La conversión de Pablo de Tarso es un cuadro del pintor Caravaggio. De nuevo, usa el mismo lenguaje que en La crucifixión de San Pedro para dar a conocer el mensaje bíblico. Esta no fue aceptada, pero otra versión pictórica del mismo tema bíblico, (La conversión de San Pablo en el camino a Damasco), sí lo fue. La obra aceptada mostraba al santo empequeñecido ante el caballo, provocando un intercambio de palabras entre un prelado y Caravaggio: «¿Por qué has puesto al caballo en medio y a San Pablo en el suelo?. ¿Es acaso el caballo Dios? ¿Por qué?», a lo que Caravaggio respondió: «No, pero el animal está en el centro de la luz de Dios». (Lambert, p.66). La obra aceptada se encuentra actualmente en la Iglesia de Santa María del Popolo en Roma, mientras que la rechazada pertenece a la colección del Príncipe Guido Odescalchi.
La coronación de espinas es un cuadro de Caravaggio, que data de 1604. La obra es parte de un conjunto dedicado a la Pasión de Cristo, y muestra cómo Jesús de Nazareth es torturado por tres hombres: uno le sujeta las manos para impedir su defensa, otro le ensarta la corona de espinas y el tercero le golpea. El cuadro posiblemente tenga raíces autobiográficas, dada la vida de Caravaggio que transcurrió entre peleas y detenciones. Se encuentra en la galería del Palacio degli Alberti en Prato.
La coronación de espinas es un cuadro del pintor Anton van Dyck, realizado cerca de 1620, que se encuentra en el Museo del Prado. Rubens lo poseyó, pasando a la colección de Felipe IV posteriormente y de allí al museo en 1839.
El tema
Tomado del Nuevo Testamento, el tema se describe en los evangelios de Mateo (Mateo 27.29) y Marcos (Marcos 15:17) y a pesar de su brevedad en los relatos canónicos, tuvo una gran difusión en las artes, siendo representado por El Bosco, Tiziano o Caravaggio.2
Descripción de la obra
Con Jesús en el eje de la obra, una serie de soldados judíos hacen escarnio de Cristo, vistiéndole con una túnica que simula su realeza y coronándole con una corona de espinas, mientras a sus pies un perro demuestra una pose agresiva. El soldado que coloca la corona es el único vestido con una armadura de la época del pintor.
La coronación de espinas es uno de los dos cuadros que Caravaggio ejecutó sobre el tema. Se conserva en el Museo de Historia del Arte de Viena.
Este cuadro es uno de los más bellos de Caravaggio. El pintor utilizó como modelo a un hombre maduro, alejándose de los mancebos que empleaba en sus primeras épocas. La escena de tortura destaca por la fortísima impresión que provocan los soldados agresivos, distribución que caracteriza otros cuadros del pintor.
La costurera o Mujer joven cosiendo, es una pintura al óleo atribuida a Velázquez y conservada en la National Gallery of Art de Washington desde 1937 por legado de su anterior propietario, Andrew W. Mellon. La obra, inacabada, se ha puesto en relación con una entrada en el inventario de los bienes dejados por Velázquez a su muerte en el que con el número 168 se citaba «Otra cabeça de una mujer açiendo labor».1 Para su ejecución se han fijado fechas que van desde 1640 hasta 1649, fecha del segundo viaje del pintor a Italia.2 Para José López-Rey, el carácter inacabado de la obra imposibilita la datación, aunque el parecido del modelo con la mujer retratada en La dama del abanico, que considera de 1635, haría pensar en una fecha próxima para la Costurera.3 El mismo López-Rey señala semejanzas con la Coronación de la Virgen que avalarían su autografía, discutida por críticos como Pantorba o Sánchez Cantón.
Para José Gudiol la dama retratada podría ser la esposa del pintor, Juana Pacheco, en tanto August L. Mayer pensó en su hija Francisca, esposa de Juan Bautista Martínez del Mazo,4 pero López-Rey objeta que siendo Mazo el autor del inventario de los bienes de Velázquez, no hubiese repertoriado el retrato de su esposa como simple escena de género, aunque su semejanza con otros modelos pudiera hacer pensar en una persona próxima al pintor.5
El cuadro representa una media figura de mujer joven, en posición levemente ladeada, con amplio escote y pañoleta sobre los hombros, con la cabeza en escorzo concentrada en las labores de costura. Unos toques blancos en torno al cuello, destinados a dibujar en ellos un collar, parecen indicar que no se trata de una obrera, sino de una dama de cierta posición social. El moño recogido con una cinta roja da un toque de ligero color a los verdes grisáceos, pardos y blancos dominantes.2 El contorno de la figura ha sido solo rápidamente esbozado buscando encajar las principales áreas de color sobre la imprimación verdosa. Posteriormente realizó algunas correcciones en la línea de los hombros —acentuando la posición diagonal de la figura para darla más vida— y en la disposición de los dedos de la mano derecha, especialmente, reducidos a lo esencial, que no quedarán más dibujados tras esta corrección. Finalmente trabajó sobre el rostro aplicándole luces y sombras mediante veladuras hasta dejarlo casi completamente acabado, sin avanzar más en su terminación.
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