La Orden Real y Militar de Nuestra Señora de la Merced y la Redención de los Cautivos, más conocida como Orden de la Merced (en latín: Ordo Beatæ Mariæ Virginis de Redemptione Captivorum), es una Orden religiosa católica, fundada en 1218 por San Pedro Nolasco (ca. 1180–1245) para la redención de los cristianos cautivos en manos de musulmanes (60.000 hasta 1779). Los mercedarios se comprometen con un cuarto voto, añadido a los tradicionales de pobreza, obediencia y castidad de las demás órdenes, a liberar a otros más débiles en la fe, aunque su vida peligre por ello.
Orden de la Merced | ||
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Nombre latino | Ordo beatae Mariae Virginis de Mercede | |
Siglas | O. de M. | |
Nombre común | Mercedarios | |
Regla | Profesa la Regla de San Agustín, con Constituciones propias.1 | |
Hábito | "Es blanco, de materia sencilla, compuesto de túnica, cinturón, escapulario, capilla y escudo".2 | |
Fundador | Pedro Nolasco | |
Fundación | 1218 | |
Lugar de fundación | Barcelona | |
Aprobación | 1235, por la Bula Devotionis vestrae de Gregorio IX.3 | |
Superior General | Fr. Juan Carlos Saavedra Lucho (2016 -)4 | |
Religiosos | 7245 | |
Sacerdotes | 5086 | |
Curia | Via Monte Carmelo 3, 00166 Roma, Italia | |
Presencia | 9 Provincias (Aragón, Argentina, Brasil, Castilla, Chile, México, Perú, Quito-Ecuador y Romana); y 4 Vicarías (Caribe, Centroamérica, Estados Unidos y Venezuela). |
La Orden de la Merced hoy[editar]
Los mercedarios en el mundo[editar]
En 2009, la Orden poseía 157 casas y 724 religiosos.7 Estos frailes se extienden por 22 países (Angola, Argentina, Bolivia, Brasil, Camerún, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, El Salvador, España, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, India, Italia, México, Mozambique, Panamá, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Venezuela)8 estructurados en nueve provincias (Aragón, Argentina, Brasil, Castilla, Chile, México, Perú, Quito-Ecuador y Romana), y cuatro vicarías (Caribe, Centroamérica, Estados Unidos y Venezuela).
El carisma mercedario y las nuevas formas de cautividad[editar]
Entre 1776 y mediados del s. XIX se producen las últimas redenciones de cautivos,9 por lo que desde ese momento se hace necesario redefinir las funciones de la Orden. Así, desde la restauración de la Orden en 1880 por el Maestro General P. Pedro Armengol Valenzuela, se produjo una reflexión para profundizar en cuál debía ser la tarea de los mercedarios en los nuevos tiempos.
A partir de ahí, se abrieron colegios (por ejemplo, el "Tirso de Molina"10en 1910 en Ferrol, España) y se establecieron misiones (por ejemplo, en 1922 en el Piauí,11 Brasil).
En las Constituciones de la Orden, actualmente en vigor, de 1986 se dice: "Las nuevas formas de cautividad constituyen el campo propio de la misión y cuarto voto mercedarios, se dan allí donde hay una situación social en la que concurran las siguientes condiciones:
- es opresora y degradante de la persona humana;
- nace de principios y sistemas opuestos al evangelio;
- pone en peligro la fe de los cristianos; y
- ofrece la posibilidad de ayudar, visitar y redimir a las personas que se encuentran dentro de ella."12
Historia de la Orden de la Merced[editar]
Véase también: Anexo: Generales de la Orden de la Merced
Fuentes cronísticas para la historia de la Orden[editar]
Dice Fr. Guillermo Vázquez que, siendo los mercedarios pocos, "estamos excusados de buscar los innumerables mártires, doctores, escritores, obispos y santos que no cabían en tan exiguo número de religiosos".13Por eso habrán de pasar más de dos siglos hasta que poseamos la primera obra cronística de la Orden. Antes, debemos ceñirlos a los documentos, bulas pontificias, diplomas regios,... para poder acercarnos a los orígenes del instituto.
- Speculum fratrum Ordinis Beatissime Dei genitricis Marie de Mercede Redempcionis Captivorum,14 redactado por Nadal Gaver en 1445. Se conservan tres manuscritos: el conservado en el Archivo de la Corona de Aragón de 1445,15 en la biblioteca municipal de Toulouse de 1470,16 y en la Colección Robbins de la Universidad de Berkeley copiado poco después de 1445.17 Esta obra es fundamental por verse reflejada en crónicas posteriores. Cuenta con una historia de la fundación de la Orden, de los superiores de Barcelona, de las divisiones sucedidas en la Orden y con las Constituciones de 1272 (en catalán) y las albertinas de 1327.
- Opusculum tantum quinque super commutatione votorum in redemptione captivorum redactadas por Gaspar de Torres, publicada en Salamanca en 1565. Junto con la Regla y Constituciones de la Orden, el autor añade dos obritas, una en latín, De initio ac fundatione sacri Ordinis beatae Mariae de Mercede Redemptionis captivorum, y otra en castellano, Declaración en lengua vulgar de las Constituciones y Ordinario de la Religión, en la que dedica varios capítulos a hablar de la fundación.18
- Regula et Constitutiones sacri ordinis beatae Mariae de mercede redemptionis captiuorum,19 editadas por Francisco Zumel, en Salamanca en 1588. Al igual que en el caso anterior, junto a la parte jurídica de la Regla y las Constituciones, encontramos dos obras históricas: De initio ac fundatione sacri Ordinis beatae Mariae de Mercede Redemptionis captivorum, basada en la obra de igual nombre de Gaspar de Torres; y De Vitis Patrum que narra la vida de los Generales de la Orden desde el inicio, en este caso, el autor aduce fuentes propias, manuscritos antiguos, que harían, por ejemplo, que la vida de Pedro Nolasco contenga diferencias en los dos opúsculos.20
EXTRAMUROS[editar]
- La Conquista de América.
- La Orden en tiempos del Franquismo.
Fundación[editar]
En España, la conquista de la Península Ibérica por los árabes en el año 711 y la subsiguiente resistencia cristiana llevaron a un conflicto de más de siete siglos. En el marco del mismo, ya sea en batallas o razzias, los dos bandos hacían cautivos que eran reducidos a servidumbre y estaban en peligro de perder la fe.21 Frente a esta situación, las autoridades públicas cristianas intentarán crear sistemas de redención de esos cautivos. La misma Iglesia se sentía concernida, llegando a ofrecer indulgencias de Cruzada a quienes defiendan a los cristianos de las razzias musulmanas (Clemente III en 1188 a los defensores de Tarragona).22 Es en este contexto histórico en el que va a surgir la Orden de la Merced.
De Pedro Nolasco, el fundador de la Orden, conocemos poco. Un joven mercader de telas de Barcelona intentó poner remedio a esta situación. Pronto empezó a actuar en la compra y rescate de cautivos, vendiendo cuanto tenía. La noche del 1 de agosto de 1218 se le apareció la Virgen María, le animó en sus intentos y le transmitió el mandato de fundar la Orden Religiosa de la Merced para la redención de cautivos. Esta advocación mariana, que nace en España, se difundirá por el resto del mundo. Fue aprobada por la Santa Sede en 1265.
Fue así como Pedro Nolasco funda una orden dedicada a la "merced" (realización de una buena acción sin esperar nada a cambio). Su misión era, pues, la misericordia para con los cristianos cautivos en manos de los musulmanes. Muchos de los miembros de la orden canjeaban sus vidas por la de presos y esclavos. Fue apoyado en la fundación por el rey Jaime I el Conquistador. El año 1265 aparecieron las primeras monjas mercedarias, inspiradas por Santa María de Cervelló.
San Pedro Nolasco y sus frailes serían muy devotos de la Virgen María y la tomaron como patrona y guía. Por eso la honran como Madre de la Merced o Virgen Redentora. En 1240, muere el fundador. Los primeros mercedarios tomaron parte en la conquista de Mallorca en 1229 y en la de Valencia en 1238, y también recibieron constantes beneficios del rey.
El reconocimiento oficial de la Iglesia universal vino de la mano del Papa Gregorio IX, quien aprobó la orden el 17 de enero de 1235, dándoles la regla de San Agustín.23 Por este motivo la Orden durante un breve periodo incluyó en su nombre las palabras Ordinis Sancti Agustini (Magister ordinis Sancti Agustini domus sancte Eulalie Barchinone et eciam Mercedis Captivorum, 1246).24 Estaba compuesta por religiosos y caballeros (frailes legos o coadjutores) que recibieron la institución canónica del obispo de Barcelona y la investidura militar del rey Jaime I el Conquistador.
Basándose en toda la experiencia acumulada sobre los rescates de cautivos, el Rey Alfonso X de Castilla, yerno de Jaime I el Conquistador, recoge en las Siete Partidas cómo habían de producirse dichos rescates.25
Devoción a la Virgen de la Merced[editar]
Desde 1259 los padres Mercedarios empezaron a difundir la devoción a la Virgen de la Merced (o de las Mercedes), extendiéndola por el mundo. El culto se difundió muy pronto por Cataluña y por toda España, Francia e Italia a partir del siglo XIII.
Los Mercedarios llegarán al continente americano y pronto la devoción a la Virgen de la Merced se propaga ampliamente. En Cuba, República Dominicana, Perú, Argentina, Venezuela y muchos otros países, la Virgen de la Merced es muy conocida y venerada. Es la patrona de Barcelona, ciudad en la que falleció el fundador y de origen de la Orden,26 entre otros muchos lugares. Lutgarda Mas i Mateu es su fundadora.
Santos y beatos de la Orden de la Merced[editar]
(Ordenados por fecha de canonización)
- San Pedro Nolasco (ca. 1189-1245), canonizado el 30 de septiembre de 1628 por el papa Urbano VIII.
- San Ramón Nonato (ca. 1200-1240), canonizado el 30 de septiembre de 1628 por el papa Urbano VIII.
- San Pedro Pascual (1227-1300), canonizado el 8 de septiembre de 1675.
- San Pedro Armengol (1238-1304), canonizado el 14 de octubre de 1688.
- Santa María de Cervellón (1230-1290), canonizada el 13 de febrero de 1692.
- San Serapio (1179-1240), canonizado el 24 de agosto de 1743.
- Beata Mariana de Jesús (1565-1624), beatificada el 25 de mayo de 1873.
- Beata Margarita María López de Maturana (1884-1934), beatificada el 22 de octubre de 2006.
Intelectuales[editar]
Algunos intelectuales destacados de la orden:
- Padre Francisco Zumel, catedrático en Salamanca, inicios del siglo XVII.
- Fray Diego Rodríguez (1596-1668), matemático y astrónomo mexicano.
- Fray Agustín Leonardo de Argensola, pintor barroco.
- Fray Gabriel Telléz "Tirso de Molina", literato e historiador.
- Fray Germán Roberto Mejía Banda, Presbítero en Querétaro.
- Padre Pedro Armengol Valenzuela, reformador de la orden, siglo XIX.
- Padre Alfonso López Quintás, profesor de filosofía y estética en España.
La Regla de san Agustín son las normas que Agustín de Hipona, conocido como san Agustín, redactó para organizar la vida de la comunidad cuando fundó el monasterio de Tagaste, en el norte de África, y si bien aquellas las elaboró en tres momentos distintos, en el fondo se reducen a una sola regla.
La regla del santo es la más antigua de Occidente ya que es del siglo IV al siglo V. En ella regula las horas canónicas, las obligaciones de los monjes, el tema de la moral y los distintos aspectos de la vida en monacato.
Muchos monasterios africanos adoptaron las reglas de san Agustín. Siglos más tarde fueron también adoptadas por órdenes clericales como los premonstratenses (siglo XII), los propios agustinos (siglo XIII) y los dominicos, mercedarios o servitas (siglo XIII).
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