió para trabajar con él en la sillería del coro de la catedral de Palencia. La obra más representativa de Giralte es la ejecutada en lacapilla del Obispo de Madrid: retablo mayor, sepulcro de Gutierre de Carvajal y sepulcro de los padres de este personaje, todo en alabastro.
Villoldo fue un discípulo directo que colaboró con el maestro en sus últimas obras en Toledo: coro de la catedral y sepulcro del cardenal Tavera. Su gran obra es el retablo de alabastro para la sacristía de la catedral de Ávila, ejecutada entre 1549 y 1553. Todo el retablo está profusamente adornado con motivos plateresco-renacentista. Villoldo demostró en esta obra un gran sentido escenográfico y un gran conocimiento para representar la profundidad. Este escultor llevó su arte y sus experiencias a Andalucía donde dejó una gran muestra de esculturas.
Inocencio Berruguete era sobrino y discípulo de Berruguete. Con él se formó en el arte de la escultura y en su taller ayudó a la labra de la sillería del coro de la catedral de Toledo.
La relación de escultores de la escuela castellana no se termina aquí. Hay una larga lista de primeras y segundas figuras que se detallarán en el artículo dedicado a la escultura del Renacimiento en Castilla y León.

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