lunes, 30 de junio de 2014

ESCULTURA DEL RENACIMIENTO EN ESPAÑA


RENACIMIENTO EN ESPAÑA .-

Última etapa del Renacimiento en España

El Renacimiento fue evolucionando hacia un manierismo clasicista o romanista (también llamado trentino por coincidir con las normas dadas por el Concilio de Trento), al mismo tiempo que surgió en la Corte madrileña de Felipe II un foco cortesano cuyo núcleo principal se dio en las obras de El Escorial. Semejante colosal obra atrajo de nuevo (como en los primeros años del siglo) a artistas italianos que aportaron técnicas nuevas (entre otras, el trabajo en bronce) y temas olvidados (el retrato en bronce y en mármol). Los artistas escultores que trabajaron en Madrid fueron los Leoni, padre e hijo; León Leoni había sido escultor del emperador Carlos V y su hijo Pompeyo trabajó siempre a su lado.
Pompeyo Leoni sentó escuela, enseñó a trabajar el bronce y tuvo bastantes discípulos y seguidores. Hizo el sepulcro de la infanta Juana, para las Descalzas Reales y los sepulcros reales de la capilla mayor del Escorial. En Valladolid llevó a cabo el sepulcro del duque de Lerma que se conserva en la capilla del Colegio de San Gregorio (Museo de Escultura).
Reyes de Israel (El Escorial) obra de Monegro.
Contemporáneo de los Leoni fue el toledano Juan Bautista Monegro que trabajó en El Escorial. Son suyas las grandiosas estatuas de los reyes de Israel en el Patio de los Reyes y los cuatro Evangelistas del Patio de los Evangelistas, más una fuente en el claustro.
Mientras este arte (que en arquitectura se traduce al estilo herreriano) transcurría sobre todo en la Corte de Madrid y alrededores, las formas renacentistas iban evolucionando en el resto de España hacia un estilo más miguelangelesco, el llamado romanismo por tener más influencia de Roma que de Florencia. La obra del escultor Juan de Juni fue para las generaciones futuras otro modelo a seguir pues fue un precursor de las formas romanistas, con su ordenamiento equilibrado y sus modelos de la Piedad y de la Asunción.

Escultura romanista en España

Historia Concilii Tridentinii.
La escultura renacentista del último tercio del siglo XVI siguió las pautas del manierismocomo en años anteriores aunque con características propias. Surgió la llamada escultura romanista muy en consonancia con las formas y modelos de Miguel Ángel y los círculos romanos manieristas cercanos a él, añadiendo las propias características hispanas y la influencia del Concilio de Trento que tanto tuvo que ver con la escultura religiosa. Esta influencia hizo que se diera gran importancia a las imágenes de culto de la Virgen, los santos, las reliquias y todo lo relacionado con los sacramentos.
El carácter de esta escultura es religioso-popular y muy uniforme en las distintas regiones de España en lo referente a iconografía y calidad técnica. El escultor Gaspar Becerra con su obra del retablo mayor de la catedral de Astorga es el más representativo de este periodo. Le siguen en importancia Esteban Jordán (retablo de Nuestra Señora de Mediavilla en Medina de Rioseco (Valladolid), Pedro López de Gámiz (retablo mayor del convento de Santa Clara en Briviesca) y el guipuzcoano Juan de Ancheta, una de las figuras más prominentes del romanismo.
Los principales mecenas y promotores de esta segunda etapa fueron los obispos, y las obras requeridas fueron principalmente los retablos. En las bibliotecas diocesanas se guardaban como verdaderos tesoros los tratados de arquitectura italianos, especialmente los de Sebastiano Serlio. Existían también en estas bibliotecas y en manos de los propios artistas obras teóricas de Vignola, Vitrubio, Leon Battista Alberti y Palladio. Algunos escultores tenían en su poder estampas de maestros italianos, de Durero y de otros maestros antiguos. Es sabido que Pedro López de Gámiz dejó a su muerte dos libros de estampas.[24] Becerra tenía una serie de dibujos sobre el Juicio Final de Miguel Ángel, realizados por él, y que después pasaron a manos de Esteban Jordán, de los Bolduque y del pintor riojano Pedro Ruiz de Cenzano.

Iconografía más representada

El retablo adquirió un especial valor al ser el expositor de la iconografía de la Virgen María y de Jesús, abordando todos los temas del Nuevo Testamento, sobre todo aquellos relacionados con la redención del género humano, culminando siempre con el Calvario en el ático. El primero de todos fue el de la catedral de Astorga de Gaspar Becerra, que sirvió de modelo para todos los demás.
Los temas escultóricos llamados a causar más impresión fueron el Cristo atado a la columna (o flagelación), la Piedad (uno de los favoritos de Juan de Juni), el Resucitado(cuyo prototipo vuelve a ser Miguel Ángel, esta vez con el ejemplo del Cristo de Santa María sopra Minerva de Roma),[nota 17] y sobre todo la Crucifixión, tema muy divulgado, siguiendo el modelo del Cristo muerto, con la cabeza inclinada, tres clavos y una buena anatomía de bellas proporciones.
En cuanto a la tradicional imagen de la Virgen con el Niño se representó como una verdadera matrona romana siguiendo los modelos de Sansovino y Miguel Ángel especialmente.
El grupo de la Asunción de la Virgen cuando aparece en un retablo ocupa un lugar privilegiado. La escena más clásica representa a la Virgen sentada en un trono de nubes y elevada por un grupo de ángeles. Se dan dos ejemplos: María con un ligero contraposto y los brazos abiertos o María con las manos unidas.[nota 18]
Los temas de los profetas, los santos y sus martirios, las Virtudes, fueron representados a la manera romanista con inspiración de los desnudos y Sibilas de la capilla Sixtina y también con inspiración de otros esquemas italianos como los dibujos que se conocían deBaccio Bandinelli.

Sillerías de coro

Las sillerías de esta segunda época ya no se caracterizan por los adornos de grutescos ni por los temas mitológicos. Se talla todo el santoral pero con austeridad y elegancia. Galicia es la gran protagonista en este tema, con obras magníficas como la sillería de la catedral de Orense de Juan de Angers y Diego Solís (1587) o la de Santiago de Compostela de Juan Dávila y Gregorio Español hecha en 1599 para sustituir la anterior románica labrada en piedra por el Maestro Mateo. (Esta sillería fue trasladada a la tribuna alta de San Martín Pinario tras un proceso de restauración.)

Sepulcros

Para la ejecución de los sepulcros se mantuvieron las mismas ideas renacentistas de culto a la fama y exaltación de la vida del difunto. Hubo dos tipos de modelo, el de cama exenta y el de arcosolio con el personaje de rodillas en actitud de orar. Unos de los mejores ejemplos están en el sepulcro de Pedro de la Gasca en la iglesia de la Magdalena de Valladolid (1571), del escultor Esteban Jordán y el sepulcro de Fray Bernardo de Fresneda (confesor de Carlos V y Felipe II) en el convento de San Francisco de Santo Domingo de la Calzada (1602), obra de García de Arredondo.

Gaspar Becerra

Artículo principal: Gaspar Becerra
Con Gaspar Becerra entró de lleno la renovación artística del último Renacimiento. En Italia tuvo la oportunidad de tratar y colaborar con Giorgio Vasari y Daniele da Volterra, lo que le proporcionó un conocimiento y un aprendizaje de primera mano de las obras de Miguel Ángel y sus seguidores, es decir, la esencia del romanismo-manierista.[nota 19] Becerra aprendió no solo en las obras de Miguel Ángel; otros grandes artistas italianos influyeron también en su estilo y en el de la escultura hispana: Francesco Rustici, Baccio Bandinelli, Jacopo Sansovino, Sebastiano del Piombo, entre otros.
Se ha dicho en secciones anteriores que la obra de Gaspar Becerra retablo mayor de la catedral de Astorga (1558-1562) fue la introductora de las nuevas formas manieristas miguelangelescas del romanismo. Más tarde, cuando el escultor estuvo afincado en Madrid al servicio de Felipe II realizó el retablo de las Descalzas Reales (1563), que desapareció en un incendio en 1862.[nota 20]
Los discípulos y colaboradores de Becerra difundieron por el resto de España el modelo del retablo de Astorga. Los más destacados fueron Esteban Jordán, Juan de Ancheta,Gregorio Español, Juan de Angers, Juan Dávila, Juan Bautista Celma (rejero).

Esteban Jordán

Artículo principal: Esteban Jordán
Retablo mayor de Paredes de Nava, obra de Pedro Berruguete, Inocencio Berrugute y Esteban Jordán.
Esteban Jordán fue ensamblador, pintor y escultor, con taller en la ciudad de Valladolid. Fue uno de los mejores discípulos de Gaspar Becerra que junto con Ancheta supo interpretar y difundir el arte y estilo de su maestro, aunque se advierte en su obra una cierta influencia de Juan de Juni y de Alonso Berruguete (son evidentes las cabezas grandes y teatrales). Intervino en la obra del retablo de Astorga, donde se formó como artista. Realizó numerosas obras y fue llamado en bastantes ocasiones como tasador, lo que contribuyó a que se relacionase con los mejores escultores del momento y a que fuese considerado como el principal escultor del último tercio del siglo XVI en Castilla. Su fama le llevó a realizar en piedra varios sepulcros de encargo, yacentes y orantes. Como ejemplo se puede dar el sepulcro exento de Pedro de la Gasca en la iglesia de la Magdalena de Valladolid (1571). Para esta misma iglesia hizo el retablo mayor, concebido ya enteramente clasicista con sus tres cuerpos de columnas entorchadas y el uso de estípites como capiteles. El rey Felipe II le encargó el gran retablo del monasterio de Montserrat con traza de Francisco de Mora. Fue una obra de grandes dimensiones, destruida en la Guerra de la Independencia Española.

Pedro López de Gámiz

Artículo principal: Pedro López de Gámiz
San José con el Niño. Museo de escultura de Valladolid.

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