arte encontrado –más comúnmente objeto encontrado (en francés objet trouvé; en inglés, found art o ready-made) o confeccionado– describe el arte realizado mediante el uso de objetos que normalmente no se consideran artísticos, a menudo porque tienen una función no artística, sin ocultar su origen, pero a menudo modificados. Marcel Duchamp fue uno de los pioneros de su establecimiento a inicios del siglo XX.
El arte encontrado deriva su identidad como arte del nombre que se le da por el artista. El contexto en el que se ubica, generalmente una galería o museo, es también un factor muy relevante. La idea de dignificar objetos cotidianos de esta manera era originalmente un desafío chocante para la distinción hasta entonces aceptada entre lo que se consideraba arte en oposición a lo que no era arte.
El arte encontrado, sin embargo, tiene que tener creación artística, al menos una idea sobre ello. Hay también en su mayor parte una modificación del objeto, aunque no hasta el extremo de hacerlo irreconocible. La modificación puede llevar a que se lo designe como objeto encontrado «modificado», «interpretado» o «adaptado».
Precedentes históricos
En obras de arte medievales se introducía directamente el oro, presente por sus cualidades innatas, por lo que puede considerarse un «objeto encontrado», lo mismo que se introducían piedras preciosas. La diferencia esencial entre esta forma antigua de introducir objetos directamente en el cuadro y el «objeto encontrado» actual es el valor de los materiales introducidos directamente. En el pasado se incrustaban objetos valiosos (oro, joyas), mientras que en el arte moderno lo que se usan son principalmente objetos cotidianos, vulgares, que se elevan a un estatus especial al emplearse en una manifestación artística. Hay excepciones, como el uso que hicieron en 2003 los Hermanos Chapman de un conjunto de grabados de Goya, Los desastres de la guerra, que ellos «adaptaron» colocando en las figuras rostros de payasos y marionetas de manera que las láminas fueron valiosas ya por derecho propio como arte.[1]
En el siglo XIX, el escritor uruguayo Isidore Lucien Ducasse conocido como Conde de Lautréamont, había llamado la atención sobre las posibilidades de transformar objetos vulgares con la frase, hoy famosa de «Bello como el encuentro fortuito de una máquina de coser y un paraguas sobre una mesa de disección».
Origen: Duchamp y el surrealismo
Marcel Duchamp acuñó el término readymade en 1915 para describir su arte encontrado. Duchamp ensambló su primer readymade, titulado Rueda de bicicleta en 1913, al mismo tiempo que su Desnudo bajando una escalera 2 llamaba la atención de los críticos en la Exposición Internacional de Arte Moderno. Su Fuente, un orinal que firmó con el seudónimo «R. Mutt», confundió al mundo del arte en 1917. En referencia a esta obra, en el editorial de la revista The Blind Man de 1917 se dice «El hecho de que el señor Mutt realizara o no La Fuente con sus propias manos carece de importancia. La eligió. Cogió un artículo de la vida cotidiana y lo presentó de tal modo que su significado utilitario desapareció bajo un título y un punto de vista nuevos. Creó un pensamiento nuevo para ese objeto». El uso moderno de objetos encontrados suscitó la hostilidad desde el principio, cuando La fuente de Duchamp fue rechazada por la «ofendida» Sociedad de Artistas Independientes de 1917 diciendo que eso no era arte. Bottle Rack («Secador de botellas») es literalmente eso, una estructura para poner las botellas a secar firmada por Duchamp, y está considerada como el primer readymade «puro».1
La investigación realizada por Rhonda Roland Shearer indica que Duchamp pudo haber fabricado sus objetos encontrados. Una investigación exhaustiva de objetos cotidianos como palas de nieve y secadores de botellas que se usaban en aquella época revela que no había objetos idénticos que se usaran entonces. El orinal, inspeccionado con detalle, no es funcional. Sin embargo, hay relatos de que Walter Arensberg y Joseph Stella estaban con Duchamp cuando adquirió la Fuente original en J. L. Mott Iron Works.2
Desarrollo
El uso de objetos encontrados fue una técnica asumida de forma inmediata por el movimiento dadaísta, usándolo tanto Man Ray como Francis Picabia quien lo combinó con arte tradicional al unir peines a una pintura que representaba el pelo. [2] Una obra bien conocida de Man Ray es The Gift (Le Cadeau en francés), un ready-made temprano realizado con la ayuda de Erik Satie que consiste en una plancha de ropa con catorce clavos pegados en su parte inferior, realizada en 1921 en París.
La combinación de varios objetos encontrados es un tipo de readymade a veces conocido como ensamblaje artístico (assemblage). Está ejemplificado en la obra de Marcel Duchamp Why Not Sneeze Rose Sélavy?, formada por una pequeña jaula para pájaros que contiene un termómetro, un jibión y 151 dados de mármol que parecen azucarillos.
Para cuando se celebró la Exposición Surrealista de Objetos de 1936 se había desarrollado toda una subclasificación entre objetos encontrados (found objects), preparados (ready-made), perturbados (perturbed), matemáticos, naturales, naturales interpretados, naturales incorporados, oceánicos, estadounidenses y surrealistas. En este momento, el líder surrealista, André Breton, definió a los objetos preparados como «objetos manufacturados elevados a la dignidad de obras de arte a través de la elección del artista».
Pablo Picasso usó objetos encontrados como la base de su Babuino y joven y unió un «sillín de bicicleta» con «manillar» a una cabeza de toro.
En los años sesenta los objetos encontrados estaban presentes en la obra del movimiento Fluxus y también en el Pop art. Joseph Beuys mostraba objetos encontrados modificados, como piedras con un agujero en la que se incluía piel y grasa, o una furgoneta con trineos por debajo y una viga oxidada. Deste los Años 1960 Wolf Vostell usaba televisores y partes de coches en sus obras.
En 1973 Michael Craig Martin dijo, de su obra titulada An Oak Tree, «No es un símbolo. He cambiado la sustancia física del vaso de agua por la de un roble. No cambié su apariencia. El roble real está físicamente presente, pero en la forma de un vaso de agua».3
Escultura de materia prima
En los ochenta surgió una variación del arte encontrado, llamado commodity sculpture (escultura de materia prima) donde objetos producidos en masa comercialmente se colocaban en la galería de arte como una escultura. El centro de atención de esta variedad de escultura estaba en el marketing, en la exhibición de los productos. Entre estos artistas se encontraban Jeff Koons, Haim Steinbach y Ashley Bickerton (quien más tarde se dedicó a otros tipos de obra).
Una de las primeras obras firmadas de Jeff Koons fue Two Ball 50/50 Tank, 1985, que estaba formada por dos balones de baloncesto flotando en el agua, que llena hasta la mitad un depósito de cristal (una influencia sobre Damien Hirst).
Arte basura
Un subgénero específico dentro del arte encontrado es lo que se conoce como «arte basura» (trash art o junk art).4 Estas obras están formadas principalmente de componentes que han sido tirados. A menudo vienen literalmente de la basura. Muchas organizaciones patrocinan competiciones de arte basura.
Véase también: Arte ambiental
Contemporánea
A lo largo de los noventa, los Young British Artists (YBA) hicieron amplio uso de «objetos encontrados», a menudo con una fuerte reacción por parte de la prensa. Aunque es una técnica admitida con carácter general, el uso que estos Jóvenes Artistas Británicos hicieron de él suscitó las controversias en la prensa, la crítica y el público.
Como Marcel Duchamp antes que él, Damien Hirst ha sugerido que una pintura puede ser considerado un objeto encontrado adaptado (el objeto que se pinta) esto es, la historia del arte se basa toda ella en objetos encontrados. Hirst expuso un tiburón conservado en formaldehído en un depósito de cristal y lo llamó The Physical Impossibility of Death in the Mind of Someone Living («La imposibilidad de la muerte en la mente de alguien vivo»). Ha llevado esta idea hasta los extremos al presentar de la misma forma una vaca y un ternero cortados en secciones y en A Thousand Years («Mil años») la cabeza podrida de una vaca, gusanos y moscas.
Tracey Emin expuso una tienda cubierta por nombres aplicados; también fue polémica su exposición de My Bed en la Tate Gallery, ganando el Premio Turner; esta exposición consistía literalmente en una de sus camas, sin hacer y desordenada, con sábanas manchadas de sudor y rodeada por objetos como sus zapatillas, ropa interior manchada con la regla y botellas. En este sentido el artista le da al público tiempo y una puesta en escena que permite contemplar el objeto. La apreciación del arte encontrado de esta manera puede suscitar una reflexión filosófica en el observador.
Sarah Lucas amplió a tamaño gigantesco un recorte morboso de la prensa tabloide; también expuso una colcha con dos melones, un cubo y un pepino, representando los genitales masculinos y femeninos.
El público en general y los periodistas han rechazado este tipo de exposiciones, apoyadas sin embargo por museos públicos y críticos de arte. En su conferencia Dimbleby de 2000 titulada Who's afraid of modern art («Quién teme al arte moderno»), Sir Nicholas Serota defendió semejantes manifestaciones de arte «difícil», al tiempo que citaba la oposición manifestada en titulares de prensa como el del Daily Mail «For 1,000 years art has been one of our great civilising forces. Today, pickled sheep and soiled beds threaten to make barbarians of us all».(Durante mil años el arte ha sido una de nuestras grandes fuerzas civilizadoras. Hoy, una oveja escabechada y camas sucias amenazan en convertirnos a todos en bárbaros). Un rechazo más inesperado en 1999 vino de los propios artistas—algunos de los cuales habían trabajado previamente con objetos encontrados—quienes fundaron el grupo de stuckists y emitieron un manifiesto denunciando tales obras en favor de un regreso a la pintura con la afirmación de que «el arte ready-made es una polémica de materialismo».5
El arte encontrado también puede verse en internet, donde una imagen encontrada en la red se puede convertir en el componente principal de una obra de arte mayor, realizada modificando la imagen a través de herramientas informáticas básicas.
El movimiento de arte y de crítica de arte feminista emergió en los años sesenta y se consolidó a lo largo de los setenta como parte del movimiento feminista más amplio, enfocándose en examinar las representaciones de las mujeres en el arte y del arte producido por mujeres. Sus desarrollos continúan hasta la actualidad1 . Abarca el estudio de los esfuerzos y logros del movimiento feminista para hacer más visible el arte realizado por mujeres dentro de la historia del arte y la práctica artística; asimismo, examina conceptos y temas de la crítica de arte desde la óptica feminista, tales como la representación, las estrategias materiales y la estética.
Ha de diferenciarse el «arte hecho por mujeres», que puede ser exactamente igual, en cuanto a temas y géneros, al de otras tradiciones, de lo que es un «arte feminista», que pretende ser diferente, tratar otros temas y alterar los valores tradicionales en el arte.
Historia
El movimiento de arte y crítica de arte feministas emergió en los años sesenta y se consolidó a lo largo de los setenta como parte del movimiento feminista más amplio, enfocándose en examinar las representaciones de las mujeres en el arte y del arte producido por mujeres. Sus desarrollos continúan hasta la actualidad1 . La creciente preeminencia de mujeres artistas dentro de la historia del arte, así como en la práctica artística contemporánea puede atribuirse a este movimiento.
Este Algunos de los temas presentes en este movimiento y que están normalmente excluidos en otros movimientos de arte, como las funciones biológicas femeninas o la maternidad. Es por lo tanto un arte político, que pretende ser hecho por mujeres y sobre las mujeres y su situación social, tratando temas como la violación, el racismo o las condiciones laborales. Los medios fueron diversos, desde las performances a las artes menores como el bordado, telas, papel recortado o el patchwork.
El Edificio de la mujer de los Ángeles fue un prominente museo conocido por sus muestras de arte feminista.
Dentro del arte feminista destaca la corriente pattern painting (pintura de patrones y decorativa, o Pattern & Decoration). Su nombre deriva de Pattern, motivo decorativo. Fue una corriente que nace de un grupo de artistas californianas opuestas al minimalismo, que usaron técnicas artesanales de naturaleza «femenina». Esta tendencia está personificada por Tony Robbin, Valérie Jaudon y Myriam Schapiro.
Wack! Art and the Feminist Revolution, (2007) con Connie Butler como curadora para el MOCA de Los Ángeles, fue la primera exposición, comprensiva e histórica, que examinó los fundamentos internacionales y el legado del arte feminista. Se centra en el periodo 1965–80, durante el cual ocurrió la mayor parte del activismo feminista. La exposición incluye obras de 120 artistas de los Estados Unidos, Europa Central y oriental, Iberoamérica, Asia, Canadá, Australia, y Nueva Zelanda.
Crítica de arte feminista
Feminist art criticism emerged in the 1970s from the wider feminist movement as the critical examination of both visual representations of women in art and art produced by women. It continues to be a major field of art criticism.
Artistas
- Colectivo Art femmes: Aline Dallier y François Eliet, colectivo que se opuso a la exposición Féminine-dialogue celebrada en 1975, Año Internacional de la Mujer.
- Eleonor Antin
- Isabelle Champion-Métadier
- Judy Chicago
- Jacqueline Dauriac
- Margaret Harrisson
- Valérie Jaudon, pattern painting
- Joan Jonas
- Mary Kelly
- Suzanne Lacy
- Sheila Levrant de Bretteville
- Léa Lublin
- Annette Messager
- Kate Millett
- Adrian Piper
- Arlene Raven
- Miriam Schapiro, pattern painting
- Monica Sjoo
- Nancy Spero
- Eleanor Tufts
- Faith Wilding
- June Wayne
- Mary Yates
- Guerrilla girls
No hay comentarios:
Publicar un comentario