lunes, 11 de febrero de 2019

SONETOS


Nota: En esta transcripción se ha respetado la ortografía original.


13 DE AGOSTO DE 1521.[editar]


Del bello Anáhuac la gentil señora,
La gran Tenoxtitlan que en oro y flores
La frente reclinaba á los fulgores
Del sol radiante que sus cumbres dora,

Ya es presa de Cortés; ya la invasora
Hueste que siembra por doquier horrores,
Los templos profanó, y en sus furores
Nada respeta, ni a mujer que llora.

Cayó el imperio que Tenoch un dia
Fundó á la orilla del sereno lago,
Y Cuauthemoc heroico defendía.

Callad! no importa! pues el aire vago
Difunde la tremenda profecía:
Venganza alcanzará tan fiero estrago.











1º de enero de 1863
de Clemente Althaus 


Reina en París unánime alegría:
y toda plaza y toda calle suena,
de alborozada muchedumbre llena,
que celebra del año el primer día.

Mas, solitaria en tanto el alma mía,
con el contento, y la ventura ajena,
siente aumentarse su profunda pena,
y su tedio y mortal melancolía.

En vano la esperanza me halagaba:
para mí ¡ay triste! el año nuevo empieza
tan desgraciado cual su hermano acaba:

¡aún el mal no remite su crüeza
que mi cuerpo consume, aún gime esclava
el alma del hastío y la tristeza!











A Adriana
de José Asunción Silva 

Mientras que acaso piensa tu tristeza
en la patria distante y sientes frío
al mirar donde estás, y el desvarío
de la fiebre conmueve tu cabeza,

yo soñando en tu amor y en tu belleza,
amor jamás por mi desgracia mío
de la profundidad de mi alma, envío
a la pena un saludo de terneza.

Si cuando va mi pensamiento errante
a buscarte en parejas de otro mundo
con la nostalgia se encontrara a solas

sobre las aguas de la mar gigante
entre el cielo purísimo y profundo
y el vaivén infinito de las olas. 




A Alberto Lista [1] de Rafael María Baralt 
 ¡Bien haya la piedad que augusta ofrenda   de oliva y lauro a tu inmortal memoria   justiciera dedica y tu alma gloria   a las celestiales musas encomienda!     ¡Que en la patria infeliz acaso encienda   espíritu vital tu clara historia   y trueque en oro nuestra vil escoria,   llama de honor, que de virtud sea prenda!     Mas no será; que envejecida España   varones como tú ya no concibe,   ni en fecunda labor produce un hombre.     Murió la ínclita edad, ni héroe, ni hazaña   la presente enaltece, y triste vive   sin amor y sin fe, sin Dios, sin nombre.
A Albino de Manuel María de Arjona 
Hallar piedad con llantos lastimeros   
entre los hombres Arión intenta,   
y le es más fácil que un delfín la sienta,   
que no los despiadados marineros.   
 

     Pues rendido a sus trinos lisonjeros 
     Benigno el pez al joven se presenta,   
     y en su espalda la noble carga ostenta   
     que arrojaron sus necios compañeros.   
 

¡Ay, Albino! Conócelo algún día,   
ni más el plectro con gemidos vanos 
intente ya domar la turba impía.   
 

     No se vencen así pechos humanos:   
     busquemos en los tigres compañía,   
     y verás que nos son menos tiranos.   

No hay comentarios:

Publicar un comentario