sábado, 22 de abril de 2017

Cuadros por estilo

cuadros del barroco
Madonna con el niño y Santa Ana (Madonna de los palafreneros), es un cuadro de Caravaggio, hecho en 1605, por encargo del cardenal Scipione Borghese —a la sazón, sobrino del Papa Pablo V—. Se conserva en la Galería Borghese, de Roma, al igual que otros cuadros de Caravaggio como: Niño con un cesto de frutasBaco jovenDavid con la cabeza de GoliatSan Jerónimo escribiendo y Juan Bautista en el desierto.


A pesar de no haber tenido mucho éxito, es una representación atípica de la Virgen. La alegoría es bastante simple para su tiempo. Junto a ella se encuentra una serpiente, emblema del mal y del pecado original. El niño está descalzo, se cree que es poco después de su circuncisión. Todo alrededor son sombras, pero varias figuras —como la de Santa Ana—, se erigen majestuosamente en la oscuridad.
Esta pintura es concebida como un homenaje a Ana, madre de la Virgen. Ésta la bendice con una mano, y su cuerpo en general es revelador. El niño Jesús se acerca ligeramente a la serpiente, y con su pie da fuerza al pie de la Virgen para aplastar la cabeza de la serpiente.
Sin embargo, y a pesar de la innegable calidad de la obra, la representación de las figuras divinas encarnadas en figuras terrenales (basta como ejemplo la desnudez del niño Jesús) causó una fuerte controversia en el seno del Vaticano. La pintura estuvo expuesta en la basílica de San Pedro durante un mes, y tras la polémica suscitada, el Papa Pablo V decidió regalársela a su sobrino y cardenal Scipione Borghese, más famoso por sus labores de mecenazgo que por su contribución a la iglesia.
Es influenciada altamente por Madonna de Loreto, también de Caravaggio. Pero un mayor y más claro antecedente se encuentra en La Virgen, el Niño Jesús y santa Ana (1510), de Leonardo da Vinci.








Madonna de Loreto es un cuadro de Michelangelo Merisi da Caravaggio, hecho en 1604 por orden de Ermete Cavalletti, que lo deseaba para su capilla familiar en la basílica de Sant'Agostino. La pintura es de un carácter votivo, alejado de la naturaleza muerta propia de Caravaggio. La virgen tiene una pose muy poco religiosa, pues la modelo era la prostituta conocida como «Lena», común en los cuadros de Caravaggio. La obra llegó en el tiempo del Jubileo Contrarreformista de 1600, por lo que el pintor fue duramente criticado y hasta tachado de hereje.









Madonna del Rosario es un cuadro de la etapa napolitana de Caravaggio, pintado en 1607. Es pareja con Siete acciones de misericordia, también del mismo autor. Ambas estuvieron colocadas, en principio, en la misma iglesia, pero ésta fue trasladada a Viena por órdenes de Francisco José I. El cuadro emula a Leonardo Da Vinci y Rafael Sanzio, quienes realizaron sendas versiones de este tema. La luz y los elementos de intercesión dan a la escena un toque más religioso y místico.

No hay comentarios:

Publicar un comentario