martes, 29 de diciembre de 2015

Emperadores romanos

Otón

  El joven Gobernador de Lusitania, Salvio Otón, había sido uno de los hombres más persuasivos para que Servio Sulpicio Galba tomara las riendas de un Imperio que, en tema de finanzas, estaba al borde de la bancarrota. A esto hay que sumarle las locuras de Nerón, que habían convertido la corte en un sinvivir: el Senado temiendo las acometidas de la Guardia Pretoriana y el Emperador, metido en su mundo de demencia, tocando la lira y recitando poemas.
Tras la humillante derrota de Julio Vindex por las legiones de Verginio Rufo, General leal al Emperador, se hizo correr la voz de que el cabecilla de la revuelta era Galba; Nerón obligó al Senado a declararlo enemigo público y, éste, fue el empujón que el veterano Gobernador necesitaba; en principio, Galba, no estaba muy interesado en esta aventura: un hombre anciano, que no podía ni montar en caballo debido a su gotosa enfermedad, lo que quería, era acabar sus días en la tranquila Tarraco. Sus hombres más cercanos, con una falsa carta, le hicieron creer que el tirano lo había sentenciado a muerte. La, en teoría, inquebrantable fidelidad de Otón, que había sido el más influyente y tentador, es probable que no lo fuera tanto; el “lusitano” tenía puesta la vista en Roma, en el trono: Galba tenía 72 años y Otón 36; la esperanza de vida en el siglo I, rondaba los 40 años. La certidumbre de Salvio Otón, era, ser adoptado por Galba cuando este fuera proclamado Emperador por el Senado.
Marcus Salvius Otho
  Marco Salvio Otón nació en Ferentino, ciudad 80 km. al Sureste de Roma, el 25 de Abril de 32; se suicidó el 15 de Abril de 69, después de la Batalla de Bedriacum (actual Calvatone (Cremona) – Lombardía -, 500 km. al Norte de Roma), clavándose un puñal en el pecho, tenía 37 años.
En la familia de Otón, por parte de padre, todos habían formado parte del gobierno imperial: su abuelo, Marco Otón, fue Pretor en tiempos de Octavio; su padre, Lucio Otón, un reconocido político en época de Tiberio, Calígula y Claudio. Su madre, una noble patricia emparentada con miembros de la corte.
 La niñez y adolescencia de Otón transcurrió en palacio, de hecho, era el mejor amigo de Nerón: durante la juventud compartieron juergas y aficiones; el problema surgió cuando la bella y ambiciosa esposa de Otón, Popea Sabina, se convirtió en la amante del Emperador. A partir de ahí, el vínculo amistoso entre Nerón y Otón fue de odio y alejamiento. Salvio Otón, se vio obligado a repudiar a su esposa y cedérsela a su “amigo”. El Emperador, podía haber hecho desaparecer a su colega Otón, algo en lo que ya tenía experiencia, pero prefirió asignarle el gobierno de Lusitania; una especie de destierro.
  Los 10 años (58-68) que Otón estuvo al frente del gobierno de Lusitania, los manejó con bastante solvencia; sobre todo, teniendo en cuenta su edad y que se había criado en un  ambiente lleno de caprichos junto a Nerón. Cuando llegó a Emérita Augusta tenía 26 años. En tema militar no tuvo, prácticamente, problemas; no era un hombre afectuoso ni extrovertido, pero tampoco era un déspota. El asunto económico, se le dio algo peor, quizá, porque estaba acostumbrado al despilfarro que había conocido en la corte; cuando Otón llegó a Roma, ya iba precedido de un desmesurado albedrío por el derroche.
Imperio Romano 68-69 D. C.
  Cuando las trompetas de rebelión contra el tirano Nerón sonaron por la Galia y la Tarraconense, Otón fue el primero en sumarse a la causa, la venganza estaba servida. Salvio Otón acompañó a Galba hasta Roma con la esperanza de ser nombrado su sucesor, pero la decepción fue mayúscula cuando adoptó a Calpurnio Pisón; la Guardia Pretoriana, que se sintió engañada al no recibir la dádiva prometida por Galba, se apresuró a nombrar Emperador a Otón.
Al grito de “Otho Imperator“, los pretorianos buscaron y asesinaron a Galba; previamente, habían ejecutado a su Comandante Nimfidio Sabino, que se quiso coronar Emperador aduciendo que era descendiente directo de la dinastía Julio-Claudia, decía ser, hijo de Calígula. El Senado, ante el bullicio y aterrados por la masacre, ratificaron a Marco Salvio Otón como nuevo Emperador de Roma.
 Otón sabiendo del conflicto económico que Galba tuvo con los pretorianos, ya les había sobornado generosamente y, para evitar contrariedades dentro de la Guardia hizo prender y desterrar (luego se suicidó) al otro Prefecto del Pretorio, a Cayo Ofonio Tigelino. Acto seguido, dio a los soldados la opción de elegir a sus comandantes: Plotio Firmo y Licinio Próculo. Esta disposición y la ley por la cual amnistiaba a senadores que habían sido expropiados, hizo que Otón fuera bien recibido por el Pueblo y el Senado; sobre todo, después de las malversaciones de Nerón y las restricciones a las que les estaba sometiendo Galba. Pero, la guerra civil continuaba, los ejércitos de Germania y parte de la Galia habían exaltado a Aulo Vitelio que marchaba sobre Roma para arrebatar el trono a Otón.
Galia Bélgica, Galia Lugdunense, Germania Inferior, Germania Superior. Año 70 d.C.
  Los ejércitos romanos estaban divididos en dos: Oriente apoyaba a Otón y Occidente a Vitelio. Salvio Otón, preparó una táctica defensiva con la Guardia Pretoriana más dos legiones formadas por esclavos y gladiadores. Confiado que en breve llegarían las siete legiones de Oriente, marchó al encuentro de Vitelo; las primeras escaramuzas estuvieron del lado de Otón, derrotando a dos comandantes de Aulo Vitelio y  haciéndoles retroceder hasta los márgenes del Po. El consejo de los Tribunos de Otón era mantener una guerra de desgaste hasta que llegara el grueso de las legiones de Oriente; pero el Emperador, después de las dos victorias, se sentía enérgico, inexpugnable. Con esta certeza y el aliento del Prefecto Licinio Próculo, acudió Otón a lo que sería su combate final: la Batalla de Bedriacum (lugar situado entre Cremona y Verona). Las legiones de Vitelio infligieron una severa derrota a las tropas de Otón; aun así, la guerra no estaba perdida, quedaban las legiones del Danubio y parte de las suyas. Si el Emperador se hubiera dejado asesorar por sus generales habrían tenido muchas posibilidades de ganar la guerra a Vitelio, pero Marco Salvio Otón estaba alicaído por el fracaso, no aguantó la presión. Se retiró a su tienda con la idea de descansar, a la mañana siguiente, sus oficiales lo encontraron muerto con un puñal en el corazón, se había suicidado; el tiempo imperial de Otón fue de tres meses y cinco días. Cuando la noticia de su muerte llegó a Roma, el Senado sancionó Emperador a Aulo Vitelio Germánico.





Otón, emperador, romano
             A pesar de su corto reinado y de haber sido en su juventu uno de los más desenfrenados amigos de Nerón, Otón demostró gobernar con una nobleza y dignidad pocas veces vista en los emperadores romanos. 
         Marco Salvio Otón nació en el año 32, en el seno de una familia que tenía importantes conexiones políticas con la dinastía Julio-Claudiana y su linaje se remontaba hasta antiguos príncipes etruscos. Su padre, Lucio Otón hizo una importante carrera política bajo el tutelaje de Tiberio y Claudio. Marco Otón pasó gran parte de su juventud como compañero de juergas y excesos de Nerón con quien lo unía una profunda amistad.
        La relación entre Otón y el Emperador finalizó bruscamente en el año 58, cuando la Popea Sabina, la esposa de Otón se volvió la amante de Nerón, finalmente éste obligó el divorcio para poderse casar con ella. Nerón alejó a su antiguo amigo de la corte, nombrándolo gobernador de la provincia de Lusitania. El hecho de que no lo haya mandado asesinar o desterrar sin ninguna clase de miramiento, demuestra que Nerón era una persona más compleja que el cruel déspota  que recuerda el imaginario colectivo.
          Durante los siguientes diez años, Otón gobernó Lusitana con sorprende eficiencia y moderación. En el año 65, su ex esposa, Popea Sabina murió a causa de un puntapié que le propinó Nerón estando bajos los efectos del alcohol. En el año 68, cuando el senado y Galba se rebelan contra el Emperador. Otón inmediatamente se une a la causa de Galba, motivado posiblemente por los rencores que le tenía a Nerón y con la esperanza de que Galba lo nombrara su heredero.
            El gobierno de  Galba, fue muy conflictivo si bien tuvo en un principio el apoyo del senado y de las clases altas, las arcas del estado estaban prácticamente vacías, los sectores más populares mantenían en alta estima a Nerón y veían al nuevo gobierno como ilegítimo. Por su parte las legiones de Germania se negaron a reconocer a Galba como Emperador y nombraron en su lugar a Vitelio quien partió enseguida con un poderoso ejército a apoderarse de Roma.

             Por su parte Galba era ya un anciano, incapaz de darle a su gestión una impronta de actividad y resolución de problemas que las circunstancias requerían. Ni supo mantener la lealtad de aquellos sectores que podían asegurarle la continuidad en el gobierno. Sumido en un espiral de descrédito y hostilidad, Galba nombró a Lucio Calpurnio Pisón como su sucesor. Otón que se sintió traicionado con esta designación no le fue muy difícil sobornar a algunos miembros de la guardia pretoriana, para que la mañana del 15 de Enero del año 69, asesinaran al Emperador y aseguraban su propio ascenso al poder.
             Otón fue ese mismo día declarado Emperador por el senado. Durante su gobierno, hizo una gestión pro activa y demostró ser un gobernador eficaz y moderado. Recibió el apoyo de los sectores más populares debido a su parecido físico y de maneras con Nerón, se le otorgó el nombre de Nerón. Honró la memoria de su antiguo amigo y anunció que se reactivarían algunos de los proyectos inconclusos de este Emperador.
             Sin embargo su máxima preocupación era Vitelio, quien se dirigía hacía Roma para disputarle el título de Emperador. Otón organizó un poderoso ejército que se enfrentó a la fuerzas de Vitelio. Tras una serie de batallas que no definieron el curso de la guerra, los Vitelianos obtuvieron una importante victoria en Bedcriacum.
            Otón contaba con varias legiones que estaban marchando para apoyarlo en la lucha, por lo que e estaba en condiciones de seguir disputando el poder y posiblemente estuviera en mejores condiciones de ganarla. Sin embargo tras su derrota dio a sus tropas un emotivo discurso, marchó a su tienda de campaña a descansar y por la mañana se suicidó.
              Algunos suponen que su suicidio se debió a una mala evaluación de la situación militar, otros que intentó de está forma evitar una cruenta guerra civil. Su gobierno había durado apenas tres meses, del 15 de Enero, al 16 de Abril del año 69. Cuando sus restos fueron incinerados, varios de los soldados que habían combatido por su causa se lanzaron a la hoguera para acompañarlo en su destino final.

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