La Puerta de Bilbao o Puerta de los Pozos de Nieve fue un acceso abierto en la cerca de Madrid.1 Se encontraba ubicada en el espacio de la actual Glorieta de Bilbao, siendo el punto extremo de la calle Fuencarral y acceso a la Carretera Real de Francia.
La puerta es demolida en el año 1865 junto con otros portillos como el de Fuencarral y de San Bernardo. La denominación alternativa de Puerta de los Pozos de Nieve se debe a la existencia de unos pozos de nieve, ubicados en la zona y en propiedad de Pedro Xarquíes.2 Se encontraba en las cercanías el Convento Real de la Paciencia de Cristo. Recibe el nombre de Bilbao, a partir de 1837, en honor de la ciudad invicta durante la Primera Guerra Carlista.3
Historia
La primera Puerta de Bilbao fue construida en el año 1625 y se encontraba ubicada en la calle de Fuencarral (a la altura de la calle Divino Pastor). Por su salida se daba a la Carretera Real de Francia.1 Debió a la popularidad de los pozos subterráneos que se cargaban de nieve en invierno y que abastecían en los calurosos meses de verano a la ciudad, entregando hielo a establecimientos donde se elaboraban los granizados y refrescos. Por esta razón se denominó inicialmente como Puerta de los Pozos de Nieve.3 O más abreviada "de los Pozos".
En 1690 se edificó la finca de Monteleón y la Puerta de Bilbao se reedificó más al norte con el objeto de incluir a dicha finca dentro del recinto de la cerca. En 1767 se encontraba completamente elaborada con piedra de sillería, compuesta de un arco de medio punto y dos arcos adintelados. A partir del año 1837 se la denominó puerta de Bilbao en recuerdo de la defensa que hizo esta ciudad durante la Primera Guerra Carlista, su lado exterior (el que mira fuera de la ciudad) tenía labrada la inscripción: «Puerta de Bilbao» y en su parte interior otra inscripción en la que se leía:
«A los heroicos defensores y libertados de la invicta villa de Bilbao, los habitantes del pueblo de Madrid».
Entre esta puerta de Bilbao, y la de Santa Bárbara se encontraba el popular Jardín de Apolo, ubicado a mediados del siglo XIX en las afueras de la ciudad. La puerta es derribada en 1865, dando lugar a la actual Glorieta de Bilbao.
La Puerta de España es uno de los accesos principales a los Jardines del Retiro de Madrid por la calle Alfonso XII.1 Diseñada a finales del siglo XIX proporciona acceso que va a parar al paseo de Argentina en el interior del parque.
Cuando a finales del siglo XIX se estudia, por parte del Ayuntamiento de Madrid el cerramiento del Retiro, se diseñan un conjunto de puertas decoradas. Una de las que da a la calle Alfonso XII: La Puerta de España es diseñada en 1893 por el arquitecto José Urioste y Velada.
La puerta de Felipe IV o de Mariana de Neoburgo, de los Jardines del Buen Retiro de Madrid (España), constituye la entrada a los mismos por la calle de Alfonso XII, y está situada frente al Casón del Buen Retiro.
Esta puerta de estilo barroco siempre se ha considerado levantada en 1690 para la entrada en la Corte de la reina Mariana de Neoburgo, segunda esposa de Carlos II, pero ese dato es erróneo, tal como se pudo demostrar en 1990.[cita requerida] Efectivamente, es obra de Melchor de Bueras, como se venía diciendo, pero se levantó en 1680 para servir de arco de entrada a María Luisa de Orleáns, primera esposa de Carlos II, que hizo su entrada pública en Madrid el 13 de enero de 1680.
Originariamente la puerta se encontraba en la Carrera de San Jerónimo, en el sitio de la actual Plaza de Cánovas del Castillo, ya que por entonces y hasta mitad del siglo XIX hasta allí se extendía el Parque del Buen Retiro.
Está labrada en piedra de Tamajón, con adornos escultóricos de Pedro de Landa. En 1690 se añadieron las esculturas que adornan los laterales del arco, una del dios Marte y la otra de Penélope, así como una Fortuna (hoy desaparecida) en el trasdós del arco, obra de Pedro Mentinoves, destinada a la entrada de Mariana de Neoburgo. Fue entonces cuando se colocó la inscripción de la segunda esposa de Carlos II y la fecha de 1690 que ha dado pie a la confusión durante tanto tiempo.
En 1857 se trasladó a la bajada de los Jerónimos y finalmente en 1922, el arquitecto municipal, Luis Bellido, dirigió la adaptación y colocación de la puerta en su ubicación actual.
La puerta de Santa Bárbara (debido a su escaso valor como puerta también aparece como portillo de Santa Bárbara) fue un acceso situado en la cerca de Madrid, justo en la actual plaza de Alonso Martínez (que es la cota más elevada de Madrid). Se encontraba adyacente en la cerca a la puerta de Recoletos y la de Bilbao (puerta de los Pozos de la Nieve). Tuvo en sus cercanías a la Real Fábrica de Tapices, fundada en el año 1720, que era una de las manufacturas reales para la fabricación de objetos de lujo creadas por la política mercantilista de la Ilustración española. Su nombre se debe a la existencia de esta Real Fábrica, ubicada en el campo del tío Mereje. La puerta aparece representada en el plano de Teixeira (datado de 1656), ubicada en la alargada glorieta de Santa Bárbara. Esta puerta daba, y proporcionaba, su acceso al norte.
Se desconoce la fecha exacta de su edificación, aunque se sabe que ya existía en el siglo XVII. El nombre procede del convento de Santa Bárbara de padres mercedarios descalzos, fundado en 1606. El monarca Felipe V mandó instalar en sus cercanías la Real Fábrica de Tapices, que dirigirían Jacobo Vandergoten y su familia, procedentes de Amberes. Ya en el siglo XVIII, el arquitecto Ventura Rodríguez construye "El saladero", matadero y saladero de cerdos, edificio que en el siglo XIX fue utilizado como cárcel.
La puerta de Santa Bárbara (en la plaza de Alonso Martínez) era el punto más alto de Madrid, mientras que la puerta de San Vicente era el más bajo. Es por esta razón por lo que, en un informe escrito por los ingenieros del Canal de Isabel II de 1849 se propone el uso de la puerta de Santa Bárbara para ubicar un depósito de agua capaz de proporcionar presión hidrostática suficiente para la distribución.
La puerta Cerrada fue uno de los accesos del recinto amurallado de Madrid.1 Se llegaba a ella desde el Este, subiendo por la calle real hasta la plaza del Arrabal (luego plaza Mayor), junto a la derribada puerta de Guadalajara.2 En el inicio del siglo XXI este espacio urbano está formado por la encrucijada de la plaza de Puerta Cerrada. La supuesta ubicación de la puerta medieval está indicada por un hito en forma de cruz. En 1582 la puerta sufrió un devastador incendio que la destruyó por completo y dio lugar a la plaza.
La puerta tuvo varias denominaciones: puerta de la Culebra y puerta de la Sierpe; todas ellas haciendo referencia al dragón esculpido en la clave de su arco.
Historia
En el siglo XII se instalaron en sus inmediaciones los gremios de cobreros (artesanos del cobre) y latoneros (artesanos del latón). Todos ellos ubicados en la plazoleta de los herreros. La posterior denominación de Puerta Cerrada proviene de los diversos incidentes, como robos y asaltos ocurridos en sus inmediaciones, que llevaron a la decisión de cerrarla durante la noche.3 El historiador León Pinelo llegó a anotar su cierre definitivo.
A mediados del siglo XV, se produjo un crecimiento demográfico sensible en los arrabales de la ciudad, de forma que el Concejo tuvo que donar solares a los mudéjares que habitaban en las cercanías de la puerta Cerrada, dando lugar a la morería nueva, barrio situado junto a la plaza del Arrabal (más tarde plaza Mayor). El barrio estaba compuesto de mudéjares de clase alta, mientras que adyacente se encontraba la morería vieja, barrio moro donde residían los más pobres. El posterior crecimiento urbano hizo que se abriera la puerta para comunicar los nuevos barrios del arrabal con los internos. La "Puerta" conservó sin embargo la denominación "Cerrada", de ahí el uso irónico que de puerta y nombre hicieron autores como Francisco de Quevedo, Lope de Vega o Agustín Moreto.
Interpretando los restos arqueológicos encontrados, su ubicación exacta debería estar más al oeste del emplazamiento del hito marcado por la Cruz que hay en la plaza; más hacia la calle del Nuncio, la Cava Baja, Cuchilleros y la calle Gómez de Mora y flanqueda por la Torre del Vinagre, posiblemente destruida en 1647, y la desaparecida puerta de Moros (destruida ya en 1412 y cuya existencia arqueológica se descubrió en los sótanos de un bar de la Cava Baja en 1991, no muy lejos del punto de inicio del arroyo del Alto Abroñigal). La salida de la puerta de la culebra a través de la muralla daba a un puente que salvaba una profunda cava (o foso).
Fue derribada en 1569 para ensanchar el paso, construyéndose una nueva que duró hasta 1582, año en que fue destruida por un incendio. Tras este incidente Felipe II se opuso a que fuera reconstruida, en virtud del crecimiento urbano de Madrid y su expansión a lo largo del eje de la calle de Segovia, que dejaba a la puerta dentro del nuevo recinto urbano, y sin utilidad.
Durante la construcción de la Cerca de Felipe IV, debía quedar algún resto de la puerta en los alrededores de la plaza, pues Tirso de Molina en su comedia La huerta de Juan Fernández, pone en boca de los protagonistas:
- Como está Madrid sin cerca
- A todo gusto da entrada;
- Nombre hay de Puerta Cerrada,
- Mas pásala quien se acerca.
Su existencia se recoge en algunos folios de la planimetría de Madrid de mediados del siglo XVIII.
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