viernes, 21 de abril de 2017

Cuadros por estilo


La sala del concejo del ayuntamiento de Ámsterdam es un cuadro del pintor Pieter de Hooch, realizado entre 1663 y 1665, que se encuentra en el Museo Thyssen-BornemiszaMadrid.
La pintura holandesa del siglo XVII estuvo desmarcada de las corrientes que imperaban en Europa en esos tiempos. Su temática está influida por los gustos de la sociedad burguesa y se representan edificios públicos, como el de este cuadro.1
Modelo claro de la maestría del pintor en la recreación de interiores muy decorados, con tonos cromáticos cálidos, la obra tiene como eje el punto central en el que se encuentra una pareja contemplando un cuadro.

Pieter de Hooch - The Council Chamber in Amsterdam Town Hall - WGA11710.jpg







La serpiente de metal (también La serpiente de cobre, o La serpiente de bronce) es un cuadro del pintor Jusepe Leonardo, realizado entre los años 1630 y 1640, que se encuentra en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid.
El pintor aragonés narra el episodio bíblico descrito en el libro de Números.1 En una de las recurrentes protestas de los israelitas contra Dios y Moisés, se les castiga con el envío de serpientes venenosas que causan la muerte de muchos por su mordedura. Arrepentidos, suplican a Moisés que les ayude. Dios ordena a Moisés que haga una escultura de metal (cobre o bronce según la versión) y que los mordidos fijen su vista en ella. Los que lo hacen se curan de la picadura. Moisés, con una túnica roja, indica con su vara la acción salvadora ofrecida a los heridos.
El tema, muy difundido desde la Edad Media en el arte, fue interpretada por teólogos y artistas como la prefiguración de Jesucristo expuesto en la cruz a quién había que mirar como salvador.2
Leonardo exhibe en esta obra su dominio del escorzo, con la representación de algunos cuerpos retorcidos de los heridos por los reptiles.
Tintoretto pintó un fresco para la Escuela de San Roque con un tema similar titulado El milagro de la serpiente de bronce.








La tasadora de perlas (Mujer con balanza) (en neerlandésVrouw met Weegschaal), es una obra del pintor holandés Johannes Vermeer. Está realizada al óleo sobre lienzo. Se calcula que fue pintada hacia 1665. Mide 42 cm de alto y 35,5 cm de ancho. Se conserva en la Galería Nacional de Arte de Washington D. C.Estados Unidos.

Análisis y significado

Hasta hace poco, esta pintura era conocida como La pesadora de oro o Joven pesando perlas. Un análisis microscópico, sin embargo, ha revelado que los platillos de la balanza están vacíos. El brillo en los platillos no viene del amarillo estaño que se usa en otros lugares del lienzo para representar el oro. Vermeer representó perlas con una fina capa gris culminada con un brillo blanco. El brillo del platillo es de una sola capa. Además, no hay perlas sueltas sobre la tabla que indiquen la existencia de otras perlas esperando a ser pesadas.
Este análisis aparentemente trivial sobre qué es lo que está pesando ilumina el significado de la obra, puesto que Mujer con balanza,1 como se la llama ahora, es alegórica. La mujer está en pie entre una representación del Juicio Final que cuelga en un pesado marco negro, y una mesa con monedas y perlas irisadas, engarzadas y luminosas ante un paño de color azul oscuro;2 la joyería representaría las posesiones materiales. La balanza vacía subraya que está pesando algo espiritual más que material. El retrato de Vermeer no proporciona una sensación de tensión o conflicto, antes bien la mujer exuda serenidad. Su auto-conocimiento se refleja en el espejo de la pared, pues este objeto siempre ha simbolizado el conocimiento de uno mismo.1 Por lo tanto, la pintura sugiere la importancia de la moderación, de la conciencia de uno mismo, y una comprensión plena de las implicaciones de un juicio final.
Se convierte así en un bodegón de «vanitas», transmitiendo que la futilidad de este mundo es pura vanidad. Vermeer logra así trasponer los principios de la naturaleza muerta al cuadro de interiores y de género.2

Composición

La composición se ha dibujado para centrar la atención en la pequeña y delicada balanza que sostiene la mujer. La modelo se ha identificado como Catharina Vermeer, esposa del pintor, encinta.2
Los brazos de la mujer actúan como un marco, con el pequeño dedo de su mano derecha extendida para hacerse eco del mango horizontal de la balanza. El fondo del marco de la pintura está incluso alterado para proporcionar un nicho parcial para la balanza. El marco acaba más arriba enfrente de la mujer que detrás de ella. La compleja interrelación entre las verticales y las horizontales, los objetos y el espacio negativo, y la luz y sombra da como resultado una fuerte de composición equilibrio; aun así, activa. La luz penetra por la ventana e incide directa sobre el rostro de la mujer, lo que contribuye también a darle un carácter atemporal a la pintura.1 Los platillos están equilibrados, pero en una asimetría dinámica. Una limpieza en 1994 reveló que había un adorno de oro, no detectado antes, en el marco negro que proporciona un enlace tonal con el amarillo de la cortina y el vestido de la mujer.
Vermeer ha dotado a Mujer con balanza de un contexto más alegórico que sus otras escenas domésticas. Como tal, pierde algo de la interpretación subjetiva de un trabajo menor directo como La muchacha de azul leyendo una carta. No obstante, hay quien opina que la magistral composición y ejecución de Vermeer producen una obra poderosa y conmovedora.

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