ARTE GÓTICO .-
Siglo XIV: el gótico mediterráneo.
El Gótico del siglo XIV se centra sobre todo en las construcciones del Reino de Aragón, donde el gótico adoptó cualidades particulares relacionadas con la horizontalidad del gótico italiano y del sur de Francia. Así los templos catalanes tienden a la planta de salón, prescindiendo de la diferencia de altura entre nave central y naves laterales, con lo que se reduce la función de los arbotantes que en muchos casos desaparecen, reforzando la función de los contrafuertes que frecuentemente flanquean capillas entre ellos; las cubiertas se hacen planas y se abren pequeños ventanales. Igualmente se prescinde del gran aparato decorativo que había invadido las construcciones castellanas del siglo anterior.
Palma
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La catedral de Barcelona se inicia en 1298, consta de tres naves casi a la misma altura y girola sin arbotantes. La iglesia de Santa María del Mar, de Barcelona, presenta planta de salón, con tres naves de idéntica altura, separadas por pilares octogonales y con ausencia de arbotantes. La catedral de Gerona, inicialmente con un proyecto idéntico a la de Barcelona, tiene su fama por la simplificación de este proyecto, que hizo de ella un monumento único, ya que sus tres naves iniciales fueron reunidas en una, en 1417 fue encargado Guillem Bofill en realizar el nuevo proyecto. La catedral de Palma de Mallorca (ver foto arriba) se inicia en el primer tercio del siglo XIV, se plantea como una iglesia de tres naves con cabecera rectangular, es un edificio falto de pureza estilística con elementos de las más diversas escuelas, destacando la utilización de pilares ochavados a imitación de Santa María del Mar y la utilización de gruesos contrafuertes exteriores, que le dotan de un aspecto recio. Respondiendo al carácter burgués de la sociedad aragonesa, se realizaran una gran cantidad de edificios civiles entre los que hay que destacar el salón Tinell, del Palacio Real de Barcelona, el Salón del Consejo de Ciento, del Ayuntamiento y las Atarazanas también de las misma ciudad. En Valencia la mejor muestra de este período es la torre campanario de la catedral, el popular «Micalét» construido a finales del siglo.
Durante el siglo XIV la actividad arquitectónica de Castilla decreció afectada por las crisis económicas, sociales y políticas que sufrió la corona y el reino castellano, aún así se inician las construcciones de las catedrales de Palencia, Oviedo y Vitoria, así como abundantes iglesias conventuales que se distribuyen por todas las regiones. Entre los grandes núcleos de arquitectura gótica, castellana y catalana, se encuentra el foco navarro, muy vinculado al francés por razones históricas; su máximo exponente es la catedral de Pamplona, construida entre 1397 y 1472, presentando una girola cuya planta es un pentágono irregular.
Siglos XV y XVI: gótico flamígero o isabelino.
La renovación de la arquitectura gótica que se había realizado en siglo anteriores dará como consecuencia el denominado "estilo hispano-flamenco", resultado de la fusión del gótico de caracteres flamencos (flamígero) con la tradición del arte hispano musulmán. En este siglo el arte gótico alcanza su plenitud, tanto en las construcciones religiosas como en las civiles, en buena mediada suscitado por la necesidad de las coronas de afirmar su dominio territorial, y sobre todo a partir del último tercio del siglo, cuando los Reyes Católicos pretenden crear un estado moderno unificado, potencian el nacimiento de un arte que pudiera representar la unidad de las coronas. De otra parte, la presencia de numerosos artistas provenientes de Flandes y Centroeuropea, determinará el nacimiento de una serie de escuelas artísticas regionales que introducirán los nuevos gustos europeos en la culminación de obras emprendidas en el período clásico y en otras que se inician en este momento. Técnicamente este estilo se va a caracterizar por la complicación infinita de las nervaduras en las bóvedas, la utilización de todo tipo de arcos, el carpanel, el conopial, el escarzano, o el mixtilíneo, y la abundante decoración de finos labrados. Pero además con los Reyes Católicos el gótico se simplifica en estructura, se consigue una clarificación en las construcciones que permitirá que el gótico, como expresión del poder real, se popularice y extienda a toda la península, renovándose en este estilo infinidad de iglesias situadas en el mundo rural y que inicialmente habían sido construidas en estilo románico. Estas últimas construcciones góticas coinciden en el tiempo con las primeras renacentistas, superponiéndose y utilizándose de manera aleatoria los dos estilos, los dos eran validos y novedosos, puesto que en la regeneración del gótico de la época de los Reyes Católicos se entiende que hay un abandono en las formas tradicionales, y se presenta como una expresión del pensamiento humanista, por ello es imposible entender el Renacimiento español sin este gótico final.
Sevilla
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Las primeras muestras flamígeras se plasman en la construcción de la catedral de Sevilla (ver foto arriba), iniciada en 1402 sobre el emplazamiento de la mezquita almohade, de la que se conserva el minarete como campanario, la famosa Giralda y el patio musulmán como claustro de la nueva catedral, cuya construcción se prolonga a lo largo del siglo XV, y se singulariza tanto por sus dimensiones como por su estructura; la planta es de cinco naves de nueve tramos, con capillas laterales entre los contrafuertes, y recargadas de decoración; se cubren con bóvedas de nervadura sencilla, salvo en el crucero.
Con el traslado del arzobispo de Sevilla a Toledo, las formas flamígeras se extienden por Castilla, siendo Burgos y Toledo los focos de mayor irradiación.
Burgos fue otro de los focos que desde mediados del siglo XV acoge la presencia de artistas extranjeros como Juan de Colonia, encargado de las obras de la catedral de Burgos en 1442 comienza a construir la aguja sur y termina la norte, en ellas hay una clara imitación de las formas flamígeras germánicas, en 1454, en las cercanías de Burgos se realiza la cartuja de Miraflores. En 1482 su hijo Simón de Colonia realiza en la catedral la capilla del Condestable cubierta con bóveda octogonal estrellada y calada y clara influencia mudéjar. En Valladolid, vinculadas al taller de los Colonia de Burgos, se construyen las fachadas denominadas "de tapiz" de las iglesias del convento de San Pablo y del colegio de San Gregorio. Estas formas hispano-flamencas llegan a su máxima culminación con la construcción del cimborio de la catedral burgalesa, en 1539, por Felipe Bigarny, donde se aprecia un virtuosismo artesanal heredado de las formas hispano musulmanas, al igual que ocurre en la catedral de Oviedo, que se puede considerar una de las obras más completas del flamígero.
En Toledo, hacia 1430 se nota la presencia de otro grupo de artistas flamencos que intervienen completando aspectos de la catedral bajo la dirección de Hanequín de Bruselas; en estos momento se construyen la puerta de los Leones de la catedral de Toledo, realizada por Hanequín, y las capillas sepulcrales de San Ildefonso y don Alvaro de Luna. Pero el gran maestro toledano de finales del siglo XV es el francés Juan Guas (1430- 1496), interprete indiscutible de la síntesis de los caracteres flamencos con los mudéjares y los gustos flamígeros del último gótico para configurar el denominado "gótico isabelino", normativo de la nueva arquitectura planteada en el período de los Reyes Católicos; la obra más representativa de este sistema arquitectónico y decorativo es el monasterio de San Juan de los Reyes, emprendido en el año 1477 por Juan Guas en el mismo Toledo, en este edificio la exuberante decoración del gótico flamígero se combina con una estructura de iglesia simplificada en sus elementos y sencilla concepción de nave única y cabecera poligonal. La decoración se utiliza como fórmula de exaltación de las Coronas. Este mismo arquitecto trabajara en el Palacio de los Duques del Infantado en Guadalajara y en el castillo de Manzanares el Real. Los hermanos Antón y Enrique Egas que trabajaran en el hospital de la Santa Cruz de Toledo y en los de Granada y Santiago, asimismo realizan los proyectos de la capilla Real y de la Catedral de Granada.
Segovia
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En Levante, el gótico final flamígero está representado por edificaciones civiles, principalmente lonjas dedicadas al comercio, como son la lonja de Palma de Mallorca y la de Valencia , realizadas respectivamente por Guillem Sagrera yPedro Compte en las que utilizaron planta de salón cubierta con bóvedas de crucería y esbeltos pilares helicoidales.
Por último hay que citar que durante las primeras décadas del siglo XVI se construyen las últimas catedrales góticas, de 1512 es la de Salamanca y de 1525 es la de Segovia (ver foto arriba), obras debidas a Juan y Rodrigo Gil de Hontañón que combinan estructuras góticas con elementos renacentistas.
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