lunes, 16 de junio de 2014

ERA GEOLÓGICA ORDOVICICO


ORDOVICICO - FAUNA .-





Stephen Jay Gould, célebre paleontólogo de Harvard, cuenta que en cierta oportunidad le preguntó a un psicólogo por qué a la gente le gustan tanto los dinosaurios. Y el psicólogo le respondió: "Porque son tan grandes y tan feroces pero, sobre todo, porque se extinguieron". Desde que fueron descubiertos los primeros huesos fósiles de los grandes animales desaparecidos, la mente humanana dejó de enhebrar explicaciones sobre la misteriosa existencia de bestias tan extrañas y
gigantescas en el remoto pasado del planeta. Algunas de esas respuestas pertenecían abiertamente al terreno del mito y fantasía, otras se apoyaban en hipótesis y teorías científicas. En ambos casos, eran incompletas y provisorias. Faltaban datos, faltaban conocimientos, faltaba una instancia decisiva, la corroboración experimental. Y, con el paso del tiempo creció una pregunta que oscureció a todas las demás: ¿cómo y por qué se extinguieron los dinosaurios? La fascinación y el misterio se daban la mano.
Durante mucho tiempo, los paleontólogos no tuvieron respuesta, sólo tanteos. La mayoría de las hipótesis científicas giraban alrededor de una única idea, de imposible confirmación : que los dinosaurios se habían extinguido como consecuencia de la aparición de formas cada vez más grandes y pesadas, incapaces de desempeñarse con eficiencia biológíca y, por lo tanto, de sobrevivir en medio de una naturaleza hostil. Hacia 1950, la mayoría de los paleontólogos apoyaban la idea de que los dinosaurios habían sido víctimas de un cambio de clima. Pero no se ponían de acuerdo si habían desaparecido porque la Tierra se hizo más fría o más cálida.


No pasaría mucho tiempo para que todo cambiara. Primero, la confirmación de la. teoría de Alfred Wegener sobre la deriva de los continentes modificó por completo la historia geológica de la Tierra durante los últimos 500 millones de años Después, vino la comprobación de que la historia de la vida tampoco era como se había creído hasta entonces: investigaciones coincidentes que en los últimos 450 millones de años hubo cinco grandes extinciones en masa de especies animales. 
La mayor catástrofe no fue la que puso fin a los dinosaurios sino una ocurrida precisamente al iniciar éstos su aparición,

Alucigenia, uno de los 1ros. invertebrados, encontrados en sedimentos del cámbrico.
entre los períodos Pérmico y Triásico, hace 245 millones de años, cuando se extinguió el 90 por ciento de las especies vivas. Le sigue en importancia la que acabó con los dinosaurios, al final del Cretácico. Otras grandes catástrofes para la vida fueron la ocurrida durante el período Ordovícico, hace 450 millones de años, una posterior que terminó con el 70 por ciento de las especies a fines del Devónico (hace 360 millones de años), y la sucedida al terminar el Triásico (hace 208 millones de años), que representó el final para el 60 por ciento de las especies.
Y en los últimos años se comprobó, en un yacimiento fósil del período Cámbrico, que hace 530 millones de años vivían animales invertebrados sin ningún parentesco con la mayoría de los actuales. Este hallazgo fue importante por partida doble. Por un lado, porque se trata de los primeros animales pluricelulares aparecidos sobre el planeta, hasta ahora, desconocidos. Por otro, porque es un registro de invertebrados nada común: los animales de cuerpo blando no suelen dejar huellas.




Merrella, uno de los 1ros. invertebrados, encontrados en sedimentos del cámbrico.
Mientras las teorías mas corrientes sobre la evolución orgánica tendían a buscar motivos puramente biológicas para la desaparicion de grupos enteros de especies, los paleontólogos actuales aceptan que las crisis en la historia de la vida pudieron tener otras causas: terrestres, como cataclismos geológicos, o extraplanetarias, como impacto de meteoritos. En ambos casos, con consecuencias brutales sobre la ecología de la Tierra en su conjunto. Y con resultados revolucionarios para la historia de la vida. Algunos especialistas sostienen que de no haber mediado esas grandes catástrofes, no habrían aparecido o no habrían evolucionado nuevos grupos biológicos. De acuerdo con esa hipótesis, los mamíferos pudieron
eclosionar en forma abrupta, al terminar el período Cretácico, única y exclusivamente porque los dinosaurios se extinguieron. Si no hubiese sido así, otra sería la historia. Y no estaríamos para contarla. La contarían los dinosaurios inteligentes.

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