Nota: En esta transcripción se ha respetado la ortografía original.
A LA CIENCIA.[editar]
Yo no te admiro, no, cuando la prora
Del hermoso bajel los mares hiende,
Ni cuando altiva y poderosa asciende
Las cumbres la veloz locomotora.
No ensalzo tu poder porque señora,
Eres del rayo que á tu voz desciende,
Ni me asombra saber cómo sorprende
Secretos, tu mirada indagadora.
Mas si del torpe error y la mentira
Tu luz al hombre por su bien redime
Y en la razon y en la verdad le inspira,
Entónces tu grandeza en mí se imprime,
Y el alma, ¡oh Ciencia! con fervor admira
Tu excelsa gloria y tu poder sublime.
Del hermoso bajel los mares hiende,
Ni cuando altiva y poderosa asciende
Las cumbres la veloz locomotora.
No ensalzo tu poder porque señora,
Eres del rayo que á tu voz desciende,
Ni me asombra saber cómo sorprende
Secretos, tu mirada indagadora.
Mas si del torpe error y la mentira
Tu luz al hombre por su bien redime
Y en la razon y en la verdad le inspira,
Entónces tu grandeza en mí se imprime,
Y el alma, ¡oh Ciencia! con fervor admira
Tu excelsa gloria y tu poder sublime.
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¿Jesús circuncidado? ¿Dios herido? La vida con prenuncios de la muerte? de sangre el soberano Sol teñido? Sagrado el sano enflaquecido el fuerte? Subjeto el libre, el vencedor rendido? Con suma dignidad tan baja suerte? Herrado el Rey, el siervo esclarecido? O Dios, porque así quieres deshacerte? Sin duda humana fuerza no bastara juntar en uno extremos tan distantes: mas aquestas tan heroicas hazañas descubren el ardor de tus entrañas, que para amar mil mundos son bastantes, y aun de ellas infinito amor sobrara.
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Casas moriscas, patios con jazmines, naranjos, flores, búcaros y fuentes, antorchas en girándulas lucientes, que alumbran por cancelas los jardines. Damas entre damascos y cojines, refrescando al ventalle los ambientes y guardando en las rejas impacientes citas, lances con nobles paladines. Músicas por las calles y veladas; Guadalquivir que, manso, lejos brilla, la flota y la Giralda iluminadas. Soldado, abad, buscona, gitanilla; escalas en balcón, reñir de espadas, esta es Babel de amor, esta es Sevilla.
A la concha de Venus amarrado y al recio galopar de los tritones, por formar comités para elecciones cual César, cruza el mar alborotado. Neptuno, que estará subvencionado, en redes de cristal tiende traiciones, y del agua salobre cien montones arroja sobre el nauta atribulado. Mas todo su furor aquí no basta; toca por fin las playas españolas débil barquilla en forma de canasta adornada con lindas banderolas, y brota al punto el inmortal Sagasta cual Venus de la espuma de las olas.Siempre, bella Pilar, siempre risueño luzca a tus ojos el solemne día que de tus gracias su ventura fía quien se envanece de llamarte dueño. Cien veces mayo ofrézcate halagüeño las flores, que sin él tu aliento cría: corra tu edad en plácida alegría como un sabroso y bonancible sueño. De amables niños, lisonjero adorno de matrona feliz, fórmete en breve séquito digno turba bulliciosa, que al agruparse de su padre en torno, entre blandas caricias le renueve rasgos y hechizos de su madre hermosa.
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