Ino (en Griego: Ἰνὼ), renombrada como Aelia Anastasia(fallecida en 593) fue Emperatriz consorte del Imperio Bizantino, como esposa de Tiberio II Constantino, y Augusta des del año 578 hasta su fallecimiento.
Biografía[editar]
Según las crónicas de Juan de Éfeso, Ino era de Dafnudium, posiblemente la isla de Dafnousia en la costa de Bitinia, en el Mar Negro. En un principio se casó con Optio Ioannes, un oficial de bajo rango de la armada bizantina. Ambos tuvieron una hija que fue prometida en matrimonio con Tiberio. Su marido e hija fallecieron poco después de firmar el pacto matrimonial, y Ino se casó con Tiberio en lugar de su hija fallecida.
Juan de Éfeso comenta que Ino y Tiberio tuvieron tres hijos; dos niñas llamadas Constantina y Carito y un niño que falleció antes de que Tiberio ascendiera al rango de César.1
Tiberio sirvió como Comes Excubitorum (Comandante de los Excubitores) bajo el reinado de Justino II. Cuando la importante fortaleza de Dara sucumbió bajo el asedio de Cosroes I del Imperio Sasánida, Justino comenzó a padecer ataques temporales de locura y se encontraba incapacitado para llevar a cabo sus deberes. Según Gregorio de Tours, en ese momento, todo el poder del imperio fue asumido por su esposa Sofía. Evagrius Escolástico cuenta en sus crónicas que Sofía fue capaz de firmar una tregua de tres años con Cosroes I. Pero para poder ejercer el poder efectivo como regente, ella requería partidarios y, para ello, escogió a Teodoro como aliado.2
Según la crónica de Teófanes el Confesor, Tiberio fue nombrado oficialmente César por Justino, el 7 de diciembre de 574. También fue adoptado por éste y así se convirtió en su heredero. En este punto, Ino fue nombrada Caesarissa, la dama de segundo rango del imperio.34
La Historia Eclesiástica de Juan de Éfeso y la crónica de Teófanes el Confesor registran que la misma Sofía había llegado a plantearse el hecho de casarse con Tiberio. No obstante, el matrimonio de Ino con éste fue visto como una ofensa, y ni a ella ni a sus hijos se les permitió entrar en el Gran Palacio de Constantinopla. En cambio, fueron instalados en al Palacio de Hormisdas, residencia de Justiniano I antes de su ascenso al trono.1 Según Juan de Éfeso, Tiberio se reunía con ellos todas las noches y regresaba al Gran Palacio todas las mañanas. Sofía también prohibió que las damas de la corte visitaran a Ino o a sus hijos, evitando así que le demostraran el debido respeto que se merecía como Caesarissa.4
Finalmente, para escapar de Sofía, Ino y sus hijas abandonaron Constantinopla y se instalaron en su tierra natal. Según Juan de Éfeso, Tiberio abandonó Constantinopla cuando ella enfermó.
En setiembre del año 578, Justino II nombró a Tiberio como su co-emperador, y el 5 de octubre de ese mismo año, Justino falleció, quedando Tiberio como único emperador. Según Juan de Éfeso, Sofía envió al patriarca Eutychius de Constantinopla a la residencia de Tiberio para convencerlo de divorciarse de Ino, ofreciéndole a su hija adulta Arabia como futura esposa. No obstante, Tiberio, que estaba profundamente enamorado de Ino, se negó.
Tiberio aparentemente temía por la seguridad de su esposa e hijas. Juan de Éfeso explica que las tres mujeres viajaron clandestinamente hacia Constantinopla en barco, llegando de madrugada. Ino y sus hijas llegaron sanas y salvas y Tiberio organizó diversas reuniones con Eutychius y diversos miembros del Senado Bizantino. Ino fue proclamada Emperatriz en una ceremonia pública y recibió el rango de Augusta.
Según Juan de Éfeso, su nombre fue considerado inapropiado para una emperatriz cristiana, ya que tenía connotaciones helénicas. La Ino original era hija de Cadmus y de Harmonía, identificados con la diosa Leucotea. Como emperatriz, Ino recibió el nombre de Anastasia (oficialmente Aelia Anastasia).5
Anastasia no fue la única Augusta, Sofía también conservó su rango y continuó reservando una sección del palacio para si misma. La afiliación religiosa de Anastasia es desconocida. Según Juan de Éfeso, era hostil a la facción religiosa de Calcedonia, y jamás se conocieron sus creencias religiosas reales.
Irene o Irene Sarantapechaina (en griego: Ειρήνη Σαρανταπήχαινα) (c. 752 - 9 de agosto de 803), conocida también como Irene de Atenas o Irene la Ateniense (en griego: Ειρήνη η Αθηναία), fue emperatriz de Bizancio —si bien en algunas monedas se titula, en masculino, basileus("emperador"), en lugar del correspondiente femenino, basilissa("emperatriz")—, fue esposa del emperador León IV y madre de Constantino VI, durante cuya minoría de edad (780-790) asumió la regencia. En 792 fue asociada al trono por su hijo y, más tarde, asumió el poder en solitario entre 797 y 802.
Primeros años[editar]
Irene, nacida en Atenas, era, aunque pobre, famosa por su belleza. Contrajo matrimonio con el emperador León IV. Cuando este murió, el 8 de septiembre de 780, Irene asumió la regencia en nombre de su hijo Constantino VI, que tenía solo 10 años de edad. Durante los 11 años siguientes, la emperatriz fue la única gobernante efectiva del Imperio bizantino.
En 782 el príncipe abasí Harún al-Rashid lideró una expedición de envergadura que derrotó al ejército bizantino y alcanzó el Bósforo. La regente Irene tuvo que comprometerse a pagar un tributo al califa al-Mahdi durante tres años, consistente en unos 70 000 a 90 000 dinares anuales.12
Controversia iconoclasta[editar]
Su decisión más importante fue permitir la restauración del culto de las imágenes, que había sido prohibido por León III el Isaurio en 726. Irene siempre había sido partidaria de los iconódulos, aunque se había visto obligada a renunciar públicamente a sus creencias en vida de su marido. Nombró patriarca de Constantinopla a Tarasio, su antiguo secretario, y convocó dos concilios. El primero comenzó el 17 de agosto de 786 en la iglesia de los Santos Apóstoles de Constantinopla, con la asistencia de delegados tanto del papa Adriano I como de los patriarcas de Alejandría, Antioquía y Jerusalén, pero debió interrumpirse debido a la oposición del ejército. El segundo tuvo lugar en Nicea en septiembre de 787, se celebró con éxito y declaró herética la doctrina iconoclasta, aunque se especificó que los iconos solo podían ser objeto de veneración y no de adoración. El éxito del concilio, conocido como el II Concilio de Nicea, supuso la reunificación con la Iglesia de Occidente.
Pugna con su hijo Constantino[editar]
En 790, Irene decretó que ella tendría siempre prioridad en el gobierno frente a su hijo Constantino, que ya era adulto. Esto convirtió a su hijo en el principal foco de oposición contra el gobierno de Irene, y se urdió una conspiración para deponer a la emperatriz. Sin embargo, la conspiración fue desbaratada por Irene, quien castigó a los culpables, encarceló a Constantino y obligó al ejército a jurarle fidelidad. Mientras que en la parte europea del Imperio, donde predominaban los iconódulos, lo consiguió sin problemas, los soldados de Asia Menor se negaron y comenzaron una revuelta que culminó con la proclamación de Constantino VI como único emperador.
Sin embargo, tras una serie de fracasos militares, Constantino decidió devolver el poder a su madre, quien fue confirmada como emperatriz. Ante esto, la facción iconoclasta tramó colocar en el trono al césar Nicéforo, uno de los cinco hermanos del anterior emperador, León IV. La conspiración fue descubierta: Nicéforo fue cegado y a los otros cuatro tíos de Constantino, que habían tomado parte en ella, se les cortó la lengua.
Emperatriz titular[editar]
Pocos años después, la propia Irene tramó una conspiración contra su hijo, en beneficio propio. En junio de 797, el emperador fue apresado y el 15 de agosto de ese mismo año fue cegado por orden de su madre. Se cree que murió a consecuencia de las heridas producidas, aunque este extremo ha sido recientemente puesto en duda.
Tras acabar con su hijo, Irene se convirtió en la primera emperatriz en la historia del Imperio bizantino en ocupar el trono no como consorte o regente, sino en su propio nombre. En el año 800, ante la ausencia de un emperador varón en el trono de Constantinopla, y por razones de propia conveniencia, el papa León III coronó a Carlomagnocomo Emperador. En Constantinopla esto fue visto como un acto sacrílego. Según algunas fuentes, en el verano de 802, el nuevo soberano envió embajadores a Constantinopla proponiendo matrimonio a Irene. Para Irene pudo haber sido la oportunidad de consolidar su inestable posición en el trono de Constantinopla. Según el cronista Teófanes, único que refiere la historia de esta negociación matrimonial, los planes de boda fueron frustrados por uno de los favoritos de la emperatriz.
En octubre de 802, una conspiración depuso a Irene y colocó en el trono a Nicéforo I, que había sido su ministro de finanzas. La emperatriz fue desterrada a la isla de Lesbos, donde murió un año más tarde. Teodoro el Estuditaescribió una carta muy elogiosa dirigida a Irene, por su apoyo a la causa iconódula.3 Esta epístola llevó a la errada creencia de que la Iglesia Ortodoxa la considera santa. Sin embargo ni el Menologio, ni la Vida de los Santos de Nicodemo, el hagiógrafo la mencionan como tal. Las analectas bolandianas, por el contrario, la denominan santa Irene.
Irene Asanina (en griego: Ειρήνη Ασανίνα) emperatriz bizantina, esposa del emperador Juan VI Cantacuceno.
Irene fue la nieta del zar Iván Asen III, hija de Andrónico Asendéspota de Morea y su esposa Tarcaniotisa. Se casó con Juan Cantacuceno antes de 1320.1 Desde 1341, cuando Juan Cantacuceno se proclamó emperador en Didimóteicho su nombre fue incluido con el nombre oficial de emperatriz en los documentos emitidos por la corte de Cantacuceno.2 La coronación oficial de la pareja imperial no fue sino hasta el 13 de mayo de 1347.3 En noviembre de 1354, después de la conquista de Constantinopla por Juan V Paleólogo, Juan Cantacuceno abdicó y entró en el monasterio de Mangana.4 Irene, también vistió el hábito y adoptó el nombre de Eugenia, murió ese mismo año en el sagrado monasterio de Marta.1
Irene tuvo seis hijos:
- Mateo - coemperador bizantino desde 1352 hasta 1357, después déspota de Morea.
- Manuel - déspota de Morea.
- María - se casó en el verano de 1342 con Nicéforo II Orsini, déspota de Epiro.
- Teodora - fue la tercera esposa del sultán Orhan I del Imperio otomano.
- Helena - se casó con el emperador Juan V Paleólogo.
- Andrónico - prisionero en los años 1341-1342 durante la guerra civil, murió durante una epidemia en 1347.
Irene de Brunswick, nacida como Adelaida, (aprox. 1293 - 16/17 de agosto de 1324) fue la primera esposa de Andrónico III Paleólogo y por su matrimonio emperatriz de Constantinopla, aunque murió antes que su marido se convirtiera en emperador único.
Fue la hija de Enrique I de Brunswick-Lüneburg e Inés de Meissen. Sus abuelos maternos fueron Alberto II de Meissen y Margarita de Sicilia.
En marzo de 1318, se casó con el príncipe Andrónico Paleólogo. Andrónico fue el hijo mayor de Miguel IX Paleólogo y Rita de Armenia. Su suegro era en ese momento coemperador con su propio padre Andrónico II Paleólogo. Con su matrimonio se incorporó la Iglesia ortodoxa y tomó el nombre de Irene. Tuvieron un solo hijo:
- Un hijo (junio de 1320 – febrero de 1322).
Murió en Rodosto durante la guerra civil entre Andrónico II y Andrónico III desde 1321 hasta 1328. Su esposo procedió a casarse con Ana de Saboya.
Yolanda de Montferrato (c. 1274 – 1317 en Constantinopla) (también conocida como Violante, después emperatriz Irene) fue la segunda emperatriz consorte de Andrónico II Paleólogo, el gobernante del Imperio bizantino, y heredera del marquesado de Montferrato.
Nacida en Casale, era la hija de Guillermo VII, marqués de Montferrato y su segunda esposa Beatriz de Castilla.1 Sus abuelos maternos fueron el rey Alfonso X de Castilla1 y su esposa Violante de Aragón.
En 1284, Andrónico II, quien había enviudado de su primer matrimonio con Ana de Hungría, se casó con Yolanda (quien fue llamada Irene como emperatriz). Irene y Andrónico eran parientes en cuarto o quinto grado ya que ambos eran descendientes de Andrónico Ducas Ángelo, el padre del emperador Isaac II Ángelo, tatara-tatara-tatarabuelo de Irene, y del emperador Alejo III Ángelo, tatara-tatarabuelo de Andrónico II. Con ella, Irene traía los derechos de los Montferrato hacia el Reino de Tesalónica,1 un dominio que aunque había sido conquistado medio siglo antes del nacimiento de Irene por el estado bizantino de Epiro, todavía era reclamado por la dinastía de Montferrato.
Después se comprobó que el marqués de Montferrato no tenía herederos varones de la dinastía Aleramici, y los hijos de Irene tenían derecho a heredar en 1305 a la muerte del hermano de Irene Juan I de Montferrato.
El matrimonio tuvo los siguientes hijos
- Juan Paleólogo (c. 1286–1308), déspota1
- Teodoro Paleólogo (1291–1338), marqués de Montferrato1
- Demetrio Paleólogo (fallecido después de 1343), déspota. Padre de Irene Paleóloga1
- Simónida Paleóloga (1294–después de 1336), quien se casó con el Esteban Milutin de Serbia1
El hijastro de Irene, Miguel IX Paleólogo fue pensado para suceder a su esposo como emperador, pero en última instancia fue el hijo de Miguel, Andrónico III Paleólogo quien se convirtió en el sucesor en lugar de Miguel. Irene consiguió asegurar algo de poder y bienes para su propia descendencia.
Irene dejó Constantinopla en 1303 y se instaló en Tesalónica. Estableció su propia corte en la ciudad y controló sus propias finanzas y política exterior hasta su muerte catorce años después. Nicéforo Grégoras la retrató en sus escritos históricos como una líder ambiciosa y arrogante.
Irene Ducas (1066 - 19 de febrero de 1133), emperatriz bizantina, esposa del emperador Alejo I Comneno, y madre de Juan II Comneno y de la historiadora Ana Comneno.
Era hija de Andrónico Ducas y María de Bulgaria. Se casó con Alejo Comneno en 1078, cuando contaba sólo quince años. De este modo, su marido se aseguraba la alianza con la poderosa familia Ducas. Alejo accedió al trono en 1081, pero excluyó a Irene de la ceremonia de coronación, y la familia Ducas tuvo que intervenir para que fuese coronada en Santa Sofía por el Patriarca de Constantinopla. Los primeros años de su matrimonio se vieron enturbiados por la pública relación de su marido con María Bagrationi. Dio a luz a nueve hijos. En los últimos tiempos del reinado de Alejo I, apoyó como sucesor a Nicéforo Brienio, marido de Ana Comnena, pero fracasó en su intento.
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