sábado, 8 de abril de 2017

Cuadros por estilo

cuadros del barroco

Juan Bautista es una de las obras emprendidas por Caravaggio en 1604.
El Bautista de Bellini se desarrolla en un marco convencional que su audiencia conoce y comparte. Caravaggio es más privado. En 1604 recibe el encargo de pintar un Juan Bautista para el banquero Ottavio Costa —quien a la sazón poseía Judith y Holofernes y Martha y María Magdalena—. Estaban destinados a un altar de una pequeña iglesia de la costa italiana, pero sólo se envió la copia mientras que Costa conservó el original, que ha pasado a Kansas City.
Los contrastes de la luz y la oscuridad dan la impresión de que la figura se inclina hacia atrás. La vestimenta hace aún más atractivo el cuadro. El Bautista que se encuentra en el Nelson-Atkins prefigura su misión, la de encaminar al Mesías, y también su martirio. Costa donó el cuadro a una confraternidad de franciscanos, quienes lo colocaron en el centro de su institución.
Peter Robb, biógrafo de Caravaggio, señala que este cuadro es una representación psicológica del primer Juan Bautista. Los elementos empleados, como la mañana resplandeciente, la caña —que prefigura la pasión de Cristo, su primo— y los colores, se han vuelto emblemáticos de la tristeza que refleja este cuadro. Giotto y Bellini habían pintado Bautistas parecidos a éste, pero Caravaggio lo convierte en accesible y sin tantos complejos. Es, radicalmente nuevo.










Juan Bautista (Munìch)es una pintura al óleo de Michelangelo Merisi da Caravaggio, construido en 1610 y ahora se mantiene en una colección privada en Mónaco de Baviera. Esta pintura es una de las siete versiones del pintor lombardo ha dedicado al tema de "San Juan", o sea San Juan retratado de adolescente.

El lienzo es identificable con la pintura que estaba en Cellammare Palace en Nápoles, en Constanza Colonna, marquesa de Caravaggio, además de una obra con el mismo persnaje (an Juan Bautista de la colección Borghese) y de una Magdalena, como demuestra la carta de Nuncio Apostólico en el Reino de Nápoles Deodato gentil al cardenal Scipione Caffarelli-Borghese en Roma, el 29 de julio 1610 (Pacelli 1994, pp.141-155). Las tres pinturas fueron encargadas por Borghese y estaban en la falúa que se suponía iba a traer su autor de Nápoles a Roma, justo antes de morirse. Además de la carta del 29 de julio que, cuando Caravaggio fue encarcelado en Palo, Constanza Colonna traió las pinturas en Nápoles. Scipione Borghese recuperó una de las dos pinturas de San Juan tumbado (la que está actualmente en exposición en la Galería Borghese de Roma), mientras que la pintura de San Juan Bautista, casi seguramente fue traída en Nápoles por Pedro Fernández de Castro, VII Conde de Lemos y virrey de Nápoles desde 1610 al 1616. El Llegó a España en 1616, cuando el conde de Lemos, terminó la oficina virreinal, fue a Madrid. A través de los pasos hereditaria en la familia fue a Don Pedro Antonio, décimo conde de Lemos, que fue nombrado virrey de Perú en 1667, fue sin duda el responsable de la transferencia de San Juan tumbado en América Latina. Después de estar en una colección privada de El Salvador y luego en Buenos Aires, la pintura fue traída en Baviera después de una dama de Argentina, justo antes de la Segunda Guerra Mundial (Marini 2001, p.574). El lienzo fue anunciado por Marini como autógrafo después de la restauración llevada a cabo en Roma por el Pico Cellini en 1977-78 y fechado 1610 (Marini 1978, pp.23-25, 41-42 fig. 3-5, los higos. 15-25 ; Marini 1981, pp 82 nota 117, 45 fig 10)... La posición cronológica en la última fase de la vida del pintor fue confirmado no sólo por ceros (1998, pp. 28-45), en las comunicaciones escritas de Stoughton (1987), Pico Cellini (1987), pimienta (1987), de Spike ( 1988), Slatkes (1992) y Claudio Strinati (1997), pero hay que señalar también que Bolonia (1992, p.342) considera la obra una copia de un original perdido por la iglesia napolitana de Sant'Anna dei Lombardi. La hipótesis del erudito (más tarde ricredutosi Caroli en 1992 donde identificó explícitamente la pintura de Mónaco en San Giovanni que el Merisi llevaba en la falúa) sigue siendo infundadas, sin saber el prototipo original de la Capilla Fenaroli, destruido en ' viejo fuego de la iglesia, que fueron destruidas en los otros dos cuadros de Caravaggio: La resurrección de Cristo y de San Francisco, en el acto de recepción de los estigmas. Esta pintura no se tiene que confundir con una cualquiera de San Juan de Merisi, que tienen un origen y una comisión documentadas; por lo tanto, su relación con el mencionado en las cartas de Deodato a Scipione Borghese es, sin duda la bienvenida. En la postura lánguida de San Juan se denotan recuerdos venecianos discernibles: específicamente para las Venus y Danae de Giorgione y Tiziano y también a las antiguas representaciones de dioses del río y pinturas de la misma materia en la zona napolitana. Escritor (Pacelli 1994, pp. 150-151) ha señalado las similitudes con el de San Giovanni Borghese, la Adoración de Messina, El martirio de Santa Úrsula de la recogida de Intesa Sanpaolo en Nápoles. También ha indicado una rama importante en un David relajado (ahora conservado en una colección privada en Nápoles) del artista no identificado, pero ciertamente activo en Nápoles, en la primera mitad del siglo XVII, y en una colección privada St. John Paul Finoglio. A Juan Bautista tumbado se dedicó la reciente exposición en el Museo Het Rembranthuis Amsterdam entre el año 2010 y 2011: hay que informar a tal propósito, la publicación de la exposición, las intervenciones Strinati (2010-2011), Treffers (2010-2011), Pacelli (2010-2011), que se remonta al histórico y crítico de la pintura sobre la base de los resultados en 1994 (pp.45-51), Marina (2010-11), y Giantomassi Zari (2010 -11), que lo más destacado, los aspectos de la técnica de la pintura y de la restauración.

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Juan Bautista en una fuente se encuentra en una colección privada de Malta, y casi no se tiene acceso a él. Esta ha sido la principal causa de su nulo estudio, siendo la menos conocida obra de Caravaggio, y por consiguiente, también el Juan Bautista desconocido. Gash es uno de los pocos estudiosos que han tenido acceso a él, y señala sus similitudes con Cupido durmiendo, especialmente en la tonalidad de la piel. Forma parte de la etapa de Caravaggio en Malta, como pintor oficial de la Orden de Malta. Se ha dañado con el paso del tiempo, especialmente en el paisaje.
La temática del Bautista bebiendo de una fuente refuerza la idea de que Juan sólo bebió agua en su época de preparación. Esta obra refleja también el claroscuro típico en Caravaggio. Según Gash «La luz y la oscuridad convergen majestuosamente en el Bautista, lo que crea un cuadro bellísimo y apegado a la tradición católica».
Fue pintado en los 15 meses que Caravaggio permaneció en Malta (1607-1608). Forma parte de un conjunto dedicado a la Orden de Malta, entre los que destaca Retrato del gran maestre de la Orden de Malta Alof de Wignacourt y La degollación de San Juan Bautista, única obra firmada por Caravaggio.
Al poco tiempo de terminar este cuadro, Caravaggio fue expulsado de la Orden de Malta por motivos aún no aclarados. Baglione afirma que se trató de un desacuerdo con los miembros, y Caravaggio con su temperamento fuerte, respondió de mala manera. Bellori, quien visitó Malta para describir el Juan Bautista, cincuenta años después, menciona que se trató de un delito de índole sexual por lo que el pintor debió huir y refugiarse en Italia. Robb recoge esta teoría en M (1998), pero la define como únicamente especulativa.

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