sábado, 7 de junio de 2014

MAPAS CONCEPTUALES - OCEANOGRAFÍA


LA OCEANOGRAFÍA - DISTRIBUCIÓN DE LOS ORGANISMO EN LOS OCÉANOS .-

Hacia el mar, el límite de la zona litoral no es menos incierto en cuanto a la diversidad de organismos. En general, los oceanógrafos biológicos aceptan que en la pendiente suave que forma la plataforma continental se encuentra la mayor diversidad de vida del océano. El piso de la plataforma continental, que se encuentra ligeramente inclinado hacia alta mar, presenta las regiones llamadas: piso infralitoral y piso circalitoral y llega hasta una profundidad media de 200 metros.
Esta plataforma continental, por presentar organismos característicos tanto vegetales como animales, delimita lo que los biólogos marinos llaman provincia nerítica, la que, por su proximidad al continente y por su menor profundidad, muestra condiciones ambientales más variables en el tiempo y en el espacio, permitiendo que se encuentre en ella esta gran diversidad de formas vivas.
La provincia nerítica presenta abundante flora y fauna, ya que sus aguas tienden a ser más ricas, por contar con los nutrientes y porque la luz solar penetra en toda ella.
En esta zona, por la acción del oleaje y las corrientes, se acumula gran cantidad de nutrientes, lo que permite un rico crecimiento de algas zosteras y otros vegetales, que se refleja en un aumento de la vida animal. Muchas de las especies encontradas aquí no se localizan generalmente en otros lugares del mar o en aguas profundas; incluso el plancton, además de ser abundante, presenta gran diversidad: enjambres de larvas de crustáceos, de moluscos, de peces y de otros animales que constituyen una parte importante del plancton nerítico.
En los fondos de esta plataforma continental abundan los vegetales marinos, que dan refugio a animales como el camarón, la langosta, el abulón y otros, los cuales son de gran importancia para la pesca e inician la formación del llamado dominio bentónico.
En las aguas que cubren a la plataforma continental nadan peces que forman grandes agrupaciones llamadas cardúmenes, como es el caso de la sardina y de la anchoveta; sin embargo, estos organismos que se desplazan nadando pueden pasar de esta provincia nerítica a agua de mayor profundidad.
La plataforma continental termina donde se produce un brusco desnivel que conduce a los grandes fondos, llamado cantil o talud continental, cuyo piso está formado, en primer lugar, por las regiones batiales y abisales, las que todavía presentarán organismos que corresponden al dominio bentónico, como, por ejemplo, peces a los que se llama demersales, como la merluza. En segundo lugar, el piso forma la llamada llanura abisal, que se extiende hasta los 5 000 metros de profundidad, con condiciones de vida mínimas y que termina en las fosas y barrancos de los grandes fondos a una profundidad de 11 000 metros, en donde sólo se han encontrado bacterias.
En estas profundidades, las capas de agua actúan como un obstáculo insuperable para el paso de los rayos del Sol, por lo que no podrían existir vegetales, excepto las bacterias. La vida en tinieblas determina que los animales se acomoden a estas nuevas circunstancias. Al no tener quién produzca el alimento, los pobladores de los abismos no tienen otro recurso que devorarse unos a otros con ansia implacable y con cruel naturalidad. No se limitan, sin embargo, a este modo de nutrirse, ya que al desarrollar sus mandíbulas inferiores, formando bocas enormes, pueden recoger restos de organismos, tanto vegetales como animales, que caen desde la superficie para su alimentación.
Otra característica que llama la atención de estos habitantes de las profundidades oceánicas es que los peces desarrollan ojos de tamaño colosal, pero que no funcionan, y puntos luminosos en su cuerpo, como órganos fosforescentes, que destacan sobre los tonos oscuros y lúgubres de sus coloraciones, lo que les da el aspecto de personajes enlutados y pesimistas.
Sobre estas regiones batiales y abisales se localiza la llamada provincia oceánica en donde se encuentra, principalmente, vida animal con menos diversidad de formas, pero con mayor abundancia de individuos de una especie, formando el llamado dominio pelágicoque presenta como principales zonas: la epipelágica, la batipelágica y la abisopelágica. 
Divisiones del medio oceánico.
En la zona epipelágica se va a distribuir el llamado plancton oceánico, con una diversidad menor de especies que el plancton nerítico, y en este plancton dominan los representantes vegetales. En las otras zonas viven, fundamentalmente, peces que son capaces de trasladarse de un lugar a otro efectuando grandes migraciones y presentando reflejos plateados en la coloración de su cuerpo. También esta región oceánica está habitada por los grandes mamíferos marinos como son los delfines y las ballenas.
Asombrosa es la cantidad de vida que se encuentra en las extensas aguas del mar, así como la distribución de los organismos que caracterizan a las grandes zonas oceánicas. Magnífico espectáculo, maravillosa plétora de vida que el mar encierra; emoción profunda siente el espíritu ante las realidades que la naturaleza brinda. En el hombre de ciencia la emoción se controla y se canaliza, dándole una apariencia de frialdad, hacia cauces que tratan de investigar, valorar y medir de un modo preciso, los fenómenos que se suceden en este maravilloso mundo que es el océano.

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