La Pequeña fuga en sol menor, BWV 578, popularmente conocida como la Pequeña fuga, es una obra improvisada para órgano por el compositor alemán Johann Sebastian Bach durante su estancia en Arnstadt (1703–1707). Es una de las fugas más conocidas de Bach, que ha sido adaptada y arreglada en diversas ocasiones, incluyendo una versión orquestal hecha por Leopold Stokowski.12
Entre los primeros conocedores de las obras de Bach se empezó a emplear su popular nombre para distinguirla de Fantasía y fuga en sol menor, BWV 542, que es más larga en duración.
Análisis[editar]
La Pequeña fuga es una de las fugas a cuatro voces más reconocidas de Bach. Durante los episodios, Bach utiliza una de las técnicas más famosas de Arcangelo Corelli: imitación entre dos voces sobre una figura de pulso no acentuado en corchea que salta a una cuarta para entonces volverse atrás.
El Preludio y Fuga en do mayor, BWV 531 es una pieza de órgano por el compositor alemán del barrocoJohann Sebastian Bach. La pieza aparentemente fue escrita antes del periodo en Sajonia-Weimar (1708-1717).
Análisis[editar]
Preludio[editar]
El Preludio en do mayor se trata de una música más exuberante. La idea de la apertura propulsora con el pedaldel Preludio en sucesivas notas rápidas, que se elevan en arpegios, le brinda un aspecto feliz, y de celebración a la misma.1
Fuga[editar]
Técnicamente la Fuga está escrita con un patrón de diferentes intervalos, y un sujeto muy peculiar, además la Fuga es de mayor duración que el Preludio. Los pedales interrumpen la textura contrapuntística de la Fuga antes que esta se desarrolle por completo, con cierta medida de estallido a las uniones de octavas (a los que las voces superiores responden con acordes de seis voces, no hay mantenimiento estricto de la textura a cuatro voces aquí), es un momento mágico en el repertorio de órgano. Bach termina esta Fuga de órgano con una breve cuasi-cadencia, de la talla de la que ya se ha escuchado al final del Preludio como una especie de puente a la Fuga.
El Preludio y fuga en do mayor, BWV 547 es una pieza escrita para órgano por el compositor barroco alemán Johann Sebastian Bach. Fue compuesta por el año 1725, en general se presume que la pieza fue escrita en Leipzig, sin embargo algunos investigadores sostienen que se gestó en Weimar.
Análisis[editar]
Preludio[editar]
El compás de 9/8 del comienzo del preludio es bastante inusual, son notas repetidas en medio de la escalaascendente cuando empieza el tema, Bach cubre el intervalo de una octava durante la reproducción de diez notas. Una vez se ejecutan las notas ascendentes de la melodía principal (que se ira repitiendo a lo largo de la pieza) entran los pedales a modo de respuesta. Al comienzo preludio, el pedal va proyectando notas de bajodescendentes, después, solo con los manuales se interpreta una melodía, para que nuevamente vuelvan a entrar los pedales a modo de respuesta. Los pedales toman un papel muy importante durante todo el preludio, ejecutándose constantemente notas de bajo.
Su ambiente doméstico, pastoral continúa a lo largo, con el apoyo de la polifonía maestra. La parte casi de ostinato del pedal da un constante recuerdo del compás de 9/8 y se deriva de la voz de soprano en la segunda medida del preludio. A veces, la escritura manual tiene algunas reminiscencias que se pueden escuchar en las Variaciones Goldberg.
Fuga[editar]
Debido a que la última nota del tema en sí inicia con un empuje a la dominante, se convierte en un participante activo en los pasajes de desarrollo de la pieza. Así, el sujeto es parte tanto de la armónica, como de secciones estables de la fuga. Esto hace que sea difícil para el oyente encontrar un equilibrio en la pieza. A diferencia de algunas de las fugas anteriores de Bach, las repeticiones del sujeto no son simplemente la repetición de las referencias del material de apertura, si embargo proporcionan una sutil forma de trabajo a través del proceso de fuga. La armonía se mueve hacia el "plano", las tonalidades, finalmente descansan en la tónica menor durante un tiempo. Bach retrasa la entrada del pedal hasta aproximadamente dos tercios de la fuga. Después de esta espectacular entrada de los pedales, comienza el camino de regreso a la tónica. Como para compensar las peregrinaciones armónicas anteriores, la fuga cierra con un pedal tónico sostenido.
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