La Orden de Frailes Menores (u Orden Franciscana), cuyos miembros son conocidos como franciscanos, es una orden religiosa mendicante católica fundada por san Francisco de Asís en el año 1209.
Orden de Frailes Menores | ||
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San Francisco confortado por un ángel músico, por Francisco Ribalta. | ||
Siglas | O.F.M, O.F.M Conv, O.F.M CAP | |
Nombre común | Franciscanos | |
Tipo | Mendicante | |
Regla | Regla de San Francisco | |
Hábito |
Gris o Negro (O.F.M Conv.= Conventuales)
Marrón (O.F.M, O.F.M Cap. = Capuchinos) | |
Fundador | San Francisco de Asís | |
Fundación | 1209 | |
Lugar de fundación | Asís | |
Aprobación | por Bula solet Annuere 1223 por el Papa Honorio III |
Composición[editar]
En la actualidad la componen los siguientes institutos religiosos:
Primera orden[editar]
Véase también: Reformas de la orden franciscana
La primera orden es masculina. Su funcionamiento fue aprobado en 1209 por el papa Inocencio III. Cuenta con tres ramas:
- Franciscanos conventuales, Ordo Fratrum Minorum Conventualium (O.F.M.Conv.). Alcanzan los 5.000 frailes.
- Franciscanos observantes, Ordo Fratrum Minorum (O.F.M.), que rondan los 17.000 miembros.
- Franciscanos capuchinos, Ordo Fratum Minorum Cappuccinorum (O.F.M.Cap.). Son cerca de 12.000 miembros.
Estas ramas aparecieron debido a divisiones internas en la Orden original, por los diversos modos de interpretar, de vivir y de observar la Regla de San Francisco de Asís, especialmente en cuanto ve a la vida evangélica profesada y a la rigidez u holgura en la observancia de la pobreza.
En el siglo XIV surgió y creció entre los Franciscanos un movimiento de reforma en favor de una más estricta observancia de la Regla. A partir de 1415 se les dio a los miembros de este movimiento el nombre de Observantes. Al aumentarse siempre más el número de los reformadores, se comenzó poco a poco a dar a los no participantes en el movimiento el nombre de Conventuales. En 1446, el papa Eugenio IV concedió a los Observantes una amplia autonomía adentro de la Orden Franciscana. Los Conventuales protestaron varias veces en vano, y en 1517 el papa León X dividió la Orden en dos claramente distintas. A la de los Observantes, que ya eran la mayoría, se reserva el nombre simples de Orden de Frailes Menores, mientras que los otros forman la Orden de Frailes Menores Conventuales.1
A propósito de tal división el historiador Lucas Wadding, Franciscano Observante, resumía todos los acontecimientos del último siglo, antes de 1517 y de este mismo año, en las siguientes afirmaciones: «Observantes vero paulatim, etsi per multas tribulationes et contradictiones, creverunt sub Conventualibus; neque voluerunt umquam ab Ordinis córpore divelli, sed vero cápiti et legítimo sancti Francisci Successori, penes quem potéstas regendi et sigillum Órdinis residébat, humíliter subesse, iuxta illud ipsíus sancti Francisci praecétpum: et alii Fratres teneántur fratri Francisco et eius Successóribus obedire. Tunc áutem facta est separátio, quando a Conventualibus ad Observantes translatus est cum sigillo Primatus, et Ministri Generalis totíus Órdinis, quae prius penes Conventuales erat, nomenclatura; uti a Leone Pontífice... factum fuisse multo praemisso consílio narrávimus diffuse» [Los Observantes poco a poco, superando muchas dificultades y oposiciones, se desarrollaron bajo los Conventuales; y jamás pensaron en separarse del cuerpo de la Orden, sino permanecer humildemente sometidos a la verdadera cabeza y al legítimo Sucesor de s. Francisco, el cual detenta la potestad de gobernar y el sello de la Orden, según el mandato de s. Francisco: y los demás frailes están obligados a obedecer a fray Francisco y a sus Sucesores. La separación se dio cuando, juntamente con el sello, el Primado y el título de Ministro General de toda la Orden, que anteriormente lo detentaban los Conventuales, pasó de los Conventuales a los Observantes; de qué manera todo eso ha sido realizado por el Papa León... lo hemos relatado, con abundancia de detalles, después de haberlo pensado previamente, n.d.t.] (WaddingAnnMin, 1528, n. 16).
Luego de esta división, en el año de 1535, en el seno de la Observancia se inició el movimiento de la Reforma Capuchina, que obtuvo su independencia en 1619.2
Actualmente, cada una de estas tres ramas, observando la única Regla de San Francisco de Asís, cuenta con su propia autonomía y su propio Ministro General. Desde el mismo siglo XIII, existen los franciscanos de la Tercera Orden Regular (T.O.R), quienes también tienen su autonomía y su propio Ministro General.
Segunda orden[editar]
La segunda orden comprende las ramas femeninas:
- Hermanas Clarisas Pobres, Ordo Sanctae Clarae (O.S.C.). Fundada por Santa Clara de Asís y San Francisco.
- Hermanas Clarisas Capuchinas, Ordo Santae Clarae Capuccinarum (O.S.C.Cap), reforma de María Lorenza Longo.
- Orden de la Inmaculada Concepción (concepcionistas franciscanas).
Tercera orden[editar]
La tercera orden en la familia franciscana comprende:
- la Orden Franciscana Seglar, Tercera Orden Seglar u Ordo Franciscanus Saecularis (OFS), y
- la Tercera Orden Regular o Tertius Ordo Regularis (TOR).
Símbolos franciscanos[editar]
Símbolos típicamente franciscanos son reconocidos la Tau franciscana, el cordón franciscano con tres nudos, el hábito franciscano; portado por los Franciscanos Menores Conventuales de color gris o negro, por los Franciscanos (Observantes) y Franciscanos Capuchinos de color marrón, con algunas variaciones en su confección) y el Cristo de San Damián.
Santos y beatos franciscanos[editar]
Algunos santos y beatos franciscanos famosos son:
De la Primera Orden[editar]
- San Antonio de Padua, doctor de la Iglesia.
- San Buenaventura, doctor de la Iglesia.
- San Bernardino de Siena, insigne predicador y promotor de la devoción al Santo Nombre de Jesús.
- San Juan de Capistrano, grande misionero de la observancia en Europa enviado por la Santa Sede.
- San Francisco Solano, Apóstol del Perú y Taumaturgo del Nuevo Mundo.
- San Pedro de Alcántara, franciscano español.
- San Pedro Regalado, franciscano español. Patrón de Valladolid y de los toreros.
- San Salvador de Horta, franciscano español.
- San Felipe de Jesús, primer santo mexicano y que sufrió el martirio en Japón.
- San Humilde de Bisignano, franciscano italiano, defensor incansable de la Eucaristía.
- San Fidel de Sigmaringa, capuchino y mártir alemán.
- San Ignacio de Santhiá, capuchino italiano.
- San Leonardo de Porto Maurizio, propagador de la devoción del Viacrucis.
- San Maximiliano Kolbe, franciscano polaco que ofreció su vida voluntariamente en el campo de concentración de Auschwitz en la II Guerra Mundial.
- San Pío de Pietrelcina, fraile capuchino italiano que fue estigmatizado.
- San Benito de Palermo. Fraile italiano de origen africano.
- Beato Juan Duns Scoto. Filósofo, beatificado por Juan Pablo II.
- Beato Diego José de Cádiz, fraile capuchino.
- Beato Sebastián de Aparicio Puebla, México, su cuerpo permanece incorrupto luego de más de 400 años.
- Beato Víctor Chumillas. Beatificado por Benedicto XVI.
- San Junípero Serra, misionario de la California.
- Beato Santiago de Ghazir Haddad, capuchino libanés.
- Beato Leopoldo de Alpandeire, capuchino que vivió en Granada pidiendo y dando a los que más lo necesitaban. Hoy en Granada hay una Residencia-Hogar de ancianos gracias a la Obra Social de los capuchinos y a la Fundación Fray Leopoldo. Está previsto un nuevo Hogar para ancianos en el Serrallo.
- Beato Zbigniew strzalkowski, Sacerdote Franciscano Conventual Polaco, Martirizado en Perú en el poblado de Pariacoto por Terroristas de Sendero Luminoso el 8 de agosto de 1991.
- Beato Michal Tomazek, Sacerdote Franciscano Conventual Polaco, Martirizado en Perú en el poblado de Pariacoto por Terroristas de Sendero Luminoso el 8 de agosto de 1991.
De la Segunda Orden[editar]
- Santa Clara de Asís, que es reconocida como co-fundadora de la espiritualidad franciscana.
- Santa Inés de Asís, hermana menor de santa Clara y abadesa por muchos años de las Damas Pobres.
- Santa Colette, reformadora de las Clarisas.
- Santa Verónica Giuliani, mística capuchina italiana.
De la Tercera Orden Regular[editar]
- Beata Carmen del Niño Jesús, fundadora de la Congregación de las Hermanas Franciscanas de los Sagrados Corazones.
- Beata María Caridad Brader (1860-1943), fundadora de la Congregación de las Hermanas Franciscanas de María Inmaculada.
- Beata María Ana Mogas Fontcuberta, fundadora de las Franciscanas Misioneras de la Madre del Divino Pastor.
De la Orden Franciscana Seglar[editar]
- Santa Isabel de Hungría o de Turingia, patrona de la Orden Franciscana Seglar, viuda (n. Budapest, 1207 – † Marburgo, 17-11-1231); canonizada el 27-5-1235 por Gregorio IX; se celebra el 17 de noviembre.
- Santa Rosa de Viterbo, virgen italiana (n. 1233 – † 6-3-1251); canonización equivalente proclamada el 4-9-1258 por Alejandro IV; se celebra el 4 de septiembre.
- San Fernando, rey de Castilla (n. 1198 – † Sevilla, 30-5-1252); beatificación equivalente proclamada el 31-5-1655 por Alejandro VII; canonización equivalente proclamada el 4-2-1671 por Clemente X; se celebra el 30 de mayo.
- San Luis IX, rey de Francia (n. Poissy, 25-4-1214 – † Cartago, Túnez, 25-8-1270); canonizado el 11-8-1297 por Bonifacio VIII; se celebra el 25 de agosto.
- Santa Margarita de Cortona, penitente italiana (n. Laviano, 1247 – † Cortona, 22-2-1297); beatificada en 1515; canonizada el 16-5-1728 por Benedicto XIII; se celebra el 16 de mayo.
- San Gerardo de Lunelio, peregrino y penitente francés (n. Lunel, Francia, 1275 – † Montesanto, Italia, 1298); aprobación del culto por Benedicto XIV y Pío VI; se celebra el 25 de mayo.
- San Ivón de Bretaña (n. Tréguier, 17-10-1253 – † Louannec, 19-5-1303); canonizado el 19-5-1347 por Clemente VI; se celebra el 21 de mayo.
- San Elzeario de Sabran, noble provenzal (n. Aussouis, 1285 – † París, 27-9-1323); canonizado el 14-4-1369 por Urbano V; se celebra el 26 de septiembre.
- Santa Isabel, reina de Portugal (n. 1271 – † Estremoz, 4-7-1336); canonizada el 24-6-1626 por Urbano VIII; se celebra el 4 de julio.
- San Conrado de Piacenza, eremita italiano (n. 1290 – † Noto, 19-2-1351); canonización equivalente proclamada el 12-9-1625 por Urbano VIII; se celebra el 19 de febrero.
- Santa Brígida de Suecia, mística sueca, fundadora de la Orden del Santísimo Salvador, en 1369 (n. Finsta, 1303 – † Roma, 23-7-1373); canonizada el 7-10-1391 por Bonifacio IX; se celebra el 23 de julio.
- San Roque de Montpellier, peregrino y taumaturgo francés (n. h. 1345 – † Angera, 16-8-1377); canonización equivalente proclamada el 4-7-1629 por Urbano VIII; se celebra el 16 de agosto.
- Santa Catalina Fieschi de Génova, viuda italiana, OFS, n. y † en Génova (1447-1510); canonizada el 16-6-1737 por Clemente XII; se celebra el 15 de septiembre.
- Santo Tomás Moro, humanista y jurista, canciller de Inglaterra, mártir (n. Londres, 7-2-1478 – † 6-7-1535); beatificación equivalente proclamada el 9-12-1886; canonizado el 19-5-1935 por Pío XI; se celebra el 22 de junio.
- Santa Ángela Merici, italiana, fundadora de la Compañía de las Vírgenes de Santa Úrsula o Ursulinas, en 1535 (n. Desenzano del Garda, 21-3-1470/4 – † Brescia, 27-1-1540); beatificación equivalente proclamada el 30-4-1768; canonizada el 24-5-1807 por Pío VII; se celebra el 27 de enero.
- San Carlos Borromeo, obispo cardenal de Milán (n. Arona, 2-10-1538 – † Milán, 3-11-1584); canonizado el 1-11-1610 por Paulo V; se celebra el 4 de noviembre.
- Santos mártires Antonio de Nagasaki, de 13 años; Buenaventura de Miyako, bonzo converso; Cosme Takeya, carpintero; Francisco Fahelante de Miyako, carpintero; Francisco de Miyako, médico; Gabriel de Ize, paje; Joaquín de Zakakibara, de Osaka; Juan Kinuya, de Miyako; León Kasasumara, coreano; Luis Ibaraki; Matías de Miyako; Miguel Kosaki y su hijo Tomás; Pablo Ibaraki; Pablo Suzuki, bonzo converso; Pedro Sukejiro, de Miyako; y Tomás Idauki, de Miyako: terciarios martirizados en Nagasaki, junto al jesuita Pablo Miki y otros compañeros († 5-2-1597); beatificados en 1627; canonizados en 1862 por Pío IX; se celebran el 15 de febrero.
- Santa Juana Francisca Frémyot de Chantal, francesa, fundadora de la Orden de la Visitación, con San Francisco de Sales (n. Dijon, 23-1-1572 – † Moullins, 13-12-1641); beatificada el 21-11-1751; canonizada el 16-7-1767 por Clemente XIII.
- Santa Mariana de Jesús de Paredes, ecuatoriana (n. Quito, 21-10-1618 – † 26-5-1645); beatificada el 20-11-1853; canonizada el 9-7-1950 por Pío XII; se celebra el 26 de mayo.
- Santo Hermano Pedro de San José de Betancur, pastor y tejedor español, apóstol de enfermos y fundador de los Hermanos y Hermanas Betlemitas de Guatemala, primer santo canario y guatemalteco (n. Vilaflor, Tenerife, 21-10-1626 – † Guatemala, 25-4-1667); beatificado el 22-6-1980 y canonizado el 30-7-2002 por Juan Pablo II.
- San José Oriol, sacerdote español (n. Barcelona, 1650 – † 22-3-1702); se celebra el 23 de marzo.
- Santa María Francisca de las cinco llagas, terciaria alcantarina italiana (n. Nápoles, 25-3-1715 – † 6-10-1791); beatificada el 12-11-1843; canonizada el 29-6-1867 por Pío IX; se celebra el 6 de octubre.
- Santa María Magdalena Postel, francesa, fundadora de las HH. de las Escuelas Cristianas de la Misericordia (n. Barfleur, 28-11-1756 – † St. Saveur-le-Vicomte, 16-7-1846); beatificada el 17-5-1908; canonizada el 24-5-1925 por Pío XI; se celebra el 17 de julio.
- Santa Vicenta Gerosa, italiana, fundadora de las HH. de la Caridad de María Niña, con Santa Bartolomea Capitanio (n. Lóvere, 29-10-1784 – † 20-6-1487); beatificada el 7-5-1933; canonizada el 18-5-1950 por Pío XII; se celebra el 29 de junio.
- San Vicente Pallotti, sacerdote italiano, fundador de la Sociedad del Apostolado Católico (n. Roma, 21-4-1795 – † 22-1-1850); beatificado el 22-1-1950; canonizado el 20-1-1963 por Juan XXIII; se celebra el 22 de enero.
- Santa Emilia Vialar, francesa, fundadora de las HH. de San José de la Aparición (n. Gaillac, 12-9-1797 – † Marsella, 24-8-1856); beatificada el 18-6-1939; canonizada el 24-6-1951 por Pío XII.
- San Juan María Vianney, "el Santo Cura de Ars", francés (n. Dardully, 8-5-1786 – † Ars-en-Dombes, 4-8-1859); beatificado el 8-1-1905; canonizado el 31-5-1925 por Pío XI; se celebra el 4 de agosto.
- San José Cafasso, sacerdote italiano (n. Castelnuovo de Asti, 15-1-1811 – † Turín, 23-6-1860); beatificado el 3-5-1925; canonizado el 22-6-1947 por Pío XII; se celebra el 23 de junio.
- San Juan Bosco, insigne sacerdote y pastor, terciario franciscano seglar y fundador de los Salesianos.
- Santa María Josefa Rossello, italiana, fundadora de las Hijas de Nuestra Señora de la Misericordia (n. Albissola Marina, 27-5-1811 – † Savona, 7-12-1880); beatificada el 6-11-1938; canonizada el 12-6-1949 por Pío XII; se celebra el 7 de diciembre.
- Santa Frances Xavier Cabrini, italiana, fundadora de las HH. Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús (n. Sant'Angelo Lodigiano, 15-7-1850 – † Chicago, 22-12-1917); beatificada el 13-11-1938; canonizada el 7-7-1946 por Pío XII.
- Cinco santos mártires seminaristas, † Ta-yuen-fu (China), 9-7-1900: San Juan Tchang (n. 1882), San Patricio Tong (n. 1862), San Felipe Tchiang (n. 1880), San Juan Tchang (n. 1877) y San Juan Wang (n. 1885).
- Nueve santos mártires catequistas y empleados de la misión, † Ta-yuen-fu (China), 9-7-1900: Santo Tomás Sen-Ki-Kuo, empleado, n. 1851; San Simón Tchen, empleado; San Pedro U-ngan-pan, catequista, n. 1860; San Matías Fan-te, vigilante nocturno, n. 1855; San Pedro Tchiang, obrero eventual, n. 1849; San Francisco Tchiang, portero, n. 1840; San Pedro Wang, cocinero; San Jaime Tchao-Tchuen-Sin, doméstico; y San Jaime Yen-Ku-Tun, hortelano, n. 1870. Se celebran el 8 de julio.
- San Leonardo Murialdo, sacerdote italiano, fundador de la Congregación de San José (1873) y gran promotor de obras sociales y culturales en favor de la juventud y de los pobres (n. Turín, 28-10-1828 – † 30-3-1900); canonizado el 3-5-1970 por Pablo VI.
- San Pío X (Giuseppe Melchiorre Sarto), italiano, Papa nº 257 de la Iglesia Católica, entre 1903 y 1914 (n. Riese, 2-6-1835 – † Roma, 29-8-1914); canonizado el 29-5-1954 por Pío XII.
- San Ricardo Pampuri, doctor en Medicina y hermano de San Juan de Dios, italiano (n. Trivolzio, Pavía, 2-8-1897 – † Brescia, 1-5-1930); canonizado el 1-11-1989 por Juan Pablo II.
- Santa Ángela de la Cruz (Mª de los Ángeles Guerrero González), española (n. Sevilla, 30-1-1846 – † 2-3-1932), OFS, fundadora de las HH. de la Compañía de la Cruz; beatificada el 5-11-1982 y canonizada el 4-5-2003 por Juan Pablo II; se celebra el 2 de marzo.
- San Miguel Garicoits, sacerdote español, fundador del Instituto de los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús (Betharranitas), en 1841 (n. Ibarra, Navarra, 15-4-1797 – † Betharran, 14-5-1853); se celebra el 13 de mayo.
- Santa María de Jesús Sacramentado (Mª de la Natividad Venegas de la Torre), mexicana, fundadora del Instituto de las Hijas del Sagrado Corazón, en 1886 (n. La Tapona, Zapotlanejo, Jalisco – † 30-6-1959); canonizada el 21-5-2000 por Juan Pablo II.
- San Juan XXIII (Angelo Giuseppe Roncalli), italiano, Papa nº 261 de la Iglesia Católica, entre 1958 y 1963 (n. Sotto il Monte, Bérgamo, Lombardía, Italia, 25-11-1881 – † Ciudad del Vaticano, 3-6-1963); canonizado el 27-4-2014, junto a Juan Pablo II, por el Papa Francisco; se celebra el 3 de junio.
- Beato Ramon Llull, esclarecido escritor, poeta, teólogo, filósofo y misionero mallorquín.
- Beato Ceferino Giménez Malla (n. Benavent de Lérida, Lérida, 24-8-1861 – † Barbastro, Huesca, 9-8-1936), laico español de etnia gitana, mártir.
Santos "cordígeros" de San Francisco[editar]
(Archicofradía devocional franciscana aprobada por Sixto V en Asís, en el 1585):
- San Francisco de Sales (Sales 21 de agosto de 1567 - Lyon 28 de diciembre de 1622), obispo italiano. Beatificado por Alejandro VII el 8 de enero de 1662. Canonizado el 19 de abril de 1665. Nombrado doctor de la Iglesia el 7 de julio de 1877 y patrón de periodistas y publicitarios católicos el 26 de enero de 1923.
- San José de Calasanz (Peralta de la Sal, 31 de julio de 1557 - Roma, 25 de agosto de 1648). Sacerdote español, iniciador de las escuelas populares gratuitas en Roma y fundador de los clérigos regulares de las Escuelas Pías (Escolapios). Beatificado el 18 de agosto de 1748. Canonizado por Clemente XIII el 16 de julio de 1767. Nombrado patrón de las escuelas populares cristianas el 13 de agosto de 1948.
- San Benito José Labre (Amettes, 26 de marzo de 1748 - Roma, 16 de abril de 1783). Seglar francés. Beatificado el 20 de mayo de 1860. Canonizado por León XIII el 8 de febrero de 1881.
- Santa Bernadette Soubirous (Lourdes, 7 de enero de 1844 - Nevers, 16 de abril de 1879). Seglar francesa. Beatificada por Pío XI el 14 de junio de 1925. Canonizada el 8 de diciembre de 1933.
Franciscanos en la ciencia[editar]
- Francisco Antonio de Arrábida (1771-1850): obispo de Anemuria, botánico, tutor de Pedro II de Brasil.
- Roberto Grosseteste (1175-1253): obispo de Lincoln y fundador de la escuela experimental de Oxford. Matemático, astrónomo, meteorólogo, físico y uno de los primeros en incorporar la matemática a las ciencias naturales.
- Rogerio Bacon (1214-1292): descubridor del foco de los espejos cóncavos, matemática de espejos parabólicos, descubrió el principio de la cámara oscura y estudió la visión y otros estudios de óptica.
- Juan Peckham (1220-1292): arzobispo de Canterbury. Trabajó en óptica y su obra más célebre es: Perspectiva communis.
- Bartolomé el inglés (): autor de una enciclopedia de 19 libros llamada: Sobre las propiedades de las cosas. Traducida en la Edad media del latín al italiano, francés, castellano e inglés.
- Pedro Juan Olieu (1248-1298): investigó sobre la dinámica, la inercia, el impulso posteriormente llamado ímpetu.
- Guillermo de Ockham (1280-1349): concibió el principio de acción y reacción, empirista y filósofo. En economía es célebre el epíteto: La navaja de Ockham.
- Ramón Llull OFS. (1232-1316): beato. Políglota y uno de los lingüistas que sentó las bases de la lengua científica catalana. Hoy en día se conservan 250 títulos con temas sobre astronomía, geométrica, náutica y lógica.
- Luca Pacioli (1445-1517): matemático, en 1494 publica un compendio de toda la matemática disponible en su tiempo con innovaciones en geometría y matemática financiera y creando el método de la partida doble se le considera el padre de la contabilidad moderna.
- Bernardino de Sahagún: escribió la Historia general de las cosas de la Nueva España, una summa sobre los conocimientos que recogió décadas después de la Conquista de México. Se considera como pionero en la antropología.
- Calzavarini, Lorenzo (1939-2012): sociólogo, autor de varios libros sobre las comunidades indígenas bolivianas y la historia de laxaciones interculturales. Recuperó el archivo colonial y republicano del Convento de San Francisco con documentación que va de 1606 a 1936. Creó el Museo Franciscano.
Franciscanos en América[editar]
La primera orden religiosa en llegar y establecerse en el virreinato de Nueva España fue la de los franciscanos entre los años 1523 y 1536;3 después llegaron los jesuitas, los agustinos y la Orden de Predicadores, mejor conocidos como dominicos.
Franciscanos en México[editar]
El 13 de mayo de 1524, un grupo de doce franciscanos provenientes del Caribe llegan a Nueva España con el fin de evangelizar. Durante su instancia llevaron a cabo una serie de actividades para compartir y profesar su religión con éxito, pero antes tuvieron que deshacerse de sus hábitos y adoptar nuevos para poder cumplir con su cometido. Tuvieron su sede principal en la Ciudad de México, en el Convento de San Francisco.
Provincias franciscanas[editar]
- Yucatán: San José de Yucatán (1536).
- Jalisco: Ajijic (1531), Xalisco de Nayarit (1540), Guadalajara (1547), Ahuacatlán (1551), Acaponeta (1580), Xala (1601) y Ayotuchpan (1607).
- Puebla: Quecholac y Tecali (1540), Tecamachalco (1541) y Atlixco (1550).
- Zacatecas: San Mateo de Sombrerete y San Francisco de Chalchihuites (1563).
Lengua[editar]
Inicialmente los franciscanos elaboraron un proyecto que incluía el estudio de las lenguas nativas, de forma de enseñar el cristianismo en las lenguas propias de los indígenas. En principio lograron el apoyo de la Corona española. Emplearon además otros medios didácticos, que incluían el uso de cuadros de imágenes, el canto y la música. Ese proyecto franciscano fue atacado por los encomenderos, quienes buscaban que las comunidades indígenas permanecieran sujetas de manera definitiva a los intereses y necesidades de los criollos y peninsulares, para lo cual operaron de forma que la enseñanza se desarrollase en idioma español.3 Finalmente, en 1550 se expidió una orden para que los religiosos enseñaran la lengua castellana a todos los naturales.3 El imperial colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco, creado en 1536 para ser el centro de educación superior más importante de la Nueva España y dirigido a la formación de un clero indígena, terminó por desaparecer en 1576.3
Educación[editar]
El proyecto educativo constaba de tres vertientes.3
Franciscanos en Perú[editar]
La orden religiosa de los franciscanos llegó al Perú poco después de la muerte de Atahualpa, aunque fue en Quito (1533) donde se construyó el primer convento. El primer franciscano que pisó tierras peruanas fue fray Marcos de Niza, y poco después llegaron los padres Jodoco Ricke (nombrado Custodio para el Perú), Pedro Gosseal y Pedro Rodeñas.
Estos frailes dedicaron grandes esfuerzos en la evangelización de los indígenas de estas tierras. Ricke, además de enseñar la doctrina cristiana, enseñó a los indios técnicas de agricultura (arar con bueyes, hacer yugos, arados y carretas), la manera de contar con cifras, la gramática española, a leer y escribir, el arte de tocar instrumentos musicales de viento y cuerda, y otros oficios.
En Lima se construyó el segundo convento de la orden. Poco antes, hacia 1548, los franciscanos también se habían implantado en Trujillo y Cuzco.
En 1542 llegó al Perú una expedición de franciscanos, conformada por doce frailes, lo cual dio origen al nombre de la provincia peruana: de los Doce Apóstoles.
Los miembros de la orden franciscana se dedicaron más que nada a las misiones populares, conviviendo prácticamente con los indios y buscando transmitirles con su ejemplo la enseñanza cristiana. Esto originó también una serie de iniciativas orientadas a inculcar la fe cristiana entre los pueblos aborígenes. Entre estos intentos cabe destacar la obra de fray Luis Jerónimo de Oré, autor del Símbolo católico indiano (1588), que incluye además una gramática en quechua y aimara, una descripción geográfica del Perú e informaciones sobre las antiguas costumbres prehispánicas. Oré es también autor de un ritual de oraciones en lenguas nativas.
La zona donde Juan Santos Atahualpa empezó su levantamiento tiene una importancia particular. El Gran Pajonal, ubicado en Tarma, en la selva central, fue un centro de misioneros franciscanos dedicados a evangelizar a las etnias selváticas, así como de algunos buscadores de oro. En esta región y durante esa época se descubrieron grandes depósitos de sal, que fueron rápidamente explotados por los españoles, utilizando la fuerza de trabajo de la zona, con los conocidos maltratos de la mita colonial. También hay referencias de maltratos por parte de los misioneros franciscanos y sus rígidas reglas, que además no hacían nada contra los abusos de los empresarios de la sal. Otro factor de descontento fueron las enfermedades que traían y que diezmaban a la población aborigen.
Hacia mediados del siglo XVIII los franciscanos habían logrado establecer unas 32 misiones de trescientos habitantes cada una: en total unas nueve mil personas. Otro dato importante es que la selva central fue una zona de constante intercambio de productos y de personas. Principalmente coca, frutas, madera, sal, algodón y otros productos valiosos. La movilización de personas de diferentes orígenes se intensificó, ya que los misioneros y terratenientes llevaban consigo sirvientes y trabajadores serranos, negros y mestizos. Además de estos grupos controlados, hubo otro contingente de disidentes, provenientes principalmente de la sierra, aunque no exclusivamente indios, que encontraron en la selva central una zona de refugio ideal para esconderse de las autoridades. Para mediados del siglo XVIII, estos grupos no controlados tenían una población que sumaba probablemente varios miles.
Este santo nació en la ciudad de Asís (Italia), en el año 1182. Era hijo de un rico mercader llamado Pietro di Bernardone y por eso tenía cierto renombre en la ciudad. Después de una juventud alocada y llena de diversión, en la que le encarcelaron, se convirtió, renunció a los bienes paternos haciendo voto de pobreza y se entregó plenamente a Dios.
Alistado en una expedición militar a Apulia, comprendió por un sueño misterioso que Dios le reservaba un destino muy diferente. Vuelto a su patria, se entregó al retiro y al trato amistoso de los pobres, en especial de los leprosos. A esta experiencia, que le exigió un costoso vencimiento, atribuiría él mismo la victoria de la gracia divina y el cambio definitivo. Por entonces oyó de labios del crucifijo de S. Damián la orden de «reparar la iglesia». Mientras se hallaba entregado a la reconstrucción de aquella capilla se produjo la ruptura con su padre. Conminado por él, Francisco se acogió al fuero eclesiástico, y ante el obispo de Asís hizo la renuncia total.
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S. Francisco
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El 24 de febrero de 1209, durante la lectura del evangelio de la Misa sintió claramente su vocación a la vida apostólica dentro de la absoluta pobreza. El Evangelio sería en adelante su norma suprema de vida. Y para simbolizar esta pública profesión evangélica, vistió desde entonces una túnica ceñida por una cuerda y se desprendió del calzado. Se dedicó en seguida a predicar la penitencia, es decir, la conversión a una vida de acuerdo con el Evangelio
La Orden de los Franciscanos
No tardaron en unírsele algunos compañeros, deseosos de compartir el secreto de aquella pobreza alegre y segura. Sin pretenderlo, se vio fundador, más aún, jefe de un sorprendente movimiento de renovación cristiana, que halló eco inmediato en el pueblo italiano. El grupo inició sus expediciones apostólicas, yendo siempre por parejas; no faltaron penalidades y humillaciones que dieron temple evangélico a la pequeña fraternidad. En tiempo de Francisco de Asis proliferaban los movimientos heréticos que alzaban, como él, la misma bandera de vuelta al Evangelio y de pobreza; no era raro, pues, que los nuevos penitentes de Asís despertaran suspicacias. Comprendiéndolo así Francisco se dirigió a Roma para obtener de la Santa Sede la aprobación del género de «vida según el Evangelio». Inocencio III se avino a aprobar oralmente la forma vitae y autorizó al grupo para ejercer la predicación penitencial.
De vuelta a Asís, se instalaron en una cabaña abandonada en el lugar llamado Rivotorto, de donde a los pocos meses pasaron a la Porciúncula, en la llanura de Asís. El género de vida de la fraternidad estaba regulado por la pobreza, en un clima de sencillez, alegría candorosa y compenetración cordial. Oración, apostolado popular, trabajo a merced en casas acomodadas o en las faenas del campo, servicio en hospitales y leproserías, donde habitualmente se hospedaban, llenaban su jornada. Si la retribución del trabajo no era suficiente, mendigaban el sustento. Pero se descartaba rigurosamente la recepción y el uso del dinero.
La Orden de los franciscanos se puede vivir en
Primera orden: los Frailes Menores. Su nombre oficial en latín es Ordo Frátrum Minórum (Orden de Frailes Menores u OFM). Fue aprobada en 1209 por el Papa Inocencio III. Cuenta con tres ramas:
Estas ramas nacen de cismas internos en la orden, ya que desde los inicios de la misma los hermanos tuvieron diferentes visiones de cómo debería ser la vida religiosa de los frailes menores.
Las Clarisas: La rama femenina o Damas Pobres
San Francisco años después de haber formado su propia orden, fundó, junto a Santa Clara, la orden de las Clarisas. La vida dentro de esta orden era oración y entrega a Dios.
En la actualidad muchos monasterios han regresado a la profesión de la regla de Santa Clara. En todo el mundo hay 20.000 hermanas clarisas.
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Murillo: Los estigmas (fragmento)
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La Tercera Orden
En 1221 fue el año en que se fundó los Hermanos y Hermanas de Penitencia, ahora conocidos como terciarios. Esta tercera orden fue ideada por San Francisco como un tipo de estado intermedio entre el claustro y los laicos para aquellos que, deseando seguir los pasos del santo, estuvieran impedidos, por matrimonio u otros compromisos, de entrar ya en alguna de las dos órdenes anteriores. Su intención era que todos pudiéramos conocer sus ideas y pensamientos.
La popularidad de Francisco, entre tanto, había alcanzado su apogeo. Se le seguía y se le aclamaba como a un canonizado en vida. Esta veneración subió de punto desde la estigmatización, ocurrida en el monte La Verna el 17 de septiembre de 1224. Los dos últimos años de su vida fueron un calvario de sufrimientos corporales y de vivencias místicas, que no le impedían emprender nuevas giras apostólicas y enviar al mundo su mensaje de conversión y de paz mediante cartas encendidas. Viendo próximo su fin, dictó su Testamento, reafirmación postrera de la originalidad de su vocación y de la de su fraternidad. Terminó su vida terrena el 3 de octubre de 1226.
Fue canonizado el 16 de julio de 1228. Sus restos reposan bajo la basílica levantada en su honor en su ciudad natal. Se celebra su fiesta el 4 de octubre,
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