La ex Colegiata de Santa María la Mayor es un templo católico, hoy rebajado al rango de iglesia y clausurado al culto, de la localidad de Briviesca (Burgos, Castilla y León, España). Fue fundado en la segunda década del siglo XIV por la infanta Blanca de Portugal, señora del Monasterio de Santa María la Real de las Huelgas, hija del rey Alfonso III de Portugal y de Beatriz de Castilla.1 El edificio es una amalgama de diversos estilos arquitectónicos, si bien en su fábrica exterior predominan el Barroco y el Neoclásico. Declarada Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento Histórico-Artístico Nacional en 1982, es la primera colegiata histórica de la Diócesis de Burgos y una de las más antiguas de España.
La Iglesia de Nuestra Señora de Allende
Considerada como la antecesora de la Colegiata de Santa María, la Iglesia de Nuestra Señora de Allende ha sido uno de los elementos más buscados por los historiadores briviescanos, a fin de dar luz a un periodo de la historia de la ciudad poco conocido. Uno de los aspectos que más interés ha suscitado ha sido conocer la ubicación exacta de esta iglesia, que se encontraba según el que fuera párroco de Briviesca en 1925, Juan Sanz García, a unos 500 metros hacia arriba de la estación ferroviaria. Por suerte, las últimas obras acometidas en la red ferroviaria y la necesidad de estas de levantar parte del pavimento lateral a las vías, ha sacado a la luz los restos de la que seguramente sea la Iglesia de Nuestra Señora de Allende. En principio, la ubicación geográfica encajaría con la mencionada por el párroco, ya que ese barrio a extramuros de la ciudad de Briviesca era conocido con el nombre de “Liende” o “Aliende”. Las indicaciones técnicas y artísticas que también aporta parecen encajar en los restos arqueológicos encontrados recientemente. El párroco describía la Iglesia de Nuestra Señora de Allende de la siguiente manera: “nos dicen que esta era una iglesia del primer período del estilo romano - bizantino y que consistía en un semicírculo asentado sobre una pequeña base, también semicircular, de 36 centímetros de saliente y 17 de altura, de los cuales 13 componían una baquetilla que corría por todo el semicírculo, y 4 una banda inmediata al pavimento. Dicho ábside, tenía 5 metros y 46 centímetros de diámetro interior, ya la terminación de este semicírculo (junto al primer raíl de la mano izquierda) subiendo, empezaba el presbítero, que seguramente prosigue debajo de dicha vía atravesándola hacia el poniente para prolongarse los ámbitos de la iglesia por la contigua finca” Lo descubierto en estas últimas obras mencionadas no nos permite certificar todos estos datos que nos menciona el párroco Juan Sanz García, pero sí nos ha permitido observar algunos como el ábside circular.
Fábrica exterior
El edificio que ha llegado a nuestros días sustituye a uno gótico, del siglo XIV, del que quedan algunos restos. La fábrica presenta fases constructivas de los siglos XV, XVI y, fundamentalmente, XVII y XVIII. De finales de este último siglo (1788-1792) es la monumental fachada neoclásica, sobria, de buena sillería y cuidada simetría, que se articula en tres cuerpos y tres calles. En la parte inferior se sitúan tres puertas adinteladas rematadas por frontón, semicircular el de la puerta central y triangular los de las laterales, que separan columnas y pilastras de orden corintio. En el antepecho que separa el frontón central y el cornisamiento sobre el que descansa el segundo cuerpo de la fachada se abre un óculo circular que desde 1930 ocupa una pétrea imagen gótica (siglo XV) de la Virgen con el Niño: se trata de Nuestra Señora de Allende, y fue traída de una ermita a ella dedicada. La fachada es rematada por dos torres-campanario de cuerpo cuadrado y tejadillo con forma de cúpula gallonada.
Fábrica y mobiliario interiores
El espacio interior se distribuye en tres naves elevadas a la misma altura, apoyadas sobre pilares y cubiertas con bóvedas animadas por decoración barroca. La Capilla Mayor, en la cabecera de la nave central, cuenta con un retablo barroco del siglo XVIII presidido por la patrona de la villa, Nuestra Señora de la Asunción, talla del siglo XV; flanquean la imagen mariana tallas barrocas de San Joaquín y Santa Ana. Además, acompañan a este retablo mayor dos retablos barrocos coetáneos de menor tamaño.
En la nave del Evangelio (izquierda) se sitúan: el retablo del Rosario, de principios del siglo XVII, que preside una talla de San Roque; un retablo del XVIII, con efigie de San Pedro Papa, sentado en cátedra; el retablo de Santa Teresa, con rocallas características del XVIII; dos sepulcros tardogóticos, conservados de la fábrica antigua, con esculturas yacentes en arcosolio; y el retablo del Crucificado, neoclásico, que encabeza la nave.
En la cabecera de la nave de la Epístola (derecha) se emplaza la Capilla de Santa Casilda, también llamada de las Once Mil Vírgenes, fundada por el Obispo de Segorbe D. José Muñatones y Sánchez de Briviesca, cuyas armas aparecen en el muro y la rejería que cierra la estancia. A su muerte en 1571, el prelado fue enterrado en Segorbe y posteriormente se trasladaron sus restos a esta capilla en su Briviesca natal. El retablo dedicado a la santa es una obra romanista de hacia 1565 asignable al artista Pedro López de Gámiz, autor del retablo mayor de la iglesia del también briviescano Monasterio de Santa Clara. La mazonería, sin dorar ni policromar (al igual que sucede con el retablo de las Clarisas), ofrece una calidad plástica miguelangelesca. El programa iconográfico incluye imaginería de la titular, San Íñigo de Oña, San Sixto Papa y San Juan de Ortega, así como relieves con escenas de la Pasión y de la vida de Santa Casilda.
Desde la Capilla de Santa Casilda se accede a la Sacristía y a la Capilla del Sagrario. Se trata este último de un espacio añadido a la cabecera del templo por fundación en 1667 de la familia Soto de Guzmán. Pose cúpula octogonal y cobija imaginería hispanoamericana del siglo XVII.
La iglesia colegiata de la Asunción es un templo católico situado en el casco histórico de Pastrana (Guadalajara, España). Alberga un museo con una importante colección de tapices y un gran número de obras de arte de todo tipo como cuadros, altares, elementos de orfebrería y relicarios, entre otro
Descripción
La iglesia colegiata de la Asunción tiene sus orígenes en una primitiva iglesia románica del siglo XIII construida por los caballeros calatravos, de la que aún se conservan algunos elementos. Fue reformada completamente en los siglo XVI y XVII, aunque ya existen reformas de la iglesia románica en el siglo XIV o XV en la zona de lo que actualmente es el coro. También sobre el muro norte se realiza una nueva portada, el actual acceso, de tradición gótica que incluye un arco conopial con dos pilastras laterales rematadas con pináculos y florones.
Sin embargo, la primera gran trasformación se produce a partir de 1569 cuando el primer duque de Pastrana, Ruy Gómez de Silva, obtiene la bula pontificia que permite convertir el templo en colegiata. Para adaptar el inmueble a su nueva categoría canóniga construye una amplia cabecera de estilo gótico, conservando las naves, de lo que ahora mismo es el coro, sin ser alteradas.
La segunda gran transformación se realiza entre 1626 y 1639 cuando el arzobispo Pedro González de Mendoza reedifica y amplía el edificio. Se encargó la obra al arquitecto carmelita Alberto de la Madre de Dios. Se sustituye entonces la cabecera del templo por otra de mayores dimensiones con cripta y crucero, siguiendo el estilo clasicista esculariense. También se mantiene la diferencia de altura de la cabecera con el resto de la iglesia, detalle característico del templo y resultado de la reforma del siglo XVII.
La cripta es de planta de cruz latina y cuenta con grandes urnas funerarias, seis de las cuales son de mármol rosado procedentes del panteón ducal del monasterio de San Francisco de Guadalajara, y el resto de granito realizadas con la cripta. Ésta es la última reforma reseñable del templo y la que configura su apariencia actual, salvo por el campanario, al que se añadió un desafortunado reloj en la Edad Moderna.
El resultado es un templo de tres naves muy anchas, que se abren en la cabecera en un gran crucero, rematado por un breve presbiterio o capilla mayor. Varios altares, capillas y dependencias completan el conjunto.
Es reseñable el órgano, construido en 1704 por Domingo de Mendoza, maestro de la Capilla Real en tiempos de Felipe V de España.
Museo parroquial
La colegiata alberga un museo que incluye una importante colección de tapices flamencos que se clasifican en tres series:
- Una serie de cuatro tapices flamencos de lana y seda, datados entre 1472 y 1475, atribuidos al taller de Passchier Grenier en Tournay (Francia), y que representan hechos de la batalla de Alcazarquivir:
- Otros dos tapices flamencos, fabricados hacia finales del siglo XV, de temática guerrera similares a los anteriores, pero pertenecientes a otra serie donde se representan el cerco de Alcazarseguer y la entrada en Alcazarseguer.
- Dos tapices de finales del siglo XV que represen diversas hazañas de Alejandro Magno, de la serie conocida como la del Tetrarca.
Además, el museo alberga:
- Un conjunto de exequias del siglo XVII pertenecientes a la princesa de Éboli. El conjunto está formado por catafalco, doce candelabros grandes y doce pequeños, ocho cetros, dos cruces con peana y dos de árbol, dos incensarios, dos navetas, acetre, hisopo, paletilla y apuntador, dos atriles, dos pares de vinajeras con sus platillos, dos salvillas, ternos sacerdotales y frontales de altar y púlpitos.
- Un retablo de los Miranda, con los retratos sobre tabla de Juan Miranda con San Francisco de Asís y Ana Hernández con San Juan Evangelista, pintados por Juan Bautista Maíno hacia 1627.
- Un óleo sobre lienzo del siglo XVII de Juan Carreño de Miranda que representa la Aparición de la Virgen a San Bernardo.
- Un Retrato de María Gasca de la Vega ante la Dolorosa, obra atribuida a Felipe Diricksen y datada hacia 1625.
- Una tabla del siglo XV representando el Descendimiento, de Juan de Borgoña y taller.
- Un Cristo en madera policromada, de los siglos XIV y XV.
- Una talla de madera del siglo XVIII representando al profeta Elías, atribuida a Francisco Salzillo.
- Una talla del siglo XVIII representando La Divina Pastora, atribuida también a Salzillo.
- Un retrato anónimo del siglo XV de fray Pedro González de Mendoza.
- Un cuadro representando a San Jerónimo penitente, atribuido a la escuela de El Greco.
- Un Ecce Homo del siglo XVI atribuido a Luis de Morales.
- Un retablo de La Piedad en marfil enmarcado en bronce dorado del siglo XVII.
- Una arqueta de bronce con esmalte de Limoges del siglo XIII.
- Una naveta de plata (Nautilus) sobredorada y nácar de mediados del siglo XVI.
- Una cruz procesional datada hacia 1550 con marca del platero Juan Francisco, de Alcalá de Henares.
- Un relicario de la Regla de San Francisco, armario relicario de ébano, bronce dorado y piedras duras del siglo XVII que, según la tradición, contiene la Regla de la orden franciscana manuscrita en pergamino por San Francisco de Asís.
- Un cáliz de Santa Teresa, obra anónima de plata dorada del siglo XVI.
- Un busto-relicario de Santa Teresa de Jesús del siglo XVII.
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