sábado, 8 de abril de 2017

Cuadros por estilo

cuadros por estilo

Judit decapitando a Holofernes es un cuadro de la pintoraitaliana Artemisia Gentileschi. Fue ejecutado hacia 1612-1613. Se trata de una pintura al óleo sobre lienzo, que mide 158,8 cm de alto y 125,5 cm de ancho. Actualmente se conserva en el Museo de Capodimonte de Nápoles (Italia).
Este lienzo parece una copia de la tela con idéntico tema que se conserva en la Galería de los Uffizi de Florencia, ya que las dimensiones son menores, los colores de los vestidos de las mujeres diversos y algunos detalles de escaso relieve. En realidad, se trata de la primera versión del cuadro, pintada inmediatamente después del proceso por estupro.
Por la cercanía cronológica con el proceso, algunos historiadores de arte han querido ver, en la escena de terrible violencia el deseo de venganza respecto a la violación sufrida.
Es evidente en esta tela la influencia de Caravaggio. El cuadro evoca no sólo la crudeza de la decapitación, sino la propia postura de la heroína bíblica, la Judit de Caravaggio en el Palacio Barberini, hasta el punto de que es difícil pensar que Artemisia no había tenido forma de conocer tal obra.









Judit y su doncella (en italianoGiuditta e la sua ancella) es un cuadro pintado al óleo sobre lienzo que mide 182,2 cm de alto por 142,2 cm de ancho, realizado entre 1625 y 1627 por la pintora italiana Artemisia Gentileschi. Se conserva en el Detroit Institute of Arts.

El tema bíblico de Judit y Holofernes fue tratado en numerosas ocasiones por Artemisia Gentileschi, sea en la versión más dramática del acto de la decapitación, sea, como en este cuadro, cuando Judit y su doncella se aprestan a huir de la tienda del general asesinado y del campo enemigo.
El mismo sujeto, las dos mujeres que están en trepidación, atentas a escoger el momento de la huida, ya lo había pintado Artemisia durante su periodo florentino, en una Judit y su doncella que se guarda en el Palacio Pitti de Florencia.
En este lienzo de Detroit la pintora, que había regresado a Roma, prueba - como siempre ocurrió en el curso de los traslados que caracterizaron su vida - de saberse adaptar a las novedades estilísticas que tenían lugar. Entre las novedades de relieve, sobre todo en la obra de los pintores nórdicos que estaban en Roma siguiendo las huellas de Caravaggio, Artemisia pudo coger la interpretación del tenebrismo caravagesco a través de la representación de escenas nocturnas, aclaradas sólo por la luz de una vela. En este género destacaron sobre todo Gerrit van Honthorst (rebautizado en Roma como «Gerardo delle Notti» (Gerardo de las Noches) y de aquel pintor que pocos años ha era conocido como el «Maestro de la luz de la vela», hoy identificado con Trophime Bigot.
El cuadro es considerado entre los empeños artísticos más exitosos de la pintora romana. Las dos mujeres se mueven con perfecta comprensión: la doncella arrodillada envuelve - con gestos mecánicos y dirigiendo la mirada a otro lugar - la cabeza de en un lienzo que deberá llevar consigo; Judit, con su elegante ropa de seda amarilla y la cabeza adornada de joyas, debe esconder la espada con la que ha matado al general enemigo, y parece, con una mano, querer ocultar el rostro de la luz de la vela, casi para proteger la huida.
Artemisia Gentileschi tuvo en vida fama de sacer pintar con gran maestría bodegones; pero hoy en día no se conocen cuadros suyos pertenecientes a ese género. Hay que deducir su habilidad de los detalles de los objetos que acompañan a sus cuadros. en este caso, signo de un gusto exquisitamente barroco, la empuñadura finamente labrada de la espada (más exacto sería hablar de cimitarra) y el guantelete de la armadura que Holofernes, desvistiéndose, ha puesto sobre la mesilla, junto al candelero.










Judit y su doncella (en italianoGiuditta e la sua ancella) es un cuadro de la pintora italiana Artemisia Gentileschi. Fue realizado hacia 1618-1619. Se trata de una pintura al óleo sobre lienzo, que mide 114 cm de ancho por 93,5 cm de ancho. Actualmente se conserva en la Galería palatina del Palacio Pitti de Florencia (Italia).

En esta tela, de tono marcadamente caravagista, las dos figuras femeninas de Judit y de Abra, su doncella, están representadas de cerca, con un encuadre estrecho; están inmersas en las sombras, iluminadas por una luz como de una vela, que viene de su izquierda.
Después de haber pintado la cruenta Judit decapitando a Holofernes, hoy en el Museo de Capodimonte en Nápoles, Artemisia regresa, con este cuadro de gran intensidad dramática, y de gran sabiduría narrativa, a la historia de la heroína bíblica que mata al general del ejército enemigo.
El lienzo muestra el instante en el que las dos mujeres se preparan para dejar la tienda de Holofernes, con el temor de ser descubiertas por los soldados asirios. Abra sostiene, como si fuese la colada, la cesta en la que han depositado la cabeza cortada de Holofernes. Judit aún empuña, apoyándola en su espalda, la espada con la que ha realizado su venganza hace poco; con la otra mano, posada con un gesto cómplice sobre la espalda de la doncella, parece quererla contener, como turbada por un rumor exterior.
El cuadro se coloca entre las mejores obras de Artemisia Gentileschi. Es soberbia la tensión del rostro de Judit, marcada por una mirada preocupada que se vuelve hacia la salida de la tienda y de un mechón de cabellos que se escapan de su refinado peinado.
Se pone un cuidado minucioso en la representación de la empuñadura de la espada y de las joyas que adornan a la heroína bíblica, como se encuentra en todos sus numerosos cuadros dedicados a la historia de Judit. El amplio turbante de Abra, recreado con varias tonalidades del bianco y del amarillo, muestran inconfundiblemente los signos del aprendizaje desarrollado en el taller de su padre, Orazio Gentileschi.
La crítica no está segura de la datación del cuadro, ubicándose verosímilmente hacia el inicio de la estancia de Artemisia en Florencia. La composición de la escena presenta una gran semejanza con la Judit y su doncella conservada en la Galería Nacional de Oslo, que algunos historiadores del arte atribuyen a la mano de Artemisia, mientras que otros lo hacen a la de su padre Orazio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario