sábado, 28 de junio de 2014

ARQUITECTURA GÓTICA


ARTE GÓTICO .-


El gótico quedó constituído en Francia, en la Isla de Francia

El cambio se inició cuando los edificios románicos empezaron a adaptar la bóveda de ojiva, de arcos semicirculares, que ya era utilizada desde el siglo XI pero que no tenía finalidad constructiva (ya los árabes colocaron nerviaciones bajo las bóvedas pero sólo tenían fin decorativo, nada sostenían).

La bóveda de ojivas nació de la de aristas al reforzarse con nerviaciones. Al principio estas nerviaciones tenían simplemente una finalidad decorativa (semicirculares para adaptarse a a las aristas). Cuando las bóvedas se apuntaron y los nervios se constituyeron en arcos ojivales, éstos recibieron columnas preparadas para recoger su peso.


Cronología
La arquitectura gótica abarcó desde el siglo XII al XVI, pero en todo este tiempo no paró de evolucionar:
En el siglo XII la arquitectura gótica fue una arquitectura románica con bóvedas y arcos apuntados.
El siglo XIII constituyó el período clasico, en el cual la arquitectura fue rectora de las otras artes.
En el siglo XIV la arquitectura gótica aumentó su esbeltez, tendió a su estilización y se inició la autonomía de la escultura y de la pintura góticas respecto a la arquitectura.
El siglo XV representó la fase barroca y decorativa del gótico.
Durante los siglo XVI y XVII todavía contiuó el gótico en algunos países.
El gótico se caracteriza por la verticalidad y la luz, que es el reflejo de la divinidad. Su expresión más típica es la catedral, en la que encontramos todos los elementos del arte gótico.
Utiliza un nuevo tipo de arco y de bóveda: el arco ojival y la bóveda de crucería, lo que posibilita un muro diáfano que se recubre con vidrieras. Los rosetones son el marco privilegiado de las vidrieras de colores. Predominan las plantas de cruz latina en las que se distingue: la cabecera, el crucero y las naves, de tres a cinco. La cabecera tiene girola y capillas radiales.
La nave central y el crucero son más anchos y altos que las laterales. Aparece el pilar fasciculado, que tiene el fuste formado por varias columnillas delgadas (baquetones). En el edificio gótico se necesita un sistema de contrapeso adicional: los arbotantes.
La bóveda de crucería permite cubrir espacios rectangulares a mayor altura.
Está formada por dos arcos (nervios) que se cruzan en la clave. El resto de la superficie se cubre con plementos. Las vidrieras se organizan en tracerías. Cada vidriera posee un armazón de hierro y un emplomado.
Se revaloriza la portada: se colocan las torres y las puertas. La fachada típica tiene forma de H. Está formada por dos torres cuadradas, rematadas con un elemento piramidal. Poseen tres niveles: la portada de entrada, los ventanales y el rosetón.
En el alzado de la catedral se distinguen tres partes: la arquería, el triforio y el claristorio o ventanales.


La arquitectura define al gótico. Sus dos elementos fundamentales: arco apuntado u ojival y la bóveda de ojivas o de crucería. Con éstos se rompe el estatismo del estilo románico.
El salto final hacia el estilo gótico se dio en la Isla de Francia, en la cuenca de París. La bóveda de ojivas en sí no define al estilo gótico pero es su base, el cambio se produjo cuando se juntó el arco ojival a la ojiva al apuntar las bóvedas y se colocó una clave en el cruce y después se transmitieron las fuerzas a los apoyos y se crearon los contrarrestos.

Este cambio supuso un perfeccionamiento técnico:
*.- Primero los nervios estaban adheridos (como refuerzo a las aristas pero sin penetrar en las bóvedas y sin claves).
*.- La aparición de la claves, a mediados del siglo XII, supuso la plena estabilidad de los nervios y de la bóveda, lo mismo ocurrió con el uso de dovelas en los arcos.
*.- Luego los arcos se hicieron apuntados y toleraron una mayor esbeltez del trazado y una disminución del empuje, lo que permitió vaciar los muros. Los nervios se fueron incrustando en la bóveda, fragmentándola y dando origen a los plementos que se comportaban como el tegumento del pie de las palmípedas.
*.- Después se añadieron otras transformaciones, a finales del siglo XII el arbotante, que alivió el empuje y proyectó las aguas lejos de los edificios.

La esencia de la bóveda de ojivas consistió en concentrar las fuerzas en los nervios y posibilitó el aligeramiento de los plementos. En las fases avanzadas del gótico se llegaron a perforar las bóvedas.




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