Nota: En esta transcripción se ha respetado la ortografía original.
13 DE AGOSTO DE 1521.[editar]
Del bello Anáhuac la gentil señora,
La gran Tenoxtitlan que en oro y flores
La frente reclinaba á los fulgores
Del sol radiante que sus cumbres dora,
Ya es presa de Cortés; ya la invasora
Hueste que siembra por doquier horrores,
Los templos profanó, y en sus furores
Nada respeta, ni a mujer que llora.
Cayó el imperio que Tenoch un dia
Fundó á la orilla del sereno lago,
Y Cuauthemoc heroico defendía.
Callad! no importa! pues el aire vago
Difunde la tremenda profecía:
Venganza alcanzará tan fiero estrago.
La gran Tenoxtitlan que en oro y flores
La frente reclinaba á los fulgores
Del sol radiante que sus cumbres dora,
Ya es presa de Cortés; ya la invasora
Hueste que siembra por doquier horrores,
Los templos profanó, y en sus furores
Nada respeta, ni a mujer que llora.
Cayó el imperio que Tenoch un dia
Fundó á la orilla del sereno lago,
Y Cuauthemoc heroico defendía.
Callad! no importa! pues el aire vago
Difunde la tremenda profecía:
Venganza alcanzará tan fiero estrago.
Reina en París unánime alegría:
y toda plaza y toda calle suena,
de alborozada muchedumbre llena,
que celebra del año el primer día.
Mas, solitaria en tanto el alma mía,
con el contento, y la ventura ajena,
siente aumentarse su profunda pena,
y su tedio y mortal melancolía.
En vano la esperanza me halagaba:
para mí ¡ay triste! el año nuevo empieza
tan desgraciado cual su hermano acaba:
¡aún el mal no remite su crüeza
que mi cuerpo consume, aún gime esclava
el alma del hastío y la tristeza!
y toda plaza y toda calle suena,
de alborozada muchedumbre llena,
que celebra del año el primer día.
Mas, solitaria en tanto el alma mía,
con el contento, y la ventura ajena,
siente aumentarse su profunda pena,
y su tedio y mortal melancolía.
En vano la esperanza me halagaba:
para mí ¡ay triste! el año nuevo empieza
tan desgraciado cual su hermano acaba:
¡aún el mal no remite su crüeza
que mi cuerpo consume, aún gime esclava
el alma del hastío y la tristeza!
Mientras que acaso piensa tu tristeza en la patria distante y sientes frío al mirar donde estás, y el desvarío de la fiebre conmueve tu cabeza, yo soñando en tu amor y en tu belleza, amor jamás por mi desgracia mío de la profundidad de mi alma, envío a la pena un saludo de terneza. Si cuando va mi pensamiento errante a buscarte en parejas de otro mundo con la nostalgia se encontrara a solas sobre las aguas de la mar gigante entre el cielo purísimo y profundo y el vaivén infinito de las olas.
¡Bien haya la piedad que augusta ofrenda de oliva y lauro a tu inmortal memoria justiciera dedica y tu alma gloria a las celestiales musas encomienda! ¡Que en la patria infeliz acaso encienda espíritu vital tu clara historia y trueque en oro nuestra vil escoria, llama de honor, que de virtud sea prenda! Mas no será; que envejecida España varones como tú ya no concibe, ni en fecunda labor produce un hombre. Murió la ínclita edad, ni héroe, ni hazaña la presente enaltece, y triste vive sin amor y sin fe, sin Dios, sin nombre.Hallar piedad con llantos lastimeros entre los hombres Arión intenta, y le es más fácil que un delfín la sienta, que no los despiadados marineros. Pues rendido a sus trinos lisonjeros Benigno el pez al joven se presenta, y en su espalda la noble carga ostenta que arrojaron sus necios compañeros. ¡Ay, Albino! Conócelo algún día, ni más el plectro con gemidos vanos intente ya domar la turba impía. No se vencen así pechos humanos: busquemos en los tigres compañía, y verás que nos son menos tiranos.
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