San Juan en Patmos es un cuadro del pintor flamenco El Bosco, ejecutado en óleo sobre tabla de roble que mide 63 centímetros de alto por 43,5 cm. de ancho. Se encuentra en el Staatliche Museen de Berlín (Alemania).
Como el resto de la producción del Bosco, no hay unanimidad en cuanto a su datación. Unos proponen el periodo 1490-1500, otros señalan el periodo 1504-1505(Cinotti). Actualmente se señala hacia 1489 o después, a partir de análisis dendrocronológico.
Según algunos autores (Baldass, Koldeweij) esta pintura forma una pareja con San Juan Bautista en meditación que está en el Museo Lázaro Galdiano de Madrid. Serían las alas laterales de un retablo perdido, realizado para la Hermandad de Nuestra Señora, en la catedral de San Juan de Bolduque. Los dos santos Juanes eran los patronos de la catedral. Además, la Hermandad tenía como emblema la visión de san Juan en Patmos. San Juan en Patmos sería el postigo derecho.
Estuvo en la colección W. Fuller Maitland de Londres. Fue comprada en Inglaterra en 1907, y desde entonces está en Alemania.
Son las primeras pinturas llamadas «meditativas», en las que el santo está inmerso en un paisaje idílico, con tonos cristalinos que recuerdan a la pintura de Giorgione. El fondo está dominado por un río en el que arde un barco. A lo lejos se representa una ciudad, que se ha creído identificar con Nimega.
San Juan Evangelista está sentado, escribiendo, y se detiene un momento, alzando la mirada hacia una visión: la Virgen con el Niño, dentro de un disco solar, en el cielo. Se la señala un ángel azulado, con alas vegetales-minerales. En la parte inferior a la derecha hay un diablo en forma de grillo con cabeza humana, con gafas, alas y cola de escorpión. Tiene un rastrillo con el que quiere apoderarse de la pluma del santo.
Larsen encuentra parecidos entre esta pintura y una estampa de Martin Schongauer y un cuadro de Dirk Boutssobre el mismo tema.
En el reverso de esta pintura hay otra, un círculo en grisalla, casi monocromo, titulado Historias de la Pasión. En el centro hay una imagen del pelícano como animal que alimenta a sus hijos con su propia carne, símbolo del sacrificio de Jesucristo; alrededor se han pintado escenas de la Pasión. El estar pintado también por el reverso es típico de las puertas de los polípticos.
San Lucas dibujando a la Virgen también conocida como la Virgen de san Lucas, es una obra del pintor flamencoRogier van der Weyden. Es un óleo sobre tabla de roble, pintado en el período 1435-1440. Mide 137,5 cm de alto y 110,8 cm de ancho. Se exhibe actualmente en el Museo de Bellas Artes de Boston (Estados Unidos). Existe una copia muy buena en la Alte Pinakothek de Múnich, habiendo otras en el Museo del Hermitage en San Petersburgo y en el Museo Groeninge de Brujas.
La procedencia exacta de la obra sigue sujeta a interrogantes, pero se sugiere su identificación con una pintura citada en España, en el Monasterio del Escorial, a finales del siglo XVI. Después hubo de pertenecer al infante Sebastián Gabriel de Borbón, y en 1893 fue donada al museo de Boston por el empresario y filántropo Henry Lee Higginson. Actualmente se considera el ejemplo más importante de Van der Weyden conservado en todo el continente americano.
En este cuadro se ve al evangelista Lucas con la Virgen María junto con el Niño Jesús. En la Leyenda Áurea de Jacobo de la Vorágine narra que la Virgen se apareció varias veces a san Lucas, el cual pintó un retrato. En esta leyendase encuentra uno de los orígenes o la justificación de la representación de la imagen en la tradición en el Cristianismo. La composición de la imagen se basa en gran medida de la Virgen del Canciller Rolin por Jan van Eyck, cuadro prácticamente coetáneo, pues es de 1435: las dos figuras en primer plano y, detrás, una galería en la que se ven dos figuras que asomadas miran el río que transcurre hasta el horizonte; y a un lado se ve una ciudad típicamente gótica.
La Virgen María está a la izquierda, dando el pecho al Niño. Un lujoso dosel de brocado dorado la cubre por encima. Al otro lado se encuentra San Lucas, vestido de rojo intenso. Lleva en la mano una punta de plata, que era un instrumento de dibujo propio del siglo XV y ello evidencia que está trazando un boceto. En el extremo de la derecha se entreve un buey, símbolo de san Lucas, así como un libro abierto.
En cuanto a las figuras que aparecen en segundo plano, han sido identificadas como los padres de la Virgen: Joaquín y Ana. Recuerdan claramente a las que se ven en La Virgen del Canciller Rolin.
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