lunes, 26 de junio de 2017

Ordenes religiosas católicas

orden franciscana

La Orden de Frailes Menores (u Orden Franciscana), cuyos miembros son conocidos como franciscanos, es una orden religiosa mendicante católica fundada por san Francisco de Asís en el año 1209.

Orden de Frailes Menores
Coat of Arms of the Order of Friars Minor.svg
Ribalta-san francisco-prado.jpg
San Francisco confortado por un ángel músico, por Francisco Ribalta.
SiglasO.F.M, O.F.M Conv, O.F.M CAP
Nombre comúnFranciscanos
TipoMendicante
ReglaRegla de San Francisco
Hábito
Gris o Negro (O.F.M Conv.= Conventuales)
Marrón (O.F.M, O.F.M Cap. = Capuchinos)
FundadorSan Francisco de Asís
Fundación1209
Lugar de fundaciónAsís
Aprobación
Verbal 1209-1210 por el PapaInocencio III
por Bula solet Annuere 1223 por el Papa Honorio III


Composición[editar]

En la actualidad la componen los siguientes institutos religiosos:

Primera orden[editar]

La primera orden es masculina. Su funcionamiento fue aprobado en 1209 por el papa Inocencio III. Cuenta con tres ramas:
Estas ramas aparecieron debido a divisiones internas en la Orden original, por los diversos modos de interpretar, de vivir y de observar la Regla de San Francisco de Asís, especialmente en cuanto ve a la vida evangélica profesada y a la rigidez u holgura en la observancia de la pobreza.
En el siglo XIV surgió y creció entre los Franciscanos un movimiento de reforma en favor de una más estricta observancia de la Regla. A partir de 1415 se les dio a los miembros de este movimiento el nombre de Observantes. Al aumentarse siempre más el número de los reformadores, se comenzó poco a poco a dar a los no participantes en el movimiento el nombre de Conventuales. En 1446, el papa Eugenio IV concedió a los Observantes una amplia autonomía adentro de la Orden Franciscana. Los Conventuales protestaron varias veces en vano, y en 1517 el papa León X dividió la Orden en dos claramente distintas. A la de los Observantes, que ya eran la mayoría, se reserva el nombre simples de Orden de Frailes Menores, mientras que los otros forman la Orden de Frailes Menores Conventuales.1
A propósito de tal división el historiador Lucas Wadding, Franciscano Observante, resumía todos los acontecimientos del último siglo, antes de 1517 y de este mismo año, en las siguientes afirmaciones: «Observantes vero paulatim, etsi per multas tribulationes et contradictiones, creverunt sub Conventualibus; neque voluerunt umquam ab Ordinis córpore divelli, sed vero cápiti et legítimo sancti Francisci Successori, penes quem potéstas regendi et sigillum Órdinis residébat, humíliter subesse, iuxta illud ipsíus sancti Francisci praecétpum: et alii Fratres teneántur fratri Francisco et eius Successóribus obedire. Tunc áutem facta est separátio, quando a Conventualibus ad Observantes translatus est cum sigillo Primatus, et Ministri Generalis totíus Órdinis, quae prius penes Conventuales erat, nomenclatura; uti a Leone Pontífice... factum fuisse multo praemisso consílio narrávimus diffuse» [Los Observantes poco a poco, superando muchas dificultades y oposiciones, se desarrollaron bajo los Conventuales; y jamás pensaron en separarse del cuerpo de la Orden, sino permanecer humildemente sometidos a la verdadera cabeza y al legítimo Sucesor de s. Francisco, el cual detenta la potestad de gobernar y el sello de la Orden, según el mandato de s. Francisco: y los demás frailes están obligados a obedecer a fray Francisco y a sus Sucesores. La separación se dio cuando, juntamente con el sello, el Primado y el título de Ministro General de toda la Orden, que anteriormente lo detentaban los Conventuales, pasó de los Conventuales a los Observantes; de qué manera todo eso ha sido realizado por el Papa León... lo hemos relatado, con abundancia de detalles, después de haberlo pensado previamente, n.d.t.] (WaddingAnnMin, 1528, n. 16).
Luego de esta división, en el año de 1535, en el seno de la Observancia se inició el movimiento de la Reforma Capuchina, que obtuvo su independencia en 1619.2
Actualmente, cada una de estas tres ramas, observando la única Regla de San Francisco de Asís, cuenta con su propia autonomía y su propio Ministro General. Desde el mismo siglo XIII, existen los franciscanos de la Tercera Orden Regular (T.O.R), quienes también tienen su autonomía y su propio Ministro General.

Segunda orden[editar]

La segunda orden comprende las ramas femeninas:

Tercera orden[editar]

La tercera orden en la familia franciscana comprende:
  1. la Orden Franciscana Seglar, Tercera Orden Seglar u Ordo Franciscanus Saecularis (OFS), y
  2. la Tercera Orden Regular o Tertius Ordo Regularis (TOR).

Símbolos franciscanos[editar]

Símbolos típicamente franciscanos son reconocidos la Tau franciscana, el cordón franciscano con tres nudos, el hábito franciscano; portado por los Franciscanos Menores Conventuales de color gris o negro, por los Franciscanos (Observantes) y Franciscanos Capuchinos de color marrón, con algunas variaciones en su confección) y el Cristo de San Damián.

Santos y beatos franciscanos[editar]

Algunos santos y beatos franciscanos famosos son:

De la Primera Orden[editar]

De la Segunda Orden[editar]

De la Tercera Orden Regular[editar]

De la Orden Franciscana Seglar[editar]

San Juan XXIII, Papa.
San Pío X, Papa.
San Juan Bosco, propagador.
San Juan María Vianney,
"el Santo Cura de Ars".
San Carlos Borromeo, reformador.
Santo Tomás Moro, mártir.

Santos "cordígeros" de San Francisco[editar]

(Archicofradía devocional franciscana aprobada por Sixto V en Asís, en el 1585):
  • San Francisco de Sales (Sales 21 de agosto de 1567 - Lyon 28 de diciembre de 1622), obispo italiano. Beatificado por Alejandro VII el 8 de enero de 1662. Canonizado el 19 de abril de 1665. Nombrado doctor de la Iglesia el 7 de julio de 1877 y patrón de periodistas y publicitarios católicos el 26 de enero de 1923.
  • San José de Calasanz (Peralta de la Sal, 31 de julio de 1557 - Roma, 25 de agosto de 1648). Sacerdote español, iniciador de las escuelas populares gratuitas en Roma y fundador de los clérigos regulares de las Escuelas Pías (Escolapios). Beatificado el 18 de agosto de 1748. Canonizado por Clemente XIII el 16 de julio de 1767. Nombrado patrón de las escuelas populares cristianas el 13 de agosto de 1948.
  • San Benito José Labre (Amettes, 26 de marzo de 1748 - Roma, 16 de abril de 1783). Seglar francés. Beatificado el 20 de mayo de 1860. Canonizado por León XIII el 8 de febrero de 1881.
  • Santa Bernadette Soubirous (Lourdes, 7 de enero de 1844 - Nevers, 16 de abril de 1879). Seglar francesa. Beatificada por Pío XI el 14 de junio de 1925. Canonizada el 8 de diciembre de 1933.

Franciscanos en la ciencia[editar]

  • Francisco Antonio de Arrábida (1771-1850): obispo de Anemuria, botánico, tutor de Pedro II de Brasil.
  • Roberto Grosseteste (1175-1253): obispo de Lincoln y fundador de la escuela experimental de Oxford. Matemático, astrónomo, meteorólogo, físico y uno de los primeros en incorporar la matemática a las ciencias naturales.
  • Rogerio Bacon (1214-1292): descubridor del foco de los espejos cóncavos, matemática de espejos parabólicos, descubrió el principio de la cámara oscura y estudió la visión y otros estudios de óptica.
  • Juan Peckham (1220-1292): arzobispo de Canterbury. Trabajó en óptica y su obra más célebre es: Perspectiva communis.
  • Bartolomé el inglés (): autor de una enciclopedia de 19 libros llamada: Sobre las propiedades de las cosas. Traducida en la Edad media del latín al italiano, francés, castellano e inglés.
  • Pedro Juan Olieu (1248-1298): investigó sobre la dinámica, la inercia, el impulso posteriormente llamado ímpetu.
  • Guillermo de Ockham (1280-1349): concibió el principio de acción y reacción, empirista y filósofo. En economía es célebre el epíteto: La navaja de Ockham.
  • Ramón Llull OFS. (1232-1316): beato. Políglota y uno de los lingüistas que sentó las bases de la lengua científica catalana. Hoy en día se conservan 250 títulos con temas sobre astronomía, geométrica, náutica y lógica.
  • Luca Pacioli (1445-1517): matemático, en 1494 publica un compendio de toda la matemática disponible en su tiempo con innovaciones en geometría y matemática financiera y creando el método de la partida doble se le considera el padre de la contabilidad moderna.
  • Bernardino de Sahagún: escribió la Historia general de las cosas de la Nueva España, una summa sobre los conocimientos que recogió décadas después de la Conquista de México. Se considera como pionero en la antropología.
  • Calzavarini, Lorenzo (1939-2012): sociólogo, autor de varios libros sobre las comunidades indígenas bolivianas y la historia de laxaciones interculturales. Recuperó el archivo colonial y republicano del Convento de San Francisco con documentación que va de 1606 a 1936. Creó el Museo Franciscano.

Franciscanos en América[editar]

La primera orden religiosa en llegar y establecerse en el virreinato de Nueva España fue la de los franciscanos entre los años 1523 y 1536;3 después llegaron los jesuitas, los agustinos y la Orden de Predicadores, mejor conocidos como dominicos.

Franciscanos en México[editar]

El 13 de mayo de 1524, un grupo de doce franciscanos provenientes del Caribe llegan a Nueva España con el fin de evangelizar. Durante su instancia llevaron a cabo una serie de actividades para compartir y profesar su religión con éxito, pero antes tuvieron que deshacerse de sus hábitos y adoptar nuevos para poder cumplir con su cometido. Tuvieron su sede principal en la Ciudad de México, en el Convento de San Francisco.

Provincias franciscanas[editar]

  • Yucatán: San José de Yucatán (1536).
  • Jalisco: Ajijic (1531), Xalisco de Nayarit (1540), Guadalajara (1547), Ahuacatlán (1551), Acaponeta (1580), Xala (1601) y Ayotuchpan (1607).
  • Puebla: Quecholac y Tecali (1540), Tecamachalco (1541) y Atlixco (1550).
  • Zacatecas: San Mateo de Sombrerete y San Francisco de Chalchihuites (1563).

Lengua[editar]

Inicialmente los franciscanos elaboraron un proyecto que incluía el estudio de las lenguas nativas, de forma de enseñar el cristianismo en las lenguas propias de los indígenas. En principio lograron el apoyo de la Corona española. Emplearon además otros medios didácticos, que incluían el uso de cuadros de imágenes, el canto y la música. Ese proyecto franciscano fue atacado por los encomenderos, quienes buscaban que las comunidades indígenas permanecieran sujetas de manera definitiva a los intereses y necesidades de los criollos y peninsulares, para lo cual operaron de forma que la enseñanza se desarrollase en idioma español.3 Finalmente, en 1550 se expidió una orden para que los religiosos enseñaran la lengua castellana a todos los naturales.3 El imperial colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco, creado en 1536 para ser el centro de educación superior más importante de la Nueva España y dirigido a la formación de un clero indígena, terminó por desaparecer en 1576.3

Educación[editar]

El proyecto educativo constaba de tres vertientes.3

Franciscanos en Perú[editar]

La orden religiosa de los franciscanos llegó al Perú poco después de la muerte de Atahualpa, aunque fue en Quito (1533) donde se construyó el primer convento. El primer franciscano que pisó tierras peruanas fue fray Marcos de Niza, y poco después llegaron los padres Jodoco Ricke (nombrado Custodio para el Perú), Pedro Gosseal y Pedro Rodeñas.
Estos frailes dedicaron grandes esfuerzos en la evangelización de los indígenas de estas tierras. Ricke, además de enseñar la doctrina cristiana, enseñó a los indios técnicas de agricultura (arar con bueyes, hacer yugos, arados y carretas), la manera de contar con cifras, la gramática española, a leer y escribir, el arte de tocar instrumentos musicales de viento y cuerda, y otros oficios.
En Lima se construyó el segundo convento de la orden. Poco antes, hacia 1548, los franciscanos también se habían implantado en Trujillo y Cuzco.
En 1542 llegó al Perú una expedición de franciscanos, conformada por doce frailes, lo cual dio origen al nombre de la provincia peruana: de los Doce Apóstoles.
Los miembros de la orden franciscana se dedicaron más que nada a las misiones populares, conviviendo prácticamente con los indios y buscando transmitirles con su ejemplo la enseñanza cristiana. Esto originó también una serie de iniciativas orientadas a inculcar la fe cristiana entre los pueblos aborígenes. Entre estos intentos cabe destacar la obra de fray Luis Jerónimo de Oré, autor del Símbolo católico indiano (1588), que incluye además una gramática en quechua y aimara, una descripción geográfica del Perú e informaciones sobre las antiguas costumbres prehispánicas. Oré es también autor de un ritual de oraciones en lenguas nativas.
La zona donde Juan Santos Atahualpa empezó su levantamiento tiene una importancia particular. El Gran Pajonal, ubicado en Tarma, en la selva central, fue un centro de misioneros franciscanos dedicados a evangelizar a las etnias selváticas, así como de algunos buscadores de oro. En esta región y durante esa época se descubrieron grandes depósitos de sal, que fueron rápidamente explotados por los españoles, utilizando la fuerza de trabajo de la zona, con los conocidos maltratos de la mita colonial. También hay referencias de maltratos por parte de los misioneros franciscanos y sus rígidas reglas, que además no hacían nada contra los abusos de los empresarios de la sal. Otro factor de descontento fueron las enfermedades que traían y que diezmaban a la población aborigen.
Hacia mediados del siglo XVIII los franciscanos habían logrado establecer unas 32 misiones de trescientos habitantes cada una: en total unas nueve mil personas. Otro dato importante es que la selva central fue una zona de constante intercambio de productos y de personas. Principalmente coca, frutas, madera, sal, algodón y otros productos valiosos. La movilización de personas de diferentes orígenes se intensificó, ya que los misioneros y terratenientes llevaban consigo sirvientes y trabajadores serranos, negros y mestizos. Además de estos grupos controlados, hubo otro contingente de disidentes, provenientes principalmente de la sierra, aunque no exclusivamente indios, que encontraron en la selva central una zona de refugio ideal para esconderse de las autoridades. Para mediados del siglo XVIII, estos grupos no controlados tenían una población que sumaba probablemente varios miles.


 Este santo nació en la ciudad de Asís (Italia), en el año 1182. Era hijo de un rico mercader llamado Pietro di Bernardone y por eso tenía cierto renombre en la ciudad. Después de una juventud alocada y llena de diversión, en la que le encarcelaron, se convirtió, renunció a los bienes paternos haciendo voto de pobreza y se entregó plenamente a Dios.
Alistado en una expedición militar a Apulia, comprendió por un sueño misterioso que Dios le reservaba un destino muy diferente. Vuelto a su patria, se entregó al retiro y al trato amistoso de los pobres, en especial de los leprosos. A esta experiencia, que le exigió un costoso vencimiento, atribuiría él mismo la victoria de la gracia divina y el cambio definitivo. Por entonces oyó de labios del crucifijo de S. Damián la orden de «reparar la iglesia». Mientras se hallaba entregado a la reconstrucción de aquella capilla se produjo la ruptura con su padre. Conminado por él, Francisco se acogió al fuero eclesiástico, y ante el obispo de Asís hizo la renuncia total.

S. Francisco
El 24 de febrero de 1209, durante la lectura del evangelio de la Misa sintió claramente su vocación a la vida apostólica dentro de la absoluta pobreza. El Evangelio sería en adelante su norma suprema de vida. Y para simbolizar esta pública profesión evangélica, vistió desde entonces una túnica ceñida por una cuerda y se desprendió del calzado. Se dedicó en seguida a predicar la penitencia, es decir, la conversión a una vida de acuerdo con el Evangelio
La Orden de los Franciscanos
 No tardaron en unírsele algunos compañeros, deseosos de compartir el secreto de aquella pobreza alegre y segura. Sin pretenderlo, se vio fundador, más aún, jefe de un sorprendente movimiento de renovación cristiana, que halló eco inmediato en el pueblo italiano. El grupo inició sus expediciones apostólicas, yendo siempre por parejas; no faltaron penalidades y humillaciones que dieron temple evangélico a la pequeña fraternidad. En tiempo de Francisco de Asis proliferaban los movimientos heréticos que alzaban, como él, la misma bandera de vuelta al Evangelio y de pobreza; no era raro, pues, que los nuevos penitentes de Asís despertaran suspicacias. Comprendiéndolo así Francisco se dirigió a Roma para obtener de la Santa Sede la aprobación del género de «vida según el Evangelio». Inocencio III se avino a aprobar oralmente la forma vitae y autorizó al grupo para ejercer la predicación penitencial.
De vuelta a Asís, se instalaron en una cabaña abandonada en el lugar llamado Rivotorto, de donde a los pocos meses pasaron a la Porciúncula, en la llanura de Asís. El género de vida de la fraternidad estaba regulado por la pobreza, en un clima de sencillez, alegría candorosa y compenetración cordial. Oración, apostolado popular, trabajo a merced en casas acomodadas o en las faenas del campo, servicio en hospitales y leproserías, donde habitualmente se hospedaban, llenaban su jornada. Si la retribución del trabajo no era suficiente, mendigaban el sustento. Pero se descartaba rigurosamente la recepción y el uso del dinero.
 La Orden de los franciscanos se puede vivir en
Primera orden: los Frailes Menores. Su nombre oficial en latín es Ordo Frátrum Minórum (Orden de Frailes Menores u OFM). Fue aprobada en 1209 por el Papa Inocencio III. Cuenta con tres ramas:
  • los observantes que rondan los 18.000 miembros.
  • los capuchinos son cerca de 14.000 sacerdotes y hermanos.
  • los conventuales alcanzan los 8.000 frailes, se caracterizan por una visión más pragmática de la regla.
Estas ramas nacen de cismas internos en la orden, ya que desde los inicios de la misma los hermanos tuvieron diferentes visiones de cómo debería ser la vida religiosa de los frailes menores.
Las Clarisas: La rama femenina o Damas Pobres
San Francisco  años después de haber formado su propia orden, fundó, junto a Santa Clara, la orden de las Clarisas. La vida dentro de esta orden era oración y entrega a Dios.
En la actualidad muchos monasterios han regresado a la profesión de la regla de Santa Clara. En todo el mundo hay 20.000 hermanas clarisas.
Murillo: Los estigmas (fragmento)
La Tercera Orden
En 1221 fue el año en que se fundó los Hermanos y Hermanas de Penitencia, ahora conocidos como terciarios. Esta tercera orden fue ideada por San Francisco como un tipo de estado intermedio entre el claustro y los laicos para aquellos que, deseando seguir los pasos del santo, estuvieran impedidos, por matrimonio u otros compromisos, de entrar ya en alguna de las dos órdenes anteriores. Su intención era que todos pudiéramos conocer sus ideas y pensamientos. 
 La popularidad de Francisco, entre tanto, había alcanzado su apogeo. Se le seguía y se le aclamaba como a un canonizado en vida. Esta veneración subió de punto desde la estigmatización, ocurrida en el monte La Verna el 17 de septiembre de 1224. Los dos últimos años de su vida fueron un calvario de sufrimientos corporales y de vivencias místicas, que no le impedían emprender nuevas giras apostólicas y enviar al mundo su mensaje de conversión y de paz mediante cartas encendidas. Viendo próximo su fin, dictó su Testamento, reafirmación postrera de la originalidad de su vocación y de la de su fraternidad. Terminó su vida terrena el 3 de octubre de 1226.
 Fue canonizado el 16 de julio de 1228. Sus restos reposan bajo la basílica levantada en su honor en su ciudad natal. Se celebra su fiesta el 4 de octubre,

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