ARQUITECTURA AZTECA .-
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Una vez que Cortés y Moctezuma se encontraron y los conquistadores fueron alojados en el que fue palacio del emperador Axayacatl, padre de Moctezuma II, y que se ubicaba en el costado suroeste, pero fuera del centro ceremonial, tal como se pudo leer en la parte anterior de este relato; lo que resulta de mayor trascendencia ahora, es saber como y donde estaba distribuido y para quien estaba dispuesto el espectacular Recinto Ceremonial de la Gran Tenochtitlan.
Desde la primera vez que vi la maqueta del gran recinto ceremonial, con mis hijos entonces pequeños, mi gran duda siempre fue identificar con más claridad el sitio que ocupaban dentro de la traza urbana actual, cada uno de los imponentes templos que se mostraban en aquella sala del Museo de la Ciudad de México. A continuación trataré de relatarles algo de esa historia.
Desde la primera vez que vi la maqueta del gran recinto ceremonial, con mis hijos entonces pequeños, mi gran duda siempre fue identificar con más claridad el sitio que ocupaban dentro de la traza urbana actual, cada uno de los imponentes templos que se mostraban en aquella sala del Museo de la Ciudad de México. A continuación trataré de relatarles algo de esa historia.
Cuando escribí en la sección sobre Puebla-3, de los recuerdos que tenía de la Ciudad de México en los días en que solía acompañar a mi padre en sus viajes para lograr editar la primera guía turística de la ciudad de Puebla, no mencioné en ningún momento que alguna vez estuve con él, observando tras la alambrada, lo que el llamaba las ruinas de los aztecas. En esos años, 1947, ya existían en parte, dichasexcavaciones pues arqueólogos como Chavero, Batres, Maudslay y Ceballos Novelo habían mostrado desde 1888 su interés por delimitar el área que habría ocupado el gran centro ceremonial. Pero para mí un niño de 11 años, tan solo me servía para recordar las pláticas de mi querida maestra Elvira, de segundo año de primaria, cuando nos narraba cual si fuera un cuento, la odisea de las tribus de Aztlán en su azaroso recorrido en búsqueda del sitio que daría asiento a su pueblo, y es así que aún me parece escuchar su voz ... "Desde un remoto lugar llamado Aztlán, en un sitio conocido como Chicomostoc o lugar de las 7 cuevas, un día un cierto número de hombres y mujeres decidieron separarse del grupo ..."
Muchos años tuvieron que pasar para tener la oportunidad de volver a pensar sobre este tema, pues mi carrera de ingeniería eléctrica, bien poco tuvo que ver con la historia. Pero un día resulta que ya eres papá y ahora son tus hijos los que quieren saber más y entonces me encuentro junto con ellos, por allá por los años 70 del siglo pasado, parado enfrente de una gran maqueta y con ojos asombrados descubro que se trata de las mismas "ruinas" que alguna vez me mostró mi padre, pero ahora representadas de manera tan simétrica y tan armónica que me dejan embobado y sin querer separarme de aquel lugar. Pronto mi esposa nos llama y dice que hay que seguir pues el museo es muy grande. Se trataba del Museo de la Ciudad de México en su sala de acceso de las culturas pre-hispánicas.
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Arriba aparece una excelente foto de la gran maqueta y una reproducción de la pintura de Luis Covarrubias que hoy se encuentran en el Museo del Templo Mayor. La maqueta corresponde con la que yo conocí en aquel entonces, pero que las recientes exploraciones han modificado ligeramente. La maqueta actualizada que muestro ahora, reubica el Templo del Sol, en virtud de las investigaciones realizadas durante las obras de recimentación de la Catedral Metropolitana, tal como se describe un poco más adelante de este texto.
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