El confit es una técnica de conservación que resulta de cocinar durante mucho tiempo a fuego muy lento unos alimentos en grasa o azúcar (almíbar). Se emplea tradicionalmente para piezas de carne que se confitan en su propia grasa y se guardan luego en un envase herméticamente cerrado, inmersas y completamente cubiertas por esa misma grasa para evitar su contacto con el aire. Se pueden confitar también verduras en aceite de oliva. La técnica con almíbar se reserva para confitar fruta y flores.
Características[editar]
Esta técnica se suele utilizar con piezas de cerdo, ganso o pato, siendo éstos dos últimos los preferidos y los que se prestan mejor a ese método de preparación y conservación. Puede comerse frío o caliente; en el primer caso quitándole completamente la grasa que lo cubre y en el segundo calentándolo en ella. Es una especialidad del sudoeste de Francia y es ingrediente básico en la preparación del “cassoulet” y de la sopa de repollo y berza llamada "garbure".
El confit de pato (en francés confit de canard) es un plato francéshecho con la pierna del pato. Aunque se prepara en toda Francia, se considera una especialidad de la Gascuña. El confit se prepara en un proceso de conservación que tiene siglos de antigüedad y consiste en salar un trozo de carne (normalmente de pato, ganso o cerdo) y escalfarla en su propia grasa.
Para preparar un confit, la carne se frota con sal y ajo, se cubre y se enfría por hasta 36 horas. El salado funciona como conservante. Antes de cocer la carne, se limpia de la sal y se seca. Se pone en un recipiente lo suficientemente hondo como para contener la carne y la grasa derretida, y se mete en el horno a baja temperatura (76–135 ºC).1 2 La carne se escalfa al menos hasta que está cocida, o hasta que se vuelve tierna, desde 90 minutos hasta 10 horas.
Entonces se retiran la carne y la grasa del horno y se dejan enfriar. Luego se traslada la carne a un tarro u otro recipiente y se sumerge completamente en la grasa. Un tarro sellado de confit de pato puede conservarse en el frigorífico hasta seis meses. Para maximizar el periodo de conservación, la grasa debe cubrir la carne al menos un par de centímetros. La grasa cocinada funciona como precinto y como conservante, dando además un sabor intenso. Debe señalarse que obviar la etapa de salazón reduce enormemente el periodo de conservación del confit.
El confit también se vende enlatado, pudiendo conservarse durante varios años. La grasa del confit también puede usarse de muchas otras formas, como saltear verdura (por ejemplo judías verdes y ajo, o setas silvestres o cultivadas), tostadas saladas, huevos revueltos o tortillas, y como aditivo en la pasta quebrada para tartas y quiches.
Una receta clásica es freír o asar la pierna en un poco de la grasa hasta que esté dorada y crujiente, y usar más grasa para asar algunas patatas y ajo como guarnición. Las patatas asadas en grasa de pato para acompañar el confit se llaman pommes de terre à la sarladaise. Otro acompañamiento es la col lombarda estofada con manzana y vino tinto (apfelrotkohl).
El coq au vin (en francés: "gallo al vino") es uno de los platos más conocidos de la cocina occitana, a través de Francia, como plato nacionalizado. En esta zona es muy típico este tipo de estofado, que se hace con pato u oca en el sur, y también con otras carnes, por ejemplo, buey/vaca (en este caso, el plato se denomina "daube"), también en el norte de Occitania (y por tanto centro de Francia). Se trata de un estofado de pollo en el cual se añade una gran cantidad de vino (generalmente el vino utilizado es tinto pero a veces se utiliza el blanco). Suele tener además alguna verdura de tipo nabo o cebolla y las versiones mejoradas incluso pueden incluir alguna seta, tradicionalmente la Morchella).
Ingredientes[editar]
Este plato tiene como ingredentes principales el gallo y el vino. El tocino (lardon) se emplea para freír el gallo en las primeras etapas junto con algunas cebollas, se emplea a veces algo de mantequilla. Se suele aromatizar con tomillo, laurel, ajo y algo de coñac.
Historia[editar]
Muchas regiones de Francia se disputan la invención de este plato, pero la leyenda dice que la receta es originaria de un Chef de Julio César que quiso ofrecerle un homenaje por la conquista de la Galia. Otra de las historias más contadas popularmente dice que fue durante el asedio romano a una tribu arverna cuando se cocinó por primera vez el Coq au vin. Para burlarse de lo duro que estaba resultándole al ejército romano la conquista de la Galia, un jefe arverno hizo llegar al César un gallo fuerte y agresivo, como símbolo de la determinación gala ante el asedio. Poco después, durante una tregua, Julio César invitaría a este jefe a almorzar, sirviéndole un ave bañada en espesa y sabrosa salsa roja. Al interesarse el arverno sobre el plato que degustaban, César le informó de que lo que comían era el gallo que él le regaló, marinado en vino (símbolo romano) y cocinado larga y muy lentamente.
Apareció en un libro de cocina llamado ‘Cookery for English Households en 1864’, con un nombre indeterminado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario