ELEMENTOS DEL BARROCO .-
Análisis estructural. La estructura planteada por Calafate queda inscrita en un rectángulo básico, de lados mayores las líneas de ejes de las columnas principales y lados menores las líneas correspondientes al plano de la base y la que delimita el plano superior de las peanas donde se ubican las esculturas alegóricas a la Fe y a la Caridad Ese rectángulo básico es de ratio 2:1 (rectángulo 1 de la ilustración 5), y en él se destacan varias zonas arquitectónicas peculiares que analizaremos en el apartado siguiente. Ahora, baste decir que la zona 1 es un elemento arquitectónico significativo que atañe a la puerta principal de acceso al templo [rectángulo 2, en la ilustración 5] y las zonas 4 y 5 la componen el Castillo y la hornacina central de la Virgen [rectángulo 3, en la ilustración 5].
En una primera interpretación se nos antoja explicarlas como una clara referencia a las columnas Jachin y Boaz del Templo de Salomón, dándonos pistas de hacia dónde buscar para “leer” el programa de Calafate que, como tendremos ocasión de demostrar, no fueron puramente doctrinales y aceptados por la Iglesia. Podrían responder a esa obsesión que proliferó durante toda la Edad Media entre los maestros mayores por copiar o imitar las proporciones del mítico templo judío, el único cuyas medidas fueron reveladas por Yahvé a Moisés[15]: «La Casa que el rey Salomón construyó para el Señor tenía treinta metros de largo, veinte de ancho y quince de alto».
Si el templo cristiano debía albergar a Dios, sus medidas tendrían que copiar las proporciones bíblicas. Esto implicaba un problema porque las medidas reveladas concretan una superficie muy pequeña, incapaz para albergar a tantos fieles. Ni siquiera las medidas del templo de Ezequiel[16], nunca construido, permiten un templo suficientemente espacioso. Las medidas del templo cristiano, por tanto, tendrían que ser proporcionales a las reveladas. Decisión que impulsó a la Cristiandad en la construcción de las grandes catedrales. Estas medidas bíblicas tan pequeñas se explicarían porque el acceso al templo judío era exclusivo de los sacerdotes; en cambio, en el templo cristiano, el acceso es de los fieles.
En ambas revelaciones, Yahvé especifica que tengan dos columnas de bronce de nueve metros de alto, rematadas por capiteles de granadas y girnaldas[17], denominadas Jachin y Boaz que aparecen en la fachada del templo, a ambos lados de la puerta del acceso al recinto. Jachin significa establecimiento, orden y armonía, y Boaz, fuerza y paraíso. ¿Hacen referencias las columnas de la Portada del Sol a las de bronce del templo de Salomón?
Por otro lado, este par de columnas también aparecen en las Logias francmasónicas, y con los mismos nombres y significados. Quedan situadas a ambos lados del umbral, orientadas hacia occidente, conocido como “el umbral de los pasos perdidos”. Por todo ello, si sólo hubo intencionalidad estético-estilista, o constructiva, y no simbólica, la coincidencia es pasmosa pues las columnas laterales de la Portada del Sol miden eso, nueve metros.
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