Anatomía del Tórax: esternón, costillas
Anatomía del tórax. Objetivo: identificar las regiones del tórax. El termino tórax se refiere a todo el pecho. La porción esquelética del tórax, la caja torácica, es una caja ósea formada por el esternón, los cartílagos costales, las costillas y los cuerpos de las vértebras torácicas. La caja torácica es más estrecha en su porción superior y más ancha en su porción inferior y es aplanada de adelante hacia atrás. Encierra y protege a los órganos del tórax y de la región superior del abdomen y provee soporte para los huesos de la cintura escapular y los miembros superiores.
Esternón
El esternón es un hueso plano, delgado, localizado en el centro de la pared anterior del tórax, que mide alrededor de 15 cm y está constituido por tres partes. La porción superior es el manubrio, la media y más larga es el cuerpo y la inferior y más chica es el apéndice o apófisis xifoides (de xíphos, espada). Los segmentos del esternón se encuentran completamente fusionados para los 25 años de edad y los puntos de fusión están marcados por líneas transversales.
La unión del manubrio y el cuerpo forma el ángulo esternal (de Luys). El manubrio tiene una depresión en la superficie superior, la escotadura yugular o supraesternal. Por fuera de la escotadura yugular se encuentran las escotaduras claviculares, que se articulan con los tercios internos de las clavículas formando las articulaciones esternoclaviculares. El manubrio esternal, además, se articula con los cartílagos costales de la primera y segunda costilla. El cuerpo del esternón se articula directa o indirectamente con los cartílagos costales de la segunda a la décima costillas. La apófisis xifoides está constituida por cartílago hialino durante la infancia y niñez y no completa su osificación hasta los 40 años. La apófisis xifoides no se articula con ningún cartílago costal, sino que sirve de inserción para algunos músculos abdominales.
La posición incorrecta de las manos de un rescatador en una maniobra de reanimación cardipulmonar (RCP) puede fracturar la apófisis xifoides e introducirla dentro de órganos internos. Durante la cirugía cardíaca el esternón puede seccionarse a lo largo de la linea media y las dos mitades separarse para permitir que el cirujano acceda a los órganos de la cavidad torácica como el timo, el corazón y los grandes vasos del corazón. Luego de la cirugía, las mitades del esternón se vuelven a unir mediante sutura de alambre.
Doce pares de costillas otorgan soporte estructural a ambos lados de la cavidad torácica. Las costillas incrementan su longitud desde la primera hasta la séptima y luego son cada vez más cortas hasta llegar a la duodécima. Cada costilla se articula en el extremo posterior con su correspondiente vértebra torácica.
Las primeros siete pares de costillas se insertan directamente en el esternón a través de una tira de cartílago hialino denominada cartílago cosíal. Los cartílagos costales contribuyen a la elasticidad de la caja torácica y evitan la fractura del esternón y de las costillas en caso de traumatismo torácico. Las costillas que tienen cartílagos costales y se insertan directamente en el esternón reciben el nombre de costillas verdaderas(vertebroesternales).
Las articulaciones entre las costillas verdaderas y el esternón se denominan costoesternales. Los restantes cinco pares de costillas se llaman costillas falsas, ya que sus cartílagos costales se insertan indirectamente en el esternón o no se insertan en él.
Los cartílagos de la octava, la novena y la décima costilla se unen entre ellos y con el cartílago de la séptima costilla. Estas costillas falsas también se llaman vertebrocondrales. Los pares de costillas once y doce son costillas falsas denominadas costillas flotantes (vertebrales) ya que sus cartílagos costales no tienen inserción de ningún tipo en el esternón. Estas costillas se articulan solo en su región posterior con las vértebras torácicas.
La inflamación de uno o más cartílagos costales se denomina costocondritis y se caracteriza por dolor espontáneo y a la palpación en la pared anterior del pecho, que se puede irradiar. Los síntomas imitan el dolor torácico producido por un ataque cardiaco (angina pectoris).
La imagen anterior y las siguientes imágenes muestran las partes de una costilla típica (de la tercera a la novena). La cabeza es una proyección en el extremo posterior de la costilla. La carilla articular de la cabeza se articula con la fosita costal de una vértebra o con las fositas de dos vértebras adyacentes, constituyendo la articulación costovertebral. El cuello es una porción más angosta ubicada al lado la cabeza. El tubérculo es una protuberancia en la superficie posterior de la costilla entre la cabeza y el cuello. En la porción no articular del tubérculo se inserta un ligamento (costotransverso lateral) que lo une a la apófisis transversa de la vértebra correspondiente.
Estructura de las costillas. Cada costilla tiene una cabeza, un cuello y un cuerpo. Las carillas y las porciones articulares del tubérculo son los sitios donde las costillas se articulan con una vértebra.
La porción articular del tubérculo se articula con la carilla articular de la apófisis transversa (fosita costal). Estas articulaciones también forman parte de la articulación costovertebral. El cuerpo es la porción principal de la costilla. A una corta distancia desde el tubérculo articular hay un cambio abrupto en la curvatura del cuerpo costal. Este punto se denomina ángulo costal. En la superficie interna de la costilla hay un surco costal que protege los vasos sanguíneos y un pequeño nervio.
En resumen, la porción posterior de la costilla se conecta con la vértebra torácica correspondiente a través de su cabeza y la porción articular del tubérculo. La carilla de la cabeza se articula con la fosita costal en el cuerpo de una vértebra o con las fositas de dos vértebras adyacentes. La porción articular del tubérculo se articula con la carilla de la apófisis transversa de la correspondiente vértebra.
Los espacios entre costillas, denominados espacios intercostales, están ocupados por los músculos, vasos sanguíneos y nervios intercostales. A través de estos espacios se puede acceder quirúrgicamente con facilidad a los pulmones y otros órganos dentro de la cavidad torácica. Para crear una separación mayor entre costillas se pueden utilizar separadores costales especiales. Los cartílagos costales son lo suficientemente elásticos en los jóvenes para permitir una flexión considerable de las costillas sin que se fracturen.
Las fracturas costales son las lesiones torácicas más comunes. Generalmente son el producto de traumatismos directos, producidos a menudo por el impacto contra un volante, caídas o aplastamientos del tórax, las costillas tienden a fracturarse en el punto donde se aplica la mayor fuerza, aunque también pueden fracturarse en el sitio de mayor debilidad, el sector de la curvatura justo por delante del ángulo costal. Las costillas medias son las que más comúnmente se fracturan. En algunos casos las costillas fracturadas pueden perforar el corazón, los grandes vasos cardiacos, los pulmones, la tráquea, los bronquios, el esófago, el bazo, el hígado o los riñones. Las fracturas costales son por lo general muy dolorosas. Actualmente ya no se inmovilizan con vendas elásticas porque puede producirse una neumonía producto de la falta de ventilación pulmonar apropiada.
La subluxación costal, común en los deportes de contacto físico, implica un desprendimiento del cartílago costal del esternón que resulta doloroso, especialmente en la inspiración profunda.
La separación o luxación costal implica el desprendimiento de la costilla y de su cartílago costal; como resultado, la costilla se puede mover hacia arriba, cabalgando la costilla superior y produciendo dolor intenso.
1. Hernia de disco. Dada su función amortiguadora, los discos intervertebrales están constantemente sufriendo compresión. Si los ligamentos anterior o posterior de los discos se lesionan o debilitan, la presión ejercida por el núcleo pulposo puede ser suficiente para destruir el Fibrocartílago que lo rodea. Si esto ocurre, el material del núcleo pulposo puede herniarse hacia la región posterior o hacia el cuerpo vertebral de una de las vértebras adyacentes. Este trastorno se denomina hernia de disco. Debido a que la región lumbar soporta gran parte del peso corporal y es la región de mayor flexión e inclinación, la mayoría de las hernias de disco se producen a este nivel.
Con frecuencia, el núcleo pulposo se desliza hacia atrás, hasta la médula espinal y los nervios espinales. Este desplazamiento ejerce presión sobre los nervios espinales causando dolor agudo y debilidad muscular localizada. Si resultan comprimidas las raíces del nervio ciático, que va desde la médula hasta el pie, el dolor se irradia hacia la región posterior del muslo, a través de la pantorrilla e incluso hasta el pie. Si la presión también se ejerce sobre la médula espinal, algunas de sus neuronas pueden quedar destruidas. El tratamiento consiste en reposo en cama, medicación por el dolor, fisioterapia, ejercicios y tracción. Una persona con una hernia de disco puede someterse también a una laminectomía descompresiva, un procedimiento en el cual parte de las láminas vertebrales y discos intervertebrales son resecados para disminuir la presión sobre los nervios.
2. Curvatura anormal de la columna vertebral. Curvaturas anormales pueden aparecer por una exageración de las curvas normales o por una desviación lateral de la columna. La escoliosis (de skoliós, desviado) es la más común de las curvaturas anormales. Es una desviación lateral de la columna vertebral, por lo general en la región torácica. Puede ser el resultado de una malformación vertebral congénita, ciatalgia crónica, parálisis unilateral de los músculos vertebrales, postura incorrecta o si una pierna es más corta que la otra.
La cifosis (de kyphós, encorvado hacia adelante) es la exageración de la curvatura torácica normal de la columna vertebral. En la tuberculosis vertebral, los cuerpos vertebrales pueden colapsarse parcialmente causando desviación angular aguda de la columna vertebral. En la vejez, la degeneración de los discos intervertebrales produce cifosis. Puede ser causada por raquitismo o una postura incorrecta. También es común en mujeres con osteoporosis avanzada. Los hombros caídos son una expresión de una cifosis leve.
La lordosls (de lordós, incurvado hacia atrás) es una acentuación de la curvatura lumbar de la columna vertebral. Puede ser el resultado del incremento de peso en el abdomen, como en el embarazo o la obesidad extrema, una postura incorrecta, osteoporosis, raquitismo o tuberculosis vertebral.
3. Espina bífida. La espina bífida es un defecto congénito de la columna en el que la lámina de L V y/o S I no se une normalmente en la línea media. La forma menos grave es la llamada espina bífida oculta. Esto ocurre en L V o S I y no produce síntomas. La única evidencia es un pequeño hundimiento con un penacho de pelo en la piel que recubre el defecto. Las formas más graves de espina bífida incluyen protrusión de las meninges y/o de la médula espinal a través del defecto en las láminas y se denominan colectivamente espina bífida quística debido a la presencia de un saco quístico que protruye en la espalda.
Si el saco contiene las meninges de la médula espinal y líquido cefalorraquídeo, la entidad se denomina espina bifida con meningocele. Si la médula espinal y/o sus raíces nerviosas se encuentran en el quiste, el trastorno se denomina espina bífida con mielomeningocele. Cuanto más grande es el quiste y mayor número de estructuras neurales contenga, peores serán los trastornos neurológicos. En los casos graves puede haber parálisis parcial o total, pérdida del control de la vejiga y el intestino y ausencia de reflejos. El déficit de ácido fólico (complejo B) se relaciona con un aumento en la incidencia de espina bífida. La espina bífida puede diagnosticarse antes del nacimiento mediante determinación de alfa-fetoproteína en la sangre materna, ecografía o también por amniocentesis (extracción de líquido amniótico para análisis).
4. Fracturas de la columna vertebral. Las fracturas en la columna vertebral involucran principalmente a C L C II, CIV y desde T XII a L II. Las fracturas cervicales y lumbares generalmente son resultado de una lesión de tipo flexo-compresiva, como por ejemplo aterrizar sobre la planta de los pies o sobre las nalgas luego de una caída o cuando cae un cuerpo sobre los hombros. Las vértebras cervicales pueden fracturarse o luxarse por una caída sobre la cabeza con flexión aguda del cuello, como cuando uno se arroja al agua con poca profundidad o cuando es despedido de un caballo. La luxación puede producirse por una sacudida repentina de atrás hacia adelante (latigazo), como puede ocurrir con el conductor de un auto que choca de frente. Como resultado de las fracturas en la columna vertebral se puede comprometer la médula espinal o los nervios raquídeos.
TERMINOLOGÍA MÉDICA:
Artrodesis espinal. Procedimiento quirúrgico en el que dos o más vértebras se estabilizan mediante un injerto óseo o material sintético. Puede realizarse para el tratamiento de una fractura vertebral o luego de resecar un disco herniado.
Craneoestenosis. Cierre prematuro de una o más suturas craneales durante los primeros 18 a 20 meses de vida cuyo resultado es una deformidad en la calota. El cierre prematuro de la sutura sagital produce un cráneo largo y angosto, y el de la sutura coronaria, un cráneo ancho. El cierre prematuro de todas las suturas restringe el normal crecimiento y desarrollo del cerebro. En este caso es necesario cirugía para evitar daño cerebral.
Craneotomía. Procedimiento quirúrgico en el que parte del cráneo es removido. Puede realizarse para extraer un coágulo sanguíneo, extirpar un tumor cerebral o para tomar una muestra de tejido cerebral para biopsia.
Canal estrecho lumbar. Estrechamiento de la cavidad espinal a nivel lumbar debido a hipertrofia del hueso circundante o de tejidos blandos. Puede ser causada por cambios artríticos en los discos íntervertebrales y es una causa común de dolor en la espalda y la pierna.
Laminectomía (de lamina, hoja). Procedimiento quirúrgico para resecar láminas vertebrales. Es llevada a cabo para acceder a la cavidad vertebral con el fin de disminuir los síntomas de la hernia de disco.
Latigazo. Lesión en el cuello debida a una gran hiperextensión (movimiento hacia atrás) de la cabeza seguida de una hiperflexión (movimiento hacia delante), generalmente asociada con un choque automovilístico desde atrás. Los síntomas están relacionados con estiramiento y el desgarro de ligamentos, músculos, fracturas vertebrales y hernias de disco.
La unión del manubrio y el cuerpo forma el ángulo esternal (de Luys). El manubrio tiene una depresión en la superficie superior, la escotadura yugular o supraesternal. Por fuera de la escotadura yugular se encuentran las escotaduras claviculares, que se articulan con los tercios internos de las clavículas formando las articulaciones esternoclaviculares. El manubrio esternal, además, se articula con los cartílagos costales de la primera y segunda costilla. El cuerpo del esternón se articula directa o indirectamente con los cartílagos costales de la segunda a la décima costillas. La apófisis xifoides está constituida por cartílago hialino durante la infancia y niñez y no completa su osificación hasta los 40 años. La apófisis xifoides no se articula con ningún cartílago costal, sino que sirve de inserción para algunos músculos abdominales.
La posición incorrecta de las manos de un rescatador en una maniobra de reanimación cardipulmonar (RCP) puede fracturar la apófisis xifoides e introducirla dentro de órganos internos. Durante la cirugía cardíaca el esternón puede seccionarse a lo largo de la linea media y las dos mitades separarse para permitir que el cirujano acceda a los órganos de la cavidad torácica como el timo, el corazón y los grandes vasos del corazón. Luego de la cirugía, las mitades del esternón se vuelven a unir mediante sutura de alambre.
Costillas
Doce pares de costillas otorgan soporte estructural a ambos lados de la cavidad torácica. Las costillas incrementan su longitud desde la primera hasta la séptima y luego son cada vez más cortas hasta llegar a la duodécima. Cada costilla se articula en el extremo posterior con su correspondiente vértebra torácica.
Las primeros siete pares de costillas se insertan directamente en el esternón a través de una tira de cartílago hialino denominada cartílago cosíal. Los cartílagos costales contribuyen a la elasticidad de la caja torácica y evitan la fractura del esternón y de las costillas en caso de traumatismo torácico. Las costillas que tienen cartílagos costales y se insertan directamente en el esternón reciben el nombre de costillas verdaderas(vertebroesternales).
Las articulaciones entre las costillas verdaderas y el esternón se denominan costoesternales. Los restantes cinco pares de costillas se llaman costillas falsas, ya que sus cartílagos costales se insertan indirectamente en el esternón o no se insertan en él.
Los cartílagos de la octava, la novena y la décima costilla se unen entre ellos y con el cartílago de la séptima costilla. Estas costillas falsas también se llaman vertebrocondrales. Los pares de costillas once y doce son costillas falsas denominadas costillas flotantes (vertebrales) ya que sus cartílagos costales no tienen inserción de ningún tipo en el esternón. Estas costillas se articulan solo en su región posterior con las vértebras torácicas.
La inflamación de uno o más cartílagos costales se denomina costocondritis y se caracteriza por dolor espontáneo y a la palpación en la pared anterior del pecho, que se puede irradiar. Los síntomas imitan el dolor torácico producido por un ataque cardiaco (angina pectoris).
La imagen anterior y las siguientes imágenes muestran las partes de una costilla típica (de la tercera a la novena). La cabeza es una proyección en el extremo posterior de la costilla. La carilla articular de la cabeza se articula con la fosita costal de una vértebra o con las fositas de dos vértebras adyacentes, constituyendo la articulación costovertebral. El cuello es una porción más angosta ubicada al lado la cabeza. El tubérculo es una protuberancia en la superficie posterior de la costilla entre la cabeza y el cuello. En la porción no articular del tubérculo se inserta un ligamento (costotransverso lateral) que lo une a la apófisis transversa de la vértebra correspondiente.
Estructura de las costillas. Cada costilla tiene una cabeza, un cuello y un cuerpo. Las carillas y las porciones articulares del tubérculo son los sitios donde las costillas se articulan con una vértebra.
La porción articular del tubérculo se articula con la carilla articular de la apófisis transversa (fosita costal). Estas articulaciones también forman parte de la articulación costovertebral. El cuerpo es la porción principal de la costilla. A una corta distancia desde el tubérculo articular hay un cambio abrupto en la curvatura del cuerpo costal. Este punto se denomina ángulo costal. En la superficie interna de la costilla hay un surco costal que protege los vasos sanguíneos y un pequeño nervio.
En resumen, la porción posterior de la costilla se conecta con la vértebra torácica correspondiente a través de su cabeza y la porción articular del tubérculo. La carilla de la cabeza se articula con la fosita costal en el cuerpo de una vértebra o con las fositas de dos vértebras adyacentes. La porción articular del tubérculo se articula con la carilla de la apófisis transversa de la correspondiente vértebra.
Los espacios entre costillas, denominados espacios intercostales, están ocupados por los músculos, vasos sanguíneos y nervios intercostales. A través de estos espacios se puede acceder quirúrgicamente con facilidad a los pulmones y otros órganos dentro de la cavidad torácica. Para crear una separación mayor entre costillas se pueden utilizar separadores costales especiales. Los cartílagos costales son lo suficientemente elásticos en los jóvenes para permitir una flexión considerable de las costillas sin que se fracturen.
Fracturas costales, luxaciones y separaciones
Las fracturas costales son las lesiones torácicas más comunes. Generalmente son el producto de traumatismos directos, producidos a menudo por el impacto contra un volante, caídas o aplastamientos del tórax, las costillas tienden a fracturarse en el punto donde se aplica la mayor fuerza, aunque también pueden fracturarse en el sitio de mayor debilidad, el sector de la curvatura justo por delante del ángulo costal. Las costillas medias son las que más comúnmente se fracturan. En algunos casos las costillas fracturadas pueden perforar el corazón, los grandes vasos cardiacos, los pulmones, la tráquea, los bronquios, el esófago, el bazo, el hígado o los riñones. Las fracturas costales son por lo general muy dolorosas. Actualmente ya no se inmovilizan con vendas elásticas porque puede producirse una neumonía producto de la falta de ventilación pulmonar apropiada.
La subluxación costal, común en los deportes de contacto físico, implica un desprendimiento del cartílago costal del esternón que resulta doloroso, especialmente en la inspiración profunda.
La separación o luxación costal implica el desprendimiento de la costilla y de su cartílago costal; como resultado, la costilla se puede mover hacia arriba, cabalgando la costilla superior y produciendo dolor intenso.
Desequilibrios homeostáticos en la región torácica
1. Hernia de disco. Dada su función amortiguadora, los discos intervertebrales están constantemente sufriendo compresión. Si los ligamentos anterior o posterior de los discos se lesionan o debilitan, la presión ejercida por el núcleo pulposo puede ser suficiente para destruir el Fibrocartílago que lo rodea. Si esto ocurre, el material del núcleo pulposo puede herniarse hacia la región posterior o hacia el cuerpo vertebral de una de las vértebras adyacentes. Este trastorno se denomina hernia de disco. Debido a que la región lumbar soporta gran parte del peso corporal y es la región de mayor flexión e inclinación, la mayoría de las hernias de disco se producen a este nivel.
Con frecuencia, el núcleo pulposo se desliza hacia atrás, hasta la médula espinal y los nervios espinales. Este desplazamiento ejerce presión sobre los nervios espinales causando dolor agudo y debilidad muscular localizada. Si resultan comprimidas las raíces del nervio ciático, que va desde la médula hasta el pie, el dolor se irradia hacia la región posterior del muslo, a través de la pantorrilla e incluso hasta el pie. Si la presión también se ejerce sobre la médula espinal, algunas de sus neuronas pueden quedar destruidas. El tratamiento consiste en reposo en cama, medicación por el dolor, fisioterapia, ejercicios y tracción. Una persona con una hernia de disco puede someterse también a una laminectomía descompresiva, un procedimiento en el cual parte de las láminas vertebrales y discos intervertebrales son resecados para disminuir la presión sobre los nervios.
2. Curvatura anormal de la columna vertebral. Curvaturas anormales pueden aparecer por una exageración de las curvas normales o por una desviación lateral de la columna. La escoliosis (de skoliós, desviado) es la más común de las curvaturas anormales. Es una desviación lateral de la columna vertebral, por lo general en la región torácica. Puede ser el resultado de una malformación vertebral congénita, ciatalgia crónica, parálisis unilateral de los músculos vertebrales, postura incorrecta o si una pierna es más corta que la otra.
La cifosis (de kyphós, encorvado hacia adelante) es la exageración de la curvatura torácica normal de la columna vertebral. En la tuberculosis vertebral, los cuerpos vertebrales pueden colapsarse parcialmente causando desviación angular aguda de la columna vertebral. En la vejez, la degeneración de los discos intervertebrales produce cifosis. Puede ser causada por raquitismo o una postura incorrecta. También es común en mujeres con osteoporosis avanzada. Los hombros caídos son una expresión de una cifosis leve.
La lordosls (de lordós, incurvado hacia atrás) es una acentuación de la curvatura lumbar de la columna vertebral. Puede ser el resultado del incremento de peso en el abdomen, como en el embarazo o la obesidad extrema, una postura incorrecta, osteoporosis, raquitismo o tuberculosis vertebral.
3. Espina bífida. La espina bífida es un defecto congénito de la columna en el que la lámina de L V y/o S I no se une normalmente en la línea media. La forma menos grave es la llamada espina bífida oculta. Esto ocurre en L V o S I y no produce síntomas. La única evidencia es un pequeño hundimiento con un penacho de pelo en la piel que recubre el defecto. Las formas más graves de espina bífida incluyen protrusión de las meninges y/o de la médula espinal a través del defecto en las láminas y se denominan colectivamente espina bífida quística debido a la presencia de un saco quístico que protruye en la espalda.
Si el saco contiene las meninges de la médula espinal y líquido cefalorraquídeo, la entidad se denomina espina bifida con meningocele. Si la médula espinal y/o sus raíces nerviosas se encuentran en el quiste, el trastorno se denomina espina bífida con mielomeningocele. Cuanto más grande es el quiste y mayor número de estructuras neurales contenga, peores serán los trastornos neurológicos. En los casos graves puede haber parálisis parcial o total, pérdida del control de la vejiga y el intestino y ausencia de reflejos. El déficit de ácido fólico (complejo B) se relaciona con un aumento en la incidencia de espina bífida. La espina bífida puede diagnosticarse antes del nacimiento mediante determinación de alfa-fetoproteína en la sangre materna, ecografía o también por amniocentesis (extracción de líquido amniótico para análisis).
4. Fracturas de la columna vertebral. Las fracturas en la columna vertebral involucran principalmente a C L C II, CIV y desde T XII a L II. Las fracturas cervicales y lumbares generalmente son resultado de una lesión de tipo flexo-compresiva, como por ejemplo aterrizar sobre la planta de los pies o sobre las nalgas luego de una caída o cuando cae un cuerpo sobre los hombros. Las vértebras cervicales pueden fracturarse o luxarse por una caída sobre la cabeza con flexión aguda del cuello, como cuando uno se arroja al agua con poca profundidad o cuando es despedido de un caballo. La luxación puede producirse por una sacudida repentina de atrás hacia adelante (latigazo), como puede ocurrir con el conductor de un auto que choca de frente. Como resultado de las fracturas en la columna vertebral se puede comprometer la médula espinal o los nervios raquídeos.
TERMINOLOGÍA MÉDICA:
Artrodesis espinal. Procedimiento quirúrgico en el que dos o más vértebras se estabilizan mediante un injerto óseo o material sintético. Puede realizarse para el tratamiento de una fractura vertebral o luego de resecar un disco herniado.
Craneoestenosis. Cierre prematuro de una o más suturas craneales durante los primeros 18 a 20 meses de vida cuyo resultado es una deformidad en la calota. El cierre prematuro de la sutura sagital produce un cráneo largo y angosto, y el de la sutura coronaria, un cráneo ancho. El cierre prematuro de todas las suturas restringe el normal crecimiento y desarrollo del cerebro. En este caso es necesario cirugía para evitar daño cerebral.
Craneotomía. Procedimiento quirúrgico en el que parte del cráneo es removido. Puede realizarse para extraer un coágulo sanguíneo, extirpar un tumor cerebral o para tomar una muestra de tejido cerebral para biopsia.
Canal estrecho lumbar. Estrechamiento de la cavidad espinal a nivel lumbar debido a hipertrofia del hueso circundante o de tejidos blandos. Puede ser causada por cambios artríticos en los discos íntervertebrales y es una causa común de dolor en la espalda y la pierna.
Laminectomía (de lamina, hoja). Procedimiento quirúrgico para resecar láminas vertebrales. Es llevada a cabo para acceder a la cavidad vertebral con el fin de disminuir los síntomas de la hernia de disco.
Latigazo. Lesión en el cuello debida a una gran hiperextensión (movimiento hacia atrás) de la cabeza seguida de una hiperflexión (movimiento hacia delante), generalmente asociada con un choque automovilístico desde atrás. Los síntomas están relacionados con estiramiento y el desgarro de ligamentos, músculos, fracturas vertebrales y hernias de disco.
| |
|
|
|
|
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario